Capítulo 11

Dejé ir bostezo al ver que de nuevo no encontraba algo interesante de la copia que le saqué al diario de Avery. Estaba aburrida de que solo hablará de su amor por Lucas, de los problemas que ha tenido con su familia y del odio que le tiene a su hermana. He tenido que identificar todos aquellos personajes, porque por una extraña razón, ella los clasifica por sobrenombres o por pronombres personales.

No estaba a gusto con mi propia investigación y aunque aún me faltaba varias páginas, a veces perdía las ganas de seguir leyendo porque ese romance que solo lo sueña Avery y no Lucas empieza a enloquecerme en cada momento que veo la palabra "me gusta", "quiero estar con él", "es todo para mí", "es mi mundo", "no sé qué haría sin él"... Dios, Avery me va a volver loca, a cada momento que mencionaba y repetía esas palabras como si se tratará de un libro de una adolescente con problemas de amor.

Dejé las páginas a un lado mientras me daba la vuelta en la cama y ponía de almohada mi brazo mientras repasaba en mi mente las palabras de Xavier, desde el viaje hasta la llegada de Western City, él no me ha dirigido ni una mirada y ni una palabra. Es difícil tener que absorber esos pequeños detalles y tener que reprimir ese dolor solo para poder aparentar que todo me está yendo bien, sin necesidad de que él no me dirija cualquier acción.

Por veces pienso que soy tan orgullosa que no acepto mis errores y luego me estoy arrepintiendo de mis propios actos; no es que me suceda seguido pero siempre que estoy bien, de cualquier manera, al final siempre me sucede algo para que esa felicidad se marchite como una flor.

En total, quien diría que ser princesa por elección debía de ser fácil, no creería que la educación siempre se basara en la ética y en los libros, o que el comportamiento humano solo estaba regido en valores y moral.

No, sin lugar a dudas, todo estaba conformado por pequeñas partes de un todo.

No creyera en mis propias palabras, si no fuera porque he vivido de dos maneras mi vida, la mayor parte de mi vida ha sido aprender a mí manera, aprender de otros y aprender de los riesgos que me propone mi destino. Y la otra parte, ha sido por medio de la competencia. He aprendido de modales, de tener una educación que ni la misma clase alta ha podido tener, he aprendido que no todo lo bueno es malo como lo malo no en todo puede ser bueno.

Es más que insuficiente decir, que una elección y un matrimonio terminaran siendo lo mismo solo porque terminaras casada, con un hogar estable y con un reino el cual gobernar.

No, estaría bien si no me sintiera tan inconforme en el lado de querer ser una princesa.

Xavier no es un motivo para que me detenga en no querer tener una vida con él pero por un lado debía de darle la razón. Si no estaba preparada para ser una princesa, como me tomaría el papel de ser una esposa que en algún momento tendrá que tomar su propio lugar en un trono y tendrá que decidir el bien de una nación. Si no confiaba en mí misma, cómo podría confiar en los demás. No es que sea desconfiada en todo momento pero hay personas que se aprovechan de la humildad y la bondad de uno les ofrece, y es en ese momento en donde proviene el dicho "Si le das la mano, puede tomarse el codo" He sido demasiado injusta con Xavier y no solo desde la perspectiva de ser una persona sincera, sino que también he sido yo quién le ha provocado dudas.

Sus palabras antes me habían dolido pero eran ciertas, si él se deja llevar solo por amor y no también por su lado de razón, pueda ser que luego se arrepienta de su decisión. No es que me sienta mal si al final él elige a otra que no sea yo; pero es de ver esa pequeña parte en la cual si termina por casarse conmigo, ¿cómo yo reaccionare al tomar un encargo mucho mayor que en haber pensado alguna vez que yo solo terminaría siendo una esposa que cuida hijos y hace los deberes de la casa? Realmente no lo tenía planeado ni de cerca, si Xavier me eligiera sin pensar bien las cosas, al final solo llegaría a ser una ¿princesa por elección? Todo era muy confuso desde la cabeza hasta los pies, sí no llegaba a hacer algo y de tomar una decisión; al final terminaré por perder todo.

—Adelante.

Dije, al escuchar como tocaban la puerta de la habitación, pero antes, puse todos los papeles debajo de la cama para que no fuera convincente que no estaba descansando sino que buscando la verdad para incriminar a Avery y Lucas. De inmediato, observe como pronto Neil aparecía, con una sonrisa en su rostro, ya es de costumbre verlo todos los días así que ya no sabía si era por lo bien que me está yendo en la competencia o por Wayberly

— ¿Quieres salir? Mira que ahora solo pasas dentro de la habitación y cuando no estoy es que te metes en problemas. —Reí.

