Capítulo 18

Por primera vez puedo decir que había extrañado el castillo, la comida, mi cama y por supuesto el ambiente del lugar; me parecía una locura que todo haya terminado y que hoy sea el día en que den el resultado de las votaciones entre Avery y yo; es raro que en este instante no me sienta preocupada de las decisiones que pueda tomar el pueblo, es como si me sintiera confiada al pasar la evaluación de un examen pero sé que algún momento, yo misma llegaré a dudar de mi propia seguridad. Aun así, faltan horas para que se dé la respuesta, mientras tanto puedo seguir abrazando mi almohada, ver como los rayos del sol empiezan a entrar por mi ventana y de cómo el cielo deja de ser oscuro para verse claro; sin lugar a dudas, mi habitación es muy especial y más por el paisaje que tengo.

Será extraño si en algún momento dejó este lugar por la respuesta de Xavier, quizás termine de extrañar muchas cosas de las cuales no imaginé estar acostumbrada, aunque la comida será lo que estará en el primer lugar. Aunque no estuviera muy emocionada con esa respuesta, tengo la certeza que algo sucederá esta noche, el rey ha programado una fiesta, pero no necesariamente para felicitar a la ganadora, ya que eso se tomará como un asunto anónimo hasta que Xavier dicté su elección pero aun así, mi presentimiento no acaba, ya que estoy segura, que el rey ya debe de saber algo con todo esto y por supuesto, será el primero en enterarse sobre los puntajes que hubo entre Avery y yo, quien ahora la veo menos de lo que antes surgía aparecer a cada momento en donde no la llamaban.

— ¿Está despierta señorita Leaky?

Me doy la vuelta y veo a Ashley con un par de ropas en la mano dobladas para luego entrarlas en el ropero.

—Buenos días—dijo sonriente.

—Buenos días, Ashley—contesté—. No te escuché entrar.

—Pensé que estaría dormida pero luego vi que empezó a moverse—reí al ver que tenía razón.

Esta vez, ella no llegó a levantarme temprano, simplemente dejó que siguiera soñando despierta mientras ordenaba ciertas cosas de la habitación de las cuales escuchaba como varios objetos chocaban unos contra otros, haciendo que sonaran de una manera suave para no molestarme; es extraño que alguien como ella encuentre una manera de como ocuparse por la mañana, ya que en verdad, la mayor parte del tiempo, mi habitación permanecía limpia, esto a veces me hacía creer que perdía su tiempo por no irse y esperar a que yo dijera algo por si la necesitaba.

(...)

El desayuno raramente había sido en la cama, casi estas cosas no me llegaban a suceder desde que comenzó la competencia; ya que la mayor parte del tiempo siempre se trató de ir a desayunar, almorzar o cenar en el comedor del castillo donde también se encontraba haciendo esa misma rutina de comida, el rey Arturo junto con Xavier y anteriormente la reina Valentina. En pocas situaciones es que nos dejaban comer en nuestras habitaciones, ya que como lo mencionaban en el protocolo, esto no es de una dama o que también es de mala educación; pero como sé que esto es por medio del consentimiento del rey Arturo no existe una protesta de la cual deba bajar e ir a comer en el comedor.

Antes de poder terminar de comer un tazón de frutas con miel, se escuchó como tocaron la puerta de mi habitación, desde luego, Ashley pronto salió del baño limpiándose las manos con su misma gabacha para tocar el pomo de puerta y así abrirla. Pronto observé como una figura apareció en mi habitación dándome los buenos días de una manera muy tranquila pero que a su vez parecía contenerse de la felicidad.

Solo le di pequeñas miradas a Neil mientras pasaba trozo de piña entre otras frutas que contenían más miel que esa. Observé como camino hacia mí y se sentó en la cama hasta empezar a hablar mientras que yo me seguía entreteniendo con mi desayuno.

—Ya están los resultados—dejé de masticar para mirarlo.

— ¿Ahora?—asintió.

—Dentro de unos minutos lo pasarán por la televisión; pensé que querías saber y...—le interrumpí.

Di un saltó de la cama para dejar el desayuno a un lado y empezar a entrar al baño, necesitaba saber los resultados de todos los retos de la competencia, no quería perderme de nada porque sé que también ahí mismo estará Avery y Lucas; así que necesito estar pendiente de los gestos mutuos que ellos demuestren al estar en un mismo lugar porque como siempre, tengo la percepción de que algo sucederá y más cuando menos lo piense.

