16° CAPÍTULO
La hora llego, todos estaba muy a la expectativa de la llegada del Príncipe Guerrillero
Seiya, como era su costumbre entro todo orgulloso y soberbio; a su lado como siempre estaba su madre, la Concubina Real Amy.
Atrás de ellos estaban sus hermanos, junto con Jedaite.
Todos los que estaban en la fiesta, se quedaron muy fascinados por la elegancia propia de Amy y sus hijos.
-- ¡Cómo se nota la diferencia entre la elegancia y lo vulgar! _ Comento entre susurros, una de las invitadas.
-- ¡Tienes toda la razón!, .... ¡La Concubina Real, tiene mucha más delicadeza, elegancia y educación que nuestra distinguida Reina! _ Respondió en tono despectivo otra invitada.
-- ¡Es cierto! _ Apoyo una tercera voz.
-- ¿Creo que nuestra Reyna, no vendrá? _ Hablo en otro grupo, uno de los consejeros.
-- Tal parece, que no le agrada nuestra pequeña fiesta de bienvenida, .... Al Príncipe Seiya _ Respondió otro de los Consejeros Reales.
Los demás al escucharlos, simplemente asintieron.
Seiya hizo como siempre, una mirada panorámica a todo el Salón, y se dio cuenta que estaba decorado como le gustaba a su madre, y por ende también le gustaba a él.
La decoración, estaba básicamente en telas de tules transparentes color blanco, con pequeñas aplicaciones al final de la tela en color dorado.
Las flores que estaban acomodadas en lugares estratégicos eran; jazmines, rosas blancas, hibiscos blancos, orquídeas blancas y en la fuente que estaba al medio dentro de ella había pequeños brotes de loto blanco.
Al centro del salón, estaban sentados el Rey Taiki, que con la mano derecha le indico a la Concubina Real Amy, que se sentara a su lado.
Amy, como fiel servidora de su Majestad, fue hasta donde Taiki le había indicado y se sentó a su lado.
El Príncipe Guerrillero se sentó en otro lugar junto a sus hermanos.
-- ¡Buenas noches con todos!, .... ¡Todos estamos aquí para glorificar la victoria del Príncipe Seiya ganó para Kinmoku!, .... ¡Así que a brindar por Seiya y su victoria ante Takshila!, .... ¡Salud! _ Alzando su copa, el Rey Taiki hablo muy orgulloso.
Todos los presentes al escuchar las palabras del Rey, simplemente asintieron y alzaron también sus copas.
Seiya por su parte, miraba muy orgulloso y vanidoso todo lo a su alrededor, así que también alzo su copa y la movió un poco mientras su mirada se transformaba a una sarcástica, mientras se ponía de pie
-- ¡Quiero hacer un brindis!, .... ¡Por la gloria de Kinmoku!, .... ¡Por los Reyes Yaten y Mina!, .... ¡Por el Rey Taiki!, .... ¡Por mi madre!, .... ¡Y mis hermanos!, .... ¡Salud! _ Diciendo aquellas palabras, Seiya se acabó todo lo que había en su copa, para asombro de los invitados.
Los Consejeros Reales, el Primer Ministro y sus hermanos, también alzaron sus copas inmediatamente y se unieron al brindis, los demás al igual que el Rey Taiki, después de unos breves segundos copiaron la acción.
-- ¡Solo me ve como el Rey!, .... ¡Jamás me vera como su padre! _ Pensaba Taiki tristemente, mientras se acababa el vino en su copa.
-- ¡Tal parece que el nuestro Príncipe Guerrillero, no considera al Rey Taiki como su padre! _ Susurro uno de los invitados en su mesa.
-- ¡Así parece! _ Respondió otro invitado.
-- ¡Guarden silencio!, .... ¡Si los descubren hablando así!, ¡No saben en los problemas que se puedan meter! _ Hablo discretamente otro invitado, mientras llevaba su copa a sus labios.
Los otros dos, al escuchar sus palabras, asintieron y prefirieron guardar silencio.
-- ¿Majestad se encuentra bien? _ En tono preocupado Amy se dirigió al Rey Taiki.
Taiki le sonrió dulcemente a Amy, y negó con su cabeza.
