Capítulo 2

-¡¿Princesita?!

Sonreí como agradecimiento hacía Lara, mientras me dejaba un plato con mi cereal enfrente mío.

-¡Mi amor, ¿A dónde estas?!-llevé una cucharada a mi boca, ignorando los llamados.

Lara rió en voz baja mientras limpiaba una taza.

-Mel, creo qué tu padre está llamándote-dijo con sarcasmo y un toque de burla.

-¿Enserio?-me hice la desentendida-. Oye, por cierto, ¿Este es un nuevo sabor?-sonreí, cambiando de tema. Lara encaró una ceja mirándome con reproche.

-¡¿Princesa?!-la voz de mi padre se apresuró interrumpiendo a Lara.

-Parece ser importante.-ella se acercó a mí, a la vez que me servía un poco de jugo.

-Uhm... No lo es.-me encogí de hombros indiferente.

-¿Cómo estás tan segura?-preguntó mientras se ajustaba su cola de cabello alta, para después cruzarse de brazos esperando mi respuesta.

Sonreí con autosuficiencia-A palabras necias, oídos sordos. Tu misma me lo has enseñado.-Lara se largó a reír.

-Solo conseguirás un castigo-Respondió.

-Como si eso fue posible.-me reí por primera vez de como mi papá siempre estaba consintiendo cada capricho mío.

Lara negó con su cabeza mientras se aseguraba que la cafetera estuviera encendida. Los llamados con apodos cursis por parte de mi padre siguieron un tiempo más; mientras yo lo ignoraba orgullosa.

Sé que quiere decir, y no me alegraba en absoluto.

-¡¿Melody?!-esta vez usó mi nombre, es algo nuevo.

Solo se significa una cosa, ya está desesperado. Segundo después, se escuchaba como sus pasos se acercaban a la cocina, yo por mi parte seguí comiendo feliz de la vida en la barra.

-Lara, dime por favor que has visto a Melody-habló pero su rostro cambió al verme sentada sin preocupación.

-Buenos días, Dean-Lara sonrió mientras dejaba una taza de café enfrente de él. Mi padre suspiró mirándome una vez mientras negaba con su cabeza.

-Buenos días, Melody-contestó esperando mi respuesta.

-Ya no existen los "buenos días", papá. Solo hay días.-esta vez, Lara iba a reír abiertamente, pero cayó al ver la cara de cansancio de mi padre.

-Cariño estuve buscándote por todas partes, dentro de poco vendrán los Hemmings y quería que los recibiéramos juntos-Rodé los ojos sin contestarle-.Ni si quiera te has cambiado.

-En primera, he estado aquí todo el tiempo, el desayuno es lo más importante del día -dije mientras comía un poco de mi cereal-. En segunda, no soy el comité de bienvenida. Y, tercero y lo más importante, estoy en mi casa, papá. Estoy usando lo que me gusta y me hace sentir cómoda. -me encogí de hombros tratando de contar hasta diez para calmarme y no contestar de una peor forma a mi papá, después de todo no tenía él la culpa de mi mal humor.

Bueno, casi no tenía tanta culpa.

-Sí, linda, te entiendo... pero-mi papá suspiró un poco apenado-, ¿no lo crees un poco, muy negro y oscuro?

Mi conjunto consistía en un short tiro alto negro, el cual iba acompañado de una camiseta negra con la imagen icónica del álbum "With The Beatles". Además de mis convers negras y mi cabello suelto.

-Visto de negro porque estoy de luto.-esta vez Lara se rió de mi comentario sarcástico, mientras papá negaba con su cabeza- Por cierto, solo diré que me veo mejor que tú, tu camiseta parece como de un comediante de tercera con tu corbata. Como diría mamá: "te ves raro".

Papá alzó una ceja y miró su horrible camiseta de verde con puntos blancos y su corbata roja plateada.

-Cada vez te pareces más a ella...-dijo papá, un poco avergonzado, luego se acercó a darme un abrazo y un beso en mi frente. Sonreí al tacto. Su cariño evita que me enoje con él.

-Sí, pero en verdad, quítate esa camiseta.-papá río un poco mientras volvía abrazarme una vez más, para luego ir a buscar otro cambio de ropa

Lara se acercó con una sonrisa y me retiró el tazón ya vacío, a la vez que me servía mas jugo.

-Déjame lavarlo, ¿quieres?-le sonreí mientras me acercaba a lavar lo que había ocupado. Ella sonrió haciéndose un lado.