Me cepille los dientes y luego entre a la ducha para darme un baño rápido aunque no pensé que me tardaría un poco más al lavarme el cabello; así que apenas salí del cuarto de baño, cuando ya mi personal me estaba esperando. Mientras Calvin se ocupaba de mi cabello, Sasha y Candy llegaron pronto con un nuevo vestido, al parecer al estar fuera unos días en el castillo, hizo que ellas diseñaran y crearan nuevos vestidos que ahora que cada vez que abro el ropero, me encuentro con muchos vestidos preciosos de los cuales agradezco que sigan usando la modalidad con la cual yo les dije desde que empecé la competencia.

Esta vez, ellas dejaron el vestido color crema puesto en un maniquí; mientras que Marco ponía una crema sobre mi rostro de nuevo empezó esa extraña sensación de tener miedo ante lo que llegará a suceder; no estaba aún muy segura de que las cosas siguieran igual desde que todo esto empezó, porque el que está más implicado a hacer trampa para dejarme en mal, es Lucas. Si las cosas no salían como me lo podía esperar, es porque Lucas ha puesto sus manos en los retos y eso provocará que las cosas lleguen a tomar otro rumbo.

Cuando estuve preparada, de nuevo retomando mi vida de hace unos meses, mis propios amigos empezaron a halagarme con muchos cumplidos y un par de aplausos; lo cual hizo que pronto mi sonrojamiento llegará.

— ¿Nos vamos?—preguntó Neil al abrir la puerta.

—Sí—empecé a caminar a su lado.

Con pasos cortos y rápidos ambos empezamos a tomar otro camino que no exactamente nos llevaba siempre a la sala; esta vez Neil fue de pasillo en pasillo que pronto hizo que yo me sintiera perdida pero al ver la seguridad de su rostro, me dejó muy en claro que sabía para donde íbamos.

— ¿Lista?

Dejamos de caminar, para detenernos en una enorme puerta, podía escuchar la voces de varias personas al otro lado pero de una manera muy robótica así que pensé que podía ser la de una televisión; como siempre, antes de entrar, Neil tocó la puerta para poder entrar al nuevo salón y cuando se escuchó la voz reconocible del rey Arturo, ambos empezamos a pasar por aquel enorme salón que parecía más una sala de invitados.

El rey Arturo se encontraba sentado en un enorme sofá al frente de una enorme pantalla de televisión; Avery permanecía al otro lado sentada con una taza en sus manos mientras Cooper no dejaba de escoltarla y por último, me encontré con la mirada intimidadora de Lucas, quien se encontraba sentado en otro sofá pero casi al lado del rey, esa cercanía me provocó un escalofrío en el cuerpo, por la simple razón de que he empezado a conocer el lado más oscuro de él. Si él fue capaz de asesinar a la reina Valentina, no debía descartar la idea de que podía hacer lo mismo en algún momento con el rey Arturo.

—Buenos días su majestad—Neil y yo dijimos a la vez haciendo al mismo tiempo también una reverencia.

—Buenos días.

Neil y yo nos sentamos en otro sofá que se encontraba al lado de la televisión para empezar a escuchar las noticias, una mucama llegó a ofrecerme té pero lo rechacé ante la idea de que mis manos temblaran al tener la taza en mis manos por los nervios que empiezan a alterarme.

Varias veces gire la cabeza buscando a Xavier pero no lo encontré por ningún lado de la habitación; me parecía extraño no encontrarlo teniendo en cuenta que siempre él ha sido puntual a la hora de llegar a un lugar, pero esta vez fue extraño no verlo que quizás pensé que pudo haber tenido otra pesadilla, lo cual provocó que no durmiera bien y ahora, llegará a levantarse tarde. Quisiera tener respuestas pero es lo único que se me ocurre, solo esperaba que Lucas no haya hecho algo antes de lo esperado.

—Y como lo hemos estado presentando desde hace ya un par de horas; los resultados de las votaciones por las cuales ustedes elegirán quien puede ser nuestra próxima princesa y futura reina esta por acabar. —Dijo la presentadora del noticiero.

—Tienes razón Celin, las votaciones empezaron desde hace ya más de tres horas donde muchos se trasladaron de sus ciudades hasta el centro de cada uno de sus estatus correspondientes para poder dar marcha a la elección de la futura ganadora de Nueva Erlanwood. —Puntualizó el otro presentador.

—Y es que Joc, este año ha sido un completo debate sobre quien puede considerarse como buena esposa para nuestra alteza, el príncipe Xavier. Pero no hay que olvidar que además de obtener a su mano, el corazón del príncipe también está correspondiendo en ganar el apoyo de una sola nación para convertirse en su futura soberana. ¿Tú por quién le vas?

