James siempre había sido tímido, extremadamente tímido, sobre todo después del accidente que tuvo de niño en el lago de su tío mientras jugaba a los piratas donde un cocodrilo lo había atacado y se había llevado parte de su mano; los médicos no pudieron reconstruírsela y solo quedaba amputarle la mano izquierda.

En el instituto era popular pero solo por la falta de su extremidad, cuánto deseaba poder ser conocido por algo más genial que por la historia de terror que había vivido. Odiaba las miradas por las calles y los susurros por los pasillos. Quiera ser popular por algo de mérito propio, algo genial, quería que todo el mundo lo quisiera como pasaba con ese tal Peter que de pronto se había vuelto tan famoso por repentinamente desaparecer de la faz de la Tierra. Él era genial y amado por todos, James no.

Desde que había visto como lo repudiaban de todos los grupos en los que intentaba integrarse por tal o cual cosa, se había vuelto el doble de inseguro y no terminaba de comprender como sus compañeros podían ser tan niños para no prestarle atención por algo tan simple como que le faltaba una mano. En ese sentido, se sentía como un adulto intentando convivir con niños de preescolar; él jamás hubiera rechazado a alguien por algo tan simple como lo físico.

Pero, bueno, así es la sociedad de hoy en día.

N/a: ¿Algún villano que quieren que haga?