Amy al ver la sonrisa del Rey, comenzó a sonrojarse levemente.
Taiki al ver el rubor de Amy en su mejillas, le dedico una suave caricia en su mejillas; caricia que no paso desapercibida para los ojos de los invitados.
Jedaite, al ver que todo estaba marchando mejor de lo había previsto, ordeno a los sirvientes que sirvan la comida.
Los jóvenes al escuchar sus órdenes se apresuraron en cumplir con su labor, y comenzaron a traer las fuentes y platos de los más deliciosos manjares del Reino.
-- ¡Vaya, creo que esta vez sí que se lucieron en la cocina! _ El Rey Taiki, pensó en voz alta, mientras contemplaba lo que estaba delante de él.
-- ¡Así parece Majestad! _ Respondió en tono dulce, Amy.
Cuando ya se había servido a todos los invitados, el Rey indicó que podían comenzar a ingerir los platillos.
Los mellizos, al ver la autorización de su padre; no esperaron mucho y se abalanzaron literalmente hacia la comida, Seiya que también estaba al lado de ellos, se reía de todo lo que sus pequeños hermanos hacían.
De pronto, por la puerta principal del salón entraron algunos soldados de mayor rango en el Ejercito Real.
Seiya le indico visualmente a uno de los sirvientes que se acercara, a lo que el joven hací lo hizo.
-- Atiéndales muy bien, .... Y sírvales todo el vino que pidan, .... Y luego regresa _ Seiya le rodeno a modo de susurro al sirviente.
El joven, asintió y después de hacer una reverencia se marchó para cumplir con lo que le habían encomendado.
Después de unos minutos el joven volvió donde se encontraban los Príncipes.
-- ¡Deseo que repartan la comida y el vino sobrante a los demás soldados que me acompañaron!, .... ¡Una vez se haga acabado la celebración!, .... ¡Y si no hay sobras suficientes, que hagan más comida y la repartan!, .... ¡Y también que se repartan en los que atendieron esta noche!, .... ¡Incluyéndote! _ Seiya le ordeno en susurros lo que debía hacer.
El joven sirviente, al escuchar las órdenes del Príncipe Guerrillero, una gran sonrisa se le comenzó a dibujar en sus labios, así que agradeció a modo de susurro el gesto de Príncipe, para después hacer una reverencia e irse a seguir con su labor.
-- ¡Sabes que tener al pueblo!, .... ¡Es tener al Dios Krishna de tu lado! _ Comento muy serio Taiki Jr, mientras se llenaba la boca de vino.
-- ¡Si!, .... Lo se _ Respondió de igual manera Seiya.
-- ¡Hermano astuto! _ Dijo en tono cómico Yaten Jr, después de acabar lo que tenía en la boca.
Seiya, río secamente al escuchar las palabras de sus hermanos; sabía muy bien que si quería ganar el trono de Kinmoku, debía no solo conquistar el agrado del Rey y su Corte Real; también debía de conquistar al Ejercito Real y sobretodo al pueblo.
Después de una hora, Jedaite se paró e indico al público que tenía una pequeña sorpresa para el deleite de los invitados.
Todos al escuchar las palabras del Primer Ministro, comenzaron a sonreír muy ladinamente y estuvieron atentos a lo que iba a pasar.
De pronto algunas de las luces se oscurecieron y dieron paso a unas cuantas bailarinas, todos estaban muy alegres por lo que veían.
Seiya por su parte, solo miraba como cazador a su presa a la bailarina principal, la cual estaba con un vestido rosado y joyas doradas, no lo podía negar era bonita y si tenía suerte la joven, esa noche ella podría conocer sus aposentos.
Pero de pronto, cuando había acabado el baile la joven había acabado sentada al lado del Príncipe Guerrillero.
Seiya, simplemente la miro de forma ladina y sonrió.
Ella por su parte, se limitó a servirle al Príncipe Guerrillero.
De pronto las luces volvieron a la normalidad, y otro grupo de músicos comenzaron a tocar nuevamente.
Todos comenzaron a poner atención a lo que pasaba y de pronto en medio de la pista se encontraba una bailarina asustada.
