15º CAPÍTULO
-- Lo vez, .... Las estrellas nunca mienten _ Nicolás se dirigió a Takano.
-- ¡Malditas sean tú y tus estrellas, Nicolás! _ Respondió el mencionado.
Torashima, simplemente tuvo que volver a su lugar, mientras ellos hablaban.
-- La madre del Príncipe Diamante es la Esposa Real, .... La Reyna Esmeralda _ Hablo en forma seria Takano.
Los otros dos, le miraban muy serios y curiosos.
-- ¡Entiende!, .... Con ella alrededor del Rey, .... Nadie se atreve a mirar al trono _ Siguió hablando Takano, para al final soltar un sonido de superioridad.
Torashima al escucharlo, asintió mientras miraba atentamente a Nicolás.
-- Y que hay de madre del Príncipe Seiya, .... ¿La Concubina Real? _ Pregunto angustiado Nicolás.
Takano, ríe sarcásticamente al escucharlo, y Torashima lo miro de forma interesado en la conversación.
-- ¡Haber te lo explicare para que entiendas bien!, .... ¡La Concubina Real Amy!, .... Es menos que una Reyna y más que una esclava _ Le respondió de forma burlona.
Nicolás al escuchar la tan simple explicación que le dio su amigo, frunció el ceño muy extrañado.
-- Las estrellas y los planetas se han alineado a favor de Príncipe Seiya, .... Eso solo quiere decir que ellos están a favor de él, y no del Príncipe Diamante _ De manera muy segura, respondió Nicolás mientras lo miraba de forma retadora.
-- ¡Hey chicos paren! _ Torashima intentaba calmar los ánimos de sus amigos.
-- ¡Nicolás!, .... Solo el Príncipe Diamante puede asumir y reclamar el trono _ Muy seguro de sus palabras, Takano siguió hablando.
-- ¡Seiya! _ Respondió Nicolás.
-- Diamante.
-- Seiya.
-- Diamante.
-- Seiya _ Y cansándose de ese juego, Nicolás le respondió y con su lanza hizo un notar su postura firme.
Takano y Torashima, miraron muy asustados a Nicolás, y ya no dijeron más nada.
Desde los techos y los balcones, los pobladores arrojaban, pétalos blancos de flores, al paso que daba el Príncipe Seiya en su caballo.
A los extremos del camino se apreciaba a los soldados, dando canticos alegres hacia el regreso triunfal del Príncipe Guerrillero, golpeando la base de sus lanzas con el suelo, mientras gritaban.
Primero paso el ejército del Príncipe, a todo galope, mientras que el Príncipe Guerrillero avanzaba a un paso más prudente.
Seiya, que al momento de sentir como las puertas doradas de la Ciudad se abrían, comenzó a saludar imponentemente a su pueblo.
Con la mano izquierda en los estribos de la montura de fighter, y con la mano derecha empuñaba en todo lo alto y muy blandida a Black Dragon.
El pueblo al verlo llegar, comenzó a unirse a los canticos de los soldados, mientras soltaban más pétalos de flores.
Seiya al ver el gran recibimiento que tenía, simplemente les dedico a todos una mirada victoriosa, mientras aun sobre el caballo y con la espada extendida, comenzó a dar vueltas para el deleite del pueblo y de él mismo.
Así siguió avanzando, dándose un buen baño de popularidad, y con cada paso que daba, una sonrisa de superioridad comenzó a formarse en su rostro.
Desde uno de los balcones, Rei estaba que admirada toda la procesión y la entrada triunfal del Príncipe, mientras aventaba los pétalos de flores.
-- ¡Mi Príncipe, cuídese mucho!, .... ¡Por favor Señor Krishna, protege al Príncipe Seiya! _ Rei oraba mentalmente, mientras lo veía pasar gallardamente delante de ella.
Las puertas y pasillos del Castillo de Kinmoku, nunca antes habían estado tan delicadamente adornadas, todo a su paso era perfecto, los pisos de los pasillos estaban muy limpias y a los costados, todo estaba decorado con flores blancas.
Seiya pasó por los pasillos, con la única intensión de encontrarse cara a cara con su engreído hermano mayor, y restregarle en la cara su gran victoria.
