41° CAPÍTULO
-- ¿Has perdido a Fighter? _ Pregunto en tono triste Sammy.
-- ¡Creo que sí! _ Respondió de igual manera la joven.
-- Sabes, Fighter me dijo que si pensaba en él, .... Debería de gritar muy alto su nombre, .... Así él lo escucharía y vendría rápidamente hacia mi _ Sammy, le explico a su hermana su brillante idea.
Rini al escuchar las inocentes palabras de su hermano le sonrió de forma triste, y lo miro de igual forma.
-- ¿Qué dices rubia?, .... ¿Lo llamo? _ Pregunto Sammy.
Rini asintió de forma silenciosa, mientras le dedicaba una mirada triste al infante
-- ¡Fighter!, .... ¡Fighter!, .... ¡Fighter! _ Gritaba a todo pulmón el pequeño, con su mano al costado de su boca.
Rini, por su parte, mirada muy impaciente el horizonte.
-- ¡Hey rubia, tú también llámalo!, .... ¡Así vendrá más rápido!, .... ¡Fighter!, .... ¡Fighter!, .... ¡Fighter! _ Sammy, después de reprochar el silencio de su hermana, siguió gritando.
-- ¡Fighter! _ Después de unos segundos en silencio Rini, grito esperanzada a que aparezca su amado esposo.
-- ¡Fighter!, .... ¡Fighter! _ Seguía gritando Sammy.
-- ¡Fighter!, .... ¡Fighter! _ Grito Rini.
Estuvieron así alternándose en gritar muy fuerte, aquel nombre por un buen rato.
Seiya por su parte, andaba como si no tuviera alma entre el campamento. Ante la vista de sus hombres, y de algunos consejeros que habían llegado al lugar junto con el Primer Ministro.
Aun perdido en sus recuerdos y la imagen de su esposa, Seiya decidió sentarse un momento, estuvo así en completo silencio, hasta que a sus oídos llego la voz inconfundible de su Bombón, llamándola por aquel nombre que el mismo se había impuesto.
Seiya muy angustiado, comenzó a divisar a su alrededor, para saber si no había sido un sueño el haber escuchado la voz de su esposa.
Pero su desilusión fue muy grande al darse cuenta que delante de él, se acercaba un soldado y que entre sus manos traída a la legendaria Black Dragon.
-- ¡Príncipe Guerrillero Seiya! _ El soldado se arrodillo ante él y le presunto la espada, y al costado del sujeto, se presentó otro soldado que entre sus manos traía sus ropas de guerra.
Seiya que recién se daba cuenta de lo que pasaba, acepto un poco dudoso lo que aquellos soldados le ofrecían.
Las contempló durante unos segundos, pero luego decido devolverlos.
Jedaite, que había visto todo, se acercó rápidamente a Seiya, para impedir que cometa alguna locura.
-- Debo irme, .... Un caballo _ Hablo muy decidido Seiya.
-- Príncipe Guerrillero Seiya, .... Su Majestad su padre, el Rey Taiki ha ordenado.... Que _ no termino de hablar ya que Seiya no hizo caso a ninguna de sus palabras.
-- No te preocupes Jedaite, ve a Ujjaini, .... Nos encontraremos ahí _ Y sin decir más, Seiya partido del campamento militar y se fue rumbo a la aldea de la Media Luna a todo galope.
Jedaite, que sabía que era lo que Seiya intentaba hacer, no dijo nada y acepto en silencio la orden.
Pasaban las horas y Rini decidió que lo mejor era llevar a Sammy a la casa de Tomoe.
Una vez hecho, Rini como fiel esposa volvió al lugar y espero sola la llegada de su amado esposo, por horas.
En el Palacio Plateado, Darien que ya había llegado se reunió en secreto con el Primer ministro Kunzite.
Ambos estaban sentados frente a frente y se miraban de forma desafiante.
Kunzite como era su costumbre, tenía a un soldado fiel a él, detrás suyo.
-- A pesar de la conversación que tuvimos hace tiempo, .... Estaba seguro de que todo estaban bien, General Darien _Expuso en tono muy sarcástico Kunzite.
