21° CAPÍTULO
El techo estaba, a punto de caerse; el piso estaba todo desnivelado y sobretodo era tierra; las camas estaban en muy mal estado, algunas estaban con pequeños orificios, mientras que otros estaban hundidos.
Seiya, miro todo aquello con el ceño fruncido y simplemente camino hacia uno de los extremos del salón y se acomodó en una de las camas deterioradas.
De pronto por las puertas del salón, se apareció un señor junto con tres jóvenes; que en sus manos cada uno traía una olla mediana y un cucharon, estos comenzaron a acercarse a los que se encontraban en el salón y les comenzaron a repartir comida.
-- Come mi niño, aquí en el Milenio de Plata nadie se va a la cama hambriento, .... Por orden de su majestad, la Princesa Rini, .... Come tú también _ El señor, mientras servía hablaba.
Seiya, al ver que el señor, le quería servir más, levanto su mano en señal de conformidad con su ración, el señor entendió rápidamente y se fue hacia el siguiente.
Al ver que se alejaba, el Príncipe Guerrillero observo por donde se iba de manera disimulada, y cuando comprobó que ya estaba lejos, acerco lentamente la hoja de plátano, donde estaba servida la comida hacia su nariz, para olfatear el aroma de la comida.
Luego de hacerlo por unos breves segundos, Seiya hizo una pequeña mueca de desagrado y alejo rápidamente la hoja de plátano, después de unos segundos, se lo ofreció a su caballo.
-- Ten Fighter, es una buena comida, .... Vamos Fighter, cómetelo todo, está muy sabroso _ Señalando la comida, y acercándolo un poco al equino, Seiya intentaba desaparecer la comida, que tenía un aspecto no muy comestible.
Fighter, al ver que su jinete le acercaba la comida, movió su cabeza hacia el otro lugar, dejando a Seiya con la mano extendida y con el rostro sorprendido.
-- ¿Por qué deberías de comerlo?, Tu también perdiste a la madre que te alimentaba y mimaba _ Seiya se dirigió a su caballo, mientras retraía su brazo y se acomodaba mejor en su sitio.
El equino, al escuchar a su jinete, bajo la cabeza en señal de comprender su dolor.
-- Sin mimos, yo soy un hombre corriente y tu Fighter solamente eres un caballo como cualquier otro _ Con un tono de resignación, Seiya hablo.
Fighter, se acercó un poco a su amo para darle su apoyo.
-- Sin palacio real o suntuosos platos _ Hablaba Seiya mientras que con su dedo probó la comida que tenía en frente, para después, dejarlo a un costado y seguir hablando con su caballo.
Fighter, por su parte se limitaba a escuchar los reclamos de su amo.
-- Ahora y en el futuro, nuestra cama es el suelo, .... Nuestro techo es el cielo y las estrellas, .... Y las bellas princesas como la Princesa Serenity, solo existen en nuestros sueños _ Con el mentón apoyado en su mano en forma de puño, Seiya se lamentaba de su ahora suerte.
Y sin decir más palabras, Seiya intentaba conciliar el sueño en aquel lugar, con la única esperanza de que en el futuro pueda volver a su hogar.
Mientras que en el Palacio Real de Kinmoku, la situación era un tanto desconcertante, ya que el Rey Taiki, aunque no lo quisiera aceptar, estaba triste por la partida de su hijo, el Príncipe Seiya.
Por su parte, Amy sus hijos, Lita, Jedaite y los Consejeros Reales, estaban que trataban de ver el lado positivo de la partida de Seiya.
En cambio, Esmeralda junto con sus hijos, estaban muy alegres y felices; ya que con la partida de Seiya solo significaba una cosa. Que Diamante sería el único heredero al Trono Real de Kinmoku.
Diamante, por su lado estaba muy extasiado por la partida de Seiya, al igual que Helios, que no espero mucho tiempo y se autoproclamo Comandante General de las tropas de guerra que diría Seiya.