—Está bien, ¿no tienes algún asunto pendiente?—Negó.

—Me he tomado la libertad de pasar un tiempo con mi amiga. Hace tiempo que no salimos y no conversamos. —Suspiré.

—Tienes razón. Déjame ponerme los zapatos. —Saqué un par de converse debajo de la cama.

— ¿De nuevo con tu costumbre con esos zapatos?—Enarcó su ceja.

—Daremos un paseo o ni iremos a una pasarela. —Hizo cara de ofensa.

—Perdón, no vuelvo a sugerir. —Puse los ojos en blanco.

Debía de guardar bien los papeles sobre el diario de Avery, sé que ella al no verme en mi habitación o en el hotel, es capaz de buscar las copias de su diario, tomarlas y eliminarlas lo más rápido que pueda.

Tome una carpeta y luego las copias del diario para llevármelas, la única manera que estarían segura sería dejárselo al recepcionista donde los pondrá en una caja fuerte y me dará la única llave con la que se podrá abrir.

— ¿Qué es eso?—Miro Neil la carpeta.

—Documentos de mi familia. —Mencioné como una mentira temporal.

Neil solo asintió para después ambos empezáramos a marcharnos e íbamos hacia la recepción a dejar la carpeta, de cómo antes había mencionado, me dieron la única llave donde nadie llegaría a tocar esas hojas.

La mayor parte del tiempo, Neil y yo nos entreteníamos hablando sobre diversas cosas, la parte buena de él, es que no me juzgaba solo intentaba corregir aquellos actos malos que llegará a cometer. Extrañaba mucho pasar el tiempo con mi mejor amigo, no es que sienta celos que su relación con Wayberly aún continúe siendo buena, de todas formas, he comenzado a pensar que Neil algún momento se irá de Nueva Erlanwood para quedarse en Hungría con Wayberly.

Aún no podía asimilar tantas cosas que han pasado en los últimos meses, Neil no ha sido el único en tener que pasar un mal tiempo gracias a Lucas. Por lo menos, la mayoría de papeles sobre su nacimiento ya están eliminados, por lo cual ha dejado aún lado su preocupación por que todas las demás personas del país se enteren que no es hijo legítimo de los Taggart y que todo solo ha sido una adopción.

— ¿Dónde te apetece ir?—pregunto.

—Solo necesito caminar y despejarme un momento de todo esto. —Fue lo que mencioné antes de poner mis manos en los bolsillos de la chaqueta azul.

— ¿Todo bien? ¿Ha pasado algo entre tú y Xavier?—Que bien podía conocerme.

—Una pequeña pelea no más. —Encogí los hombros.

No quería comentar nada sobre mi pelea con Xavier, a pesar que la mayor parte de las cosas fueron un complejo de comentarios que van hacía mí por mi conducta, la cual debía de cambiar antes de que termine la competencia, eso hacía que me diera vergüenza al explicarle a Neil que todo lo que Xavier dice es verdad y que debo corregirlo de alguna u otra manera; seguía aún un poco preocupada con todo que no había ni un momento en que mis pensamientos no se enfocaran en el diario, en la competencia y en el plan malvado de Lucas.

Fuera más fácil compartir con esto con alguien pero con la única persona que puedo hablar es con Stephene, si Neil lo llegase a saber, estoy muy segura que él no tardará en guardar el secreto y mencionárselo a Xavier, por el simple hecho de que ambos son más que confidentes y mejores amigos que mi tutor creé de que el príncipe podrá solucionar todo, lo cual no es así porque Xavier se encuentra en peligro y si me refiero a un peligro de solo por quitarle la corona, no me imaginó un peligro físico que pueda enfrentar.

—Neil... Tú sabes la razón por la que Cooper eligió a Avery.

Mi amigo no mostró un rostro de sorpresa, en vez de eso, solo se tardó en pensar la respuesta de la pregunta mientras miraba el suelo y tiraba con la punta de sus zapatos una piedra pequeña.

—Razón, creo que no hay. —Enarqué la ceja. —Cooper ha sido el más reservado del grupo, desde que éramos niños, siempre ha mantenido un nivel de confianza entre todos. —Explicó. —Antes era muy cercano a Xavier pero luego, todo se esfumó y al crecer todos nos convertimos en chicos rebeldes e independientes, aunque de él puedo decir que siempre se protegió de sí mismo y no desataba ni sus propios secretos. —Eso me sonaba a mucho de lo que estaba sucediendo.