Ella tenía el cabello negro azabache como la noche.
Rei, que se había colado a la fiesta, estaba muy nerviosa ya que la habían confundido con la segunda bailarina y prácticamente por ello la estaban obligando a bailar para el Rey y sus invitados.
Muy nerviosa salió en medio de la pista, bajo la atenta mirada de todos.
Estaba vestida con un traje rojo fuego con adornos dorados, y encima de ella tenía joyas en oro; todo ello cortesía una de las chicas del harem del Rey Taiki.
Rezo internamente e intento enviar un mensaje mental a Nicolás para que la salve.
Cuando la música comenzó a sonar, Rei estaba muy nerviosa y necesito de una sirvienta para poder empezar con su número.
Al finalizar, el baile Rei estaba muy feliz; ya que su mensaje había llegado a Nicolás y este había ido a mitad del baile.
A Rei, no le había queda de otra que decirle al Rey Taiki que Nicolás era su prometido, así tuviera que parar su baile, y debido a eso lo habían dejado pasar y hasta lo habían hecho sentarse al lado del Rey.
Acción que a algunos no les agrado mucho, pero que a otros le pareció un gesto muy noble.
Luego de acabado la fiesta, todos los invitados se dispusieron a retirarse, algunas de las bailarinas del primer shock, se fueron con algunos de los invitados.
Por su parte, el Rey se fue con Amy hacia sus aposentos, ya que ambos decidieron pasar la noche juntos.
Los Príncipes Mellizos al ver a sus padres irse juntos, sonrieron y muy felices se fueron también hacia sus habitaciones.
Seiya por su parte, que tenía la vista entretenida con Reí y Nicolás no vio cómo su madre y su padre se iban del salón.
-- ¿Qué sucede Majestad? _ Pregunto en tono dulce la bailarina del primer show.
-- Nada, .... Simplemente veo a la joven de ahí _ Respondió Seiya sin despegar su vista de Reí y Nicolás.
La bailarina, siguió con su mirada hacia donde había indicado el Príncipe, y se dio cuenta que no conocía a la morocha ni a su acompañante.
-- ¡Espera un momento! _ Después de observarla durante unos segundos, Seiya se acercó dónde Rei.
Rei al ver que el Príncipe Seiya se le acercaba, comenzó a tener una pequeña visión, que solo duro unos breves segundos.
En la visión, Rei vio que el Príncipe Guerrillero estaba postrado en su cama, completamente muerto y al lado de la cama, estaba parada una muy sonriente mujer.
Unas lágrimas comenzaron a rodar por la mejilla de Rei, al no descubrir la identidad de la mujer sonriente, junto a la cama del Príncipe Seiya.
-- ¿Qué sucede preciosa? _ Limpiando la mejilla de Rei, Nicolás le preguntaba a la joven que le sucedía.
Rei, al sentir el contacto de la mano de Nicolás en su mejilla, simplemente negó la pregunto.
Nicolás, al ver que la joven no le iba a decir nada, acepto esa vacía respuesta en silencio.
-- ¿Le sucede algo? _ Pregunto curiosamente Seiya delante de Rei.
Rei y Nicolás, levantaron muy sorprendidos la mirada, solo para verificar que sus odios no les estaba jugando una mala broma.
Seiya al ver los rostros sorprendidos de los jóvenes, les regalo una orgullosa sonrisa.
-- ¡Majestad! _ Ambos hablaron en una sola voz, mientras hacían una reverencia.
Seiya, les indico que no hacía falta que hagan ese saludo protocolar, pero aun así Rei y Nicolás lo hicieron.
-- ¿Está bien señorita? _ Con tono misterioso, Seiya se volvió a dirigir a Rei.
-- ¡Majestad! _ Rei hablo muy sorprendida.
-- ¿Le paso algo?, .... Por favor, dígame si le sucede algo; .... De verdad no sienta pena por ello _ Seiya volvió a dirigirse a Rei.
Rei que por unos segundos pensó en las palabras del Príncipe, decidió que él debía de saber la verdad o al menos advertirle un poco de lo que le podría suceder.
