Cómo ya era costumbre, Bumblebee discutía con su Sire sobre su comportamiento, en el que ambos simplemente no llegaban a nada.

—¡Tú no me entiendes! ¡No me dejas ser! — Se quejaba el Sparkling, dando pisotones en un berrinche sin control.

—¡Ese fue nuestro error! ¡Te dejamos ser y tú no eres responsable de nada! Ni siquiera de ti mismo—
—Megatron, por favor, ya déjalo en paz es solo un niño inmaduro—. Discutían los padres.

—¿Y hasta cuándo lo dejaré, eh? ¿Hasta cuando aprenderá?— Megatron estaba furioso, no sabía si con su hijo por irresponsable o con su Conjux por no apoyarlo.

—¿Saben qué? Ni se preocupen, no los necesito, me tienen harto, los odio, son los peores padres del mundo, yo me largo—

Las palabras del Príncipe lastimaron profundamente a la pareja que se vió conmocionada por la situación. No supieron ni cómo alegar en ese momento, Bee se fue de allí entre refunfuños y murmullos de odio.

Optimus fue de inmediato con su amado Conjux y lo tomó del hombro tratando de tranquilizarlo.

—No lo dijo en serio, mi amor, solo está...— fue interrumpido abruptamente —Le rogamos a Primus por ciclos por su llegada... ¿Y ahora somos los peores?—.

—Oh mi amor... —

Megatron se soltó del agarre del Prime, marchándose, sin dejar que le dijese nada más.

Optimus se sentó, recargó su frente sobre su mano y suspiró. Tras unos segundos de profundo silencio, comenzó a sollozar. Preguntándose:

—¿Qué hicimos mal?—

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En medio del caos de Iacon, el pequeño scout amarillo comenzó a buscar a alguno de sus amigos, sin éxito.

Todo era tan diferente, todo era tan vivo, era como si la guerra jamás hubiera ocurrido.

Entre tantas personas, se acercó a preguntar cómo pudo:

—¿Optimus Prime?—

Preguntó el bot frente al scout.

Bee asintió.

—¿Tienes quince ciclos y no sabes cómo llegar a tu casa, príncipe?

"¿Príncipe?".

El bot simplemente rodó los ojos, caminando en dirección al palacio de Iacon.

—No puedo creer que en serio se haya perdido, Príncipe —.

El scout de verdad no podía entender.

¿Él? ¿Un príncipe? Entonces... ¿Quiénes eran los reyes?

—Bien, ya llegamos- anunció el bot para después marcharse sin más, se miraba fastidiado, cómo si pensara que Bee solo lo estaba fastidiando.

Mientras caminaba hacia la puerta del palacio, el autobot miraba las pinturas a su alrededor, que contaban la historia de amor entre Optimus y Megatron; lo que posteriormente dió pie a que en las pinturas, se hablara del nacimiento del famoso Príncipe de Cybertron.

Él mismo.

¿Cómo era posible? ¿Qué era esta historia? ¿En serio eso estaba pasando?

Sus pensamientos se desvanecieron tras escuchar la puerta abrirse, dejando ver a un Optimus diferente.

Llevaba una prenda de seda color morado entre los hombros, además de una tiara que le otorgaba su título cómo Rey.

Bumblebee lo barrió con la mirada por la curiosidad, haciendo fruncir el ceño del Prime.

—Esa no es forma de mirar a tu Carrier, Mechling—.

¿¡Mi Carrier!?

Bee trató de comunicarse con desesperación, pero solo sonidos robóticos salían de su ser.

—¿Otra vez te peleaste con la guardia de élite?— preguntó con molestia, "su madre".

—Anda, ya entra, tendré que repararte, después hablaremos sobre lo que dijiste hace rato con tú padre— se hizo a un lado, dándole espacio al scout para entrar.

Quién ya habia sido regañado sin haber cometido ningún pecado.

Y mientras que nuestro pequeño protagonista se encontraba en medio de una crisis de identidad.

El rebelde príncipe... Había encontrado algo interesante.

—¿Un portal?—

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Glosario;

Scout: Bumblebee original.

Príncipe: Bumblebee Alternativo.