—No quiero escucharme muy seguro sobre que esta chica es la que ganará pero para mí, Kiara Leaky es la que se merece tener tanto el trono como la mano del príncipe Xavier. Ya que aunque no la hemos podido captar en fotografías o videos a ella junto con el príncipe; sabemos que por ahí, existe algo más que una amistad. —Aquel hombre parecía dar una sonrisa maliciosa y llena de perversión.

—De nuevo vuelves a tener razón, Joc. Desde que empezó la competencia, la señorita Leaky y su alteza no se le han visto salir juntos o darse unos besos en público.

Estaba claro que no iba a hacer ni una ni otra cosa de la que decía esa mujer; yo me sentía lo demasiado satisfecha de poder mantener mi relación... bueno amorosa o de amistad con Xavier a escondidas; mayormente nunca me ha gustado que las personas se enteren de mi vida pero ahora que lo pienso, si terminó por ser la ganadora, ahora más que nada las personas se van a estar enterando más de cerca sobre lo que hago.

—Pero te acuerdas, Celin; que hace unos meses, Roxanne entrevisto al príncipe Xavier en su programa famoso de la televisión. —Ambos se llegaron a mirar.

—Claro y es que no dudamos que el príncipe Xavier nos dejó más con dudas al hacernos mención que la competencia no era para saber quién de las finalistas podría ser su mejor pareja y gobernante de Nueva Erlanwood...

Fue entonces que pasaron esa entrevista que Xavier tuvo con la tal Roxanne. Podía ver como ambos se encontraban sentados en diferentes sillones y viéndose al rostro mientras él le contestaba de una manera sutil y tranquila las preguntas que ella le hacía. Xavier tiene esa misma postura de siempre de seguridad y control; parecía que todas aquellas preguntas no le afectaban tanto como a veces me sucedía a mí; con mucha curiosidad como si fuera una niña, observé todos sus rasgos desde los más pequeños e irreconocibles hasta los más grandes y notables; quizás podía ser yo la extraña pero sus dedos se movían de una manera armoniosa como si estuviera tocando algún instrumento al movimiento de una melodía.

—Entonces a quién elegiría usted alteza, ¿La señorita Avery o la señorita Kiara?—Xavier dejó ir una risa.

—No puedo decir eso ahora—comentó.

—Pero, ¿hay una de ellas dos que específicamente le ha robado el corazón?—la mujer elevó una ceja conteniendo la sonrisa de su boca.

—Sí; ambas son unas grandes mujeres que no me imaginé conocer por esta competencia pero con respecto a tu pregunta, sí. Hay una que le ha dado vuelta a mí mundo de una manera muy asombrosa, hasta darme cuenta de que me ha gustado que cambié esos pequeños errores en mí.

Suspiré al darme cuenta que él estaba siendo sincero en sus palabras, esa sonrisa la conocía y más cuando se trataba de hablar de la persona que le gusta. Le di una mirada a Neil y como siempre, él sonrió satisfecho como si se diera cuenta de quién su mejor amigo estaba hablando.

La puerta se abrió y de ella entro a quién protagonizaba ahora mismo la conversación; podía ver como Xavier se encontraba en un estado de nervios, si rostro me decía y más porque no se podía abrochar uno de los botones de la manga de su camisa, con disimulación de que su padre no se diera cuenta; agarró con los dientes la manga mientras intentaba poner el botón dentro del agujero y cuando lo hizo, su rostro cambio y se puso un poco más relajado aunque cuando empezó a ver la entrevista se puso un poco tenso que no llegó a agarrar el control remoto de la televisión de la mano de su padre.

—Me están comunicando Joc, que los resultados ya están preparados; ¿qué te parece si dejamos de estar con dudas para saber lo que nuestro pueblo eligió para su futuro?—confirmó la chica.

—Me encanta esa idea, Celin. Comencemos a comunicar los resultados.

Respiré hondo y antes de poder dejar salir el aire, en la televisión apareció una gráfica con dos colores diferentes, una roja y otra azul; la azul abarcaba casi todo el circulo mientras que la roja apenas llegaba a verse, queriendo comprender un poco más aquello que estaba mirando con mis propios ojos, empecé a mirar como mi nombre y el de Avery se encontraban al lado de la gráfica de pastel.

—Esto es asombroso Celin, por lo que vemos el 90% de la clase alta ha votado por la chica que viene del nivel inferior a ellos. Kiara Leaky parece ser elegida por ellos, tanto, que hasta han comenzado a salir los primeros comentarios acerca de ser la ganadora de esa clase, apenas su rival la señorita Avery ha podido obtener un 10% de votación; eso nos hace saber que muchos de la clase alta con sus respectivas ciudades desean que la señorita Leaky sea la ganadora.