Pero lamentablemente eso no sucedió, solo vio a los lejos a sus medios hermanos, Helios, Zafiro y Rubeos; a lo que Seiya les dedico una mirada de superioridad y una sonrisa burlona, mientras seguía avanzando gallardamente hacia donde se encontraba su padre, el Rey Taiki.
Amy y los mellizos, por su parte estaban muy nerviosos y esperaban paciente en la alcoba de Seiya, para darle una bienvenida más privada y más amorosa.
Taiki, que se encontraba en una especie de cuarto, la cual estaba destinada a las dar la bienvenida y tratar temas muy importantes, se encontraba sentado ahí, a su espalda en la lado derecho estaba el Medico Real, ya que intentaba calmar el pequeño dolor de la espalda de su majestad.
Al lado izquierdo del Rey Taiki, estaba muy prepotente y con mirada venenosa, la Reyna Esmeralda, que en ningún momento oculto el desagrado que le hacía ver a Seiya, ni siquiera intento esconderse detrás de su tan elaborado abanico de plumas azules.
Seiya al momento de llegar, simplemente bajo levemente la cabeza y avanzo unos cuantos pasos, Esmeralda que vio aquella acción lo miro desafiante, mientras que Taiki lo miraba con orgullo.
Seiya, entonces se postro ante los pies de su padre, pero con la espada delante de este, y así con la espada en el suelo enfundada, Seiya lo recogió agarrando con ambas manos de ambos extremos, la puse delante de este, luego la levanto a mitad de su pecho y levanto también la mirada hacia el Rey.
Taiki, está muy complacido con el ritual que Seiya acaba de hacer, y extendió la mano muy sonriente.
Al lado de este, estaba Esmeralda, que cada segundo que pasaba lo miraba con más odio, y se abanicaba muy lentamente.
El Medico Real, ajeno a todo aquello, seguía con su labor de colocar pequeñas compresas en la espalda de su majestad.
Unos pasos más atrás del Rey Taiki, se encontraba el Primer Ministro, que había llegado a la mitad de la ceremonia, miraba muy orgulloso y sonriente a su protegido.
Taiki, que aún mantenía la mano derecha extendida hacia donde se encontraba Seiya, comenzó a tener una idea y sin pensarlo mucho, con la mano izquierda comenzó a remover uno de sus anillos de su mano derecha.
El anillo que Taiki le quería dar a su hijo, era el anillo que su padre le había dado unos años antes de que Taiki asumiera el trono, ya que solos los soberanos o futuros soberanos del Trono Real de Kinmoku, podrían usarlo.
Seiya y el Primer Ministro, al ver las intenciones del Rey, una sonrisa victoriosa comenzó a dibujárseles en sus rostros.
Esmeralda, al ver que ya casi estaba a la mitad del dedo anular el anillo, rápidamente y ante la mirada de todos, coloco su mano izquierda en el hombro de su esposo, con la clara intención de interrumpir lo que planeaba hacer.
El Rey, Taiki al sentir el contacto de su esposa en su cuerpo, rectifico su decisión y con la sonrisa casi borrándose de su rostro, detuvo su accionar, y volvió a recolocarse su anillo.
-- ¡A mí no me ganaras Seiya!, .... ¡No serás el soberano de Kinmoku! _ Esmeralda le dedico una mirada triunfal a su hijastro, mientras le comunicaba esas palabras mudas.
Seiya al ver como su padre, se rectificaba con su decisión le dedico una mirada sorprendida a su padre, para luego dedicarle una mirada de odio a su madrasta.
-- ¡Maldita!, .... ¡Pero no lograras detener mi destino!, .... ¡Yo sere el siguiente Gobernante de Kinmoku! _ De igual forma, Seiya le dedico esas palabras mudas a su madrastra con la mirada llena de odio.
-- ¡Maldita!, .... ¡En verdad planeas convertirte en la Reyna Madre!, .... ¡Pero eso jamás pasara! _ Jedaite, que estaba atrás de todo, solo pensaba eso, mientras observaba toda la batalla visual.
Sin decir más, Taiki un poco avergonzado por lo que acaba de pasar, le dedico a su hijo una mirada de arrepentimiento, pero luego comenzó a toser secamente.
