"Princesa Equivocada"
NOTAS: Debo disculparme por el pequeño atraso, pero espero compensarles con los próximos capítulos.
Finalmente, antes de comenzar a leer, debo decir un pequeño aviso. En caso de que llegaran a leer esta o alguna otra de mis historias en otro lado, es muy seguramente un plagio. Yo siempre uso el seudónimo "RozenDark" y únicamente público en Amor Yaoi, Wattpad, Fanfiction.Net y AO3.
Y ya que hablamos del tema, sepan que "Lo Que Una Vez Fue..." la he comenzado a publicar en inglés bajo el nombre de "What Once Was...", debido a una petición con respecto a otra historia en Fanfiction.net, así que apenas termine de publicar esa historia en inglés, comenzaré a hacer lo mismo con esta historia. También otorgue el permiso para una traducción al chino de "La Inocencia Viste De Blanco" y solamente se encuentra en la plataforma/app "LOFTER"...
https://aichidongxidepangfengye.lofter.com/
Esto lo digo, debido a los recientes fallos de Wattpad y que esta misma plataforma tiene una página espejo donde lucran con las historias. Por lo que cualquier cosa, les estaré agradecida si me lo hacen saber. De cualquier manera, en caso de algún otro cambio, les daré el aviso correspondiente :3
En fin, los personajes de One Piece son propiedad de Eiichiro Oda. Las imágenes utilizadas a lo largo del fic son hechas por su servidora :3
Y sin más que decir, les invito a leer (^3-)/
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Al principio, cuando Sabo fue chantajeado por su 'padre', Ace decidió no hacer nada. Luffy había insistido tanto, pero al final, él creía que Sabo saldría de su prisión o de ser necesario, pediría ayuda de alguna manera, lo cual no había sucedido ni por asomo.
Además, y siendo sincero, había una parte de él, que pensaba que Sabo estaría mejor con su familia, que viviendo en la pobreza e inmundicia como lo hacían antes, pero al recibir la noticia de que había muerto, justo después de lograr regresar a casa en compañía de Dadan, fue como si le hubiera arrojado un balde de agua fría.
Ace solo recuerda sentir una indescriptible furia correr por su torrente sanguíneo, mientras se disponía a ir a matar al ser despreciable qué había asesinado a una de sus almas gemelas. Sin embargo, Dadan lo atrapó justo antes de que pudiera irse, mientras escuchaba a Luffy llorar desconsoladamente.
"¡¿Qué puede hacer un maldito mocoso como tú?! ¡Sabo fue asesinado por el mundo y dudo mucho que un enclenque mocoso del mar más débil pueda hacer algo contra el mundo!"
En ese momento Ace no había querido entender a lo que Dadan quería llegar. Él solamente deseaba poder liberarse de las ataduras que lo mantenían en aquel árbol, para poder vengar a Sabo, pero al final del día, Ace aceptó que aún le faltaba un largo camino para ser realmente fuerte...
Pasaron los días y aunque en verdad hubiera querido tomarse un tiempo para procesar la pérdida de Sabo, Ace tuvo que sobreponerse al ver la depresión de Luffy. Ella también sufría, pero al ser alguien que fácilmente demuestra sus sentimientos y ser demasiado emocional, era la que más afectada estaba al perder a una de sus almas gemelas.
Por supuesto, a Ace le dolía el haber perdido a Sabo, de eso no había duda alguna, pero Luffy siendo como es, parecía no poder sobreponerse a la pérdida y eso preocupaba demasiado a Ace.
"¿Hasta cuándo seguirás actuando tan patética?"
Ace había leído la carta que Sabo le había enviado y claro que estaba más que dispuesto a proteger como sea a Luffy, pero la tonta no hacía de su parte y cada día parecía más decaída y enfermiza. Así que nadie lo podía culpar si se sentía completamente preocupado y aterrado al ver que Luffy cada vez estaba peor.
Y cuando pasó una semana desde que se enteraron de la muerte de Sabo, la situación empeoró. Un día, Luffy cayó con fiebre y sin alguna pizca de energía para poder combatir la enfermedad que la atacaba. Dadan le había dicho que la causa era precisamente por la muerte de Sabo, siendo que él había sido una de las almas gemelas de Luffy y que, además, habían formado su vínculo.
Ace no mentía, se había sentido demasiado confundido al ver que Luffy se encontraba en ese estado, a pesar de que él aún seguía con vida, pero Luffy al final, lograba sacarlo de la confusión al exigir su presencia.
"A decir verdad, me sorprende ver que tu no estés afectado..."
Dadan le había hecho ver esa realidad con una mirada preocupada. Por supuesto, Ace estaba triste por la muerte de Sabo, pero al tener a Luffy con él, sentía que podría ser llevadera esa falta. Sin embargo, a los dos días después de que Luffy cayó enferma, él también lo hizo y fue en ese momento que Dadan y los demás bandidos, comenzaron a entrar en pánico.
Era bastante obvio que sin Sabo y Luffy, Ace también caería en la tristeza y el dolor que la soledad traía consigo.
"Deberíamos avisarle a Garp-san..." Dogra sugirió con expresión preocupada.
"Aunque lo hagamos, el estado de Luffy-chan solo empeoró y estoy casi seguro que en unas horas Ace estará igual..." Magra mencionó, mientras cambiaba los paños húmedos en las frentes de los dos niños.
Dadan estaba preocupada por los dos niños en cama, sabía que, si esa situación seguía de esa manera, tanto Luffy como Ace podrían morir. Y al pensar en esa posibilidad, en verdad deseo que Sabo estuviera vivo para que ese no fuera el caso.