-- ¿Quién querría matar al Príncipe Sammy?, .... ¿El Heredero al Trono Real? _ Hablo Darien, mientras miraba de forma desafiante al Primer Ministro.
Kunzite, que se había volteado un momento hacia el soldado, le devolvió la mirada al General, pero con una de sus cejas levantadas y una sonrisa burlona en sus labios.
-- ¿Sabes?, .... Al inicio sospeche de ti _ Respondió burlón y altanero Kunzite, mientras lo señalaba con el dedo índice.
-- Y yo de ti, .... Primer Ministro _ Respondió rápidamente Darien, sin quitarle la vista de encima.
-- A veces los buenos amigos sospechan el uno del otro, .... Es un defecto muy común en los seres humanos _ Expuso Kunzite, de forma tranquila.
Darien, que miraba todos sus movimientos, se limitó a sonreír.
-- Darien, trae al Príncipe Sammy lo más antes posible, .... Ya que no podré contener por mucho tiempo al Senado, .... Ya que es su deber dirigir y gobernar Milenio de Plata, .... También tienes que traer contigo a la Princesa Rini, sana y salva _ Hablo muy serio el Primer Ministro
-- Tienes razón, .... Mucha razón Kunzite _ Respondió Darien mirando muy serio y sin parpadear.
-- ¡Como siempre! _ De pronto se escuchó la voz de Wiseman, haciendo presente en la reunión.
Kunzite y Darien, al escucharlo se sorprendieron que se aparezca ahi, ya que se suponía que aquello debía ser una reunión privada.
-- ¡General Darien!, .... ¡Tú madre, se alegrará de verte aunque sea unos momentos! _ Saludo con un abrazo fraternal el Consejero al joven General.
-- ¡Gracias Wiseman! _ Hablo muy serio Darien.
-- ¿Qué hacen? _ Pregunto curioso el Consejero.
-- Nada, .... Simplemente decía al General que debería de traer de vuelva a los Príncipes _ Expuso Kunzite, muy confiado.
Wiseman asentía con su cabeza las palabras de Kunzite y no dijo nada.
-- General, en esta noble tarea, .... Usted no debería ir solo, .... Déjeme ordenar a algunos de mis hombres que lo acompañen _ Hablo nuevamente Kunzite, con preocupación.
-- No necesito a nadie, .... Conmigo solo basta _ Respondió en tono y vista firme, Darien.
-- Lo necesita General, .... Créame cuando le digo que lo necesita _ Volvió a tomar la palabra el Primer Ministro y lo miraba de forma sádica.
Darien miro por unos segundos a Kunzite, para luego levantarse e ir a saludar a su madre.
Pero con una rápida señal de manos de Kunzite, Darien tuvo que detenerse y volver a sentarse.
-- Darien, tu eres joven, .... Pero créeme, que en este caso el enemigo es muy astuto, .... Necesitas toda la protección y ayuda posible _ Hablo Kunzite, reprochando la actitud del joven.
-- Creo que tiene razón Darien, .... Un poco de ayuda no le viene mal a nadie _ Hablo Wiseman apoyando la idea de Kunzite.
Kunzite al ver que Wiseman, lo apoyaba, sonrió de forma complacida.
Darien luego de estar meditando algunos segundos, acepto la propuesta no muy convencido.
Wiseman, que hasta el momento miraba todo muy serio, se preguntaba qué era lo que estaba planeando Kunzite, ya que no era muy normal que el haga ese tipo de ofrecimientos.
-- Si me disculpan, .... Iré a ver a mi madre, .... ¡Hasta pronto! _ Despidiéndose de los 02 hombres, Darien salió.
Cuando ya se hubo marchado del lugar, Wiseman le hizo una seña con su cabeza al soldado que acompañaba a Kunzite que se marchara.
El joven haciendo caso se marchó, dejándolos solos.
-- ¿Qué quieres Wiseman? _ Pregunto aburrido Kunzite.
-- ¿Qué pretendes?, .... ¿Qué intensiones tienes con el Trono Real? _ Muy serio y firme Wiseman le pregunto al Primer Ministro.
-- ¿Pretendo?, .... ¿Yo?, .... Nada.
-- No me engañas, Kunzite, .... ¡Habla!.