Escuché una pequeña felicitación de Neil mientras aplaudía despacio dándome la primera victoria; aún no podía dejar de ver la gráfica de los resultados, fue muy notorio ver como muchas personas de la clase alta al ser entrevistadas por reporteros que se encontraban en su ciudad, empezaban a dar comentario buenos sobre mi victoria y no solo eso, parecían celebrar.

—Ahora vamos con la clase media. ¿Te gustaría dar tú los resultados, Celin?

— ¡Me encantaría Joc!

No sabía cómo los presentadores podían tener ese carisma de sonreír y decir frases de alegría, sorpresa y suspenso cuando apenas saben memorizarse sobre lo que dirán en el día frente a más de un millón de personas en público.

— ¡Esto es asombroso, Job! Nunca en la historia de Nueva Erlanwood se ha podido tener puntuaciones altas con respecto a una sola competidora o competidor que esté integrado a esta competencia ¿no lo crees?—dijo Celin maravillada.

— ¡Wow! De nuevo la señorita Leaky se toma la adelantara, Celin. La clase media ha votado por ella y como dicen los resultados, un 87% la quiere a ella como princesa.

Se escuchó un pequeño rechinido de una silla, así que la mayoría de personas que nos encontrábamos en el salón miramos hasta donde se encontraba Avery quien no se creía aún las palabras de aquella mujer diciendo que yo de nuevo había ganado en otra casta.

Avery se aproximó a la televisión y empezó a escuchar con cuidado todo aquello que decían los entrevistadores a la pantalla; tuve que ser cuidadosa en el momento de ver a Lucas y darme cuenta que ahora se mantenía serio sin decir ni una palabra.

—Es sorprendente que la clase media no haya votado por su participante, ¿no lo crees así, Celin?—Aquel hombre miro con una sonrisa a su compañera.

—Sí, es algo muy extraño que los de clase media no hayan votado por la señorita Avery sino que por su rival; habrá algo en contra de ella para qué las personas cambiaran su voto—suspiré.

Si seguían diciendo eso, estaba segura de que Avery se terminaría por enfurecer más de lo que ya está; por el simple hecho de que quizás tenía la certeza de que su clase terminaría votando por ella mientras podríamos quedar en un empate.

—Esto es imposible—dijo Avery casi en susurro.

Nadie mencionó una palabra, quizás fue lo mejor por el simple hecho de que las cosas podían suceder de una manera extraña y aunque aún seguía con los nervios en punta, necesitaba que todo esto terminará ya.

—Y bueno, llegamos al final de las respuestas de esta competencia. Y estamos hablando de los resultados de la clase baja, quienes posiblemente sabremos si tampoco se cambiaron de lugar y en vez de votar por la chica de su clase, votaron por su rival. —Habló la mujer.

No me daba risa lo que ella decía pero tampoco podía descartar esa posibilidad; si algo sabía en este mundo es que los humanos llegamos a ser cambiantes y si en verdad votaron los de la clase media por mí, quién me puede decir que los de mi clase no terminaran votando por Avery.

—Y aquí está el resultado. El 93.8% es para... la señorita Kiara Leaky.

Abrí los ojos y me di cuenta de una cosa, había ganado en las tres clases mientras Avery apenas había recibido un pequeño número de votos haciendo que casi yo le llevará todo el puntaje. Sin darme cuenta de todo lo que estaba sucediendo, el rey Arturo se levantó y empezó a aplaudirme y felicitarme sin que me lo esperaba.

A lo lejos pude ver como Avery se levantaba de la silla y pronto caminaba hasta la puerta de la salida sin decir nada; no sabía si todos se habían dado cuenta de su presencia pero por ahora todos se consideraban en felicitarme que no podía hacer nada por fijarme en la expresión de Lucas; cuando todos terminaron de felicitarme, el rey apagó la televisión y se marchó, junto con un par de soldados. Neil fue el siguiente en acercarse y felicitarme con un abrazo y con varias palabras de apoyo que me hizo reír. Antes de poder soltarme, Lucas ya se encontraba a su lado, haciendo que ambos nos separáramos y Neil le diera una mirada fría a él hasta alejarse. Y ver como Lucas me daba un abrazo y sentía pronto su aliento en mi oído.

—Aún no cantes victoria, Kiara. Que esto apenas está comenzando.

Sonrió y pronto se alejó de mí para salir de la habitación dejándome en un mar de preocupaciones por lo que él ahora llegaría a tramar junto con Avery.

—Que incómodo ver como tu primo abraza a la chica que te gusta—llegó Xavier.

— ¿Celoso?—dejó ir una risita.

—No. Ya no tengo celos, eso es del pasado—sonreí.