Seiya que entendió lo que su padre quería decirle, no dijo nada y se llevó enfundada Black Dragon a su frente, para después llevarlo a la altura de sus labios y para finalizar lo volvió a la colocar a la altura de su pecho.
Muy serio Seiya miro a su sonriente padre, que estaba muy complacido con todo lo que hacía Seiya.
Mientras que Esmeralda aun miraba muy sonriente mientras se abanicaba.
Jedaite, por su parte le dedico una mirada reprobatoria, a lo que Esmeralda, simplemente le dedico una mirada de superioridad.
De pronto, Taiki volvió a extender su mano derecha para darle su bendición a Seiya, asi que espero muy alegre que su hijo se acercara y pueda posar su mano en su cabeza.
Cosa que Seiya simplemente al ver sus intenciones volvió a agacharse al ras de suelo, denegando así la bendición de su padre, pero mostrando respeto hacia su soberano.
Taiki al ver la acción de su hijo; que solo lo reconoce como su Soberano mas no como su padre, su semblante alegre cambio y dirigió una mirada recriminatoria hacia su esposa, a lo que Esmeralda simplemente lo miro con superioridad, igual que a Seiya.
De pronto el Rey Taiki, comenzó a buscar visualmente a alguien.
-- ¿Esmeralda, donde esta Diamante?, .... ¿A qué hora va a venir a saludar a su hermano? _ Pregunto en tono serio el Rey.
-- ¡Esta atendiendo unos asuntos mi Rey Taiki! _ Respondió de manera fría, y sin despegar su mirada de Seiya respondió.
-- ¿¡Qué!?_ Respondió muy ofendido el Rey.
-- ¡Diamante tenia cosas muy importante que hacer!, .... ¡Por favor, Majestad!, ¡Perdone su inasistencia! _ Esmeralda volvió a justificar a su hijo.
Taiki, se quedó unos segundos en silencio, como si estuviera meditando las palabras de su esposa, así que después de un breve silencio asintió con la cabeza y los ojos cerrados.
-- ¡No importa Majestad!, .... ¡Yo solo vivo para la gloria y plenitud de Kinmoku! _ Respondió en tono serio Seiya.
Taiki al escuchar esas palabras, una nueva sonrisa se le comenzó a formar en su rostro.
Esmeralda, que sabía lo que esas palabras iban a causar, simplemente volvió a mirarlo con odio; a lo que Seiya le miro sarcásticamente.
-- ¡Majestad!, .... ¡Si me permite, quisiera ir a mis aposentos! _ Seiya con la cabeza agachada y haciendo una leve reverencia, hablo.
-- ¡Jm!, .... ¡Anda mi niño!, .... ¡Te lo mereces! _ Muy sonriente, Taiki respondió.
-- ¡Gracias! _ Sin decir más, Seiya se retiró.
El Rey, vio muy sonriente la espalda de su hijo como desaparecía de los pasillos.
-- ¿Qué es lo que tiene a Diamante tan entretenido? _ Muy serio el Rey se dirigió a su esposa.
-- ¡No lo sé! _ Respondió Esmeralda, para luego dar a vuelta e irse de ahí.
-- ¡Esta mujer me va a matar! _ Pensó en Rey, mientras miraba como la Reyna se iba del lugar de manera altiva.
-- ¡Majestad!, .... ¡Por favor no se exalte! _ Le recomendó el Medico al Rey, mientras este seguía poniéndole compresas medicinales en su espalda.
El Rey simplemente asintió a las indicaciones del Medico Real.
Jedaite, que observaba desde atrás se le acercó al Rey, y se agacho levemente, como poniendo su rostro hacia su oreja.
-- ¡Majestad!, .... Me retiro, tengo que ir a ver, como van las preparaciones para la noche _ El Primer Ministro le susurro.
Taiki, al escucharlo, asintió y le indico con la mano que tenía permiso para irse.
Jedaite, no espero más y se retiró después de hacer una leve reverencia.
Ya en sus aposentos, Seiya estaba en una gran reunión familiar.
-- ¡Te extrañe!, .... ¡Te extrañe, como no tienes ideas! _ Amy, abrazaba a su hijo mientras que sus mejillas se cubrían de sus lágrimas.