Tiene que haber una razón por la cual Cooper eligió a Avery, si Neil tenía la suya cuando me mencionó por qué quería que yo participará en a la competencia, estoy muy segura que Cooper no necesariamente eligió a Avery por sus cualidades sino que pudo haber sido por otra cosa; como también él protege a Avery con su propia vida, no creo que la razón solo sea porque su pellejo esté en peligro por culpa de Lucas y de que también, si llega a traicionar a Avery se encontrará en las mismas condiciones;

— ¿Por qué la pregunta?—Mire a Neil.

—Simple curiosidad, tuviste tus motivos al haberme elegido, entonces quería saber la de los demás. —Asintió no muy convencido.

—Quieres que te diga una cosa, sé qué sonará tonto pero... Avery me recuerda a alguien que ya he conocido pero mi mente no recuerda esa parte de dónde la he visto. —Mencionó con un tono preocupante.

— ¿Ella proviene de la clase media verdad?—le pregunté.

—Sí, creo que proviene de Marshall Blue. —No conocía esa ciudad.

— ¿A cuánto está la ciudad?—De nuevo pensó mi tutor.

—Creo que, no estamos lejos. A un par de kilómetros, quizás. —Se dio cuenta hasta donde quería llegar.

Le hice una carita dulce y aniñada para que me ayudará a ir hasta aquella ciudad, por ahora no había preguntado hasta donde quería llegar al informarme más sobre Avery, pero a lo que quería llegar es descubrir quién es en verdad ella.

—Tomemos un taxi. —Comentó en el momento que lo seguía hasta una parada de taxis.

Estaba segura que esta vez no me quedaría con los brazos cruzados en no averiguar quién es realmente Avery, el diario solo es una pequeña referencia de su vida, por eso, es que yo necesito saber un poco más de su información personal, donde quizás así, pueda encontrar otras cosas que quizás no estén apuntadas en mi lista. No conocía a sus padres, pero por las fotos y otra información de su acta de nacimiento, hace que pueda buscarlos en el tiempo que me quedé al estar en el lado Este, de todas formas, debía de apresurarme, porque también debo de tomar en cuenta que desde que Avery se enteró que yo había sido la que tomó su diario, me querrá mantener lo más callada posible.

El viaje hasta Marshall Blue no había sido tan largo como lo esperado, solo duró unos cuarenta y cinco minutos, cuando el taxista nos dejó en la plaza central, el pequeño pueblo de la zona Este estaba construido por casas humildes y coloridas, la mayoría de personas circulaban por el lugar con su familia o con amigos, se podía ver como las calles estaban adornadas de diferentes pinturas de diversas flores o paisajes y de cómo también las personas tienen sus propios negocios.

—Y... ¿Ahora?—Pregunto Neil.

—Necesito que vayamos a la alcaldía, necesito sacar un acta de nacimiento. —Abrió la boca pero de nuevo la cerró.

—No sé qué tratas de hacer, Kiara. Pero esta vez no preguntaré. —Le sonreí como agradecimiento.

Ambos caminamos hasta la alcaldía en donde podíamos sacar los documentos principales de Avery; lo bueno fue que como el pueblo no era tan grande, no había sido difícil de perderse como también de encontrar rápido el lugar que buscábamos.

Apenas entramos y encontramos a un montón de personas trabajando y organizando papeles, nadie se detenía en preguntar sobre lo que habíamos llegado a buscar, apenas unas cuántas personas se detuvieron a mirarme, mientras que otras solo pasaban desapercibido de nosotros. Neil tuvo que enarcarse de preguntar sobre el lugar en donde podíamos obtener una copia del acta de nacimiento de una personas, así que una joven que le hizo ojitos a mi tutor, no se tardó en darle indicaciones del lugar que buscaba y no solo eso, me di cuenta como ella se ofreció a llevarlo, pero al comentarle Neil sobre mi existencia, ella borró su sonrisa para después darse cuenta de con quién trataba.

Ella me dio un saludo y comentó que estaba a la orden para cualquier cosa que necesitara, así que, no tardé en pedirle la ayuda de que buscará los documentos que necesitaba.

—Si quiere pasé a mi oficina, será más fácil que usted por medio de la computadora identifiqué la persona que busca. —Asentí satisfecha con lo que ella dijo.

— ¿Te quedarás?—Me di la vuelta para preguntarle a Neil.

—No, daré una vuelta por el pueblo. Vendré dentro de veinte minutos ¿qué te parece?—Sonreí.

—Perfecto.

Sabía que Neil se quería marchar por la mirada acosadora que la chica le estaba dando a él, así que al ver como él salía de la oficina y cerraba la puerta, la joven solo cambió su rostro para mostrar uno con más profesionalidad.