Sin esperármelo se acercó a mí y me dio un abrazo haciendo que sintiera pronto su aroma a jabón y su perfume fresco; me sentí cómoda en ese lugar que no quise separarme pero al escuchar un sonido ronco de Neil y hacernos señales de que varios trabajadores del castillo aún se encontraba con nosotros; nos separamos y nos dimos esa mirada que significaba mucho para ambos.

—Felicidades cariño, te lo merecías—me acaricié el brazo.

—Aún no puedo asimilarlo—le comenté.

—Lo superaras—dijo cómodo.

—No lo creo—él puso los ojos en blanco.

—Lamento interrumpir pero, debemos preparar a esta señorita para la noche—llegó Neil hacía nosotros.

—Nos vemos en la noche ¿sí?—Asentí al escuchar sus palabras.

—Nos vemos luego.

Fue difícil verlo marchar sin que me diera un beso, siempre ambos tratábamos de ser cuidadosos ante la mirada de los trabajadores del castillos para que no se dieran cuenta de nuestra relación y empezaran a hablar ya de ella; así que mientras Neil y yo nos quedábamos, al final él empezó a comentarme que por la noche abría una fiesta y que yo debía de prepararme ya que esta vez, habrían muchas más personas de lo normal y no solo eso; estaba segura que muchos de ellos se acercaría a mí para felicitarme.

—Es hora de prepararte—caminamos hasta la puerta.

—Faltan muchas horas—le comenté al salir de aquella sala.

—Ni las llegarás a sentir, te lo digo por experiencia—puse los ojos en blanco mientras sonreía al ver que tenía razón.

(...)

Aún seguía con los nervios en punta que ni siquiera podía dejar de ver el espejo cuando Calvin y Marco empezaban a arreglar mi cabello, dejando casi todo mi cuello libre mientras recogían mi cabello castaño y le hacían un moño extraño que llevaba varios broches de diferentes figuras florales; antes quizás lo observaba muy infantil pero a medida que los colores fueron resaltando mi cabello y que a su vez, el maquillaje que ambos comenzaron a utilizar en mi rostro, empezaba a resaltar mis facciones, eso hizo que cada vez no dejará la mirada en el espejo del tocador; casi podía sentir como mis uñas desgarraban parte de mi piel al sentir que pronto todos los invitados de la fiesta tendrían la mirada en mí por haber tenido la mayoría de votos al completar de manera satisfactoria los retos.

De pronto, Sasha y Candy aparecieron con el vestido que Wayberly me regalo para mi cumpleaños, aún seguía sin creerme cómo es que ambas diseñaron aquel vestido rosa con una tela encima de diferente color; el boceto del vestido había sido Wayberly la que se los había dado, ya que al parecer antes de irse, fue ella quien diseño la forma del vestido, mientras que Sasha le había dado unos retoques y colores y Candy lo había terminado por hacer.

Me levanté de la silla para después caminar hasta donde estaba el vestido, antes de quitarme la bata y tener que dejar que Candy me ayudara con el vestido, Calvin y Marco salieron de mi habitación para después yo comenzar la función de ponerme aquel hermoso vestido.

Luego del vestido, Sky eligió los zapatos y aunque esta vez, Dina solo dijo que de preferencia me pusiera un par de aretes; acepte su recomendación para al final verme en el espejo.

De nuevo ahí se encontraba esa Kiara que no reconocía, una Kiara de la cual ha cambiado durante los últimos meses, aquella que dejó de usar una ropa repetidas y rotas para ahora estar usando un vestido que casi debe de valer un riñón; es extraño no poder reconocerme a la primera vez pero ya empezaba a acostumbrarme luego de pensar que quizás esta terminaría siendo mi vida cotidiana.

—Seguiré orando para que el príncipe la elija—Sky puso sus manos juntas y miraba al cielo.

—No la presionemos, recordemos que hace unos meses ella no quería estar aquí—el comentario de Sasha me provocó risa.

—Quizás ya cambio de opinión ¿no es así?—Calvin me dio una mirada traviesa.

—Sigo teniendo la misma opinión de que ser un princesa no es lo mío—ellos hicieron una mueca de decepción—pero, eso no quiere decir que... no tenga un motivo por el cual quedarme—Candy y Dina dejaron ir un grito de felicidad.

Empecé a reír junto con ellos, al darme cuenta de que las chicas empezaron a celebrar al tener la posibilidad de que me quedará, estaba feliz al igual que ellas solo por la simple razón de que ellos quieren que me quedé y aunque sé que la decisión dependerá de Xavier, había una pequeña parte de mí que también quería que me quedará.

— ¿Qué es lo que celebramos?—entro Neil a mi habitación.