Lara había venido a trabajar en nuestra casa hace tres años. Digamos que ha sido la única persona que pudo soportarme durante más de tres semanas. Es menor que mi papá, pero lo suficientemente mayor para que no se confundan de que sea mi hermana mayor. Es una mujer que realmente me a mostrado su cariño y apoyo durante este tiempo; a su vez, es una mujer que he permitido que me conozca a la perfección.

-Venga, dilo ya-dije mientras sentía su mirada sobre mi.

-Sigo sin entender muy bien todo este odio-rencor ante esa familia.-me miró con una ceja alzada.

-No es hacia la familia...

-Corrijo... Hacia ese chico.

Suspiré-Es un niño del demonio.-ahora Lara rió-Ya te lo he dicho, era realmente molesto, por supuesto que no me agrada la idea de convivir con el dos semanas en mi propia casa. No me mal entiendas, le tengo aprecio a sus padres... Pero tengo malos recuerdos con ese engendrito del mal.

-Exageras, Melo-habló mientras negaba con la cabeza y sonreía.

-¡Me fracturó el brazo!

-No me refería a eso-rió para acercarse a mí y rodearme en un confortable abrazo-. Me refería al simple hecho de que estás juzgando a una persona la cual no has visto en ¿Cuánto? ¿Seis años?

Tengo que admitir que estaba tomando una postura infantil... La idea de ver a Luke nunca fue del 100% mi agrado, más, en todo este momento, no me detuve a pensar en estúpido y diminuto detalle: ya ha pasado tantos años.

Pero no, soy cabeza dura.

-Los de sangre mala no cabían.-Lara suspiró y rodó los ojos.

-Solo digo... Qué tal vez ya no sea el mismo niño molesto.-se encogió de brazos mientras me sonreía-Despues de todo, se supone que es un año mayor que tú. Tienes diecisiete, Melo. Si tu has madurado, seguramente él también.

Hice un pequeño puchero, no me agradaba que Lana tuviera razón siempre. Suspiré y antes de poder contestar; mi padre estuvo de nuevo con nosotras, usando una camisa diferente y más emocionado.

-Están por llegar, vamos a recibirlos, cariño-habló mi papá mientras se dirigía de nuevo a la puerta principal. Lara solo me guiñó un ojo deseándome suerte y claro, qué comporte.

Con pereza caminaba a paso lento, pensado en lo que Lara me había comentado. Era cierto, han pasado años, es literalmente imposible que Luke siguiera siendo un niño. Pero, ¿Cómo sería él hoy en día?

Ví como mi papá abría la puerta mientras la pregunta seguía en mi cabeza y conforme me acaba.

¿Habrá crecido? Recuerdo que no era tan alto. ¿Será como estos chicos llenos de tatuajes, piercing, con una motocicleta y son "rebeldes si causa"? No, no creo que Liz le gustaría esa idea. Ella prácticamente lo ahogaba de amor como para que sea un "chico malo"

¿Será el estereotipo de "chico nerd" usando gafas enormes y camisas con diseños de cuadros? No lo creo tampoco, Luke era malo para las matemáticas, de hecho, las odiaba.

¿Un "soft boy"? Nah, su maldad a los seis años no desaparece.

Mis pensamientos se cortaron a ver como un auto totalmente polarizado se estacionaba en la acera enfrente de nuestra casa. Papá a mi lado comenzó a mover la mano de un lado a otro en forma de saludo.

Mi mirada estaba fija en la ventana de la puerta de atrás. Tenía entendido que Luke se encontraba ahí. En mi mente solo trataba de imaginar cómo luce, pero, aun que lo intente, simplemente lo imaginaba nuevamente como el niño de doce años.

Estaba segura qué él me observaba desde el otro lado. Mi ceño se frunció más, odiaba que tuviera una adelantera de saber cómo lucía. Él siempre iba un maldito paso adelante. Fue entonces, que antes de sí quiera reaccionar, una cabellera rubia salió expulsada del auto y se abalanzó sobre mí.

-¡No puede ser!-a cada segundo que pasaba sentía como si abrazo se intensificaba-¡Estas tan, tan hermosa!

Se separó de mi unos cuantos segundos después, me sonreía abiertamente, y de hecho, sus ojos azules claros se veían un poco vidriosos, llenos de emociones.

-Hola, tía Liz.-sonreí antes que volviera abrazarme.

-Eres idéntica a tu madre.-no voy a negar que sentí una pequeña opresión en mi pecho cuando escuché ese comentario.