-- Estas equivocado mi amigo, .... Yo solo busco lo mismo que tú, .... El bienestar de Milenio de Plata.
-- Entonces porque dices, que el Trono de Milenio de Plata, es del Príncipe Sammy, .... Cuando todos aquí sabemos que la verdadera heredera al Trono Real es la Princesa Serena
-- Pero ella está muerta.
-- Nunca encontraron su cuerpo, .... Nunca.
Kunzite al escuchar aquellas palabras, apretó los puños en señal de enojo.
-- ¡Que nunca se te olvide que la verdadera Reina de Milenio de Plata es la Princesa Serena!, .... Jamás lo olvides Kunzite.
Y diciendo aquellas palabras, Wiseman también se marchó, dejando solo ahí a un malhumorado Kunzite.
Darien, que estaba muy impaciente de ver a su madre, la busco entre todos los sirvientes del palacio.
Se demoró poco más de media hora, pero al encontrarla, Usagi su madre, fue al encuentro de su hijo.
-- ¡Darien!, .... ¡Darien!, .... ¡Estás aquí ya! _ Muy emocionada, Usagi acariciaba a su hijo.
-- ¡Madre!, .... ¡No sabes cuánto te extrañe! _ Abrazando y correspondiendo al cariño de su madre, Darien también abrazo a su progenitora.
-- ¿Dónde está mi pequeña Rini?, .... ¿Sammy?, .... ¿Dónde están?, ¿Por qué no vienen a saludarme?
-- Ellos no vinieron madre.
-- ¿Por qué no los trajiste?
-- Aun no es seguro para Sammy venir, .... Además Rini está un poco enojada conmigo.
-- ¿Por qué?, .... ¿Qué le sucede a mi pequeña?
-- Le dije la verdad madre, .... Le dije a Rini que no es más que una simple niña adoptada, .... Que en sus venas no corre sangre real, .... Que no tiene ningún familiar, .... Ni ningún lugar que pueda llamar hogar.
Usagi muy enojada por lo que su hijo había hecho, le abofeteo el rostro tres veces seguidas.
Muy confundido por los golpes, Darien miro a su madre muy asustado.
-- ¿Con que derecho le dices eso a ella?, .... Es verdad que ella no es hija del Rey Kenji y la Reyna Ikuko, .... Pero tú no tenías ningún derecho a decirle aquella verdad a medias, .... ¡No tenías ese derecho Darien, no lo tenías!.
-- ¡Madre!
-- ¡Madre nada!, .... No te das cuenta, del daño que le has causado a tu Soberana Real, .... Acaso hijo, no te das cuenta de lo grave de esto, .... Acaso no lo sabes hijo.
-- ¿Qué es lo que escondes madre?
-- Solo te diré, que muy pronto la verdadera Heredera al Trono de Milenio de Plata, .... Volverá a ocupar su lugar.
Darien muy confundido por las palabras de su madre, intento descifrar lo que quería decir.
-- Creo que será mejor que te vayas, .... Ya te vi, y sé que estas muy bien, .... Así que tienes que ir rápidamente con los Príncipes y traerlos sanos y asalvos a su hogar.
Sin poder creer lo que había pasado hace unos instantes, Darien asintió de mala manera las órdenes de su madre, y partió hacia los establos.
-- General, .... Me llamo Obito, .... Y por órdenes de los señores Wiseman y Kunzite, le acompañare _ Hablo Obito muy serio.
Darien, que aunque no le gustaba la idea, asintió en forma silenciosa.
Cuando ambos hombres estaban partiendo del palacio, se les aparecieron dos hombres desconocidos.
Obito, como siempre precavido analizo a ambos individuos, y luego dirigió su mirada hacia Darien, que también había hecho lo mismo.
-- ¿Quiénes son? _ Pregunto Obito, con claro tono de amenaza, mientras su mano iba rápidamente hacia la empuñadura de su espada.
-- Somos la escolta personal del Primer Ministro, .... Se nos ordenó escoltar al General Darien _ Hablo uno de los hombres.
Obito dirigió una mirada analítica a Darien, y este simplemente le asintió.
-- ¡De acuerdo! _ Sin decir más, Darien había aceptado la compañía de aquellos hombres.