Los soldados al ver lo que hacía Helios, simplemente se negaron a cumplir las órdenes de Helios. Ya que ellos habían hecho un juramento de lealtad hacia el Príncipe Guerrillero.
En la cabaña de Rei, se encontraba la mencionada muy emocionada y feliz admirando el firmamento.
-- ¿Qué haces pequeña? _ Le pregunto muy intrigado Artemis.
-- Nada, .... Simplemente admiro la belleza de la noche _ Respondio Rei, sin dejar de ver el cielo estrellado.
-- ¿Qué viste? _ En tono serio y directo hablo Artemis.
-- Pues, .... El inicio de un gran amor, .... Esta cerca, .... Muy cerca y con ello la unión de dos Reinos _ Respondió con una gran sonrisa y una mirada soñadora la joven.
Artemis al escuchar las palabras de Rei, una pequeña visión se le presento, a lo que hizo que se le frunciera el ceño levemente.
Rei, que estaba tan metida en sus pensamientos, no se había dado cuenta del rostro de su cuñado.
-- Me voy a descansar, .... No te desveles, querida _ En un tono suave, Artemis se despidió de su cuñada.
Rei simplemente asintió en silencio y siguió con lo suyo.
Ya adentro de la cabaña, Artemis estaba un poco intrigado, más aún quería saber quién era la mujer pelirroja, que estaba al lado del Príncipe Guerrillero.
Por su parte, Rini, Darien y Sammy, decidieron pasar la noche en una de las cuevas que se encontraban cerca de los límites de Milenio de Plata.
-- Solo estaremos por poco tiempo _ Hablo el mayor.
-- ¿De verdad? _ Con la voz con sueño, pregunto Sammy.
-- Si, .... No te preocupes, .... Llegaremos muy pronto al Palacio Real.
El infante asintió, para después dormir plácidamente, entre la improvisada cama.
Darien por su parte, dirigió su mirada hacia la joven pelirosa, con las puntas de color dorado.
-- ¿En qué piensas? _ Le pregunto Darien.
-- En nada _ Respondió sin ánimos.
-- No te creo, .... ¿Aun sigues pensando en tu nuevo color de tu cabello? _ Hablo Darien, mientras sujetaba un mechón de su cabello de la joven.
-- Si, .... Quisiera saber, porque está cambiando de color.
-- Pues le podríamos preguntar a mi madre, .... Una vez que lleguemos.
-- Si tienes razón, .... Gracias Darien.
-- De nada Princesa.
Sin decir más, la joven princesa se retiró del lugar para irse a descansar al lado de su pequeño hermano, todo ante la mirada soñadora de Darien.
Así las horas pasaron y el manto de la noche, alumbradas por La luz de Luna y las estrellas, poco a poco tuvo que cederle el paso al dulce amanecer del nuevo día.
Rini, que se había despertado muy temprano como era costumbre, se retiró de la cueva para buscar un poco de leña y prender una pequeña fogata, la cual serviría para calentar a su hermano dormido; Darien por su parte aún permanecía dormido.
Y mientras buscaba los leños, se dio cuenta que cerca de donde estaba, a unos 20 minutos de caminata había un hermoso prado de pastos verdes, con una pequeña ramada improvisada y más allá de estos, había una pequeña cascada escondida.
Muy feliz por su descubrimiento, se apresuró con reunir la mayor cantidad de leña posible, para luego marcharse hacia la cueva.
Y así lo hizo, ya que después de 2 horas, la Princesa ya se encontraba de vuelta junto a su hermano, el cual aún dormía; mientras que el General recién se estaba despertando.
-- ¿Qué hace Princesa? _ Pregunto un adormilado Darien.
-- Nada, .... Simplemente, traje un poco de leña, para que Sammy no sintiera frío _ Respondió de forma tierna, mientras se apresuraba en acomodar la fogata.
-- Ya veo, .... Creo que yo también saldré un momento _ Comento Darien, ya más despierto, y se alistaba para partir.
-- Ajam, .... Solo no te demores mucho, .... No me gusta que Sammy este mucho tiempo solo _ Respondió la joven, mientras atizaba el fuego ya prendido.