"Creo que puedo ser de ayuda si me lo permiten".
Dadan, Magra y Dogra, quienes estaban en la cabaña por el momento, vieron con sorpresa al extraño encapuchado, pero más sorprendidos quedaron en cuanto vieron al niño que traía en brazos...
"¡SABO!"
El niño de cabello rubio, apenas pudo mirar a Dadan, Dogra y Magra, pero a pesar de sus notables heridas, parecía estar más consciente que los otros dos infantes que se encontraban en cama. Por supuesto, a Sabo poco o nada le interesaba que los adultos lo estuvieran viendo con las intenciones de exigir una buena explicación, puesto que, en lugar de hablar con ellos, se centró en ir con todas sus fuerzas, hacía Ace y Luffy.
"Ace... Luffy..."
Sabo supo de inmediato que había tardado demasiado en ir a ver a sus almas gemelas, pero sus heridas eran más graves de lo que había pensado, tanto que apenas terminó de hablar con el hombre que lo había salvado, cayó en una especie de coma del que despertó dos días antes. Claro que una vez despertó, quiso salir de la cama en la que estaba para ver a Ace y Luffy, pero no se lo permitieron hasta que estuviera lo más estable posible para poder trasladarse de un lugar a otro.
Por supuesto, moverse no era lo ideal, considerando sus múltiples heridas y quemaduras, pero al sentir su marca arder y ver que ahora la letra 'A' estaba parpadeando, supo que, si tardaba más, tanto Luffy como Ace podrían morir...
Y ahora que estaba frente a ellos, pudo notar lo mal que estaban, haciendo que se sintiera peor, por haber tardado demasiado en ir por ellos...
"¿Sabo...?" Ace apenas pudo abrir los ojos para ver que Sabo se encontraba frente a él. "¿No habías muerto...?" Por un momento, pensó que estaba alucinando, pero al sentir el tacto de Sabo en su mano, supo que en él en verdad se encontraba frente a él.
"Por un momento lo estuve..." Respondió con una sonrisa triste. "Pero gracias a el hombre que me trajo hasta ustedes, pude salir vivo y volver con ustedes, aunque casi lo hago demasiado tarde..."
Ace no podía reprocharle nada a Sabo, después de todo, sentía que, en parte, aquel suceso había sido su culpa. Si tan solo le hubiera hecho caso a Luffy, cuando prácticamente le suplico que fueran por Sabo, ella no estaría inconsciente y con fiebre, pensando que Sabo había muerto.
"¿Cómo te sientes ahora...?"
Ace salió de sus pensamientos con esa pregunta. "Siento que puedo moverme sin que el cuerpo me duela..."
Dadan, Dogra y Magra pudieron respirar un tanto más tranquilos con la respuesta de Ace. Por un momento se habían preocupado de que Ace pudiera morir, pero al ver que el estado de Luffy no había cambiado, se preocuparon nuevamente.
Podía ser que Ace estuviera mejorando, pero si Luffy no despertaba y veía que Sabo estaba vivo y a su lado, de nada serviría que Ace y Sabo estuvieran, porque estaban completamente seguros que, sin la niña, ese par se dejaría morir de tristeza...
"Luffy no se ve muy bien..." Murmuró Sabo con preocupación.
A pesar de que el niño rubio estaba dando caricias a la cabeza de la niña, Luffy no parecía estar cerca de poder despertar. Así que dio una mirada preocupada a Ace, esperando que le informará sobre la situación...
"Ella lleva días inconsciente y con fiebre... Cuando comencé a pensar que también la perdería, fue que caí enfermo también..." Explicó con pesar, mientras tomaba de manera temblorosa la mano izquierda de Luffy. "Al principio, había estado lejos de ella, pero al ver el efecto que había causado la noticia de tu muerte, hice lo posible por mantenerla cerca y, sobre todo, que supiera que yo aún estaba con ella, pero al final, ella necesita de los dos..."
Sabo escuchó atentamente las palabras de Ace. Sabía con solo escuchar el tono tembloroso en su voz, que se sentía culpable, pero la realidad, era que él era el verdadero culpable.
Aun así, decidió ponerse de pie y caminar hasta quedar del otro lado de Luffy, así, tanto Ace como él, la tendrían en medio de ambos para tratar de que los sintiera a ambos.
Y mientras ambos niños hacían lo que podían para que su otra alma gemela despertará, Dragon rogaba que su hija despertará con bien, desde el otro lado de la vieja cabaña...
Dragon en verdad quería ver que el único recuerdo que su difunta esposa le había dejado, saliera del dolor de una falsa perdida...
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"Princesa Equivocada"
Lo primero que Luffy pudo vislumbrar, fue un techo completamente rojo. Pero poco a poco, cuando logró enfocar su confusa vista, se dio cuenta de que, en realidad, lo que veía era una cortina.
Confundida y algo atontada, dio una mirada al lugar donde ahora se encontraba, empezando por la enorme y acolchonada cama en la que se encontraba acostada, la cual era rodeada por un llamativo dosel de madera de ébano, con algunos detalles finamente tallados. Dicho dosel estaba rodeado por una fina cortina de algodón de un hermoso color rojo vino, con detalles dorados en las orillas y justamente el techo que ella había visto con anterioridad, era esa cortina ajustada a la perfección al dosel.