Estuvieron cabalgando a galope por durante un par de horas, hasta que llegaron a la entrada del bosque; ahí Darien les indico que tenían que bajar la velocidad.
Y así lo hicieron, pero lo que jamás se imaginó Darien, era que a mitad del bosque de entre los árboles, descendieron varios hombres con el rostro cubierto de negro.
Y comenzaron a atacarlo sin piedad.
Obito que sabía sobre esta emboscada, intento por todos los medios de proteger y salvaguardar la vida del General, así que sin pensarlo mucho, le planto una daga con un veneno especial para hacer dormir a la gente a la altura de su omóplato.
Darien que había estado luchando por su vida, al sentir aquella puñalada, abrió los ojos y entonces fue cuando se dio cuenta de su agresor y entonces, todo cobro sentido ahí.
Los que estaban detrás del atento contra la corona eran el Primer Ministro y el Consejero Real Wiseman.
Con las pocas fuerzas que tenía, Darien, intento saltar del caballo pero no pudo.
Obito adivinando sus intenciones, fingió que empujaba al general y en el intento el cayo junto con él.
-- ¡Cayeron los dos!, .... ¿Qué hacemos jefe? _ Pregunto uno de los enmascarados.
-- Nada, .... Que se pudran en el infierno _ Hablo el jefe.
-- ¿Pero ese sujeto, era uno de los favoritos del Señor que nos contrató?
-- No me importa, .... Ahora vamos hacia la Aldea de la Media Luna, .... Que es ahí donde se estaban dirigiendo, .... ¿Verdad?
Los 02 hombres que acompañaron desde el inicio a Darien y Obito, asintieron en silencio.
-- Bien, .... Andando.
Y sin más, aquellos bandidos fueron hacia la aldea, para matar al Príncipe Sammy y capturar a la Princesa Rini.
Las horas pasaron, y ya se había hecho de noche; cuando la Aldea de la Media Luna había caído bajo el ataque de los bandidos que había contratado el traidor de la corte del Milenio de Plata.
Los gritos y lamentos, no se hicieron esperar en aquella cacería.
Los aldeanos muy asustados intentaban protegerse inútilmente ante la fuerza destructiva de aquellas personas.
Los bandidos por su parte, estaban en sus caballos persiguiéndolos; algunos con antorchas de fuego otros con sus espadas desenvainadas.
Rini, que estaba muy asustada por eso, intento hacerles frente, pero al darse cuenta que se encontraba sola, decidió que lo mejor protegerse y proteger a su hermano.
Así que con mucha rapidez, se adentró ella junto con su hermano al establo que tenía la casa del Señor Tomoe.
Mientras que afuera, las personas intentaban inútilmente refugiarse en sus casas; ya que los bandidos empujaban las puertas y mataban a todos lo que estaban dentro.
No suficiente con eso, quemaban la casa, sin contemplación alguna.
Entre las personas que buscaban, y los mataban sin remordimientos eran los niños menores de 13 años, y las jóvenes mujeres de entre 20 a 24 años.
Muy nervioso Sammy en su intento por escapar, había tropezado con una pequeña hoz de hierro, que estaba en el piso del establo de Tomoe.
Peruru, que estaba detrás de él, lo ayudo a recuperarse, para después esconderse rápidamente detrás de un gran cesto.
Rini que estaba al frente de ellos, había contemplado todo, pero temía que no solo ella haya sido la que se haya dado cuenta de ese error, ya que a unos pasos de ellos, estaba uno de los bandidos, matando a los niños.
El bandido al escuchar algo extraño, rápidamente se adentró hacia el establo.
Los niños, que temían que los encontraran se aferraron uno contra otro, para esconderse y darse valor.
Rini que veía todo muy sigilosa comenzó a desenvainar su espada, para atacar al bandido en el momento exacto.
El bandido, cuando encontró a los pequeños abrazados entre ellos, sonrió de forma burlona y levanto su espada al aire, anunciándoles su hora de muerte a los pequeños.
Reika, que también estaba escondida, al ver en el peligro que se encontraban el Príncipe Sammy y su pequeño hermano, no lo pensó y con los ojos llorosos se fue hacia ellos y los abrazó de manera protectora.
