53º CAPITULO

En Megaverso, sus soldados se estaban preparando para la guerra junto con su General Armando, mientras que Taiki de forma sigilosa había logrado escapar de aquel reino.

Estaba muy decidido a parar esa absurda guerra y hacer que su hermano se reúna con su esposa, así pierda la vida en el intento, así que sin demorar mucho emprendió su viaje hacia Milenio de Plata.

Mientras que en Kinmoku, el embarazo de Kakyuu había avanzado y su idea de marcharse seguía más viva que nunca.

Ella se encontraba en el jardín de Amy, el cual estaba todo repleto de lámparas de aceite encendidas, y varios adornos de flores.

Kakyuu está sentada, mientras escuchaba lo que Andrew, su abuela y Yaten hablaban.

-- Es que no lo conoces Kakyuu, .... Hará lo que sea para derrotar a Milenio de Plata y tenerlo bajo su poder, .... Tu eres la única que lo puede detenerlo, .... Por favor has algo, .... Solo busca la victoria, solo la victoria _ Muy angustiado Andrew se dirigió a la joven

-- ¿Qué puedo hacer? _ Hablo débilmente Kakyuu, mientras Mito y Yaten la consolaban y acariciaban su abultado vientre, al igual que ella.

-- Puedes decirle que no haga una locura _ Hablo nuevamente Andrew.

-- Él no me escucha.

-- Si tan solo Rini estuviera viva, .... Estoy seguro que ella si lo detendría, .... Pero lamentablemente ella esta muerta _ Hablo muy frustrado Andrew.

Kakyuu y Yaten al escuchar aquel nombre, algo en su conciencia se removió.

-- Mi único deseo es que cuando mi hijo nazca y abra los ojos, .... Lo primero y único que vea solo sea amor, y no muerte, .... Que las primeras palabras que oiga sean de amor, y no gritos y lamentos de dolor, .... Seiya lo destruirá todo, .... Todo _ Muy triste y con los ojos llorosos Kakyuu hablo.

Su abuela al ver el dolor de su nieta, la abrazo.

Mientras que Yaten, se limitó a besar y acariciar su cabeza.

Andrew al ver aquel estado de la joven, decidió que, si ella no hacía nada, lo mejor sería ir el mismo a parar a su amigo.

Así que, cabalgando a todo galope, Andrew fue a interceptar a Seiya, y hacerlo entrar en razón.

Seiya que en ese momento estaba marchando hacia el campo de Batalla, junto con su ejército de elite, vio como Andrew se ponía delante de él, interrumpiendo su paso.

-- ¿A dónde vas amigo? _ Pregunto Andrew muy serio, mientras empuñaba su espada.

-- Una guerra me espera Andrew, ¿Acaso lo has olvidado? _ Respondió Seiya muy tranquilo.

-- Antes de eso, tienes otra guerra que combatir.

-- En serio, .... ¿Y quién es el nuevo enemigo?

-- Esta delante de ti.

Seiya al escuchar las palabras de Andrew, se bajó de su caballo y fue al encuentro de su amigo, el cual estaba con el ceño fruncido.

-- No, tu eres mi amigo, mi único amigo.

-- Entonces escucha a tu amigo y para de una vez, .... ¡Ya basta Seiya!, .... ¿Cuándo dejaras de matar gente inocente?, .... ¿Cuánto tiempo seguirás luchando?

-- Hasta que gane, .... Hasta que gane todo _ Diciendo aquellas palabras muy enojado, Seiya retrocedió para subir a su caballo.

-- Entonces hoy no me vencerás _ También muy enojado Andrew hablo, para luego levantar su espada.

Los soldados de Seiya, al ver como aquel hombre amenazaba su emperador, se levantaron también en armas.

-- Un momento _ Los paro Seiya a todos.

Seiya lo contemplo un momento a Andrew.

-- ¿Mataras a tu propio amigo? _ Pregunto Seiya.

-- Haré lo que sea para detenerte.

De pronto Seiya saco su espada y se puso delante de Andrew.

-- ¿Te acuerdas de la táctica Nº 19 amigo? _ Pregunto Seiya.