-- ¡Madre!, .... ¡Porqué siempre el primer rostro que quiero ver!, .... ¡Lo tengo que ver a final, madre! _ Seiya, abrazaba amorosamente a su madre, mientras se dejaba hacer mimos por la misma.
-- ¡Hermano eres el mejor! _ Decía con mucha alegría Yaten Jr, que mantenía sus ojos vidriosos y abrazaba a su hermano mayor.
-- ¡Enserio que esta vez si tardaste mucho hermano! _ Igual que su madre, Taiki Jr, también abrazaba a su hermano.
Seiya que estaba en el medio de aquel abrazo familiar, dejo que las lágrimas salieran libremente de sus ojos, mientras se aferraba a su familia y al calor familiar.
-- No saben cómo los extrañe _ Exclamaba Seiya, mientras depositaba un beso en la frente de su madre y hermanos.
-- ¡Al fin!, .... ¡Todos mis hijos reunidos! _ Repetía Amy, mientras se aferraba cada vez más a sus hijos.
De pronto aquel ambiente familiar fue interrumpido.
-- ¡Majestades! _ Haciendo una reverencia, Lita interrumpió el momento familiar.
-- ¿Qué sucede Lita? _ Amy, sin soltar el abrazo, se dirigió a su dama.
-- ¡Mi señora!, .... ¡Hay alguien que desea saludar al Joven Príncipe! _ Respondió nerviosamente.
-- ¿Quién es? _ Pregunto curioso Yaten Jr.
-- ¿Ahora eres el encargado de la seguridad de tu hermano? _ Se escuchó una voz, que entraba lentamente por el marco de a puerta.
-- ¡Jedaite! _ Muy alegre, Seiya se retiró del abrazo para irse hacia al recién llegado.
-- ¡Muchacho!, .... ¡Como estas mi niño! _ Muy alegre, esta vez Jedaite, abrazo al joven que consideraba su hijo mayor.
-- ¡Jedaite!, .... ¡Ahora si puedo darte un abrazo como mereces! _ Seiya, también correspondió al abrazo, ya que después de la muerte de su abuelo, Jedaite se encargó del joven como si fuera su padre.
-- ¡Qué lindo!, .... ¡Todos reunidos! _ Exclamo muy emocionado Taiki Jr.
-- ¡Así es!, .... ¡La familia al fin reunida! _ Exclamo muy orgulloso Seiya.
Lita que mirada desde la puerta, sus ojos se comenzaron a poner vidriosos, ante tan bella escena.
Hasta que Seiya se dio cuenta, y le indico con su cabeza que se acercara y se una al abrazo.
Lita, no espero mucho y sin dudarlo se unió a ellos.
Estuvieron abrazados los 3, durante unos minutos, después Seiya índico con su cabeza y manos que se les uniera su madre y sus hermanos.
A lo que accedieron y se unieron muy gustosos.
-- ¡Mi familia!, .... ¡Mi familia! _ hablaba en voz alta Seiya.
Los demás al escucharlo hablar, simplemente asintieron y se aferraron más entre ellos.
Mientras ellos estaban en su reunión familiar, en uno de los cuartos de tortura más alejados del castillo, se encontraba Diamante junto con algunos soldados, fieles a él.
Diamante estaba que caminaba delante de un hombre, el cual estaba con el uniforme del Ejército Real de Kinmoku.
Este lo observaba, de forma altanera, mientras que aquella persona lo miraba de forma seria y fría.
Luego de caminar por unos segundos delante de aquel hombre, Diamante se detuvo delante de él. Y lo miro de forma irónica.
-- General Tai, .... El gran General Tai _ Hablo en forma despectiva, mientras lo miro por unos segundos y siguió con caminar.
El General Tai, simplemente se quedó como estaba, parado y mirando al frente; en sus manos estaba su espada apoyando la hoja en el suelo, y sus manos en el mango de esta.
Atrás del General se encontraba Helios, que había llegado recién hace unos segundos; y miraba todo lo que hacía su hermano.
A su alrededor estaban varios soldados con rango menor, que miraban al suelo, con la cabeza gacha.