Y cuando estaba listo para hundir su espada en el cuerpo de Reika, el bandido se desplomo en el suelo de un solo golpe.
Reika y los niños, no podían creer lo que había pasado, la Princesa Rini, desee atrás había atacado aquel hombre.
Y no conforme con aquello, Rini sumergió una vez su espada en el pecho de hombre, como a la altura del corazón.
Una vez a salvo, Rini agarro a su hermano Sammy y se lo llevo a otro lugar, en la cual siempre empuñando su espada y se mantenía alerta.
Reika que sabía que esto no se iba a acabar tan pronto, miro por todos lados como si buscara algo.
Mientras que afuera en las calles, ignorando la reciente muerte de uno de sus camaradas. El jefe de los bandidos tenía entre sus prisioneros al Señor Tomoe herido de manera superficial y a su esposa Setsuna.
-- ¿Dónde está el Príncipe Sammy y la Princesa Rini? _ Preguntó el jefe, a un atemorizado Tomoe.
Tomoe fiel a su promesa, no dijo nada y bajo la cabeza.
Reika, que después de unos segundos; por fin había encontrado lo que tanto buscaba.
Así que sin esperar mucho dirigió a los Príncipes, hacia un pequeño compartimiento que había debajo del establo.
Dentro de ella, Rini se dio cuenta que había mas mujeres y niños, correspondiente a la de ella y su hermano.
La primera en bajar fue Rini, luego ayuda a Sammy a descender ahí.
Cuando Reika se preparaba para hacer bajar a su hermano Peruru, se dio cuenta que su hermano aun permanecía donde estaba escondido con Sammy y le miraba muy asustado.
Así que entendiendo que esto no terminaría hasta que encuentren a los Príncipes, Reika, tomo una muy difícil decisión.
Como hacía poco tiempo atrás, había decido cambiar el tono de su cabello, ella había empezado a usar dichos productos, y había dado un gran resultado.
Su ahora cabello era de color fucsia, pero en la oscuridad de la noche, fácilmente se podría confundir con rosado.
-- Quemen toda la aldea, .... Quemen todo, .... Así saldrá todos, .... O sino morirán abrasados _ Fue el grito de odio del jefe.
Entonces sus subordinados comenzaron a prenderle fue a toda la aldea.
-- ¿Dónde están el Príncipe Sammy y la Princesa Rini? _ Grito otra vez el jefe, mientras le cortaba la garganta a un señor de 40 años.
Reika que también había escuchado todo, muy decidida con lo que iba a hacer, cerro la entrada del escondite, y se fue hacia su hermano lo abrazo como si nunca más lo volvería hacer.
Y pidiendo perdón en su mente Reika, depósito un beso en la frente del pequeño.
El pequeño Peruru que tenía miedo, se aferró al abrazo de su hermana, con la intensión de encontrar valor.
Rini que a duras penas, encontró un hueco; comenzó a observar el miedo reflejado en el rostro de Reika, mientras ella miraba por el establo.
Luego de unos segundos, Reika rompió el abrazo con su hermano y con paso tembloroso se fue hacia unas canastas, rebusco entre ellas y al encontrar lo que buscaba lo tomo en sus manos y lo presiono muy fuerte en su pecho.
Después, dirigió una mirada hacia donde se encontraba su Princesa, le pidió perdón con las manos juntas y los ojos llorosos; entonces agarro a su hermano y salieron afuera.
Rini que estaba viendo toda muy conmocionada, luchaba con todas sus fuerzas para poder salir de ese lugar y ayudarlas.
Pero no podía hacerlo, ya que las demás mujeres la sujetaron fuertemente.
-- ¡No, detente!, .... ¡No lo hagas!, .... ¡Detente! _ Gritaba Rini, desesperada; ya que quería evitar las muertes de inocentes.
La joven, no dijo nada, y corrió hacia afuera con la esclava de la Princesa y el collar de la Media Luna en su mano derecha, y con su mano izquierda abrazaba a su hermano.
-- Suficiente, .... Estamos aquí _ Grito Reika muy decidida.
El jefe al verla, la estudio unos segundos.
Tomoe y Setsuna, que habían reconocido a sus hijos; rápidamente se postraron a los pies del sujeto.