Andrew asintió en silencio, luego se miraron unos segundos, para después rodearse, y luego empezar una lucha de espada entre los dos.

Ninguno quería dar su brazo a torcer, así que estuvieron luchando por unos minutos, hasta que Seiya hirió a su amigo.

-- Basta Andrew.

-- No, hasta que pares todo esto.

Y sin decir más, Andrew se abalanzo hacia Seiya, para seguir atacándolo, estuvieron así durante un largo tiempo, hasta que Seiya desarmo a Andrew.

-- Estas, vivo, solo porque eres mi amigo _ Dijo Seiya muy serio.

-- Tú no eres amigo de nadie _ Hablo muy dolido Andrew.

Seiya lo contemplo después de aquellas palabras, alargo su mano para tocar la cabeza de Andrew, al hacerlo Seiya rápidamente le propino un fuerte golpe, que mando al suelo a Andrew.

Los soldados al ver la intención de Andrew de ir contra su Emperador lo sujetaron.

-- Eres tu propio enemigo Seiya, .... Es por eso que ahora la gente te llama el Dark Seiya, .... Lo oyes el Dark Seiya _ Grito Andrew mientras forcejeaba para liberarse.

Seiya que había escuchado todo, se enojó y fue hacia su caballo y saco su Star Laser, comenzó a agitarlo en el piso, y luego con una señal, les indico a sus soldados que se alejaran de Andrew.

Lo cual hicieron en el acto.

Seiya aprovecho aquello, para ir y acabar con su único amigo, sin remordimiento alguno.

Mientras el cuerpo de Andrew caía sin vida en el suelo; el ejército de Megaverso estaba librando una feroz batalla a mitad del camino con el Ejercito de Kinmoku.

-- No podremos vencerlos tan fácilmente General _ Hablo Neji, mientras cubría la espalda de su amigo.

-- Lo se tenemos que acabar rápido con estos e ir ayudar a la Princesa Rini.

-- Ya mandé un mensajero, para comunicarles nuestro retraso.

-- Perfecto ahora solo hay que apresurarnos en eliminar la basura.

Y sin decir más, siguieron combatiendo arduamente.

El tiempo siguió pasando, y en otro lugar.

Se encontraban reunidos dos ejércitos.

Uno era liderado por el General Mamoru, y el otro por Naraku, ambos se contemplaron en silencio, pero con miradas muy fieras.

-- El Príncipe Seiya se está demorando mucho, .... ¿Lo esperaremos? _ Pregunto uno de los soldados al General Naraku.

-- Desde cuando hemos necesitado de elefantes para aplastar a las hormigas _ Respondió muy altanero Naraku, mientras veía al ejército enemigo.

El soldado asintió a las palabras del General e indico que sonora las trompetas de guerras.

Al escucharlo, los soldados de Kinmoku comenzaron a avanzar hacia el ejército de Milenio de Plata.

Los soldados estaban ya cerca de llegar hacia donde estaba el General Mamoru; pero él no hacia ninguna señal de moverse.

Espero a que estén a casi 2 metros delante de él, y con una señal de espada, de la tierra salieron varias sogas que hicieron caer a varios soldados y luego de metros más atrás salieron también de entre la tierra varios soldados con arcos y flechas en mano y comenzaron a atacar.

Mamoru al verlos avanzar, asintió e indico a sus hombres que también avanzaran ellos.

El choque entre ambos ejércitos fue inminente, ya que los que estaban en la primera línea de Milenio de Plata fueron a por todo contra el ejército enemigo.

Naraku no podía creer lo que veía, ya que jamás imagino aquellos dos ataques sorpresas.

Luego de luchar unos minutos, Mamoru indico la retirada a su ejército.

Los soldados al escucharlo retrocedieron rápidamente.

-- Síganlos _ Ordeno muy enojado Naraku mientras él también iba tras Mamoru.

Los demás al escuchar sus órdenes, los siguieron.

-- ¡Cobardes!, ¿Huyendo del campo de batalla? _ Grito muy enojado Naraku, mientras cabalga hacia ellos.

