Capítulo XIX

— es una idiota —. Se dejó caer en el pupitre y se cubrió el rostro, habían pasado tres días y Sana todavía seguía enojada por lo que le hizo Tzuyu, hoy le tocaba a Momo estar cerca de las votaciones ya que ahora no podían estar ninguna de las tres pero a Hirai le daba igual, ella debía estar al pendiente. — ella siempre me está vacilando —. Se cruzó de brazos y dejó caer la cabeza en la mesa. — es una estúpida.

— una estúpida de la que has hablado desde que entraste al salón, a ver Sana... —. La mayor miró de reojo a Mina esperando que era lo que iba a decir. — no puede ser que sigas sin superar a Tzuyu o evitando hablar de ella de algo que no sea insultarla —. Apretó los dientes y bajó la mirada. — no entiendo por qué no te das cuenta o más bien por qué no admites que Tzuyu te gusta —.

— cl-claro que no —. Balbuceó y se levantó con enojo, ella no quería admitir que le gustaba prefería ocultarselo a si misma para no estar pensando en ello porque ya lo había hecho lo suficiente para que ahora Mina volviera a recordárselo. — ella no me gusta, es alguien tan...tan...tan... —. Cerró las manos y señaló a Myoui quien abrió los ojos sorprendida al ver las actitudes de su amiga. — ella es... —. Ni siquiera sabía cómo debía expresarse hacia la taiwanesa que no fuera diciendo lo asombrosa que es.

— sé lo que pasaste con Nayeon, lo que tuviste que aguantar y como saliste de ello como alguien fuerte que no se dejó llevar por lo que decían los demás pero...desde ese momento comenzaste a ocultar cuando te gustaba alguien y te fuiste con otra persona para ti puede que sea genial al igual que a Momo e incluso a mí en un pasado —. Sana estaba de acuerdo con eso pero no le gustaría admitir algo que le dolería tanto. — el problema es que al principio está bien, disfrutas, te creas un mundo en el que eres invencible e irresistible y luego de eso...¿qué tienes Sana? —.

— exactamente lo mismo que dijiste que tenías antes —. No iban a dar su brazo a torcer ella no iba a admitir que le ha gustado Tzuyu desde siempre y por eso tuvo ese acercamiento.

— no...solo tienes dolor porque quieres ocultarlo todo y ese mundo comienza a romperse cuando tuviste la oportunidad de estar con quién te gustaba y por andar de orgullosa no pudiste estar con esa persona —. Minatozaki se cruzó de brazos.

— ¿Lo dices por Chaeyoung? —. Mina luego de un momento asiente y mira hacia la ventana. — puedes luchar por ella... —. Myoui caminó y miró el cielo. — no es tan tarde como parece Minari.

— ¿Por qué no luchas por Tzuyu? —. Sana se quedó en silencio pensando en el por qué no lo hacía, habían muchas cosas que todavía tenía en la cabeza además a Tzuyu le gustaba Chaeyoung.

— ella no está interes-

La puerta se abrió dejando ver a una japonesa con una gran sonrisa. — las votaciones van perfecto —. Dijo y levantó ambos pulgares hasta que se dio cuenta de las caras que tenían sus amigas. — ¿Qué sucede? —. Cerró la puerta confundida. — ¿Por qué esas caras largas después de la gran noticia que les acabo de dar? —.

— solo estábamos hablando de algo que creo que hará a Sana una mejor persona —. Hirai frunció el ceño confundida. — creo que tú también deberías hacerlo —. Murmuró y las miró. — ya debes dejarlo Momo —. Sana no entendía nada de lo que estaba diciendo pero Momo si que lo sabía y aunque le dolía había estado días pensando en ello dándose cuenta que era lo mejor que podía hacer.

— Sana...tienes que ir con Tzuyu, está en las canchas, sola —. Abrió la puerta y señaló, la del medio las miró y soltó el aire. — es ahora o nunca Sana —. Asintió y salió, Momo sintió su labio inferior temblar y Mina la abrazó, ya debía soltar a Sana.

— eso es Momoring —. Le acarició la espalda. — esa es la Momo que conozco —. Cerró los ojos al escucharla sollozar.

Momo se sentía tan mal ahora mismo que ya quería irse a casa, por otro lado estaba Sana que corría hacia las canchas para hacer algo que no ella creía que iba a poder hacer en su vida ya que siempre esperaba que las personas se acercaran a ellas y si eso no pasaba le daba igual, las dejaba ahí y se iba con alguien más.

Su corazón latió con fuerza al ver a Tzuyu intentando encestar. Se veía tan bien con el cabello así, debido a sus fuertes pasos volteó y me sonrió. — mira lo que trajo la corriente —. Murmuró y agarró la pelota con su brazo derecho. — que raro que usted dulce princesa está aquí —. Sana no decía nada solo caminaba hacia ella. — ¿Qué sucede? —. No era normal que no estuviera quejándose o algo por el estilo.

— ya me cansé Tzuyu —. La nombrada la miró raro.

— ¿De? —. Preguntó.

— de esto —. Las señaló. — ya me cansé —. Tzuyu sonrió un poco. — ya me harté, mierda...como te odio —. Dijo antes de tomar a la menor del cuello y besarla.

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