7° CAPÍTULO

El tiempo siguió pasando y así paso 3 años más, en el que el Príncipe Heredero del Milenio de Plata, el Príncipe Sammy contaba con 3 años, por su parte Darien contaba con sus 16 años; la Princesa Rini con 13 años; la Princesa Serenity también contaba con 13 años.

Y mientras que Diamante y Seiya contaban con 15 años respectivamente, Helios tenía 13 años, Zafiro tenía 09 años, Rubeus tenía 07 años y los gemelos Taiki y Yaten Jr tenían 05 años cada uno.

En el tiempo transcurrido; dentro del Milenio de Plata aun no habían encontrado a los culpables de la matanza hacia los anteriores soberanos; para algunos era un tema pasado que se debería de olvidarse y solo pensar en vivir el futuro; mientras que para otros era un tema que no podía quedar impune y que se debería de dar muerte a los culpables.

-- ¡Tal acto no debería de pasar desapercibido!, .... ¡Son 13 años, que paso y hasta ahora los asesinos siguen sueltos!, .... ¡13 años, que murieron los soberanos del Milenio de Plata y la descendencia real!, .... ¡13 años que los asesinos están libres y no han pagado por sus crímenes! _ Muy indignado y colérico, hablo el Primer Ministro Kunzite.

-- ¡Estoy deacuerdo con la decisión del Primer Ministro! _ Kenji con voz firme apoyo la idea.

-- ¿No creen que paso muchos años?, .... ¿Puede que tal vez esos hombres estén muertos ahora? _ En tono muy serio, el Consejero Nephrite hablo.

-- ¡¿Qué?! _ Los demás soltaron unísono.

-- No me miren así, .... ¡Solo digo lo que puede ser verdad! _ Nephrite, hablo en tono serio.

-- ¿Te estas escuchando? _ Kunzite, con la mirada acusatoria y la voz molesta le pregunto.

-- ¿Es cierto, lo que dice usted Nephrite?, .... ¡Usted pertenece al grupo de los Consejeros Reales, y tal declaración es una ofensa hacia la corona! _ Uno de los hombres mayores hablo.

-- ¡Wiseman, tiene razón!, .... ¡Lo que tú acabas de decir es una gran ofensa hacia la corona, Nephrite! _ Kunzite elevando su tono de voz y señalando con el dedo, hablo.

-- ¡Es cierto que es una ofensa!, .... ¡Pero también puede ser una verdad! _ Nephrite, con la voz calmada respondió intentando remediar su error.

-- ¡Es verdad!, .... ¡Puede ser que esos asesinos estén muertos ahora!, ¡Pero a mí no se me olvida que gracias a esos traidores!, ¡Perdí no solo a mi hermano y mi cuñada!, ¡Sino que también perdí a mi pequeña sobrina!, .... ¡La verdadera heredera de la Corona del Milenio de Plata! _ En un tono lleno de sentimientos reprimidos, Kenji se dirigió hacia su corte.

Todos al escuchar las duras y crudas palabras de su soberano, simplemente bajaron la cabeza en señal de vergüenza y arrepentimiento, ya que durante ese ataque no pudieron defender al Rey Endimion y su familia, como debían de hacerlo.

-- ¡Y no solo fue la vida de ellos!, .... ¡También tuvimos que pagar con la vida del General Mamoru!, .... ¡Que dejo en completa soledad a su pequeño hijo y su joven esposa!, .... ¡Ese día, tuvimos perdidas lamentables, para todo el Imperio del Milenio de Plata! _ Término hablando el Rey Kenji.

-- ¡Disculpen por mi anteriores palabras!, .... ¡Majestad le aseguro que en un futuro no volverá a pasar! _ Muy arrepentido, Nephrite, hablo dirigiendo hacia su Rey.

-- ¡Eso espero! _ De forma fría y seca respondió.

-- ¡O terminaras como los traidores!, .... ¡Los Príncipes Alan y Ann, del Imperio del Megaverso! _ En tono acusador Kunzite le hablo.

-- No hace falta, que me amenacen con la horca, .... Cumpliré mi palabra _ Nephrite en tono serio, le respondió.

-- ¿Qué escondes Nephrite? _ En su mente Kunzite se hacia esa pregunta, mientras lo analiza minuciosamente.

