Capítulo 8: Encuentro Impactante.

Wei WuXian se encontraba nervioso, caminando de un lado a otro por la sala del trono.

-Si dice que sí, ¿Crees que sea suficiente con sólo decorar el salón?-

Preguntó al general fantasma que estaba de pie un poco apartado dejando libre paso al rey de caminar de un lado a otro.

-Honestamente no-

Dijo sincero, mirando a su rey que suspiró frustrado, sentándose con desgano en su trono.

-Eres cruel-

Se quejó infantilmente, dejando de lado la tiara de oro negro y rubíes que había hecho para el príncipe Jiang y una pequeña cajita de madera.

-¿Porqué crees que no sea suficiente A-Ning?-

Preguntó en un puchero.

-A él le gustaría tener una boda en su hogar con su familia presente-

Dijo sincero.

Wei WuXian asintió, dándole total razón.

-Eso es cierto, pero después de llevármelo por tres años no creo que sea bien recibido-

-Debió pensar eso las primeras semanas de raptarlo-

Y nuevamente el rey asintió, dándole toda la razón.

Al escuchar unos pasos fuera del salón, rápidamente se enderezó levantándose del trono.

-¿Wei WuXian?-

Jiang Cheng entró después de ser llamado a la sala del trono hace minutos.

-A-Cheng-

Dijo sonriente, acercándose a él para tomarle de la mano, guiándolo donde había dejado los dos objetos.

-¿Qué ocurre?-

Dijo con una ceja levantada al ver el nerviosismo en su pareja a pesar de su gran sonrisa.

Wei WuXian lo hizo sentarse en el trono, para arrodillarse frente a él tomándole una mano.

-A-Cheng, me gustaría pedirte algo-

El príncipe Jiang un poco avergonzado por la posición, asintió levemente.

-Se que te rapté encerrándote en mi reino, y que al principio no me querías ni ver, pero después de que poco a poco me dejaste una oportunidad, fui muy feliz, y sobre todo porque el sentimiento que tenía por tí fue creciendo y a su vez lo comenzaste a compartir conmigo-

Soltó las manos de Jiang Cheng, para tomar la cajita de madera que estaba al lado, abriéndola frente a los ojos del príncipe de la naturaleza.

-¿Quisieras casarte conmigo Jiang Cheng? Prometo serte fiel, darte todo lo que necesites y hacerte feliz siempre-

Dijo con una pequeña sonrisa nerviosa por la respuesta que le llegase a dar el contrario.

Jiang Cheng sintiendo su corazón latir fuertemente, tomó de las mejillas a Wei Ying, dándole un beso en la frente, sonriéndole bellamente.

-Acepto casarme contigo A-Ying-

El rey del reino demoniaco sonrió enormemente, colocando el anillo de color negro y púrpura en el dedo anular del príncipe.

-Oficialmente, cuando nos casemos, serás mi reina-

Dijo colocando ésta vez la tiara en símbolo de ello, levantándose para besar felizmente al menor.

Wen Ning solo miraba todo con alegría, siendo el único cadáver que había comenzado a sentir emociones después de las flores que Jiang Cheng le dió.

-A-Xian, sé que lo que te pediré será algo difícil pero, si nos casamos, me gustaría que mi familia estuviera presente-

Murmuró entre un beso, mirando los ojos carmín de su ahora prometido.

-Lo sé, pero, ¿Cómo se supone que dé la cara después de secuestrarte tres años? Me matarán en cuanto me vean-

Dijo desviando la mirada ante los ojos violetas del menor.

Pasos pesados y golpes de espadas se comenzaron a escuchar fuera del salón del trono, dejando desconcertados a los tres que estaban ahí.

-¿Qué es eso?-

Preguntó Jiang Cheng, levantándose de dónde estaba sentado.

El par de puertas fueron abiertas con fuerza, dejando a la vista a guardias Wen, a un estratega Nie y a su lado, al gran emperador Jiang FengMian.

-Padre-

Murmuró sorprendido de verlo.

Wen Ning se puso frente al rey y el príncipe sacando su espada, en un intento de defensa.

-¡Hijo!-

El gran emperador miró con alivio a su hijo menor, que después de tres años, parecía estar bien, y cuánto había crecido.

Pero su mirada se oscureció al ver al general fantasma intentando evitar el paso, para después fijar su mirada en el rey.

Su mirada ensombrecida pasó a sorpresa, él era...

Cuando los guardias Wen estaban por entrar a atacar al cadáver feroz y al rey que había comenzado a emanar su don, ordenó el detenerse.

-¡Alto!-

Todos se detuvieron, confundidos por la repentina orden del gran emperador.

-Me gustaría que viniera conmigo al reino de la naturaleza-

Dijo repentinamente, dejando aún más confundidos a todos.

-¿Porqué debería?, Estuvieron apunto de acabar conmigo-

Dijo aún a la defensiva, cubriendo a Jiang Cheng para evitar que se lo llevaran de su lado.

-Chenqing-

Rápidamente la energía demoniaca que se comenzaba a acumular, cesó, siendo el único aparte del gran emperador y la emperatriz madre en saber lo que era.



































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Holaaa!

Dos capítulos más y se acaba esta pequeña historia u,wu

Espero que les esté gustando aunque sea poquito :3

Les deseo un muy buen día!

—🌻

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