-- ¡Si!, .... ¡Majestad!, .... ¿Podría hablar con usted, en privado? _ Muy nerviosa, Rei se dirigió al Príncipe Guerrillero.
Seiya, acepto muy extrañado la petición de la joven pelinegra; así que la condujo hacia el balcón; para que así nadie lo pueda escuchar.
La bailarina, que había estado a tan solo unos pasos atrás de Seiya, observaba todo con una mirada de odio a Rei; ya que imaginaba que la pelinegra iba a malograr sus planes de esa noche.
Nicolás por su parte, dejo que Rei se marchara con el Príncipe; ya que le mediante la lectura de las estrellas, sabía que Rei era una chica especial.
-- ¡Muy bien!, .... Ya estamos solos, .... ¿Qué es eso que me quieres decir? _ Pregunto Seiya de forma tranquila.
Rei, diviso a todos lados comprobando que lo que decía el Príncipe era verdad, y al comprobar que era cierto; se apresuró y se aferró fuertemente al cuello del Príncipe.
Seiya al ver como Rei se había abalanzado hacia él, retrocedió unos pequeños pasos, para después agarrarla por la cintura y sin querer aspirar el aroma a rosas del cabello de Rei.
-- Vaya tal parece que hoy pasare una buena noche _ Pensó Seiya, mientras hacía más fuerte el agarre en la cintura de Rei y una sonrisa victoriosa se veía en su rostro.
Rei al sentir el agarre del Seiya en su cintura, volvió a tener otra visión, en esta el rostro de la joven que estaba al lado de la cama del Príncipe Guerrillero, quedaba al descubierto.
Rei se perdió durante unos segundos en su visión y nuevamente comenzó a derramar lágrimas.
Seiya al sentir un poco de humedad en su hombro, dirigió su mirada hacia el y descubro que la joven lloraba nuevamente. Así que intento separarse para limpiar sus mejillas, pero Rei se lo impidió aferrándose más a él.
-- ¡Majestad! _ Hablo débilmente Rei.
-- ¿Qué sucede? _ Muy nervioso y preocupado Seiya pregunto.
-- No se fie del rostro bonito, ni angelical, .... Recuerde que las tentaciones, siempre tienden a ser hermosos y provocativos _ Respondió Rei en su odio a modo de susurro.
Seiya, se estremeció al momento de escuchar esas palabras y cuanto intento preguntar porque le decía esas cosas, volvió a quedarse callado, ya que Rei volvió hablar.
-- Majestad, por favor no haga caso a sus impulsos, .... Ya que su vida podría correr peligro, .... ¡Por favor Majestad cuídese! _ Y sin decir más, Rei termino el abrazo con el Príncipe Seiya, hizo una reverencia y se retiró del balcón.
Seiya que había escuchado todo lo que la joven le había dicho, se quedó ahí parado completamente pensativo por aquellas palabras.
-- ¿Qué fue eso?, .... ¿Qué es lo que me quiso decir con eso? _ Pensó Seiya, después de estar literalmente ido por unos segundos.
Seiya, entonces comenzó rápidamente a relacionar las palabras de la joven, con todo lo que le estaba pasando y dirigió su vista hacia la joven bailarina que aun la esperaba en el salón.
De pronto hubo un pequeño detalle que le llamo la atención, y era que la joven tenía un anillo muy peculiar; ya que por su tamaño podría tratarse de un pequeño relicario, en la cual se podría esconder algo pequeño.
La joven intentaba esconder aquella joya, de manera muy empeñosa de manera discreta.
Seiya ahí comprendió a que se refería las palabras de la joven pelinegra; y cuando intento buscarla con la mirada se dio cuenta que ni la joven pelinegra y el joven soldado, se encontraban más en el salón.
-- ¿Qué es lo que está pasando? _ Seiya se preguntó, mientras llevaba su mano a su cabello.
De pronto, una idea se le vino a la mente, y comenzó a sonreír de forma sádica, mientras observaba a la bailarina que aun la esperaba.
-- ¿Quieres jugar sucio?, .... Pues juguemos sucio Esmeralda _ Seiya pensó en voz alta, mientras una sonrisa macabra se le dibujo en su rostro.