-- ¡Casi me descubren!, .... ¡Desde ahora tendré que ser más cauteloso y cuidadoso con mis palabras!, .... ¡Sobretodo con mis acciones!, .... ¡Aun no es tiempo de actuar y darme a conocer! _ Mirando a todos, Nephrite se perdió en su mente unos instantes, mientras ordenaba sus ideas.

Y así entre otros temas a discusión, con respecto al mejor manejo del Milenio de Plata y algunos acuerdos que debían de hacer con otros Imperios, se pasó la hora.

En otro lugar, una conversación casi parecida se realizaba en la Corte Real del Megaverso; en la cual los temas a tratar fueron más sencillos, ya que ambos soberanos solo pusieron a discusión la posible alianza entre su Imperio y el Reino de Kinmoku.

Una alianza que beneficiaría a ambos reinos, pero que aun así no querían hacerla; ya que aquello a la larga podría causar muchas tragedias.

-- ¡Majestad, lo mejor es aceptar!, .... ¡Piénselo, nos podría beneficiar mucho! _ El Primer Ministro tomo la palabra.

-- ¿Pero a qué precio?, .... ¿A qué precio sería eso? _ Beryl hablo muy indignada.

-- ¡Majestad, es solo un precio mínimo a pagar por una gran oferta! _ Hablo esta vez uno de los sabios.

-- ¿Qué?, .... ¿La vida de mi hija es poca cosa?, ¿Acaso no tiene derecho de casarse con la persona a quien ella ama? _ el Rey Caos, hablo esta vez muy molesto.

-- ¡Es una Princesa!, ¡Es la Princesa del Megaverso!, .... ¡Debe de comportarse como tal! _ Uno de los Consejeros Reales, tomo la palabra muy enojado.

-- ¡¿Qué?! _ Ambos soberanos respondieron al mismo tiempo.

-- ¡Es verdad, ella es la Princesa y como tal debe de hacer ese tipo de sacrificios por su pueblo! _ El Primer Ministro volvió a tomar la palabra.

-- ¡No lo permitiré!, .... ¡No permitiré que mi hija se case sin amor! _ Beryl volvió a retar a los presentes.

-- ¡Apoyo la posición de mi esposa!, .... ¡No permitiré que jueguen con la felicidad de mi hija!, .... ¡Esa decisión la debe de tomar Serenity!, ¡No nosotros! _ El Rey, también hablo en tono retador.

Y dejando a los demás con la palabra en la boca; los Gobernantes del Megaverso el Rey Caos y la Reyna Beryl, se retiraron enojado e indignados.

A los pocos segundos que se fueron los murmullos no se hicieron esperar.

-- ¡Pasaron la prueba!, .... ¡Pasaron la prueba! _ El más viejo de los sabios hablo satisfactoriamente.

-- ¡Si!, .... ¡La Princesa Serenity, si es su verdadera hija!, ¡ Y no como sospechábamos! _ El Primer Ministro fue quien halo esta vez muy alegre.

-- ¡Si!, .... ¡Prácticamente los rumores que se formaron hace años y que aún siguen circulando, solo se tratan de rumores! _ Hablo otro de los sabios.

-- ¡Tal parece que tendremos que aplicar nuevamente la pena de muerte para aquellos desobedientes!, ¡Pero esta vez ira con nuestro apoyo! _ Hablo nuevamente el líder de los sabios, el más anciano de todos.

Y así todos muy satisfechos y sobretodo muy contentos por su gran hazaña, dejaron ese tema de lado y se dispusieron a festejar como la ocasión lo ameritaba.

Pasaron unas horas y uno de los guardias, que custodiaba la puerta del Gran Salón Real, se acercaba cautelosamente hacia los aposentos reales de los soberanos.

-- ¡Todo salió de acuerdo al plan majestad! _ Haciendo una reverencia, el soldado hablo.

-- ¿De verdad Armando?, .... ¿Estás seguro de lo que me estás diciendo? _ Muy afligida la Reyna le pregunto.

-- Si su majestad, .... Como que me llamo Armando _ Con la cabeza agachada, y aun de rodillas le respondió.