-- Fuiste tú quien sugirió que Seiya fuese enviado a Takshila _ Hablo muy sereno Diamante, mientras se colocaba detrás el general.
El general, no movía ningún de sus músculos, simplemente escuchaba las palabras del engreído Príncipe Diamante.
-- Claramente dijiste que podría perder, .... ¿Verdad?, .... Dijiste que perdería la guerra y su vida, .... ¿No es así? _ volvió a tomar la palabra Diamante, mientras seguía rodeando al General.
Los demás soldados al escucharlo, comenzaron a temblar levemente, ya que por la forma en como hablaba el Príncipe Diamante no podría suceder nada bueno.
-- Envíenle con la mitad del ejército y no volverá con vida, .... ¿No lo dijiste? _ En tono serio, volvió hablar, pero al finalizar se apoyó en el hombro de uno de los soldados que estaba cerca de ahí.
El General Tai, seguía en silencio, ya que sabía que era lo mejor permanecer callado.
-- ¿Entonces qué es eso?, .... ¿Dime que significa eso? _ Señalando hacia las afueras de las paredes del palacio Diamante increpo al General.
Afuera del Palacio Real, aun se coreaba el nombre del Príncipe Seiya y su victoria.
Ya que cuando, Diamante señalo hacia afuera, coincidió con los gritos de los pobladores de Kinmoku.
Diamante muy enojado, se dio la vuelta; pero volvió en sus pasos para volver a enfrentar al General.
Que este a su vez, simplemente mantenía la cabeza y la mirada en lo alto.
-- ¿Qué haremos contigo ahora General?, .... Has fallado _ Se acercó peligrosamente un poco a su rostro y para alejarse después.
En la sala, en esos instantes llego Zafiro en compañía de Rubeus.
Ambos hermanos, al llegar se colocaron al costado de su hermano Helios.
-- ¿Cuál es el destino de un soldado derrotado? _ Diamante le pregunto a uno de los soldados que estaba cerca de ahí.
Este permaneció en silencio, ya que no sabía que responder y en que tono.
-- Déjeme ser sentenciado a muerte _ De pronto, rompiendo su silencio hablo por primera y única vez de forma decidida el General Tai.
Diamante al escuchar las palabras del General, comenzó a reírse muy ruidosamente y se alejó unos pasos del soldado a quien había interrogado para acercarse un poco al General y mirarlo de forma humorística.
-- La derrota no aplasta tu ego, .... Ya que aún mantienes tu cabeza muy en alto _ Hablo de forma sarcástica mientras lo miraba de arriba hacia abajo.
Sus hermanos por su parte miraban en silencio todo lo que sucedía.
-- Quiero que baje la cabeza, .... Quiero que se humille ante mi _ Apuntando hacia su cabeza, Diamante comenzó a hacer su berrinche.
El General, pese a haber escuchado aquellas palabras, mantenía su postura recia.
-- Esos brazaletes y medallas pertenecen al Orgulloso ejercito Real de Kinmoku, .... ¿Piensas que te mereces todo esto? _ Diamante, señalando todo aquello que mencionaba que estaba encima de General, hablo en forma sarcástica.
El General, a pesar que el Príncipe Diamante tenía como propósito provocarlo y humillarlo, no daba su brazo a torcer.
-- ¡No!, .... ¡No!, .... ¡Me oyes bien!, .... ¡No lo mereces! _ Levantando la voz y moviendo su rostro de forma negativa, Diamante empezó a hacer una pequeña rabieta.
El General Tai, al ver que las cosas se estaban poniendo difíciles, comenzó a orar mentalmente.
-- ¡Quítatelo! _ Gritando desesperadamente, Diamante comenzó a desarmar el General, le quito su espada, el turbante negro y la coraza de plata que estaba en su pecho.
A pesar de aquello, el Genera Tai mantenía la cabeza en alto y la mirada al frente.
Perdiendo ya su paciencia, y llevándose las manos a la cabeza, Diamante se dio la vuelta, pero luego volvió a girarse para volver a enfrentar al General Tai.
-- Quítenle la ropa _ Diamante en tono calmado y sereno hablo, mirando fijamente a los ojos del General.