Luffy aprecio la vista en su confundida mente, hasta que poco a poco logró reaccionar. Ella ya no se encontraba en el camarote que compartía con Ace y Sabo, de hecho, ni siquiera tenía idea de donde se encontraba ahora. Así que apenas logró salir de su estupor, se levantó completamente dispuesta a exigir respuestas y dar unos cuantos golpes de ser necesario.
Cuando se levantó de aquella comodidad que la innecesariamente enorme cama le había otorgado, apenas pudo sostenerse, debido al mareo que la atacó. Sorprendida de su debilidad, se llevó una mano a la sien, solamente para darse cuenta de otra cosa...
Sus muñecas eran adornadas por unas pulseras de un dorado excesivamente brillante, al igual que sus tobillos y su pierna izquierda. También sus brazos tenían unas pulseras, pero a diferencia de las de sus muñecas, estas eran más ajustadas. Y ya que poco a poco recuperaba la sensación de su cuerpo, notó también que llevaba un collar ajustado a la perfección, que muy seguramente era dorado, como todo lo que aparentemente la adornaba.
Podría tolerar los accesorios, pero al notar que hasta su ropa había sido cambiada, no pudo evitar sentir pena y enojo.
Ese vestido rojo de tela fina y suave, sin duda alguna la prenda era hermosa, pero en primera, ella odiaba los vestidos y en segunda, era demasiado llamativo en ciertas partes. Se ceñía demasiado a su cintura y la abertura que mostraba su pierna izquierda, casi le llegaba a la cadera, claro, no es como si no tuviera quejas sobre el escote que tenía en la zona del pecho.
Luffy no pudo evitar la indignación que sentía justo ahora, porque seguramente Sabo la reprenderá por estar enseñando demasiada piel, mientras que Ace diría uno que otro regaño con esa mirada de tonto que a ella le encantaba hacer que pusiera. Luego, de alguna manera, se tranquilizó al recordar a sus nakamas de tripulación, en especial a cierta amante de los tesoros, porque Luffy estaba completamente segura de que Nami estaría encantada con ese tipo de ropa o del solo hecho de verla vestida a ella de esa manera.
Y casi de inmediato, Luffy recordó que se encontraba completamente sola en esa enorme habitación llena de colores dorados, rojos y blancos. Así que de inmediato, dio una mirada rápida en busca de alguna puerta o ventana, pero no había nada de nada, lo cual, era demasiado preocupante.
Aun así, ella terminó por fruncir el ceño con enojo al darse cuenta de que la persona o personas que la habían raptado, creían que se quedaría quieta a esperar ser salvada, pero ella no haría absolutamente algo así.
Ella era Monkey D. Lucy, la mujer que se convertiría en el nuevo rey pirata. No una simple damisela en peligro en espera de su príncipe azul. Sonrió completamente decidida a repartir varios golpes para dejar en claro que ella era una mujer fuerte y que nadie tenía el derecho a separarla de sus almas gemelas.
"¡No pienso quedarme en este lugar sin hacer nada!" Gritó con fuerza.
Definitivamente saldría a patear traseros y luego, cuando estuviera libre de sus captores, iría por sus dos almas gemelas y patearía el trasero de ese viejo tonto y sus comandantes aún más tontos...
Luffy definitivamente estaba furiosa...
~.☸.~
Deuce y el resto de los piratas Spade no entendían lo que había ocurrido, pero eso no quitaba el hecho de que estaban sumamente preocupados por Luffy. En especial, porque no parecía ser ella misma cuando la vieron por última vez.
"No hay duda de que, al iniciar las campanadas, Luffy comenzó a actuar muy extraño..." Deuce frunció el ceño al recordar la mirada perdida de la chica. "Eso, sin contar que justo cuando ella salió del camarote, esas extrañas criaturas aparecieron... Era casi como si supieran de Luffy o que incluso, hubieran esperado por ella..."
"Kotatsu, ¿Crees poder rastrearla por su aroma?" Saber preguntó preocupado y al mismo tiempo, enojado por no haber podido proteger a la chica.
El felino comenzó a olfatear el último sitio donde habían visto a la chica, pero por alguna razón, era como si ella no estuviera por ningún lugar de la isla. Terminó por negar al no sentir ni siquiera el aroma de las criaturas que se habían llevado a Luffy.
"¡Maldición!" Espetó, Deuce con molestia. "El capitán confió en nosotros y terminamos por fallarle a él y a Sabo-san..."
Los demás miembros de la tripulación también se sentían frustrados. No solo habían dejado a sus dos capitanes a merced de la tripulación de un Yonkou, sino que, además, les habían fallado al proteger a la chica que era su alma gemela.
"¿Qué haremos si no podemos encontrar a Luffy-chan por su aroma?" Preguntó una preocupada Banshee a Deuce.
"Es obvio que hay una villa o al menos es lo que creo, considerando la campana que comenzó a sonar, no hace mucho. Así que nuestra opción más factible es ir y buscar respuestas", respondió Deuce con seriedad. "Me preocupan el capitán y Sabo-san, pero ellos nos encomendaron la misión de proteger a Luffy y debemos cumplirles".
Los demás estaban de acuerdo con las palabras del primer oficial, pero al desviar su mirada hacia el mar, todos se sintieron un tanto cohibidos y al mismo tiempo aliviados.
Sus dos capitanes estaban atracando justo al lado de su barco y aunque ambos tenían notables vendajes y signos de cansancio, parecían más preocupados y todos sabían la razón.
"Es bueno ver que se encuentran bien", mencionó Deuce con expresión culpable.