-- ¡Mi Reyna!, ¡Si Armando lo dice, es porque es cierto!, .... ¡Acuérdate que él fue el que nos informó sobre los planes de los buitres esos! _ El Rey muy calmado se dirigió a su esposa.

-- ¡Majestad mi deber es hacia usted, la corona!, ¡Y!, .... ¡Mi corazón! _ Armando les respondió en tono firme.

-- ¡Por favor Armando ponte de pie!, .... ¡De verdad que muchas gracias, por lo de hoy! _ El Rey hablo.

-- No tiene nada que agradecer, .... Yo simplemente, me doy por bien servido el haber cumplido con mi deber _ Respondido el joven.

-- ¡Y estamos muy orgullosos de que lo hagas! _ La Reyna se acercó hacia el joven y lo abrazo maternalmente.

El joven al sentir los cálidos y maternales brazos de la Reyna Beryl, se perdió durante unos segundos, y revivió los últimos segundos de vida de su madre.

Hacia como 5 años que su madre, había fallecido producto de una enfermedad mortal, así que el joven soldado que aún no pertenecía al ejército, ni a la guardia real; pasaba todo el tiempo posible al lado de su madre.

El joven, lamentablemente tuvo que verla, morir en sus brazos; ya que como última voluntad de la misma, fue que su hijo la tuviera en brazos por última vez; y así como lo pidió así fue como su único hijo la abrazo por última vez.

Muriendo su madre; su padre que era parte del ejército del Imperio de Megaverso, se lo llevo con él, para que su hijo empezará con su vida militar; y pueda superar la muerte de su madre.

En los pocos meses que estuvo dentro del ejército, Armando demostró gran talento para el manejo de las armas de corta distancia; ya que no por nada era hijo del comandante del ejército.

-- ¿Qué pasa Armando?, .... ¿Te encuentras bien? _ La Reyna que lo había notado un poco distraído le pregunto, mientras deshacía el abrazo y lo sujetaba por los hombros.

-- No es nada su majestad, .... Es solo que me perdí unos momentos en los recuerdo de, .... De mí, .... Madre _ Con la voz un poco quebradiza respondió.

-- ¡Mi niño!, .... ¡Tu madre fue una mujer muy excepcional!, .... ¡No solo una gran mujer, sino también fue una gran madre!, .... ¡Y sobretodo una gran amiga, para mí!, .... ¡Nunca olvidaré todo lo que le debo! _ También con la voz quebradiza la Reyna hablo.

-- ¡Gracias majestad! _ Con los ojos llorosos Armando respondió.

-- No tienes nada que agradecer, .... Conocimos a tu madre, y lo que dice mi amada Reyna, es solo la verdad _ De manera conmovida respondió el Rey Caos.

Armando los observo durante unos segundos, y sonrió tristemente; ya que aunque pasaran los años, siempre su madre le haría mucha falta.

-- ¡Majestades, creo que ya debería de retirarme! _ Con la voz un poco audible Armando hablo.

-- Es verdad, .... Anda cumple con tu deber, .... Y una vez más gracias mi niño, .... De verdad estamos endeuda contigo _ En tono maternal, hablo la Reyna Beryl.

-- Como dije antes, no tiene nada que agradecer, .... Solo cumplí con mi deber, .... Con su permiso sus Altezas, me retiro _ Armando haciendo una reverencia se retiró al final de su discurso.

Los Soberanos del Megaverso, observaron la partida del joven Armando, en firma silenciosa.

-- ¡Aunque nunca nos hubiera puesto sobre alerta, igual hubiera reaccionado así! _ La Reyna Beryl hablo a su esposo aun con la mirada fija en la puerta.

-- ¡No eres la única!, .... ¡Pero si no hubiéramos sabido que era una prueba y cómo podríamos pasarla!, .... ¡Esos buitres hubieran sospechado de nosotros! _ El Rey hablo mirando hacia su esposa.

-- ¡Es verdad!, .... ¡En parte tuvimos mucha suerte, de que Armando sea leal a sus principios! _ De manera tranquilizadora hablo la Reyna, mientras dirigía su mirada hacia su esposo.

El Rey, al ver la mirada de su esposa se acercó lentamente hacia ella, la tomo en brazos para luego cargarla al estilo princesa, caminar hacia su lecho matrimonial y depositarla encima de ella.