Los persiguieron por unos minutos, hasta que, en frente de ellos, observaron que había una gran cantidad de personas entre hombres, mujeres y jóvenes, sobre elefantes y caballos.

Todos estaban muy bien armados y decididos a luchar por su tierra.

Naraku junto a sus hombres se detuvieron en el acto al ver a todo ese ejército, sus soldados al igual que su general se quedaron muy sorprendidos.

Mamoru al ver el estado de shock de Naraku aprovecho aquello y dio la orden de ataque.

Y fue ahí que nuevamente la lucha entre ambos ejércitos se reanudaba.

Mujeres, jóvenes y varones todos luchaban por defender sus tierras.

Rini que estaba sobre Healer (Fighter), también luchara y mataba a sangre fría a todo aquel soldado de Kinmoku que se cruzaba en su camino.

Pero de pronto algo llamo su atención y fue que una de las jóvenes, iba a ser ejecutada, así que sin pensarlo dos veces lanzo su espada, y mato aquel agresor.

La joven le agradeció mudamente y Rini se limitó a recuperar su arma, para seguir luchando.

Naraku, que era un sádico, estaba muy emocionado, ya que gracias a aquella batalla podía matar a todas las mujeres que quisiera.

Algunas de las mujeres que eran mayores, luchaban en grupos.

Mientras Rini acababa con un gran número de soldados al igual que Mamoru, diviso que Naraku, estaba a punto de matar a una mujer herida.

Sin pensarlo mucho, fue a su encuentro y le hizo frente al ataque de Naraku.

Estuvieron luchando e intercambiando golpes con la espada, hasta que de pronto Rini se descuidó por la falta de fuerza y Naraku aprovecho para desarmarla.

Al ya no sentir su arma en sus manos, Rini se distrajo un momento el cual Naraku lo aprovecho al intentar cortarle la cabeza, pero la princesa se agacho rápidamente al suelo.

A lo que Naraku sonrió y se preparó para clavarle su espada a la Princesa.

Pero a cuando ya solo faltaba centímetros para su cometido, Rini le clavo su espada filosa en la garganta de Naraku.

Haru y sus hombres al ver que por un momento su Princesa estaba en peligro se alarmaron, e hicieron todo lo posible por ir a su lado y protegerla.

Pero grande fue su sorpresa al darse cuenta que su Princesa había acabado ella sola con el General de Kinmoku.

Los de milenio de Plata al ver que poco a poco el ejército enemigo era reducido, comenzaron a celebrarlo.

Rini al sentir la victoria en sus manos, suspiro tranquila.

El General Mamoru gritaba muy feliz la victoria, pero de pronto se quedó mudo.

Rini muy asustada por lo que le paso General diviso hacia el horizonte, y ahí vio que la guerra aún no había acabado.

Ya que el General Mamoru al darse la vuelta, se vio que tenía varias flechas atravesadas en su espalda.

Y de pronto, con una gran nube de polvo y con un gran grito de guerra se vio al Rey Seiya, llegando con su gran ejercito al campo de Batalla.

Rini junto con sus compatriotas al ver la llegada de un nuevo ejército se preparó nuevamente para la batalla, y atándose Sai, puñales y demás armas a sus manos comenzaron a marchar hacia el enfrentamiento.

Los que estaban aún sobre sus caballos fueron los primeros en hacer frente al nuevo ejército.

Este nuevo encuentro no les favorecía a Milenio de Plata ya que estaban cansados, y habían agotados muchas de sus fuerzas.

Pero aun así no se dieron por vencido.

Rini que estaba cansada, avanzaba con paso firme hacia donde estaba el Rey Seiya, para de una vez acabar con su vida y librarse así de aquel mal hombre.

Y así abriéndose paso hacia donde estaba, lo vio de espaldas mientras este luchaba.

De pronto Rini tuvo que detener su paso a unos metros de su objetivo, ya que un soldado de Kinmoku interrumpió su paso.

Pero en cuestión de segundos acabo con él, y cuando volteo a ver nuevamente a su objetivo, Rini no podía creer lo que veía, ya que frente a ella estaba su esposo, su amado Fighter, vistiendo las ropas de Príncipe Seiya.