—De tener la esperanza que la señorita Kiara sea la ganadora—suspiré ante la respuesta de Marco.

—Bueno, esperemos que suceda. Porque también quiero que sea la ganadora—rodé los ojos antes de irme y que Neil me siguiera.

Aún no podía estar tranquila con solo escuchar que Xavier me diga que soy la ganadora; la única manera de la cual podré ser feliz es saber que Lucas y Avery lo dejarán en paz a él y a su padre. Y aunque sé que eso no sucederá ni por milagro, debo de concentrarme también en ver en qué momento puedo desatar la verdad del plan de Lucas, no quiero tampoco tener que arruinar un evento solo por salir del compromiso además eso no hace que Lucas terminé por huir y de nuevo aparecer teniendo un nuevo plan del cual atacar a sus parientes y por supuesto a mí por haber abierto la boca.

Sus palabras de la mañana me han dejado tan desconcertada que me he puesto a pensar que si está noche volverá a lastimar a alguien; tenía la esperanza de que no lo hiciera, pero no podía dejar desapercibido de que hoy habrá muchas personas importantes, lo cual será una gran oportunidad para que Lucas formé un escándalo que quedará grabado para siempre.

— ¿Nerviosa?—asentí antes de tener que bajar al primer piso junto con Neil.

— ¿Crees que suceda algo esta noche?—le pregunté.

—No creo, solo hay que esperar a ver si sucede algo emociónate—me guiñó el ojo.

Me ofreció su brazo mientras agarraba una parte de mi vestido y empezábamos a bajar con cuidado las escaleras; se escuchó un extraño sonido de trompetas cuando llegamos a la puerta y sin pensarlo detrás de ella escuché por la voz de un hombre que gritaba mi nombre y el de Neil; antes de poder tener una reacción ante lo que estaba mirando, abrieron las puertas del salón donde se estaba impartiendo la fiesta para ver como muchos empezaban a aplaudir al mismo tiempo haciendo que mi sonrisa terminara siendo torcida y Neil me dijera unas cuantas palabras para que me relajara.

Caminamos hasta el centro del salón y casi con las mejillas ardiendo y con las manos sudando; observé como Xavier se acercaba a mí, sin pensarlo, yo y Neil le dimos una reverencia haciendo que Xavier fuera él siguiente en inclinarse con una reverencia pequeña. Xavier y Neil se dieron una mirada llena de complicidad para después ver como Xavier me puso su mano en frente y antes de que yo llegará a dársela, mi mano pronto ya estaba encima de la suya sosteniéndose.

Neil se alejó de mi lado y pronto Xavier me acercó a su cuerpo haciendo que pusiera su otra mano en mi cintura y yo tuviera que poner la mía en su hombro; y como si todo ya estuviera programado un vals empezó a sonar haciendo que ambos empezáramos a movernos de un lado hacía el otro mientras notaba como muchas personas nos observaban y desde luego algunas murmuraban.

— ¿Qué estamos haciendo?—le pregunté mientras bailamos.

—Algo normal, bailar—sonrió nervioso.

— ¿Estás bien?—le pregunté al momento que me hizo girar.

—Sí, solo es que es la primera vez que bailamos el primer vals—reí.

—Es extraño ¿no?—asintió.

—Muy extraño, pero puedo acostumbrarme a esto—sonreí.

De nuevo hizo que girará para chocar pronto con su pecho, ambos nos miramos a los ojos mientras nuestros pies se movían de un lado hacían el otro; hubo un momento en que dejé de pensar, dejé de sentir, dejé de respirar... mayormente solo me concentré en los ojos en Xavier, en aquella sonrisa tímida y de su mano sobre mi cintura. Casi fue como olvidar a los demás por un instante y sentir que solo éramos Xavier y yo.

La canción termino y me tuve que separar de Xavier para luego ambos hacer una reverencia; eso solo fue el comienzo de la noche porque fue la partida de que todas las personas empezaran a bailar, comer, beber y hablar.

(...)

La mayor parte de la noche solo me la había pasado vigilando los movimientos de Lucas y Avery; extrañamente parecía como si nadie se diera cuenta que habían pasado la noche juntos hablando y dándose unos cuantos coqueteos, parecían como si no llegasen a tramar algo pero en mi mente solo estaba la imagen de que algo podía suceder en algún momento; la incomodidad de no saber nada me tenía mucho más nerviosa de que haber bailado en frente de todos con Xavier siendo la primera persona de la que tenían que comentar. No solo eso fue lo que ha sucedido, también como lo había predicho, varias personas se fueron acercando a mí para felicitarme por haber ganado en cada reto de cada estatus.