—Dígame el nombre de la persona que desea sacar el acta de nacimiento. —Empezó a teclear en la computadora la joven.

—Avery Rose Paxton Jones. —Mencioné el nombre completo de Avery.

Comencé a ver como ella empezó a buscar a Avery en la lista de personas que habían nacido en el pueblo y en la clase media; estaba concentrada mirando cada uno de los retratos familiares y títulos de excelencia, que no me di cuenta en el momento en que ella empezó a hablarme.

—Señorita Leaky, lamento decirle que no existe alguien del pueblo llamada Avery Rose Paxton Jones. —Abrí mi boca.

— ¿Cómo? Pero si no me he equivocado en el nombre. —Dije sorprendida.

—Revisaré de nuevo, quizás me equivoqué en algo. —Dejó de verme para volver a buscar.

¿Cómo podía ser que Avery no estuviera registrada? Quizás su padres lo olvidaron o su acta de nacimiento se perdió pero... Es demasiado extraño para que ella no la haya encontrado, si su sistema de rastreo aún es más actualizado de lo que se puede encontrar en la clase pobre.

—No señorita, no existe nada sobre ella. —Me toque la cabeza.

—Eso no puede ser real. —Ella solo se me quedó viendo.

No había alguna explicación sobre lo que estaba sucediendo, lo peor de ello, es que no sabía si esto ha sido otro truco de Avery o en realidad, ella no es Avery como suelo saber.

—Tenemos un nuevo sistema en que puede verificar con una fotografía, a la persona. —Mencionó la chica.

— ¿Puede hacer eso por mí?—Le dije en tono de súplica.

—Sí, ahora mismo. —La chica sonrió. —Pero antes, trae una foto con usted. —Asentí.

De uno de los bolsos de la chaqueta saqué una fotografía de Avery, la tomé entre todas las demás que estaban reunidas con la de su familia, me imaginé que en algún momento me serviría de algo y hasta ahora, no me arrepiento de nada.

—Aquí tiene. —Le di la foto.

La joven agarró la foto y la escaneo hasta tenerla casi de fondo de pantalla en la computadora, después observé como utilizaba un programa hasta que se empezó a ver un montón de nombres y fotografías sin lugar a dudas casi parecidas a la de Avery, solo que se trataban de otras chicas con nombres comunes y extraños.

—La encontré. —Escuché su susurro.

Me levanté de mi asiento hasta poder inclinarme un poco en el escritorio de la joven y poder ver más de cerca la fotografía.

—Su nombre es Olivia Elizabeth Harrison Wilson.

¿Escuché mal? ¿Cómo puede ser que Avery se llamé Olivia? No comprendía como la chica que era mi rival en la competencia no es la persona que no solo yo sino que otros suelen creer; en la fotografía actualizada puedo verla a ella pero de una foto no reciente sino que de hace unos dos años, su aspecto inocente hace que se vea más joven y hermosa, su cabello se encontraba corto y su sonrisa reflejaba ternura.

— ¿Le imprimó el acta de nacimiento?—Reaccioné al llamado de la chica.

—Sí, por favor. Pero que sean dos. —Debía de guardar otra copia por si le sucedía algo a la primera.

—Con gusto.

La impresión no tardo en salir, así como también no tardé en pagar las dos copias hasta tener que esperar a Neil afuera de la alcaldía, pero antes le agradecí la ayuda a la chica donde además de darme su respuesta con una sonrisa, me comentó que mi tutor está muy guapo, lo cual no me queje porque sé que Neil provoca muchas sensaciones extrañas en las chicas; después de escuchar tal comentario, solo camine unos pasos fuera de la alcaldía hasta sentarme en la fuente y empezar a pensar en lo que acaba de suceder.

Olivia Elizabeth Harrison Wilson...

¿Por qué Avery se ha cambiado el nombre? ¿Por qué ella oculta su verdadera identidad? ¿Por qué ella aparenta ser alguien que no es? ¿Cuál es el propósito de todo esto?

Abrí de nuevo la carpeta en donde estaba el documento para empezar a leer la información...

Fecha de nacimiento: 20 de Abril de 2348
•Hora de nacimiento: a las 15:33 pm
•Peso: 6 kilos
•Padre: Charlie Uriel Harrison Davies
•Madre: Susan Joanne Wilson Brown

— ¿Encontraste lo que buscabas?—Di un saltó del susto al escuchar la voz de Neil.

—Eh... Sí. —Le sonreí.

Cerré la carpeta para que Neil no se diera cuenta aún de que Avery no es Avery, sino que es Olivia Harrison.

—Nos debemos de ir. —Asentí y me levanté de la fuente.

— ¿Sucede algo?—Mire a Neil.