Rini que no salía de su asombro, dejo la lucha por unos momentos, y comenzó a llamar a su Fighter, mientras este mataba a su gente sin contemplación alguna y ella se acercaba lentamente a él.

De pronto cuando ya estaba a casi unos pasos de él, Rini sintió un golpe en la nuca, la cual la deja inmovilizada y fuera de combate.

Y es en esos últimos momentos, que ella logra ver la nueva personalidad de Seiya, una muy cruel, fría y desalmada.

Echada en el suelo, y viendo como su gente era reducida a pedazos por el hombre a quien ama profundamente, Rini sin esperarlo comenzó a cerrar sus ojos lentamente, ya que sus fuerzas la habían abandonado.

Seiya que ya había ganado la guerra sin mirar atrás, partió del campo de batalla y se fue a su Palacio.

Haru al igual que sus amigos estaban muy heridos después de aquellos encuentros, pero aun así buscaban sin rendirse el cuerpo de su Princesa Serena.

Al pasar las horas la noticia de la derrota de Milenio de Plata llego al Palacio Plateado.

-- Todos huyan del Palacio, y vayan al Templo de Krishna, a refutarse rápido _ Hablo Usagi, mientras despedía a todos.

-- ¿Usted vendrá? _ Pregunto una sirvienta.

-- Sí, tengo que recoger algunas cosas.

Y en el Salón del Trono, uno de los sirvientes estaba con el Rey Sammy.

-- Hemos perdido Majestad _ Le decía muy lloroso, y de rodillas.

-- No, .... No podemos perder.

-- Majestad debemos irnos.

-- No, .... Iré y luchare al igual que mi hermana, .... No podemos perder _ Y diciendo aquellas palabras, Sammy salió del salón con espada en mano.

El sirviente con mucho miedo intento detener a su soberano, pero no pudo.

Los Consejeros Reales, al igual que el Primer Ministro al saber la noticia de la derrota, y ver al Príncipe partir al campo de batalla, decidieron seguirlo y ayudarlo.

Y ya en campo de batalla, y burlando a sus enemigos, comenzaron a buscar a la Princesa y el General.

Seiya por su parte estaba muy feliz y relajado en el Palacio Dorado tomando su baño, cuando de pronto vio entrar a su hermano Yaten.

-- ¿Qué pasa Yaten?, .... ¿Querías ser consejero del Rey?, ¿Por qué estas con esas ropas? _ Hablo Seiya mientras se aseaba.

Yaten al escucharlo bajo la cabeza. Ya que había cambiado todas sus ropas, para solamente vestir como un monje budista.

-- Se lo que dirás, que soy el Dark Seiya, .... ¿Si pensabas decirme eso?, ya lo escuché _ Hablo Seiya mientras limpiaba su espada de la sangre.

-- Solo vine a decirte que Kakyuu ya dio a luz _ Hablo muy serio Yaten.

Seiya al escucharlo, dejo de limpiar su espada y comenzó a sonreír de forma orgullosa.

-- Mi hijo, .... Mi hijo.

-- Jum, .... Solo te diré que la niña se llama Hotaru y el niño se llama Yaten.

-- Mis hijos, .... ¿Dónde está Kakyuu, Yaten?

Yaten al escuchar el nombre de su amada se dio la vuelta.

-- Soy su padre Yaten, .... ¿Dónde están ellos?

-- Tu solo eres el Emperador, .... El Emperador Seiya.

-- Que te vistas diferente no cambia las cosas Yaten, .... La guerra es la guerra, a veces se gana o se pierde, puedes vivir o morir es un riesgo que todos pasan, .... Y yo he ganado.

-- Si has ganado, .... Las lágrimas de las viudas, .... Los llantos de los huérfanos, y los cadáveres calcinados, .... Eso has ganado hermano.

Seiya al escuchar las palabras de su hermano se llenó de ira.

-- ¿Dónde está Kakyuu, Yaten?, ¿Dónde están mis hijos?, ¿Soy su padre? _ Muy enojado grito Seiya.