A la orden solo sus hermanos Helios, Zafiro y Rubeus, fueron los que se acercaron y comenzaron a rasgar las ropas del General Tai.
Los demás soldados miraban la escena horrorizados, pero no podían hacer nada; ya que no querían problemas con los Príncipes.
Después de unos segundos, las ropas del General estaban esparcidas en el suelo totalmente desgarradas.
A lo que provoco que el General bajara lentamente la mirada y la cabeza, para deleite del Príncipe Diamante.
Diamante, al ver que el viejo General Tai ya había bajado la mirada y lo había humillado, sonrió de forma irónica.
-- ¡Hey hermano!, .... Ahora el General Tai está preparado para la guerra _ Hablo en tono burlón Helios.
Diamante al escuchar a su hermano hablar, volteo ligeramente hacia él, para luego reírse.
-- Ha bajado la cabeza _ Hablo en forma seria, mientras miraba al humillado General.
El viejo General Tai, por su parte, levanto levemente su mirada derrotada hacia el rostro de Príncipe Diamante, para luego volver a bajarlo y agachar más su cabeza.
-- Ahora pueden matarlo _ En forma fría, Diamante ordeno la ejecución del General, antes de irse completamente complacido del lugar.
-- ¡Como ordenes! _ Y acercándose a espaldas del General, Helios, se alisto para cumplir con las ordenes de su hermano mayor.
Por su parte Zafiro, se colocó al otro lado del General, para agarrarlo y no pueda ofrecer resistencia a su destino ya trazado.
En cambio Rubeos, de quedó en su sitio viendo todo; al igual que los soldados.
Y sin esperar más, Helios coloco el filo de un puñal, en el cuello del General, para de una vez acabar con su vida.
El filoso puñal, paso lentamente alrededor el cuello, con lo que a los pocos segundos, el pecho del general se comenzó a teñir de sangre, producto de la herida en su cuello.
-- ¡Ojala te pudras en el infierno!, .... ¡General Tai! _ Hablo en forma despectiva, Rubeus.
Sus demás hermanos se comenzaron a reír, con las palabras del menor de sus hermanos, mientras venían como el cuerpo del General se caía lentamente mientras se desangraba en el charco de su propia sangre.
Estuvieron observando durante unos segundos el baño de sangre que el General se estaba dando, para después salir del calabozo, muy sonrientes.
-- ¡Limpien esto! _ Hablo Helios, mientras señalaba hacia donde se encontrar el general. Para luego marcharse junto con sus hermanos.
Los demás soldados que aún estaban en shock, asintieron en automático.
Luego de unos minutos, en el frío piso se encontraba totalmente desangrado el cuerpo inerte del Gran General Tai, aquel hombre que había servido desde su niñez a la Familia Real de Kinmoku, hasta sus últimos días.
Los soldados, acordaron en darle una digna sepultura a aquel hombre, después de haber limpiado cualquier indicio de aquel asesinato.
Las horas pasaban y con ello, se dio inicio a la noche.
Todos los que estaban dentro del castillo estaban muy emocionados con lo que les esperaba en la fiesta.
Los sirvientes, estaban qué y volvían a revisar que todo estuviera listo.
Los detalles, adornos y comida estaban quedando muy bien.
Los mellizos, estaban en los aposentos de su madre, alistándose para la celebración; junto con su madre.
Esmeralda, estaba encerrada en su habitación, ya que según ella tenía un fuerte dolor de cabeza y por ello no podía asistir a la celebración.
Sus hijos, Diamante, Helios, Zafiro y Rubeus, estaban listos pero decidieron en no acudir a la celebración, enviaron sus razones del porque no asistir a la fiesta con un criado.
Por su parte Seiya, estaba que se daba un refrescante y merecido baño; ya que según lo que había escuchado en esta fiesta iban a asistir muchas jóvenes lindas; y debía de estar a la altura de la ocasión.
Hola Dostys, les traigo un nuevo cap.
Y aclarando un error del cap anterior; la Dama d Esmeralda es Unazuki y d Amy es Lita.
De verdad graxx por su apoyo, muchas vibras positivas y abrazos de conejitos.
¿Creen que Seiya se quedara tranquilo después de que le quitaran literalmente la corona de Kinmoku?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top