Y comenzó a caminar hacia donde se encontraba la joven bailarina, y con una sonrisa seductora, le indico que lo mejor seria continuar la fiesta en sus aposentos.
La joven al escuchar las palabras del Príncipe Seiya, comenzó a sonreírle de forma coqueta y acepto la propuesta.
-- ¡Que nadie nos interrumpa hasta el amanecer!, .... Así escuchen lo que escuchen _ Le indico Seiya al encargado de la seguridad del Palacio Real.
El encargado asintió de forma obediente las palabras del Príncipe; mientras que la joven sonreía muy victoriosa después de escucharlas.
Luego de unos segundos, Seiya comenzó a guiar a la joven por los pasillos.
-- ¡El Palacio Real es asombroso! _ Comento muy asombrada, mientras miraba a su alrededor.
-- Si lo es _ En tono sarcástico hablo Seiya.
-- ¿Nos falta mucho por llegar Majestad? _ Pregunto en tono coqueto, mientras intentaba tocarlo.
-- ¿Por qué?, .... ¿Estas impaciente a que lleguemos? _ Del mismo modo coqueto y dejando que lo tocara, respondió Seiya.
La joven, al ver que el Príncipe le seguía el juego, comenzó a morderse levemente el labio, mientras cerraba y abría los ojos.
-- ¡Veo que no sospecha nada! _ Ambos pensaron en lo mismo, mientras se miraban coquetamente.
Luego de caminar por unos segundos por los pasillos, y de estar tocándose de manera lujuriosa, llegaron a los aposentos del Príncipe Guerrillero.
Seiya, le extendió la mano a la joven, indicándole que pasara primero y así lo hizo.
Al estar dentro de la habitación, la joven se dio cuenta que la habitación contaba con una gran cama, en esta habían varias almohadas de colores claros y que estaban finamente bordadas con hilo de oro.
Sobre la cama estaban finas telas de seda pesada, de color marfil, que al igual que las almohadas, también estaban bordadas de la misma manera.
A los extremos de la cama, estaban algunos parantes y de las cuales, de estás estaban colgada algunas telas transparentes, a lo que le daba un pequeño toque como misterioso y romántico.
Estas telas eran de color dorado, en ellas no había ningún bordado.
Luego de admirar su cama, comenzó a admirar lo que había a su alrededor, ahí vio que había unos estantes, llenos de papiros; también observo un gran sillón con cómodos cojines que fácilmente podría pasar como una cama, también vio un gran escritorio y sobre este habían algunos papiros enrollados y desenrollados sobre él, a un costado de estos estaban un tintero y una pluma de pavo real negro.
-- ¿Esto?, .... ¿Son tus aposentos? _ De forma sorprendida, la joven le pregunto al Príncipe, mientras se iba hacia una mesa donde se podría apreciar unas joyas de oro.
-- ¡Jm!, .... ¡Si!, .... Estos son mis aposentos, .... ¿Te gusta? _ Seiya le respondió, como sin darle importa mientras se acercaba a ella y la abrazaba por la cintura.
La joven al sentir el abrazo del Príncipe, se apegó un poco más a él y dejo que Seiya le comenzara a besar el cuello.
La joven comenzó a sonreír muy gustosa por las caricias que recibía.
Pero de un momento a otro, Seiya levanto su mano derecha y la dirigió hacia el cuello de la joven, primero empezó como una inocente caricia, para transformarse después en un peligroso agarre.
La joven al sentir el fuerte agarre en su cuello, comenzó a desesperarse y empezó a luchar para liberarse del agarre.
-- ¿Acaso no te gusta mis caricias? _ Susurro Seiya a su oído, para después deslizar su lengua desde su oreja, hasta su cuello.
La joven que no podía articular palabra alguna, siguió luchando por su vida.
Seiya al ver la desesperación de la joven, comenzó a sonreír de forma macabra, así que no espero mucho y la aventó hacia el sillón de forma brusca.
La joven, cayo bruscamente sobre el sillón, y aun con la respiración entrecortada intentaba ponerse de pie para poder escapar de las manos de su futuro verdugo.
-- ¿Qué haces?, .... ¿Acaso ya no te quieres divertir? _ Pregunto Seiya de forma burlona, mientras se acercaba a la joven y la sujeta de manera ruda por el cabello.