-- ¿Por qué dices eso?, .... ¿Acaso piensas salir? _ Fue la rápida pregunta incomoda de Darien.
-- Si, .... Cerca de aquí hay una catarata y me gustaría ir a verla _ Informo de forma inocente la Princesa.
-- ¡Princesa!, .... ¿Sabe lo peligroso que es? _ Controlando levemente su ira, Darien volvió a hablar.
-- Si, .... Y también sé que necesito un baño _ Mirándolo de forma demandante Rini le contestó.
Darien ante esta respuesta no dijo nada, simplemente se limitó a apretar muy fuertemente sus manos, hasta hacer blancos los nudillos, para luego dedicarle una mirada frustrada e irse a los segundos.
El General, estaba muy fastidiado con la decisión de su amada Princesa, sabía que era muy peligroso, pero también sabía que ella tenía razón.
-- ¿Por qué eres tan caprichosa Rini?, .... ¿Y lo peor de todo, porque no puedo negarte nada? _ Se preguntó en voz alta, mientras caminaba por un espeso bosque en busca de alimento.
Por su parte Rini, estaba que terminaba de acomodar el fuego para mantener caliente a su hermano.
Al ver que Sammy, había dejado atrás el ceño fruncido por causa de su incomodidad del frio, para ser reemplazado por un semblante más tranquilo. Rini decidió que ya era hora de irse hacia las ya recientes descubiertas cataratas.
En otro lado, a lo lejos del pueblo; se encontraba un asombrado Seiya. Ya que todo lo que veía en aquellos territorios, era muy distinto a lo que había visto en toda su vida.
Jamás imagino, que El Milenio de Plata; fue tan unido. Sobretodo la gente del pueblo, ya que compartían lo poco que tenían entre ellos.
Y así transcurrió el tiempo. Al darse cuenta ya estaba muy alejado del pueblo, y a lo lejos vio una vieja y sucia cabaña, a la cual no dudo en tocar y pedir un poco de agua.
Al tercer toque, salió una mujer de avanzada edad, que muy gentilmente le ofreció un poco de comida, frutas y sobretodo una buena cantidad de agua cristalina, para su aseo personal como para su consumo.
Y también un poco de agua y pasto para su caballo.
Seiya le agradeció muy educadamente aquellas atenciones, a lo que la vieja mujer simplemente le sonrió en señal de simpatía.
Luego de reunir fuerzas, y de ingerir una gran cantidad de panes, frutas y sobretodo de agua, Seiya decidió partir, la vieja mujer le deseo un feliz viaje y mucho éxito en su camino.
El joven solo asintió a los buenos deseos de la señora y partió sin decir más.
De pronto, la figura de Seiya comenzó a desaparecer entre los árboles, aquello le indicaba a la vieja mujer que se había adentrado al bosque.
-- ¿Qué curioso es el destino?, .... ¿Por un tiempo te une, te separa y te vuelve a unir?, .... ¡Príncipe Seiya, cuide muy bien a mi hija! _ Fueron las últimas palabras de la mujer, que misteriosamente comenzó a rejuvenecerse y después a desaparecer lentamente de aquella vieja cabaña.
De pronto, Seiya mientras cabalgaba silenciosamente a Fighter, comenzó a escuchar una delicada voz cantando.
Y dejándose llevar por la gran curiosidad, no espero mucho y se fue hacia donde sonaba aquella voz, y al llegar al prado se dio cuentas que se trataba de una joven doncella.
La cual detallo que tenía un hermoso cabello bicolor muy largo, unos hermosos ojos color cielo, los labios carnosos y proporcionado de color rosado, la piel clara y de estatura ideal.
La joven, esta vestida con un delicado top color rojo, y un pantalón holgado del mismo color, no tenía ninguna joya encima, solo excepto una esclava de plata en su tobillo izquierdo, unas argollas en las orejas y algunos tatuajes en sus homoplatos.