La Reyna, simplemente se permitió perderse en esos momentos en compañía de su esposo.

-- ¿Crees que Armando sería un buen Gobernante? – En tono muy inofensivo hablo la Reyna.

-- ¿Qué?, .... ¿Acaso es lo que creo que es? _ El Rey, en tono pícaro le respondió a su esposa, mientras acariciaba sus cabellos.

-- ¿Pues, depende que es lo que piensas? _En tono juguetón hablo la Reyna.

-- Pues, .... Yo creo, .... Que en vez de ser mejor Gobernante, .... Sera un mejor esposo _ De manera sonriente respondió.

La Reyna, le dedicó una mirada llena de satisfacción hacia lo que había dicho su esposo; ya que eso solo le confirmaba que su esposo iba a estar muy de acuerdo con lo pensaba hacer.

El Rey por su parte, también miraba a su esposa muy satisfecho, ya que desde hace un tiempo atrás, pensaba en comprometer a su pequeña con Armando.

Por su parte Armando se dirigió hacia el jardín, necesitaba despejar su mente unos momentos.

-- ¿Por qué tuve que recordarlo ahora? _ Se preguntaba a sí mismo, mientras se dirigía a unos de los bancos.

A lo lejos del jardín, se podría apreciar a la Princesa Serenity paseando como era costumbre por los alrededores del jardín, en compañía de su Dama.

-- ¡Gracias Nadeshiko, puedes retirarte! _ En forma seria y refinada, Serenity le hablo a su dama.

-- Como ordene alteza _ Haciendo una reverencia, la joven se marchó.

La rubia al ver el camino libre hacia el joven, no perdió tiempo y se dirigió rápidamente hacia donde se encontraba, al llegar donde Armando, como era costumbre lo tapo los ojos, acerco su rostro hacia el cuello de este y le lanzo un soplo suave en el mismo.

-- ¡No deberías de hacer eso!, .... ¡Eres una Princesa Heredera, y debes comportarte a la altura! _ De manera seria y controlando el tono de voz, se dirigió a la joven.

-- ¡Todo el tiempo me comporto como ellos desean que sea!, .... ¡Y sabes muy bien que solo contigo y mis padres, puedo ser como realmente soy! _ En tono deprimido, contesto la rubia.

Mirando hacia todos los lados, y asegurándose de que no hubiera nadie cerca; Armando giro su rostro hacia donde la Princesa Serenity; con sus brazos extendidos hacia donde se encontraba ella, la atrajo hacia él y la sentó en su regazo.

Serenity, como ya se le había hecho costumbre esta acción, se limitó a abrazarlo alrededor de su cuello, y depositar su cabeza en su pecho, como a la altura de su corazón y perderse en los latidos de este.

Al tenerla así tan sumisa y sobretodo tan vulnerable, Armando depósito un delicado beso en la frente de la Princesa, que ella al momento de sentirlo cerró los ojos, y en sus labios se comenzaba a dibujar una sonrisa.

-- ¿Dónde estuviste toda esta semana? _ En claro tono de reproche Serenity le pregunto al soldado.

-- ¡Te advertí que tenía entrenamiento toda la semana!, .... ¡Y además!, .... ¡Sabes muy bien cuál es mi deber con tu familia y para contigo! _ En tono serio y complaciente respondió.

Serenity que aún tenía los ojos cerrados, escuchaba atentamente todo lo que el joven le decía.

-- ¿Hasta cuándo?

-- ¿!Hasta cuando que, Princesa!?

-- ¿Hasta cuando tienes que seguir entrenando?

-- Hm, .... La verdad no lo sé, .... Supongo que será por tiempo indefinido, ya que como en un futuro yo seré el encargado de tu seguridad, tengo que estar muy bien preparado _ Después de hablar, tanto Armando como Serenity, dejaron salir unos suspiros largos y se abrazaron con más fuerza.

Permanecieron unos minutos así, en silencio y aspirando la fragancia personal el uno del otro.

-- ¡Te extrañe mucho! _ Serenity rompió el silencio.

-- ¡Yo también!, .... ¡Pero tenía que entrenar, para ser el mejor! _ Respondió Armando.

-- ¿Y no te cansas de tanto entrenar? _ Abriendo los ojos y dirigiendo su mirada hacia el rostro de Armando, Senenity hablo.

