07
La desaparición (huida, él había huido de aquí) de Moisés golpeó duro a todo el pueblo Egipto, pero más a la familia real.
Egipto no había estado presente cuando Ramses entró corriendo al salón del trono gritando lo que sucedió, toda dignidad o decoro olvidado a favor poner al tanto a sus padres de todo detalle que él supiera de el asunto (no sabía lo suficiente), aún estaba con Israel tratando de calmarse, pero más tarde Hotep y Huy lo pusieron al tanto de sus reacciones.
Aunque no lo necesitaba, incluso si no sabía cómo reaccionaron en un principio, todos se enteraron de sus sentimientos al respecto bastante rápido.
Sus reacciones no fueron buenas, en absoluto, en el tiempo que siguió, no podría elegir cuál reacción de sus gobernantes fue la peor.
La reina Tuya pareció entrar en una profunda depresión, por lo que había escuchado y visto, ella apenas había comido en los días que siguieron, y aunque se "recuperó" en sentido más superficial de la palabra, se notaba lo devastada que estaba por toda esta situación (apenas salió de su habitación durante ese tiempo).
¿Por qué no lo estaría? Uno de sus hijos se había ido, tal vez para siempre, ella estaba experimentando el dolor por el que ninguna madre esperaba pasar, el de perder un hijo. Porque si ya sobrevivir en el desierto es difícil cuando estás preparado, cuando te vas sin nada más que tu ropa...
Su hijo ya estaba muerto en algún lugar del desierto para lo que ella sabía.
Egipto no pudo evitar el traicionero pensamiento de que así es como las mujeres hebreas se vieron durante los días, meses, años que siguieron a ese fatídico día.
Las interacciones que desde ese día ella tuvo con los demás cambiaron, ella se volvió mucho más fría con todos, en especial con Ramses, si era porque en algún nivel le culpaba por lo ocurrido con Moisés o porque creía que así le dolería menos si este decidía seguir el mismo camino que su hermano, jamás lo supo.
Su Faraón al principio no parecía haber sido afectado por la noticia, pero...
En las semanas que siguieron a la huida de Moisés, el trabajo de los esclavos hebreos aumento, le permitió a los soldados usar castigos más fuertes contra ellos, y lo más importante, o al menos para los egipcios...
Aquel viejo hebreo por el cual todo esto 'comenzó', aquel hebreo por el que Moisés mató a uno de sus compañeros egipcios, fue ejecutado públicamente.
Los egipcios se reunieron a las orillas del Nilo antes de que el Sol empezara a asomarse para presenciar al hombre ser metido en un saco lleno piedras y, entre los gritos y súplicas de este, ser arrojado al río, ya sea para morir ahogado o morir a manos de los cocodrilos. A los egipcios no les importó cuál fue la forma en termino muriendo, lo único que importaba es que la razón por la que uno de sus príncipes se había convertido en un asesino y un prófugo estaba pagando lo que hizo.
(¿Pagando por qué? ¿Qué fue lo que realmente hizo? ¿Pedirle a un guardia que parara de golpearlo?)
¿Los hebreos? Todavía tenían que trabajar, pero seguramente lograron ver algo de la ejecución desde lo lejos y no es que como si los supervisores y soldados no estuvieran encantados de contarles qué estaba ocurriendo.
Mientras la ejecución ocurría, Egipto se encontraba posado en un lado de la barca que contenía a los soldados encargados de la ejecución, negándose completamente a mirar a los burlones hombres o a la turbulenta agua donde el viejo hebreo estaba muriendo, sin nadie que estuviera dispuesto a salvarlo otra vez.
Su dios lo había abandonado ahora que ya había cumplido su propósito.
Egipto no solo se estaba negando a mirar a los soldados detrás de él, si no también a su demás gente, apiñados en ambas orillas del Nilo, muchos empezando a irse ahora que el viejo ya se había hundido, otros permaneciendo ahí. Él no quería mirar la cara que estos estaban poniendo ante tal acto.
Sus ojos solo podían mirar a la llorosa etnia parada en una sorprendentemente solitaria parte de la orilla, Egipto había intentado convencerlo de no estar presente tan pronto supo el destino de hombre, pero Israel tercamente se negó, incluso ahora no dejaba de mirar el agua cada vez más tranquila, intentando mantenerse fuerte pero fracasando.
Era en momentos como estos que Egipto recordaba algo que se le dijo una vez, hace tanto tiempo que apenas y puede recordar quién lo hizo.
"La sangre que tu pueblo derrame es la sangre que tú también derramas."
Si tu gente sangraba, tú sangrabas con ellos.
Si tu gente hacía sangrar a la gente de alguien más, tus manos estarían tan manchadas de sangre como las suyas.
Para Egipto las lágrimas manchando la cara de su compañero eran, una vez más, culpa suya.
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Él sacó a Israel de ahí tan pronto el último de sus sacerdotes se perdió de vista, no podía dejarlo torturarse de esa manera.
Ese día ambos se mantuvieron lejos de la vista de todos, pudieran verlos o no, tratando de consolarse mutuamente, entre sollozos y algunos besos fugaces ambos se contaban sus inseguridades como no lo habían hecho en mucho tiempo, ambos se sentían responsables por todo el sufrimiento que ocurría fuera de sus puertas.
No cree que en algún momento de esa noche se hayan separado en lo más mínimo. Ambos se sentían terrible.
Ambos se sentían culpables por lo que Ramsés estaba pasando.
No solo la reina se había vuelto fría con su hijo restante, el Faraón se había vuelto mucho más esctricto con él, en cuanto a los sacerdotes, los sirvientes y los civiles, todos ellos lo miraban como si en cualquier momento él también fuese a salir corriendo como su hermano.