Cuando sentía que ya no podía más con tantas personas en un mismo lugar, empecé a caminar hacia afuera del castillo y pronto me encontré con el lugar en donde yo siempre me sentía mucho mejor; caminaba por todo el pequeño camino de tierra del jardín secreto; con solo respirar el aire puro y escuchar el sonido de los grillos me hizo sentir mucho mejor; extrañaba aquel lugar, ahora entendía porque la reina Valentina ha creado este lugar, este es el lugar en donde ella dejaba de sentirse incomoda, dejaba de sentirse presionada, dejaba de pensar por un momento sobre su responsabilidad de ser reina y por supuesto, todo lo que había en este lugar hacía que las cosas cambiaran.

— ¿No deberías estar en la fiesta?—sonreí.

— ¿Casual no?—se sentó a mi lado.

— ¿De qué?—enarcó la ceja.

—Hace casi exactamente un año, estábamos celebrando que Samantha haya ganado por la mejor presentación del país seleccionado por exponerlo. Me escapé un momento para respirar y me encuentras aquí y me dices que es algo bueno que no fuera mi fiesta porque la ganadora no estaba dentro de ella—pude ver como reía.

—Y exactamente que hoy ganas, haces lo mismo—ambos nos miramos.

— ¿Algún día podré con esto?—encogió los hombros.

—Sí yo pude, quién dice que tú no—tomó mi mano y plantó un beso en ella.

Antes de poder decir algo, él hizo que me levantará del asiento para después caminar a su lado y salir del jardín secreto. Nos adentramos al castillo por otra puerta que no fuera la principal para no dejar sospechas de que nos encontrábamos juntos; Xavier observó varias veces a los lados para ver si nadie nos estaba siguiendo y cuando fue así; pronto hizo que caminará rápido y aunque apenas podía con los tacones; fuimos entrando de un pasillo a otro hasta que reconocí pronto la puerta que teníamos en frente.

— ¿La biblioteca?—sacó la llave de su bolsillo del pantalón para pronto girarla y abrir la puerta.

—Sí—enarqué la ceja al ver cómo le temblaban las manos.

—Xavier, ¿por qué estás temblando?—negó y de nuevo cerró la puerta pero con llave esta vez.

—Es el frío—hice un gesto de duda.

No dejó que le hiciera otra pregunta más cuando empezamos a ir a la habitación de astrología; hacía tiempo que no íbamos a aquel lugar, fue extraño ver como ciertas cosas habían cambiado pero apenas llegamos cuando nos aproximamos al balcón y encontré el telescopio puesto.

— ¿Veremos las estrellas?—le dije bromeando.

—Mucho más que eso—me dijo.

Caminó hasta el telescopio y empecé a notar como él lo fue moviendo pero no exactamente hacía arriba sino que abajo, haciendo que dudará de lo que hacía. Pensé que quizás se estaba equivocando de lugar pero en vez de eso, se le veía seguro hasta que se levantó y me sonrió.

—No lo muevas de su lugar, solo mira—asentí obedeciendo a sus palabras.

Me acerqué al telescopio con un poco de miedo hasta que me incliné y mi ojo se fue directo hasta el pequeño cristal donde empecé a ver lo que Xavier quería que observara.

Antes de poder focalizar la imagen, encontré un estanque que estaba ubicado en otro lugar que no fuera el otro, este es mucho más grande y podía ver como estaba muy bien construido; haciendo que pronto además de ver toda aquella agua, observé como habían muchas flor de loto pero no esparcidas en todo el estanque sino que mantenían un orden como si formaran una letra y antes de darme cuenta, mi cabeza empezó a formar aquella frase de la cual hizo que me quedará atónita.

¿Quieres casarte conmigo?

Retrocedí unos segundos para de nuevo acercarme al telescopio y releer la frase, sentía como si todo esto no fuera real tanto que me pellizque un momento, mi corazón empezó a latir tan rápido, que me cubrí la boca y me aleje del objeto; haciendo que pronto de nuevo mis ojos se agrandaran a ver a Xavier arrodillado en frente de mí con una cajita pequeña color azul de terciopelo que contenía adentro una sortija, una preciosa sortija que parecía ser de la medida de mi dedo. Ni siquiera pude hablar porque mis ojos empezaron a picar y mi garganta tenía un nudo que parecía no desatarse en ese instante; puse una de mis manos en mi corazón y de nuevo cubrí mi boca con la otra mano.