-- ¡Si!, .... ¡Pero tu recuerdo me daba las fuerzas suficientes, para seguir adelante y no rendirme! _ Mirándola también fijamente, Armando le respondió.

-- ¿De verdad? _ Sonriendo le pregunto.

-- ¡De verdad Princesa!, .... ¿Dudas de lo que te digo? _ Armando le pregunto serio.

Serenity se quedó en silencio unos segundos, mirándolo de manera pícara para luego regalarle una hermosa sonrisa y negar a la pregunta del soldado.

-- ¡Más te vale!, .... Recuerda que nunca debes dudar de mí _ En tono amenazante le respondió.

-- ¡Lo sé!, ¡Lo sé!, .... Por algo somos lo que somos, .... ¿Verdad? _ Serenity, en forma ladina le hablo.

-- ¡Si! _ Y después de responderle, Armando deposito un tierno beso en los labios de la Princesa.

Beso que Serenity acepto muy gustosa, y que lo intensifico con el pasar de los segundos. Luego de unos instantes, ambos tuvieron que separarse muy lentamente a pesar de no querer hacerlo; ya que la falta de oxígeno había llegado a ambos.

Al separarse, Armando y Serenity notaron sus mejillas sonrojadas y un delicado hilo de saliva que salía de los labios de ambos; acción que les saco una sonrisa a ambos.

-- ¡Te has vuelto muy intensa Princesa!, .... ¡Mira que hacer esto! _ Y limpiando el rastro del beso con el dedo pulgar, Armando se dirigió a Serenity.

-- ¿Creo que no soy la única que se volvió intensa? _ Dirigiéndole una mirada sarcástica, Serenity se defendió.

Armando al escucharla se comenzó a reír, acto que no le agrado mucho a Serenity, ya que a los pocos segundos intenso librarse de los fuertes brazos de Armando, pero que este no le permitió e intensifico la fuerza de su abrazo.

-- ¡Suéltame!, .... ¡Suéltame! _ Serenity luchaba para librarse.

-- ¡No lo haré!, .... ¡Nunca te soltare! _ Armando la abrazaba cada vez más fuerte y la apegaba más a su cuerpo.

-- ¿Por qué no lo harás? _ Perdiendo la paciencia la Princesa cuestiono el comportamiento del joven.

-- ¡Porque este es el lugar al que perteneces!

-- ¿Qué? _ Sorprendida pregunto.

-- ¡Porque son mis brazos el lugar en donde tú debes estar!, .... ¡Nunca te olvides eso! _ Y besándola fugazmente al final, Armando contesto a la Princesa.

Serenity al escuchar aquellas palabras, sus ojos se comenzaron a poner vidriosos a causa de las lágrimas que se empezaban a acumular en ellas; Armando al verla así, llevo sus manos a ambas mejillas de la joven, para sujetarla y dirigirlas hacia su rostro para finalmente fundirse en un tierno y delicado beso.

A los lejos del jardín desde el segundo piso del palacio; en uno de los balcones del Palacio, se observaba tres sombras que habían espectado todo lo que ambos jóvenes enamorados habían hecho.

-- ¿No les dije acaso, que sería una buena idea? _ Una voz masculina se oyó.

-- ¡Es verdad!, .... ¡Como siempre nunca te equivocas mi amor! _ Una voz femenina respondió.

Ambas personas que habían hablado, se abrazaron y siguieron observando lo que pasaba entre los jóvenes.

-- ¡Majestades!, .... ¿Creen que sospechen que todo esto que está pasando entre ellos, haya sido idea de nosotros? _ Una tercera voz se oyó muy preocupada.

-- ¡No creo que se enojen!, .... ¡Más bien creo que nos agradecerán!, .... ¿Acaso no vez lo feliz que son tu hijo y nuestra hija? _ Respondió el Rey Caos.

-- ¡Es verdad!, .... ¡Ambos se ven muy felices!, .... ¡Tanto como lo fuimos su madre y yo! _ Respondió el comandante.

Y así contemplándolos por un largo rato más; el tiempo paso y se hizo de noche.