La joven, solo lloraba y luchaba inútilmente por liberarse del fuerte agarre.
-- ¡Ja!, ¡Ja!, .... No hagas algo estúpido querida, .... De aquí no vas a salir con vida, .... O bien librada _ Le comento Seiya, mientras se acercaba a su rostro lloroso y la besaba salvajemente la boca.
La joven, comenzó a gritar y llorar de forma ruidosa con la intensión de salvar su vida.
Seiya al momento de escucharla, sonrió de forma divertida mientras pasaba sus manos de forma descarada y salvaje por el cuerpo de la joven.
La joven, seguía llorando cada vez más fuerte, a causa de las salvajes caricias del Príncipe Guerrillero.
-- ¿Acaso no te querías divertir ah? _ Pregunto en tono sarcástico Seiya.
-- ¡Majestad!, .... ¡Déjeme por favor! _ Suplicaba la joven, mientras aun soportaba las manos del Príncipe en su cuerpo.
Después de unos minutos, en que prácticamente Seiya había recorrido el cuerpo de la joven por todas partes, la había dejado tirada en el suelo.
La bailarina al sentir que el Príncipe había parado, intento ponerse de pie y escapar, acto que no pudo ya que en se dio cuenta que tenía una grillete en unos de sus talones.
La joven comenzó a asustarse, ya que por su cabeza paso la idea de que tal vez, de ahora en adelante se convierta en la cortesana del Príncipe Seiya.
Seiya al ver que la joven se había dado cuenta del grillete, se acercó lentamente a ella y se puso a su altura para poder hablar con ella.
-- ¿En serio creíste que tú podías matarme?, .... ¿Enserio creíste eso?, .... ¿Creíste que una maldita mujer como tú, podría acabar con el gran Seiya? _ Pregunto de forma irónica Seiya, mientras la señalaba de forma despectiva.
La joven, simplemente comenzó a llorar más fuerte, mientras agachaba la cabeza de forma humillada.
-- ¿Quién fue?, .... ¿Quién te envió?, .... ¿Esmeralda?, ¿Diamante?, .... ¿O los dos? _ En tono furico, Seiya la agarro del mentón y la enfrento.
La joven que estaba muy asustada, no contesto nada y se limitó a seguir llorando.
-- ¡Responde maldita sea!, .... ¡Responde!, .... ¿Quién te envió? _ Perdiendo ya la paciencia, Seiya comenzó a desesperarse y volvió a preguntar.
-- Fue, .... Fue, .... La Reyna Esmeralda _ Muy nerviosa y temblando literalmente respondió la joven.
Seiya al escuchar la confirmación de sus sospechas, soltó a la joven de manera brusca, para salir de sus aposentos.
La joven al ver que su verdugo ya no se encontraba dentro de la habitación, junto todas sus fuerzas para ponerse de pie, e ir hacia la mesa donde estaba una jarra de vino.
-- ¡Maldito!, .... ¡Ojala que te pudras en el infierno! _ Diciendo aquellas palabras, la joven abrió el anillo y vertió todo el contenido de este en la jarra.
Acabado su tarea, la joven sonrió de forma maliciosa, para después dejarse caer en el suelo.
-- ¡Y esta hecho! _ Pensó en voz alta, mientras una sonrisa triunfal se le dibujaba en su rostro.
Pero de pronto se escuchó pasos agitados por los pasillos, sonido que alerto a la joven e hizo que gire su vista hacia la puerta.
-- ¡Ahí esta!, .... ¡Llévensela a las mazmorras! _ Declaro en tono autoritario el Príncipe Seiya a la Guardia Real.
-- ¡Si majestad! _ Inclinando su cabeza levemente, dos hombres se acercaron a la joven para cumplir con la orden.
Hola dostys, espero que estén bn, graxxx d verdad x su apoyo.
Y para k entiendan un poco este cap, vean los musicales.
Enserio, espero y sea d su agrado esos musicales...
Para todos ustedes muchas vibras positivas y abrazos de conejitos.
¿Creen que Nicolás sepa de los poderes de Rei?
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