Sabo asintió agradecido, mientras ayudaba a su hermano a bajar del Striker. "Jinbei-san y el alcalde llegaron justo cuando Barbablanca nos estaba noqueando. Obviamente terminamos por huir al no confiar en esa tripulación de imbéciles", soltó con notable enojo al recordar la herida que le habían hecho a su hermana. "Por cierto... ¿Cómo está Luffy? Seguramente está descansando, debido a la herida y la debilidad de haber estado lejos de ella..."
Para ninguno de los recién llegados pasó desapercibida la mirada que su tripulación les estaba dando. Era casi como si tuvieran algo malo por decirles y eso los preocupó a ambos.
"¿Ocurrió algo malo, mientras no estábamos...?" Preguntó Ace con preocupación.
Deuce asintió, mientras soltaba un largo suspiro lleno de resignación. "En realidad... Luffy desapareció..."
Tanto Ace como Sabo dieron una mirada alarmada al primer oficial de su tripulación. Sin embargo, el rubio detuvo las intenciones de su hermano para evitar que actuara como un tonto, cuando obviamente aún se veía agotado.
"Nosotros temíamos que algo así sucediera..." Sabo dio una mirada preocupada a la Vivre Card que indicaba donde se encontraba Luffy. "Podemos rastrearla con esto, pero algo me dice que no será sencillo encontrarla aun con esta ayuda..."
"¿Y eso por qué razón...?" Preguntaron los piratas Spade al mismo tiempo.
Ace sintió preocupación al recordar la verdadera razón por la que Sabo había comenzado a actuar. "Lo que pudimos descubrir, mientras estábamos descansando nuestras heridas, es que esta isla no es segura para chicas jóvenes... Según los rumores, chicas jóvenes desaparecen a media noche y aparecen justo después de cumplir los veintiún años..."
Deuce asintió con el ceño fruncido. "De haber sabido sobre lo que sucedía en este lugar, lo habríamos evitado..."
"No había manera de saberlo, debido a que la Marina ha querido evitar el tema", mencionó Sabo con molestia. "Aparentemente en la isla habían llegado unas personas que a duras penas lograron decir lo que sucedía, pero debido a la invasión de esos piratas, dejaron el tema en el olvido, hasta que claro, a esos imbéciles se les ocurrió mencionar esta isla y la manera en la que dejaron nuestro barco y a toda la tripulación".
"Y por esa misma razón, nos apresuramos a escapar de la isla..." Agregó Ace con preocupación, pero con una expresión cansada.
Por unos momentos hubo silencio entre los miembros de la tripulación, pero fue reemplazado en cuanto el capitán de cabello rubio, miro a cada miembro con seriedad y una expresión fría.
"Nos dividiremos en dos grupos, el primero irá a la villa que hay en esta isla e interrogará a las personas que viven ahí y el segundo grupo tratará de encontrar a Luffy por los alrededores", Sabo dijo con seriedad. "Me encargaré de liderar el grupo que buscará información de la isla y los sucesos que ocurren, mientras que Ace se encargará del grupo de búsqueda. Y si encuentran cualquier cosa que parezca alguna pista, no duden en hacérmelo saber".
Todos asintieron de acuerdo con el plan de Sabo. Ahora solo debían de encontrar la villa y encontrar algún indicio sobre el paradero de Luffy...
Ace y Sabo, solamente esperaban que Luffy estuviera a salvo hasta que ellos llegarán y la salvarán...
~.☸.~
Luffy había buscado por toda la gran habitación una salida o algo que la ayudara a salir, pero por más que moviera cosas o tanteaba la pared, no había encontrado absolutamente nada.
"Recuerdo que Sabo me contó que este tipo de lugares tiene entradas y habitaciones ocultas..." Se dijo así misma, mientras trataba de encontrar algún interruptor entre los objetos o libros que esa habitación tenía. "Solo debo tratar de encontrar lo que sea que accione una entrada..."
La chica se aseguró de tirar todo tipo de objetos al suelo, sin darle realmente importancia. Desde libros, hasta cuadros y jarrones, la verdad, Luffy no tuvo interés si se rompían o rasgaban los objetos, al menos hasta que algo le diera lo que ella había estado buscando.
La bella habitación que antes había estado pulcramente decorada, ya era un completo desastre de objetos rotos y tirados por todas partes, pero después de tanto esfuerzo, Luffy logró encontrar lo que había estado buscando.
"¿Qué clase de tonto pone una entrada secreta justo llegando al techo?"
Había encontrado un interruptor justo al mover una de las tantas estatuas que había en la habitación, pero para su disgusto, la pared que había desaparecido, estaba justo en una zona alta y parecía una especie de ventila en lugar de una puerta.
"Supongo que me servirá..." Dio una mirada molesta a su ropa, pero si quería salir de aquel lugar, debía darse prisa. "¡Bien! Gomu Gomu No..."
Trató de estirar su brazo, pero sólo entonces notó algo de lo que en todo ese tiempo no se había percatado. Su cuerpo no se estiraba como usualmente lo haría y no se sentía tan fuerte como normalmente lo haría...
"¿Por qué no puedo estirarme...?"
Pensó en alguna respuesta, pero no hallaba alguna respuesta, hasta que finalmente comprendió...
"¡Estas estúpidas pulseras son de piedra marina!" Soltó con frustración, pero al pensarlo, le pareció bastante extraño que no hubiera sentido la usual debilidad que ese material le daba. "Supongo que tienen la piedra marina suficiente para no permitirme usar mis poderes..."