-- Kakyuu está en un lugar al que no le puedo seguir, .... Dejo huérfanos a mis hijos y a mí me dejo solo _ Respondió Yaten para asombro de Seiya, sin voltear a verlo.

-- ¿Qué?, ¿Qué es lo que has dicho?

-- Lo que escuchaste, .... Que los hijos de Kakyuu son míos, .... Que yo soy el padre de esos dos niños.

Seiya al escuchar aquellas palabras sintió que todo su mundo se derrumbaba ya que jamás imagino una traición tan grande por parte de su hermano y su esposa.

Yaten, por su parte decidió irse de ahí, ya que no quería seguir mirando al hombre por el cual su amada sufrió hasta el ultimo segundo de su vida.

Tenia que ir a ver y cuidar a sus hijos, y así lo haría.

Seiya por su parte se quedó muy pensativo con las palabras de su hermano.

Las horas pasaron y la invasión a Milenio de Plata se hizo inminente.

En las calles se podía apreciar a los esclavos de guerra que eran sometidos a latigazos para que avancen.

También se veía, como algunos de los soldados sometían a algunas jóvenes mujeres, a sus caprichos y deseos.

Y a otros soldados que saqueaban las joyas de oro y plata, como botín de guerra.

Seiya por su parte solo miraba sus manos, muy mortificado y aún pensativo por las palabras de su hermano menor.

-- Sabes, jamás había conseguido tanta riqueza en una guerra como esta _ Hablo uno de los soldados mientras cogía muchas joyas.

-- Y nunca habíamos matados a tanta gente como en esta guerra _ Le respondió su amigo que estaba igual.

-- La victoria más grande, la riqueza es mayor _ Hablaron en una sola voz ambos soldados.

Seiya que estaba a unos pasos de ellos los escuchaba pero no decía nada.

-- Sabes me he topado con una fortuna, solo que este es un hermoso y poderoso caballo, .... Dicen que le perteneció a la Princesa Rini, .... Ella fue la que les inspiro a luchar esta guerra a todos los granjeros, mujeres y jóvenes contra el ejército de Kinmoku.

Seiya al escuchar aquello, despertó de su burbuja y busco rápidamente al caballo.

En ese momento, fue como si algo dentro de él, hubiera despertado.

-- Pero a quien le importa eso, ya que ese caballo es mío _ Hablo el soldado muy alegre.

Seiya al voltear y reconocer a su caballo fue hacia él, y al verlo sano y salvo, comenzó a llamar y buscar con la mirada a su esposa, a su Bombón, entre los esclavos.

Los soldados que se habían dado cuenta de la presencia de su Soberano, se inclinaron en una reverencia y dejaron de hablar.

Al no hallar ahí, se marchó hacía en campo de guerra temiendo lo peor.

Y fue ahí cuando vio y sintió en carne propia nuevamente aquel gran dolor que sintió cuando pensó que su amada Rini, había muerto.

Había varias piras funerarias, niños y viudas llorando por sus muertos.

Seiya al ver el gran sufrimiento que su avaricia había causado bajo la cabeza y siguió con su búsqueda.

Las horas pasaron y Seiya seguía buscando a su amada entre los cuerpos.

De pronto cuando estaba a mitad del campo de batalla, mirado una pira funeraria, un niño con un palo en llamas lo alejo del lugar mirándolo con odio.

Seiya siguió con su búsqueda hasta que encontró un cuerpo muy parecido al de su esposa, solo que ella tenía el cabello rubio, estaba de costado y en el mismo lugar donde el habia combatido horas antes.

Así que, con mucho temor, Seiya comenzó a voltearlo para ver si era su Bombón.

Al ver que la joven era otra, Seiya volvió a respirar tranquilo por unos segundos, ya que al mirar a su alrededor, vio como los deudos lloraban a sus muertos.

Siguió avanzando por todo el campo de batalla, hasta que se tropezó y cayó en un gran charco de sangre, al ver que sus manos se habían manchado de sangre, Seiya se levantó rápido y siguió con su búsqueda.