Liz volvió a separarse de mí y saludo de la misma forma cariñosa a mi padre. De igual manera, pude ver el rastro de nostalgia en su cara. Era raro recibirlos solo nosotros dos, sin presencia de mi madre.

Papá compartió un par de palabras antes de que me pidiera que acompañará a Liz al jardín, ya que él iría a ayudar a Andy a bajar todo el equipaje del auto.

Es decir que aún no vería a Luke.

-Es una linda camiseta-comentó Liz mientras pasaba su mano por mi cabello-. Tu madre amaba a The Beatles.

Sonreí-Su gusto música ciertamente era mejor que el de papá...-solté una pequeña risa-
Escuchábamos "In My life" todo el tiempo en el hospital. Decía que era su favorita y además, le relajaba.

Sé que muchos dirán, "De seguro, en esa época solo malos recuerdos tienes." Todo lo contrario, verán, los últimos momentos que pasé con mi mamá son los que más valoro y atesoro. Le prometí que cuando pensará en esos momentos, jamás lo haría con tristeza.

-Me alegra saber que la recuerdas así, Melody.-sonrió Liz-Ella estaría orgullosa en la mujer que te has convertido, amante de The Beatles-bromeó mientras se limpiaba con disimulo una lágrima.

-Bueno, de demasiadas bandas en general...

¿Ya dije lo importante que es la música para mí? Digamos que soy una niña rara que su estado de ánimo dependerá de la música.

-Uh, recuerdo cuando Luke comenzó con su adicción a la música rock de bandas viejas e icónicas. Nunca me imaginé a mi hijo escuchar música que yo escuchaba a su edad.

Escucha música buena al menos, puntos extra.

Sonreí incómoda, no sabía que contestar a ello.

-Se encerraba en su cuarto a escuchar música todo el día y a alto volumen.

¿Hola? ¿Soy yo? Debo admitir que me sentí mejor al pensar que tal vez compartamos gustos en una área importante para mí.

-Uh, pensé que era su época de rebeldía, debo de admitir que si me preocupé al verle la perforación.-rió.

Sí... Esperen ¿Perforación?

Automáticamente, en mi cabeza se formó la imagen psicótica de Luke de doce años con varios tatuajes y perforaciones. Debo decir que fue perturbador imaginarlo como niño y toda la pinta.

-Al menos nos relajó saber que mantenía un buen promedio en la escuela.-La voz de Andy se hizo presente a mi espaldas.

Él se acercó a saludarme con abrazo, el cual recibí abiertamente. Más, en mi mente solo venía a mi a ver un Luke de doce años con unas grandes gafas.

-Tampoco olvidemos que siempre ha sido un chico realmente cariñoso conmigo, al menos se deja consentir por mí en público-comentó con gracia Liz, a su vez que Andy confirmaba.

Y de nuevo, la imagen de Luke entrando en la pubertad se mezcló con un niño de doce años con grandes gafas, una perforación y abrazando a un oso de felpa.

Deje de prestar atención a la conversación. En mi mente parecía una licuadora dónde salía diferentes versiones de Luke combinando tres diferentes estereotipos.

-Luke dijo en el auto que estaba emocionado de volver-dijo Andy.

Iba a contestar hasta que sentí una voz que, confieso, sentí desconocida, justo a mi espaldas.

Sería una mentira que no negara que sentí como mi corazón se detuvo un micro segundo. Era una voz mucho más ronca que la que recordaba.

Con lentitud me di la vuelta. Tuve que alzar mi vista para poder ver su rostro, era demasiado alto. Estaba usando una camiseta negra de Guns N' Roses, que acompañaba con una camisa de manga larga, la cual había enrollado hasta sus codos, roja con cuadros.

Conforme subía mi mirada, llegué al inicio de rostro... Tenía una perforación de un lip ring en su labio inferior, el cual se movió ya qué Luke sonrió de lado para luego jugar con él ya que me le quedé viendo más segundos de los que me gustaría admitir... Su nariz perfecta, y sus ojos... Esos ojos azules profundos que brillaban con intecidad. Y su cabello rubio, pero lo ahora es liso y lo peina de una forma que simplemente le favorece más.

Di un paso hacia atrás, mirando su rostro completamente, él no borraba su sonrisa y miraba directamente a mis ojos. Azul profundo como el cielo.

-¿Luke?

Seré idiota, pero este tipo no se parece a nada al niño que recordaba. A alguien le sentó bien la maldita pubertad.

-Es un gusto volver a verte, Melody.

Hola, Hola ^^

¿Cuál es su banda favorita?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top