—Kiara... sé que hace casi un año en que nos conocemos, sé que a veces no he sido el hombre perfecto para ti y que he pensado demasiado si lo seré en un futuro; he tenido mis propios errores y desde que comenzó la competencia creí no encontrar a la mujer ideal para que yo compartiera mi vida con ella; pero cuando te mire, algo cambió, algo me hizo pensar y creer que tú eres diferente que las demás, que no ibas a ser la típica chica que se comportaba bien y que seguía las reglas; estaba claro que cuando me contestaste que no aceptabas la tiara porque aún no habías sido elegida para ser una princesa, me hizo darme cuenta que eres especial a tu manera. Es tonto decirlo pero me enamoré de ti a primera vista así como sucede en los cuentos de hadas, cada vez que te miraba sentía que mi corazón palpitaba más rápido, mis pensamientos se esfumaban y mis ojos solo estaban en ti. —Dejó ir una sonrisa—Estaba tontamente enamorado de ti, esperaba el momento preciso de poder hacer que nuestra amistad cambiará pronto, me di cuenta que debía de ser paciente, conocerte a tu verdadera manera y más, darme cuenta de lo que querías y necesitabas en un futuro. Fue difícil, tuvimos muchos problemas y muchas desconfianzas; pero eso no hizo que nos rindiéramos, eso aumento más nuestro amor y por supuesto; cuando menos lo esperé llegó el beso, los momentos a solas y por supuesto las palabras de cariño de las cuales nunca me imaginé que sucederían. —Seguí escuchándolo. —Fue entonces que dije que no te quería dejar ir, te quería para mí... extrañamente me imaginé una vida contigo en el futuro, de verte vestida de blanco, de ver nacer a nuestros hijos y de ver como envejecíamos juntos...—tragué hondo y unas lágrimas empezaron a salir de mis ojos—créeme que fue lo mejor que he pensado toda mi vida. Kiara, yo te amo... te amo demasiado que no pensé que un hombre podría sentir este sentimiento tan grande con una mujer, no me importa si Nueva Erlanwood se hunde con nuestras decisiones, no me importaría dejar mi cargo de príncipe solo por estar contigo, no me importaría salvarte la vida una y mil veces, solo por verte a salvó y sonriente. —Quito la sortija de la cajita y se levantó para ponerse cerca de mí. —Yo... solo quiero saber si quieres ser mi esposa, mi princesa, mi reina, la madre de mis hijos y la dueña de mi corazón. Entonces solo me queda decirte una cosa, Kiara Earyn Leaky Battle, ¿acepta casarse con este idiota que esta perdidamente enamorado de usted y que es incapaz de poder vivir sin su amor?

Respiré hondo y mire la sortija por unos segundos; esto no estaba planeado en mi vida, esto nunca me imaginé que sucedería y tampoco pensé que yo, Kiara Leaky estaría en frente del príncipe de Nueva Erlanwood, escuchando todo aquel discurso de hermosas palabras que a una mujer sé le debería llegar a decir, y por supuesto, ver como él, me pide matrimonio... es una locura y no solo eso, algo que recordaré para siempre en mi vida.

—Acepto Xavier, acepto casarme contigo.

Xavier no tardo en deslizar la sortija en mi dedo anular de la mano izquierda, cuando esté entro con facilidad, no deje de ver lo hermoso que se encontraba en mi mano y no solo eso; dejé de verlo para mirar a Xavier quien sonreía y quitaba las lágrimas que quedaban en mis ojos.

—Felicidades señorita Leaky... o debo de decir ¿de Ravenscroft?—sonreí con emoción.

— ¿A qué se debe las felicitaciones?—lo miré.

—A que se acaba de ganar la lotería—me besó—te prometo Kiara, que cada día que pasé, te haré la mujer más feliz del mundo—acaricié su rostro.

—No lo dudo, Xavier—sonreí—. De eso no lo dudo. —Le dije cerca de su boca.

—Te amo, cariño—susurró sobre mis labios.

—No, Xavier. Yo te amo más—sentí como su sonrisa se agrandaba.

De nuevo me acercó a su cuerpo y pronto sentí sus labios sobre los míos, seguía sin creerme lo que estaba sucediendo en ese instante; todo había sido tan hermoso y especial que solo tenía ganas de gritar; mi corazón no dejaba de latir tan rápido de la emoción y no solo eso, al pensar que pronto Xavier y yo estaremos frente al altar.

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Continuará...

Últimos capítulos

Nota final: bueno... como ya sabrán son los últimos capítulos y al leer sus comentarios sé que me decían que querían una sorpresa; pero por motivos de mi universidad, lamento no ponerles seguido los capítulos como darles maratones; así que de sorpresa les entregaré un avancé del próximo capítulo; solo entren a mi perfil y dentro de mi tablero de conversación encontraran el avancé. Espero que les guste. Que pasen un hermoso fin de semana.

Besos, Isabel Moz.

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