En Kinmoku las cosas no habían cambiado mucho, ya que el Príncipe Seiya, con cada día que pasaba se hacía mucho más fuerte e inteligente; ya que a sus escasos 15 años tenía un pequeño batallón de 100 soldados bajo su poder; y también recibía clases acerca de política, filosofía, geografía y ciencia. Conocimientos que le ayudaron al momento de hacer amistad con los Ministros y Consejeros Reales de su padre.

Otro que también estaba apegado con la fuerza militar era su medio hermano el Príncipe Helios, pero este al ser muy pequeño no contaba con un batallón, cosa que enojo de sobremanera no solo a él y a sus hermanos, sino que también a su propia madre, la Esposa Real, la Reyna Esmeralda.

Por su parte Diamante empleo su tiempo en aprender más cosas sobre la política y filosofía; pero que aun poniendo todo su empeño no logro su objetivo principal, el cual era quitar el favoritismo que tenían los Ministros y Consejeros Reales hacia su hermano Seiya.

Por su parte sus hermanos Zafiro y Rubeos, también mostraron cierto apego hacia el empleo y manejo de la espada. A lo que a su madre le pareció una gran idea; ya que si su primogénito se convertiría en el Emperador de Kinmoku, sus demás hijos podrían encargarse de las fuerzas militares.

En cambio los hermanos de Seiya, los Príncipes Yaten y Taiki Jr; se dedicaron más a la parte intelectual, Taiki Jr. Quería ser un gran médico y así ayudar a los más necesitados; por su parte Yaten Jr. Simplemente quería llegar a ser un gran poeta, para inmortalizar las grandes hazañas que estaba seguro que su hermano mayor iba a realizar.

-- ¿Hasta cuándo van a perder su tiempo en estos rollos? _ Seiya incomodo se dirigió a su menores hermanos.

-- ¿Pérdida de tiempo? _ Levanto ligeramente su mirada Taiki Jr., e interrogo a su hermano.

-- ¡Es verdad!, .... ¡Y no me miren así, que solo les digo la verdad! _ Seiya, de forma sarcástica contesto, mientras se paseaba delante de ellos.

Dejando a un lado la gran montaña de rollos antiguos, y algunos que otros papiros; Yaten Jr., se dirigió hacia su hermano Seiya para luego pararse de él, y mirarlo directamente a los ojos.

-- ¿!Que!? _ Seiya en tono altanero le pregunto.

-- ¿Qué?, .... ¿Enserio preguntas eso? _ En tono desafiante le respondió.

Seiya lo miro con el ceño fruncido, ya que últimamente a sus pequeños hermanos les estaba dando por imponer sus deseos, a costa de lo que su propio hermano mayor pensara.

-- ¡Seiya, no nos mires así!, .... ¡Que con nosotros no hace falta que te presentes como el Orgulloso, Altanero y Egocéntrico Príncipe Seiya! _ De manera seria Yaten volvió hablar.

-- ¡Es verdad!, .... Como todos saben, tu eres la fuerza bruta, .... Así que a nosotros nos toca ser el cerebro _ De manera muy educada Taiki Jr., también hablo.

Seiya, al escuchar hablar a sus pequeños hermanos, se le comenzó a dibujar una sonrisa ladina en sus labios, para luego romper a carcajadas, mientras los observaba orgulloso.

-- ¿De verdad piensan eso?, .... ¿De verdad lo creen? _ Seiya en tono alegre les pregunto a sus hermanos.

Los mellizos al escuchar a su hermano mayor, simplemente asintieron con la cabeza inocentemente; acto que para Seiya no pasó desapercibido y se acercó rápidamente hacia ellos y los abrazo paternalmente como siempre lo hacía.

-- ¡Gracias!, .... ¡Son lo mejor que me paso hasta ahora! _ Seiya después de depositar un delicado beso en la frente de sus hermanos, hablo.

Los mellizos, al recibir y escuchar las muestras de afecto de su hermano, se aferraron a su hermano como siempre lo hacían; y terminaron como siempre, abrazos los 3.

Hola Dostys, disculpen la tardanza, pero tuve algunos inconvenientes.

Una vez más, graxxx x sus lecturas, comentarios y votos, de verdad graxx.

Y sin más, vibras positivas y abrazos de conejitos.

¿Quién creen que sea o sean los traidores del Milenio de Plata?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top