Siguió así por varios minutos, hasta que escucho débilmente una voz que pedía agua.

Sin pensarlo fue para ayudarlo, pero el hombre al ver que se trataba del Rey Seiya, este lo rechazo y lo repudio, a los pocos segundos murió viendo a su asesino.

Seiya al ver todo lo que había causado se sintió mal, y fue en ese momento que se arrepintió de todo.

Estuvo perdido en sus pensamientos unos minutos, hasta que el sonido de un relinchar llamo su atención.

Se dio la vuelta y lo que encontró ahí, le sorprendió mucho.

Ya que al frente de él se encontraba un ensangrentado Fighter, que era sujeto por una cansada, sudorosa, llena de tierra, sangre, mal herida Rini, que lo miraba muy fijamente, mientras respiraba entrecortado.

Seiya se dio cuenta que ahora su Bombón tenía su cabello rubio como el sol, y que aun este toda desaliñada, siempre seria bella.

Muy contento y con los ojos llorosos Seiya, fue al encuentro de su Bombón.

Rini por su parte le dedico una mirada fría, espero a que Seiya este cerco y fue en ese momento cuando lo amenazo con su sai, a un Seiya lloroso.

Seiya que solo quería abrazar a su esposa, se detuvo de pronto.

-- No has vencido, .... Nunca dejare que venzas _ En tono frío y retador, Rini hablo.

-- Bombón _ Con la voz llorosa, Seiya trataba de acercarse a su esposa.

-- ¡Estoy viva!, .... Así que tienes que luchar conmigo, si quieres Milenio de Plata, .... Tienes que matarme si lo deseas.

-- Arroja la espada Rini, la guerra ya acabo.

-- La guerra no ha acabado, .... Tendrás que matarme a mí también si quieres que acabe.

-- ¿Cómo puedo matarte?, .... Si soy tu Fighter _ Muy triste y con los ojos llorosos, Seiya hablo.

Rini al escuchar aquella frase, muy enojada, volvió a amenazar a Seiya con su arma, agitándolo varias veces delante suyo.

-- Tú no eres Fighter, .... Tú no eres Fighter, .... ¡Tu eres Seiya, Seiya, Seiya! _ Y con la voz rota y con lágrimas en los ojos, Rini le reclamo a Seiya sobre su identidad.

Seiya, al ver el sufrimiento de su amada, se arrodillo, con las manos juntas y con lágrimas también en los ojos pidió perdón en silencio.

Rini al ver a su esposo, arrepentido, se acercó a él.

-- ¿Por qué no viniste?, ¿Por qué no me buscaste? _ Le reprochaba Rini mientras se arrodillaba también delante suyo.

Seiya no dijo nada, ya que solamente quería el perdón de su esposa en ese momento.

Rini al ver de cerca a su esposo, se dio cuenta que Seiya llevaba su esclava de plata como collar, ella lo toco y lloro aún más.

-- Te espere durante mucho tiempo, .... Te busque por todos lados, .... ¿Dime donde no mire?, .... ¿Dónde no lo hice? _ Con la voz entrecortada y llorando más, Rini le confeso su travesía a su esposo.

Seiya al escuchar aquellas palabras su corazón comenzó a dolerle más.

Estaban tan metidos en su dolor, que no se habían dado cuenta que ya no estaban solos.

De pronto se escuchó una voz llamándolos, pero muy pronto esa voz se derrumbó delante de ellos, producto de unas flechas en su espalda.

Rini y Seiya al ver aquello, fueron rápidamente hacia el encuentro de aquel cuerpo que perdía la vida poco a poco.

-- Tú no me puedes dejar, .... Tú no _ Se escucho una voz que solo expresaba dolor.

Holi Dostys, se que les debo una gran disculpa, pero me demore en publicar x motivos personales y tbm de salud, ya k x desgracia me infecte junto con toda mi familia del Covid19, y tbm tenía mis clases en la U.

Bueno, d verdad graxxx x su apoyo en este fic.

Vibras positivas y abrazos d conejitos.

¿Qué creen que pasará ahora?

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