-- ¡Por favor!, ¡Por favor!, .... Déjalos en paz, te lo suplico, .... Entrego mi vida a cambio de ellos _ Suplicaba desesperadamente Tomoe.
-- ¡Por Krishna!, .... ¡Déjalos en paz!, .... ¡Toma mi vida, y déjalos a ellos tranquilos! _ Suplico muy afligida Setsuna, mientras abrazaba las piernas del hombre.
El jefe que se había cansado de las suplicas de aquellos dos, empujo a Tomoe lejos de él. Y a Setsuna la pateo, alejándola también.
Rini, lejos de ahí miraba todo lo que pasa muy nerviosa.
El jefe a los segundos de empujar a Tomoe y su esposa, dirigió su mirada hacia Reika, y le quito de manera brusca el colgante de la Media Luna.
Luego contempló el colgante por unos segundos, y le dedico una mirada victoriosa y lujuriosa a la vez a Reika, para luego posar sus ojos en el pequeño Peruru.
Reika que temía mucho miedo por lo que le iba a suceder, intento inutilmente proteger a su hermano, que este ya está llorando.
El jefe, sin decir nada, y de un movimiento rápido y limpio, corto la garganta de la joven ante la vista de todos.
Rini que vio aquel acto tan violento desde su escondite, solo abrió los ojos y la boca, producto a la sorpresa.
Luego el hombre con la espada en la mano, dirigió su sádica mirada hacia el pequeño Peruru, que lloraba sin cesar, producto de lo que había pasado con su hermana.
Se acercó unos cuantos pasos, y entonces volviendo a elevar su espada al cielo, para luego bajarlo con la intensión de cortar el cuello del menor también.
Pero lo que no contaba era que Setsuna se interpusiera en el camino.
Tomoe que estaba a un lado, miraba como el cuerpo de su esposa caía al suelo al lado del cuerpo de su hija muerta.
-- ¡Creo que se alargó tu vida unos segundos! _ Comento divertido el jefe, mirando al pequeño.
La mirada de Peruru, no podía ser más triste, ya que delante de él, yacían muertes y desangradas su madre y hermana.
Así sin esperar más interrupciones, nuevamente volvió a levantar su espada, y de un solo movimientos corto la garganta del infante.
Tomoe que estaba al frente de ellos, veía en shock como su familia había muerte delante de sus ojos, y el no pudo hacer nada.
Rini por su lado, no podía con la culpa, ya que frente a ella habían matado a 03 seres inocentes.
Se lamentaba el no poder ayudarlos. Como ellos lo habían hecho.
-- ¡Por favor mátame!, .... ¡Por favor toma mi vida!, .... ¡Por favor! _ Tomoe con la manos juntas y arrastrándose lentamente, le pidió al asesino de su familia que haga lo mismo con él.
Este le miro sarcástico y entonces hizo lo que Tomoe le pidió, sonriendo de forma complacida.
Rini, al ver caer el cuerpo de Tomoe inerte, no soporto más y se desplomo en el suelo.
-- ¡Vámonos!, .... ¡Ya tenemos la prueba de la muerte del Príncipe Sammy y su hermana! _ Rápidamente el jefe grito, empuñando en su mano el colgante de la Media Luna.
Los demás bandidos, al escucharlo, dejaron lo que hacían y comenzaron a marcharse.
-- Muchachos, .... Desde ahora, nuestro Señor Kunzite, será el nuevo Rey del Milenio de Plata _ Grito muy fuerte el jefe, mientras se iba cabalgando de ahí.
Sammy, al momento de escuchar aquella noticia abrió los ojos, debido a lo que se había enterado.
-- ¡Ósea que fue él!, .... ¡Kunzite mato a mis padres y tíos! _ Pensó Sammy, mientras intentaba reanimar a su hermana.
Rini, que aún no se recuperaba; estaba echada en el suelo bajo los cuidados de su hermano.
Hola Dostys, como están, espero que bien. Perdonen la demora.
Bueno muchas gracias x su apoyo de verdad que son los mejores.
Vibras positivas y abrazos de conejitos!!!!
¿Sera Kunzite el traidor del Milenio de Plata?
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