Seiya al verla, quedo literalmente embobado y enamorado de aquella joven, ya que era la primera vez que veía a una mujer con semejante belleza, que según el pensamiento del Príncipe Guerrillero solo podía ser superada por los Diosas y eso también lo ponía en duda.
Rini, que en ese momento se encontraba entonando una canción, no se había dado cuenta que tenía entre su inexistente público al mismísimo Príncipe Guerrillero, el cual la admirada como si fuera lo más valioso y delicado del universo.
Y sin darse cuenta, Rini aparte de cantar se puso a bailar de forma desinhibida, y todo para deleite de un hipnotizado Seiya.
Conforme pasaba el tiempo, Rini avanzaba no solo con la canción, sino que también se iba acercando lentamente había la cascada, en la cual no espero mucho tiempo y se dispuso a entrar a sus aguas y comenzar a bañarse.
Todo ante la atenta mirada de Seiya, que no perdía ningún movimiento de la joven que había robado su corazón, desde hace unos instantes.
En algunas partes de lo que la joven cantaba, Seiya que estaba escondido, simplemente asentía con la cabeza como dándole la razón a lo que decía.
De pronto, Rini cerró los ojos y se adentró al agua, en la cual Seiya se percató que, al costado de una gran roca, estaba la esclava de la joven, lo cual no lo dudo mucho y lo tomo entre sus manos.
Rini que ya había salido debajo del agua, se sentó a un lado y cerro un momento los ojos para poder disfrutar los rayos del sol, lo cual aprovecho Seiya para cercarse y ponerle sin que se dea cuenta la esclava, pero aquello no pudo ser, ya que Rini al sentir el contacto de una mano en su tobillo, abrió rápidamente sus ojos, en la cual contemplo con los ojos muy abiertos a Seiya.
Este al verse descubierto y ver más de cerca su rostro de la joven, se quedó aún más enamorado de ella, ya que, si de lejos la vio hermosa, de cerca era una divinidad, y algo dentro su corazón y ser se había movido.
Rini por su parte también lo contemplo y se sintió que algo de su ser, se había removido. Pero aquello solo le duro unos segundos, ya que, de un momento a otro, Rini empujo a Seiya en las aguas de la catarata para poder escaparse y no verlo más.
Seiya al sentir el agua fría en su cuerpo, despertó de aquella ensoñación y se dio cuentas que se encontraba solo en medio del agua, con la esclava de plata en la mano.
Sin perder tiempo comenzó a divisar muy angustiado por todas partes, con la única condición de encontrar a la joven dueña de la esclava y su corazón.
Aun con la ropa mojada, y con la sensación que le faltaba el aire, Seiya salió rápidamente del agua, con la única intensión de encontrar a la misteriosa joven.
Mientras más avanzaba, más se adentraba al bosque.
Por su parte, Rini estaba escondida detrás de un frondoso árbol, con la única intención de cambiarse la ropa mojada, para alejarse rápidamente de ese lugar, y sobretodo alejarse de ese joven misterioso.
Seiya por su parte seguía buscándola de manera muy desesperada, tanto que hasta se había olvidado por esos instantes de su caballo, el cual lo estaba siguiendo en forma silenciosa.
-- ¿Quién será ese joven? _ Se preguntaba mentalmente la Princesa, mientras seguía cambiándose de ropa.
Así paso unos segundos, en la cual ella luchaba por tratarse de quitarse de forma rápida su mojada ropa, para después secarse y ponerse la ropa seca.
De pronto, Seiya que seguía divisando por los alrededores, hubo un sonido que le llamo mucho a atención y se acercó hacia dónde provenía aquel singular sonido, y al acercase se dio con la sorpresa que la joven que andaba buscando se encontraba ahí.
Se quedó unos minutos contemplando lo que había frente a sus ojos, en completo silencio.
Por su parte la joven de cabello bicolor, que se encontraba desnuda ajena a lo que pasaba a su alrededor, seguía secándose, de manera apresurada.
Cuando sintió que ya no había ningún rastro de agua en su cuerpo, proseguí a inclinar al suelo, y coger entre sus manos la ropa seca que había traído para ponerse.