Sabo les había contado a Ace y a ella sobre los sitios donde usaban piedra marina suficiente para impedir que los usuarios usaran sus poderes, pero no lo suficiente para impedir que hicieran trabajos forzados. Él les había contado las horrendas y maliciosas intenciones por las que se aseguraban de mantener a las personas con energía suficiente para vivir, pero al mismo tiempo para que tuvieran temor y ella por supuesto, se horrorizó con aquellas palabras.
Dejó de lado ese pensamiento, para tratar de pensar en una manera de alcanzar esa entrada, pero estaba sumamente alto.
Se cruzó de brazos y cerró los ojos. Frunció el ceño con molestia, pero no pasó mucho tiempo cuando sintió dolor de cabeza, simplemente no se le ocurría una manera de lograr subir.
Así que optó por analizar la habitación en búsqueda de algo que pudiera usar como escalera o que le sirviera para hacer la altura mínima y logró dar con el viejo librero.
"No creo llegar a la entrada, pero podría saltar..."
Se aseguró de arrastrar ese librero para que quedará justo debajo de la entrada y sin esperar más, comenzó a escalar. Como había imaginado, ella no llegaba, pero al menos podía saltar y llegar a esa maldita entrada.
Saltó una, dos y a la tercera vez, al fin logró llegar y sostenerse por poco. Frunció el ceño al cuando notó que le estaba costando trabajo lograr que su cuerpo entrara y sabía que la razón era por esos incómodos zapatos y ese vestido que tanto la molestaba.
Aun así, logró entrar, soltó un largo suspiro al comenzar a gatear por aquel túnel...
Después de un tiempo en ese túnel, pudo escuchar voces y ver una luz al final. Razón por la que se apresuró para al final salir, esperando al fin poder encontrar a los piratas Spade, pero su decepción fue grande cuando terminó por caer entre muchas almohadas coloridas y una habitación que parecía un extraño jardín lleno de plantas, almohadas mullidas y colores dorados.
"Qué lugar más extraño..."
Luffy pudo notar que ese jardín no tenía un cielo de verdad. De hecho, las nubes blancas y esponjosas estaban dibujadas en lo que parecía ser un techo.
"¡¿Qué hace fuera de su habitación, princesa?!"
Luffy dejó de admirar el lugar, en cuanto escuchó una voz que no conocía. No pudo evitar fruncir el ceño, mientras se preparaba para una pelea al ver a tres hombres justo detrás de ella.
Dos de los hombres tenían apariencia demasiado llamativa, pero ella pudo notar que ambos eran hermanos gemelos, aunque normalmente los gemelos no se visten igual, ni tampoco parecen un espejo andante, al menos no si se trataba de dos adultos. Por supuesto, habían diferencias entre ambos, como por ejemplo, que uno tenía colores azules en sus ropas, mientras que el otro tenía colores verdes, también estaba el hecho de que uno tenía lentes oscuros cubriendo sus ojos, mientras que el otro llevaba sus lentes como un buen adorno de cabello. Aunque sin duda alguna parecían un poco más altos que sus hermanos y sin duda alguna, parecían un poco mayores que ellos.
El otro hombre por otro lado, era un viejo de estatura más baja qué la de ella, pero al juzgar por el bastón dorado con una esfera de cristal roja incrustada, la ropa fina y meticulosamente colocada, estaba segura de que era el que mandaba. O al menos eso es lo que ella asumía...
"No sé de qué princesa hablan, ni por qué razón me trajeron a este lugar, pero más vale que me dejen ir o tendré que patear sus traseros", respondió Luffy, mientras tronaba los dedos de sus manos con evidente furia.
El hombre anciano vio con pánico a sus dos acompañantes "¡NO PUEDE SER! ¡NUESTRA PRINCESA PERDIÓ LA MEMORIA!"
Uno de los gemelos, el cual cubría sus ojos con lentes oscuros, puso su brazo en su frente, en una mala pose dramática. "¡Qué tragedia!" Soltó con aparente preocupación.
El otro hermano cayó de rodillas al suelo, mientras secaba las lágrimas qué habían comenzado a correr por sus mejillas. "¡Qué dilema!" Agregó a lo dicho por su hermano.
"¡Nuestra pobre princesa ha perdido la memoria!" Gritaron los gemelos entre lágrimas.
Luffy solamente bufó con molestia. "¡No soy una princesa!" Soltó furiosa, solamente para comenzar a correr hacía esos molestos gemelos para dejarlos inconscientes y que dejen de molestar.
Y para sorpresa de Luffy, quien se había lanzado a gran velocidad, los gemelos simplemente sonrieron con sorna, mientras evadían sin ningún esfuerzo a la chica. Para cuando se dio cuenta, los hermanos estaban justo detrás de ella, mientras hacían una rara pose en la que juntaban sus manos, mientras reían divertidos.
"Princesa, no tenemos la autoridad de hacerle algún daño..." El gemelo de vestimenta azul mencionó aquello con una sonrisa divertida. "Sé que está confundida y probablemente esté haciendo una rabieta, pero le aseguro que ni mi hermano, ni yo tenemos la intención de pelear..."
"Sin embargo, tampoco podemos permitir que salga del palacio o el rey Aquiles se enojará con nosotros", agregó el gemelo vestido de verde con una sonrisa que parecía maliciosa.
"¿Rey Aquiles...?" Luffy pregunto sin entender del todo. "Ni siquiera sé de quién hablan, pero ya les dije que yo no soy la princesa que buscan", respondió con molestia. "Ni siquiera sé quiénes son ustedes".
