La pequeña Bell solía ser una tierna e inocente niña que buscaba elfos y gnomos en su jardín trasero durante horas y perseguía a las luciérnagas creyendo que eran hadas que la podrían hacer volar.

Sin embargo, un ogro malo que se hacía llamar su padre le dijo "Las hadas no existen, niña. Madura de una vez" y Bell murió.

A medida que fue creciendo, se dio cuenta de lo cruel que podía llegar a ser el mundo. Comenzó a dejar de sonreír a los extraños en la calle y a confiar en sus amigos luego de que la mayoría la traicionaran por su inocencia. Cercó su corazón con enormes muros de piedra para que nadie pudiera pasar y se dio cuenta que estar sola era una de las mejores cosas que le habían pasado; al menos ahora podía ser ella misma y dejar de fingir que tenía una armadura a prueba de todo. Auriculares de día, llanto de noche.

Pero entonces Peter llegó y con su sonrisa sobrepasó volando los muros que Bell había construido y la rescató, convirtiéndola en su mano derecha a la hora de cometer sus travesuras infantiles. Él la hacía sentir segura y ella no veía la necesidad de esconderse tras su fachada de chica mala.

Se convirtieron en un equipo:

Peter y Bell robando dulces del kiosco de la esquina.

Peter y Bell fumando en el patio de la escuela.

Peter y Bell volando con sus polvos de hadas.

Peter y Bell riendo de alguna tontería.

Pero Peter se fue con Wendy, y entonces solo quedó Bell. Otra vez.

Y cuando Wendy lo dejó, Peter se fue volando al País de Nunca Jamás sin siquiera despedirse de su mejor amiga. La olvidó como si nunca antes hubiera existido.

Y ahí estaba Bell otra vez. Llorando, llorando, llorando. ¿Sabía hacer otra cosa que no sea revolcarse en su propia miseria? Desde que Peter se había ido, ella se había vuelto a apagar como una vela al viento.

Las hadas no existen, Bell, madura de una vez porque él no volverá.

Pero vamos a jugar una última vez, Bell, ten tus polvos de hadas y vuela, vuela alto y juguemos el pilla pilla que te atrapo como lo hacías con Peter; solo que ahora únicamente somos nosotros. Huye donde tú también puedas dejar de fingir y mostrar tu corazón de oro. No dejes que nadie te alcance nunca.

N/A: I'M BACK, MOTHERFUCKER. 

A pesar de que la historia de Peter Pan está completa, no me resistí en hacer una parte para Campanita.

Gracias a todos por su apoyo y sus hermosos comentarios <3 <3 Sigo algo bloqueada para escribir pero creo que la próxima historia será sobre Pocahontas. 

Pd: Andaría necesitando que alguien me compre pañuelos, voy por la temporada seis de Supernatural y mi corazón se rompe un poquito más en cada capítulo que pasa.

PLUS: Acá les dejo un fragmento de  las últimas páginas de "Peter Pan" de J. M. Barrie que me rompió el corazón cuando lo leí </3

—¿Quién es el capitán Garfio? —preguntó con interés cuando ella habló del archienemigo.

—¿Pero no te acuerdas —le preguntó, asombrada— de cómo lo mataste y nos salvaste a todos la vida?

—Me olvido de ellos después de matarlos —replicó él descuidadamente.

Cuando expresó una esperanza incierta de que Campanilla se alegrara de verla, él dijo:

—¿Quién es Campanilla?

—Oh, Peter —dijo ella, horrorizada, pero ni siquiera se acordaba después de que se lo hubiera explicado.

—Es que hay tantas —dijo—. Supongo que habrá muerto. Supongo que tenía razón, pues las hadas no viven mucho tiempo, pero son tan chiquititas que un breve espacio de tiempo les parece muy largo.

Funny Fact antes de despedirme: Peter Pan es de mis historias favoritas de Disney pero llegué a detestar (solo un poco) el libro porque es súper machista y Peter me caía muy mal. Pero considerando que fue escrito en 1904 y Peter es un niño, lo dejé pasar.