El Príncipe Guerrillero, al ver aquella inusual imagen, se quedó sin habla y sin respiración, ya que jamás imagino ver a alguna mujer con perfectas curvas.
Cuando Rini, ya se encontraba con el top y pantalón holgado color blanco, se preparaba para ponerse una estola del mismo color, escucho como una rama seca se quebraba en dos, a lo que la puso en alerta y rápidamente giro su rostro hacia un costado.
Seiya al verse descubierto simplemente giro su rostro hacia otro lado y cubrió falsamente sus ojos.
-- ¡No vi nada! _ Respondió Seiya en tono serio.
Rini al escucharlo, y no reconocer la voz, giro su cuerpo y vio de forma rencorosa a Seiya.
Seiya por su parte, intentaba de controlar sus deseos de lanzarse sobre la joven y besarla hasta cansarse de ella.
Rini, que aún seguía al frente de él, lo contemplo otra vez por unos breves segundos, para luego comenzar a caminar e irse de ese incomodo lugar.
Cuando se encontraba pasando por detrás de Seiya, Rini no se tomó la molestia de dirigirle la palabra, simplemente camino con paso orgulloso como siempre lo hacía sin decir palabra alguna.
Seiya que sabía que se encontraba atrás de ella, aspiro fuertemente el aire, para guarda aquel aroma en su memoria.
-- No vi nada, .... De verdad que no vi nada _ Hablo Seiya, cuando Rini estaba a unos pasos de dejarlo atrás.
Rini al escuchar su voz, detuvo su andar y se paró de forma rígida y lo observo de forma dura, sin decirle ninguna palabra, para luego seguir caminando.
Seiya que en ese momento se encontraba con los ojos cerrados, simplemente se dejó guiar por sus otros sentidos, que le avisaban que la joven se estaba marchado.
Así que abrió de forma lenta sus ojos, y observo como la dueña de su corazón se alejaba, sin siquiera mirar atrás.
-- Solo estaba escuchando _ En tono suave y sensual, Seiya volvió hablar.
Rini al escucharlo, se detuvo y en su rostro se dibujó una clara mueca de incomodad y disgusto.
-- ¡Ya cayo! _ Pensó muy sonriente y victorioso Seiya, a espaldas de ella.
Pero Rini, solo se detuvo unos breves segundos, para luego seguir con su camino, con su misma actitud.
-- Nadas, .... Digo cantas muy bien _ Seiya volvió a hablar.
La joven con el cabello bicolor, por su parte siguió con su camino, sin prestarle la más mínima atención.
-- ¿Cuál es tu nombre? _ Seiya en su desesperación, pregunto aquello en tono desesperado y con los ojos muy abiertos.
Rini al escuchar aquella pregunta se detuvo de forma abrupta, y giro su cabeza hacia donde se encontraba parado Seiya y le dedico una mirada furica.
Seiya al darse cuenta que su objetivo se había cumplido, la miro de forma coqueta y alegre; mientras le enseñaba su esclava en su mano.
-- Nunca hablo con desconocidos, .... ¡Desconocido! _ De forma fría y autoritaria, le contesto Rini.
-- ¿Desconocido? _ En tono ofendido, Seiya respondió.
Rini, le dedico una mirada fría, mientras que Seiya por su parte, le miraba de forma coqueta y divertida.
-- ¿No sientes como si ya nos hubiéramos conocidos antes?, .... En otro lugar, .... En otra época, .... ¿En algún lugar? _ En tono soñador Seiya comenzó hablar mientras cerraba los ojos, y se perdía en su mente.
Rini por su parte, solo escucho las primeras tres palabras, para luego marcharse del lugar y dejarlo.
Cuando volvió a abrir los ojos y verla nuevamente, Seiya se dio con la sorpresa que lo había dejado hablando solo, así que sin más; salió corriendo y fue en su búsqueda.
Corrió y diviso por todos lados, con la única esperanza de encontrar a la bella joven, pero nada; así estuvo durante unos minutos, hasta que llego a una especie de pira funeraria.