"Eso se puede solucionar, querida princesa..." El anciano sonrió encantado de disipar las dudas de la chica. "Soy el consejero real del rey Aquiles, mi nombre es Asher. Y los dos chicos detrás de usted son los hermanos, Tweedledum y Tweedledee".
"¿Qué no esos eran nombres de personajes de un cuento?" Luffy ya había escuchado aquel cuento gracias a Sabo, así que sabía sobre esos nombres, aunque lo irónico es que gemelos se hicieran llamar de esa manera.
El gemelo de azul soltó una risa divertida. "Obviamente son nombres clave, princesa, pero preferimos usarlos para referirnos y más ahora..."
El gemelo de verde asintió más que de acuerdo con su hermano. "Dicho esto, sugiero que nos siga de vuelta a su habitación".
Luffy no pudo evitar ver con cierta inquietud a esos tres. Algo le decía que no sería nada sencillo pelear contra ellos y sabiendo que no tenía sus poderes, debido a esas molestas pulseras de piedra marina, soltó un largo suspiro.
"Supongo que no tengo otra opción..."
El señor Asher sonrió encantado al escuchar la rendición de la chica. "No se preocupe princesa, que no tomará mucho tiempo para que su habitación esté completamente impecable, mientras podría llevarla al comedor y después a su habitación para que se arregle adecuadamente para ver al rey Aquiles en persona".
Sin embargo, Luffy solamente dio una mirada decidida al anciano, mientras sonreía enormemente...
Y para sorpresa del consejero Asher y los gemelos Tweedledum y Tweedledee, la chica pasó de largo al hombre mayor con una carrera completamente apresurada.
El gemelo de azul sonrió divertido, mientras veía al hombre mayor. "La princesa cree que puede escapar del palacio", mencionó con una carcajada.
"Lo gracioso es que no tenemos esos nombres clave solo porque sí", agregó el gemelo de verde con una sonrisa maliciosa. "Viejo Asher, ¿Llamará a sus armaduras o tendremos que hacer todo el trabajo mi hermano y yo?"
"¿Qué te he dicho de hablarle de esa manera al señor Asher, Tweedledee?" el gemelo de azul, siendo el mayor, reprendió a su hermano grosero.
"¡Ah! ¡Pero si solo dije la verdad, Tweedledum!", respondió de vuelta el gemelo menor.
El viejo Asher decidió intervenir o ese par comenzaría a hacer un escándalo completamente innecesario. "Los guardias ya han comenzado a movilizarse para atrapar a la princesa", respondió a la pregunta del gemelo de verde. "Aunque es más sencillo que la atrapen en el jardín, considerando que, con los poderes de ambos, es imposible que ella logre salir del palacio".
Los gemelos asintieron entre risas divertidas, mientras comenzaban a saltar completamente emocionados de ver la expresión llena de incredulidad de la nueva princesa.
~.☸.~
Luffy ya estaba confirmando que ese supuesto palacio era un nido de locos. Apenas logró salir de aquel jardín y se encontró con una extraña habitación que parecía ser una enorme sala, llena de almohadones enormes y acolchonados y sillones demasiado llamativos. Lo peor, habían otras diez chicas con vestimentas y adornos parecidos a los que ella tenía, con la diferencia de que las chicas tenían sonrisas falsas y la mirada apagada y carente de brillo, también pudo notar que a diferencia suya, las chicas llevaban una extraña tiara dorada con una piedra del color distintivo de sus prendas.
"¿Ustedes también fueron traídas a la fuerza?" Preguntó Luffy, aunque ya sabía la respuesta.
Una de las chicas sonrió a su nueva compañera. "¿A la fuerza? ¡Claro que no!" La chica de cabello rubio negó rápidamente.
Otra chica de cabello negro, le siguió. "Su majestad el rey Aquiles jamás haría eso, él nos ama a todas por igual".
Las demás chicas estuvieron de acuerdo con las palabras de sus compañeras, pero Luffy simplemente frunció el ceño con disgusto. Sea quien sea aquel supuesto rey, por alguna razón tenía tantas ganas de darle un buen golpe en el rostro. Sin embargo, decidió seguir corriendo en busca de alguna salida, pero la aparición de esas extrañas criaturas que había visto antes de ser secuestrada, la obligaron a desviarse del camino que había querido tomar.
Luffy pasó por varias habitaciones, cada una más rara que la anterior, pero cuando vio luz al final de una entrada, sonrió al creer que al fin había logrado salir...
Grande fue su decepción al ver que había regresado al jardín y que esos gemelos la veían completamente divertidos, debido a su confusión...
"¡¿Cómo regresé a este lugar?!" Ella estaba completamente segura de que en ningún momento retrocedió, aún si se había desviado del camino que había tomado en un principio, siempre fue hacía adelante.
"Eso es gracias a nuestros poderes, querida princesa..."
Luffy vio con incredulidad a los gemelos que se encontraban sentados justo en medio de aquel jardín. Frunció el ceño al verlos completamente divertidos con su precaria situación, pero decidió prestar atención a sus palabras.
Era obvio que ambos eran consumidores de fruta del diablo, incluso creía que aquel supuesto rey también lo era, considerando como parecía haber lavado el cerebro de aquellas chicas en esa sala de estar...
"Así que son consumidores de fruta del diablo..." Luffy observó con cautela cualquier movimiento sospechoso, sabiendo ahora que la opción de correr estaba completamente descartada.