¿Y Ramsés? Lo único que él parecía querer era a su hermano devuelta.
Durante los meses que siguieron él trataba de dividir su creciente trabajo con la búsqueda de Moisés, mandado soldados cada vez que podía al desierto a veces saliendo él mismo si lograba salirse con la suya, cada intento más desesperado que el anterior y todos terminaron con los mismo resultados.
Moisés no se encontraba en ninguna parte, era como si se hubiera desvanecido (o un dios lo hubiera ocultado).
No fue hasta que Seti habló en privado con él (ni siquiera Egipto estuvo ahí para escucharlo) que este dejó de buscar a su hermano, lo que sea que se haya dicho ahí lo detuvo definitivamente.
El príncipe restante se concentró más en sus deberes y menos en el miembro faltante de su familia, trabajó duro para que la gente dejara de mirarlo como si en cualquier momento fuese a rendirse y abandonar a su pueblo también.
Había decido no ser el eslabón débil que "todos" parecían pensar él era.
7 años después de la huida de Moisés, el Faraón Seti murió inesperadamente y Ramsés fue coronado como el nuevo Faraón. Unas semanas después celebró su matrimonio con una joven cuyo nombre Egipto realmente no se habría molestado en aprender si no fuera porque Israel de vez en cuando se lo recordaba, Maibe*.
No se amaban, en absoluto, pero no necesitaban amarse para cumplir con sus nuevos deberes y en realidad, no es como si se odiaran tampoco, eran solo dos conocidos que estarían juntos hasta que el otro muriera y nada más.
1 año después nació el primogénito y heredero al trono de Ramsés, Masud*. Él e Israel estuvieron silenciosamente de acuerdo en que el día de su nacimiento fue lo más feliz que habían visto a Ramsés desde que su hermano huyó. Él amaba profundamente a su hijo.
Maibe murió unas semanas después, el parto la había dejado débil y no se cuido lo suficientemente bien. Ramsés se quedó impasible durante su entierro, la ex-reina Tuya a un lado suyo sosteniendo a su nieto en brazos.
Una vez, cuando Masud tenía tres años, Egipto entró a su habitación cuando Ramsés le estaba por contarle una historia antes de dormir (nunca dejaba que las sirvientas lo hicieran, siempre se aseguraba de tener tiempo para su hijo).
Le sorprendió y dolió a partes iguales al darse cuenta que le estaba contando sobre su 'tío' Moisés, la primera vez en años que escuchaba ese nombre de parte de cualquiera fuera de Israel...
Israel lo encontró horas más tarde en la salida de la ciudad, sollozando quedamente. Le abrazó y besó suavemente intentando calmarlo y una logrado esto Egipto le contó lo que había ocurrido, porque no fue el hecho de que Ramsés le contara a su hijo sobre Moisés lo que hizo derrumbarse de esa forma...
Si no el hecho de que al final el pequeño le preguntó "¿Y dónde está tío ahora?" y la respuesta de su Faraón fue que se encontraba viajando fuera muy lejos de aquí, pero que algún día volvería y le contaría sobre todas las cosas que conoció durante el tiempo que estuvo fuera.
Y había tanta esperanza y convicción que por un momento Egipto no pudo evitar creer que era verdad y voló hacía allí esperando ver a Moisés regresando, solo para que la cruel realidad volviera a golpearlo con todas sus fuerzas.
Incluso si Moisés regresaba, nada sería igual, no importa cuando lo quisiera cualquiera de ellos. Si él regresaba solo sería porque este Yahveh lo decidió. Solo volvería como una herramienta más de este 'dios'. Ambos lo sabían y temían lo que ocurriría cuando eso ocurriera.
Se quedaron en el hogar de Ia etnia esa noche, demasiado cansados mentalmente como para caminar hasta el palacio. No se soltaron en toda la noche.
Cuando el joven príncipe tenía seis años la ex-reina Tuya siguió a su marido al más allá. Ramsés no derramó ni una lágrima por ella, a diferencia de su hijo que estaba inconsolable por perder su abuela.
Pronto ya habían pasado 20 años desde que Moisés huyó de Egipto.
Durante esos años Egipto se había distanciando de la mayoría de sus sacerdotes, excepto de sus más leales, Hotep y Huy, los cuales eran los únicos que estaban al tanto de los ahora pocos y distantes intentos que Egipto de sobrevolar los cielos de todo el país (y a veces más allá) buscando a Moisés.
Eran los únicos que sabían que había 'algo' entre él y la 'representación' de los hebreos.
Y definitivamente eran los únicos que entendieron por qué cuando el vagabundo desaliñado que entró al palacio resultó ser Moisés tuvo que salir corriendo como si el país dependiera de ello (no muy lejos de la verdad).
Tenía que avisarle a su compañero rápidamente de este nuevo desarrollo.
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
Maibe: tumba, sepultura.
Masud: el afortunado.
¿En serio ya estoy en los últimos capítulos de esta cosa?
No sé exactamente cuánto tiempo pasó entre Moisés huyendo y regresando a Egipto, pero para que Ramsés ya fuese Faraón, Seti y Tuya ya estuvieran muertos y él tuviera un hijo (que se veía bastante crecido) debieron pasar minimo 20 en mi opinión.
Tampoco sé cuales eran los nombres de la familia de Ramsés o si tenían uno, así que como no son taaan relevantes decidí ponerles yo mismo uno.
Y si, el Egipto/Israel ahora es 'oficial' pero no esperen más que abrazos y besos de estos dos, están demasiado estresados para pesar en algo más allá de eso.
Y ahora si me disculpan, tengo que editar un par de cosas de los primeros capítulos ahora que la clasificación entre estos dos a cambiado.
Espero le haya gustado, cualquier falta de ortografía y demás no duden en decirme para corregir. Hasta luego.
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