Se detuvo a observarlo unos segundos, cuando sintió que alguien golpeaba su hombro desde atrás.
Así que rápidamente sin esperar mucho, Seiya dirigió su mirada hacia atrás y grande fue su sorpresa al darse cuenta que con lo que lo había golpeado era una simple rama lisa de un árbol, y quien lo sostenía no era nada más y nada menos que la persona que estaba buscando.
Rini, al ver que el joven no estaba asustado, se limitó a rodearlo y pararse delante de él, sin levantar la rama de su hombro.
Cuando ya se encontraba delante de él, levanto la rama y lo volvió a agitar sobre su cuerpo, pero esta vez con un poco más de fuerza, a lo que causo una pequeña mueca de dolor en el rostro del Príncipe Guerrillero.
Seiya, que estaba muy cautivado y sorprendido por la fuerza y la determinación que había en sus ojos, no dejo de mirarla, aun después del pequeño golpecito.
-- ¿Quién eres? _ Rini le pregunto con la mirada y tono desafiante, mientras ponía más presión en la punta de la rama.
Seiya que al escuchar aquella pregunta, simplemente levanto el mentón un momento y la observo de forma altanera, para luego comenzar a divisar a su alrededor y luego centrar su mirada en su caballo.
Fighter, que se encontraba atrás de su amo; le dedico una mirada cómplice que Seiya capto de inmediato y una ligera sonrisa se le dibujo en sus labios.
Rini por su parte, no le quitaba la mirada de encima y se comenzaba a impacientar por los segundos que se demoraba en responder.
-- Fighter, .... ¿Y tú? _ Dirigiendo su mirada al frente, Seiya respondió en tono seria, mientras intentaba acercarse a la joven.
Rini al ver que Seiya intentaba acercarse a ella, agito nuevamente la rama sobre el pecho de Seiya; acto que alejo y alerto a Seiya, pero aun así siguió con su idea; y nuevamente la joven de cabellera bicolor, volvió a agitar la rama, pero esta vez con más fuerza y cerca de su rostro.
Seiya, al sentir el último golpe se dio cuenta que la joven que tenía en frente no estaba hablando bromas, y no lo quería cerca, a pesar que él opinaba todo lo contrario.
-- ¿Por qué me estas siguiendo Fighter? _ Pregunto en tono serio y frío Rini, mientras lo miraba fijamente a los ojos; sin dejar de amenazarlo con la rama.
-- ¡Tu voz me atrajo! _ Respondió Seiya, mientras la miraba de forma sensual y se acercaba nuevamente a ella.
Rini al ver que seguía con la idea de avanzar y estar cerca de ella, volvió a agitar la rama sobre el cuerpo de Seiya, para advertirle que debía de mantener su distancia.
Seiya, al sentir nuevamente el golpe, dirigió su mirada al extremo de la rama que había golpeado su cuerpo y lo miro de forma desinteresada y volvió a levantar su mirada para ver nuevamente a una enojada Rini.
-- Soy una sangrienta guerrera, .... Te estas arriesgando a morir en mis manos, si sigues así _ En tono siniestro, y amenazante, Rini hablo, mientras seguía poniendo más presión en la rama.
Seiya, que ya se estaba cansando un poco de la rama, simplemente bajo su bajo su mano, agarro el extremo de la rama que lo topaba y sin esperar más lo partió.
Todo eso ante la atenta y sorprendida mirada de Rini, que no podía dar crédito a lo que sus ojos reflejaban.
Hola Dotys, de verdad perdonen la demora, pero mi Zero, otra vez tuvo k ir para k lo arreglen y bueno, x eso al demora, y tbm xk la Tesis me está matando, en serio es súper dura y los demás cursos ni k decir, lo único bueno es k ya me falta poco y termino la carrera de ing. Civil.
Sin más, graxxx x su apoyo, de verdad, vibras positivas y muchos abrazos de conejitos.
¿Estuvo justificado la curiosidad de Seiya, al espiar a Rini?
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