Tweedledum asintió con una sonrisa que aparentaba amabilidad. "Soy consumidor de la fruta Maze Maze No Mi, así que todo lo que toco se vuelve un enredoso laberinto y en este caso, el palacio lo es y no hay manera de escapar sin que yo lo permita", explicó con cierta diversión.
Tweedledee soltó una risa casi desquiciada al ver la confusión de la chica. "Y yo comí la fruta Modo Modo No Mi, así que todo aquel que toque siempre regresará al mismo sitio, así que al combinar mis poderes con los de mi hermano mayor, es imposible escapar de este palacio. Debería rendirse ahora, princesa".
"Aunque pensándolo bien, aun si hubiera logrado eludir nuestros poderes, tendría que escapar de los guardias del señor Asher y la vigilancia del señor Cheshire, quien custodia los alrededores fuera del palacio, por lo que le sugiero que nos permita llevarla a su habitación sin oponer resistencia", el gemelo de azul no dudo ni un poco en hacerle saber esa información.
"Y también están Usagi-san y el resto de los generales del rey Aquiles", agregó con diversión el gemelo de verde. "Princesa, no debería hacer más difícil su estadía o será rechazada por su majestad".
"¡De ninguna manera!" Luffy se mostró completamente decidida a darle a ese par una buena paliza. "¡Voy a patearles el trasero a ambos!"
Los gemelos sonrieron, mientras se miraban entre sí. Vieron que la chica comenzó a correr con ambos puños dispuestos a golpearlos, pero ágilmente evadieron el ataque.
"Esta es la primera princesa que decide golpear, en lugar de comenzar a correr como una pobre presa, aunque no me quejo", Tweedledee estaba más que divertido de la situación.
Tweedledum dio una mirada reprobatoria a su hermano menor. "No seas demasiado confiado o te ganarás uno de esos golpes".
A pesar de las advertencias de su hermano, el gemelo de verde solamente reía completamente divertido cada vez que la chica fallaba, pero a diferencia del mayor, no había notado que por cada golpe que Luffy fallaba, dejaba un agujero debido a la fuerza que ejercía. Tweedledum se dio cuenta de que esa chica no era una persona normal y que podría costarles caro si la subestimaban.
Luffy por su parte, con cada golpe fallido, sentía su molestia crecer aun más. Ella debía darse prisa y escapar, para ir por sus hermanos, pero este par de tontos solamente se burlaban de ella.
"¡Ya deja de jugar Tweedledee!" Advirtió el gemelo de azul con severidad al ver que a su tonto hermano casi le alcanzaba uno de los puños de la chica.
El gemelo de verde simplemente rió por la aparente preocupación de su hermano mayor. "No seas exagerado Tweedledum, ella no logrará acertar ni un solo golpe..."
Y para ninguna sorpresa del gemelo de azul, uno de los furiosos puños de la chica, dio a parar al rostro de su hermano menor. Por supuesto, se preocupó como el hermano mayor que era al ver a su hermano salir volando hacía una pared, en especial porque la pared terminó por romperse.
Sabía que estaba prohibido dañar a alguna de las princesas, pero esta chica no era como las demás y no sería sencillo controlarla ahora que estaba completamente dispuesta a dar pelea.
"Es bastante obvio que no lo estás, pero aun así me siento en la obligación de preguntar... ¿Estás bien?"
Tweedledee asintió, mientras se aseguraba de frotar su mejilla herida. "Sí que tiene fuerza esta chica..." Mencionó con enojo.
El gemelo de azul solamente soltó un largo suspiro. "Te dije que no la subestimaras", respondió con seriedad. "Y tampoco tienes el permiso de hacerle daño" le advirtió a su hermano con severidad.
El gemelo de verde simplemente negó de brazos cruzados. "¿Y cómo vamos a volver a encerrarla si no podemos atacarla? "
Tweedledum simplemente negó, mientras pensaba en una manera de tranquilizar a la chica, pero no se le ocurría ninguna idea. Bien podrían usar sus poderes para perderla y hacerla volver una y otra vez, pero la chica estaba dispuesta a dejarlos inconscientes y luego escapar.
"¡Tweedledum cuidado!"
El gemelo de azul se distrajo el tiempo suficiente para que Luffy se lanzará a golpearlo, pero tarde se dio cuenta de que alguien más aparte de aquel viejo y esos gemelos apareció y le tocó el hombro.
Un hombre del que no se había percatado y que parecía que se dormiría en cualquier momento, le dio una mirada de aburrimiento, mientras una sonrisa apenas perceptible aparecía en su rostro.
"Es hora de una siesta..."
"¿Qué hiciste...?"
Luffy apenas pudo mantenerse de pie, cuando el sueño comenzó a vencerla. Lo último que pudo ver, fue a los gemelos acercarse y al viejo Asher aparecer junto a dos de esas criaturas que la habían traído a ese extraño lugar. No tenía idea de lo que aquel aparecido le había hecho, pero sin duda alguna, era demasiado problemático...
Por supuesto, ella se prometió que apenas despertará, volvería a tratar de escapar y esta vez sin duda alguna lograría salir de ese lugar...
"Nezumi-san, es bueno ver que ha regresado y justo a tiempo debo decir" Tweedledum agradeció que apareciera el hombre para calmar la situación.
El recién llegado soltó un largo bostezo lleno de aburrimiento. "Señor Asher, esta chica sin duda alguna será un problema para el rey Aquiles... ¿Por qué no la eliminamos de una vez por todas?"
Asher soltó un suspiro, mientras ordenaba a sus guardias llevar a la chica a su nueva habitación. "El rey Aquiles dejó en claro que debía verla antes de tomar una decisión", respondió con dureza. "Además, si él decide que se queda, ella será como las demás..."
"Más bien en apariencia, porque esta chica es demasiado peligrosa", mencionó Tweedledee al mismo tiempo que su mano frotaba la herida en su mejilla.
"¿Qué hay con los piratas que la acompañaban?" Cuestionó Tweedledum con seriedad. "Según entiendo, siguen en la isla y llegaron dos más que no parecen muy débiles que se diga".
"Ordené a Cheshire y a Usagi que estuvieran al pendiente. También me encargue de crear más guardias para que custodiarán fuera y dentro del palacio", respondió Asher como si nada. "Además, Lucas y Marzo hablaron para informar que están cerca, así que estamos más que preparados para eliminar a los que se interpongan en el camino de nuestro rey".
Los otros tres se miraron entre sí. No es que no confiarán en las habilidades de sus compañeros, pero no debían tomar la situación a la ligera.
Aun así, el hombre de nombre Nezumi le restó importancia al asunto, para después soltar un largo bostezo lleno de cansancio.
"Si me disculpan, iré a descansar. Por favor, avísenme si sucede algo o si Aquiles-sama desea algo".
"Supongo que podemos tomar un breve descanso", Tweedledum no esperó algún permiso por parte del anciano, cuando tomó a su hermano menor de los hombros. "Estaremos en la enfermería para tratar la mejilla de este tonto hermano mío..."
"Pueden hacer lo que quieran por ahora, pero no bajen la guardia por ningún momento", respondió el viejo Asher con severidad. "Por el momento, iré a informar al Rey Aquiles sobre la situación actual..."
Aun no estaba del todo seguro sobre la decisión de quedarse con la chica nueva, pero todo dependía de la decisión de su rey...
~.☸.~
No le tomó mucho tiempo al viejo Asher llegar a la sala del trono. Dio una reverencia al hombre frente a él, dispuesto a informar la situación actual.
"Los piratas siguen en la isla y han llegado dos más no hace mucho. Al parecer están dispuestos a recuperar a la nueva princesa", mencionó con voz calmada. "Y ya que la princesa entró al tema en la conversación, debo decir que la chica no es como las demás, es demasiado problemática y muy fuerte para ser una chica normal, debo agregar..."
El hombre en aquel trono era imponente y tenía una mirada llena de frialdad, aun así, el viejo Asher sabía que su rey tenía un corazón frágil que solamente anhelaba con todo su ser suplantar a la mujer que fue su único amor.
"Le daré una mirada y tomaré una decisión. Si no me agrada lo que veo, tomaré en cuenta tus palabras y la eliminaré sin darle una oportunidad", soltó el hombre con dureza. "Por el momento, mantén vigilados a esos malditos piratas".
El viejo Asher sonrió encantado. "Como ordene, su majestad".
La mirada ambarina del rey Aquiles mostraba un brillo maligno que prometía demasiado dolor para cualquiera que quisiera interponerse en su camino, en especial porque recordaba a cierto hombre que le quitó todo lo que una vez había anhelado.
Y mientras los piratas Spade eran vigilados por el rey Aquiles y sus generales, cierto grupo se dirigía a la isla Misticx para ayudar a los piratas más novatos y devolverles el favor, junto con muchas disculpas que se merecían...
Ciertamente, una batalla estaba por iniciar en la isla Misticx y probablemente Ace, Sabo y Luffy no la tendrían fácil...
Continuará...
~°ɞ°~ღ~°ɞ°~
NOTAS: Y eso ha sido todo por este capítulo. Si les está gustando la idea sobre el fic, les agradecería que me lo hicieran saber con sus lindos comentarios :3
El villano de esta historia ya hizo su aparición, cree que se va a salir con la suya, pero Ace y Sabo no piensan permitírselo, además, Luffy tampoco piensa quedarse quieta xD
Por cierto, datos sobre los personajes:
Tweedledum tiene la fruta Maze Maze No Mi, como él lo explica, puede hacer un laberinto con todo lo que toque, mientras que su hermano menor, Tweedledee tiene los poderes de la fruta Modo Modo No Mi, haciendo que todo lo que toque, regrese al mismo punto una y otra vez. Esta idea la tome con ayuda de las cartas Clow/Sakura.
En cuanto a Nezumi, quien viene siendo el ratón dormilón, tiene los poderes de la fruta Nemu Nemu No Mi (Nemuri) y hace que todo aquel al que toque se duerma por el tiempo que él desee. Mientras que el viejo Asher tiene el poder de la fruta Yoroi Yoroi No Mi y puede hacer armaduras vivientes, las cuales utiliza como guardias y son las criaturas raras que aparecieron frente a los piratas Spade cuando Luffy fue secuestrada.
En cuanto a los demás, se revelarán en el siguiente capítulo...
Próximo capítulo: "Pareja Equivocada", donde Ace y Sabo no piensan permitir que les arrebaten a Luffy... Claro, no es como que Luffy quiera quedarse sin hacer algo al respecto...
Por cierto, uno de los personajes que he mencionado, apareció en mi otra historia "¡Ella Está Prohibida!" y si, tendrá los mismos gustos, así que pobres los que tengan poderes de frutas Zoan xD
Por si alguien no lo notó (aunque lo dudo demasiado), como que esto se volvió también un "Alicia en el país de las maravillas", no pude evitarlo y me gustó la idea sin duda. Lo iré agregando en las aclaraciones :D
En fin, nos leemos pronto...
Chau chau (^3-)/
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