—No, solo que... Hoy es el cumpleaños de Avery; así que, estamos invitados a su cumpleaños. —Recordé que fecha es ahora y aún faltaba una semana para que fuera 20 de Abril.

— ¿Qué día es hoy?—pregunté.

—14 de abril ¿por?—Solo le gire mi cabeza unas cuantas veces a los lados.

—Por nada. —Di por hecho que la conversación estaba terminada.

Un auto nos pasó recogiendo antes de que tomáramos un taxi, en el regresó del camino, no hubo ni una palabra que cruzará con Neil, estaba tan pendiente de mis pensamientos que no tenía la idea de cómo Avery ha podido hacer todo esto, estaba muy confundida con todo que quizás esto de investigar a Avery... bueno Olivia sea más difícil de lo que yo pensaba.

Me a recosté en el respaldo del asiento del auto para poder descansar un poco y digerir todo aquella información que no sabía decir si era falsa o verdadera; todo era un remolino de emociones que intentaba controlar pero al fin y al caso, por ahora no podía hacer nada, solo seguir leyendo el diario, seguir buscando más información y encontrar la verdad.

(...)

Calvin cepillaba mi cabello después de haberlo alisado, en el espejo podía ver el hermoso vestido color crema que Ashley había empacado para mí después de que Sasha le dio unos diseños confeccionados y bien elaborados.

La verdad de todas, no estaba con ánimos de presentarme a una fiesta de cumpleaños y más si se trataba de Olivia. Seguía adaptándome a tal nombre por el poco tiempo que acabó de descubrirlo, pero en realidad, debía de actuar como si no conociera el verdadero nombre de Avery; de regalo no sabía que darle a ella, así que lo único que pude pasar comprando en el camino fue una caja de chocolates.

Cuando Calvin termino con su trabajo, me mire en espejo y pude ver como el maquillaje seguía viéndose natural en mi rostro, solo el poco rubor en mis mejillas resaltaba como el lápiz de ojos y las sombras. Mis labios tenían esa tonalidad clara que parecía como si ellos ya fueran de un color rosa. Estaba radiante y hermosa, algo que seguía sin adaptarme y más porque al verme en el espejo parecía una chica vanidosa de la cual se veía segura de sí misma.

—Oh Kiara, cada día pareces una princesa. —El comentario de Calvin hizo que elevará mi cabeza y lo mirará a través del espejo.

—Gracias. —Le sonreí.

Neil llegó a los cinco minutos y me llevó con él hasta llegar a uno de los salones principales del hotel, el lugar estaba adornado con diferentes globos de helio de diversos colores, había una mesa con banquetes de comida y en otra mesa se encontraba un pastel de tres pisos color fucsia, había música de todo tipo de ritmo, estaba un poco nerviosa que cuando llegué no sabía que hacer pero pronto, el sonido de varias chicas y chicos entrando hicieron que despertará de aquel shock.

— ¿Alguna vez has estado en un cumpleaños?—preguntó Neil.

—Créeme que es primera vez que he estado en una. —Mire con horror todo el lugar.

—Qué casualidad, porque para mí es la primera vez que estoy en una fiesta de una chica. —Le observé sorprendida.

— ¿Qué? ¿Hablas en serio?—Dejó ir una risa.

—Sí, solo he estado en fiestas de chicos. Además, no he tenido muchos amigos a parte de Xavier, Cooper y Sean. —Dijo Neil.

—Pensaba que Sean ya no lo considerabas como tu amigo. —Recordé.

—Es un idiota pero... debo de reconocer que él es una buena persona. —Agregó.

— ¿Por qué lo dices?—Dije desconcertada.

—Fue quien te salvó de la competencia. —Lo detuve al agarrarlo del brazo para no seguir caminando.

— ¿Qué? Explícame eso—él suspiró.

—Cuando Cindy y Holliday planearon en eliminarte de la competencia y el rey estuvo a punto de hacer que te marcharás. La persona anónima quien respondió por ti para no culparte y defenderte fue Sean.

Me quedé callada al escuchar aquella historia pasada pero revivida de nuevo. Estaba completamente asombrada por lo que había hecho Sean por mí y no solo eso, la menos persona que me imaginé que me iba a salvar había sido él, ese chico duro y orgulloso que parecía no agradarle, había hecho algo inesperado por mí; ahora no sabía cómo agradecerle a él eso y más porque él permitió que se descubriera la verdad.

—Desde cuando lo sabes—le dije.

—No hace mucho, me lo encontré un día cerca de mi casa. Me contó todo y supe que él no había cambiado como yo pensaba—seguimos caminando.

—Le estaré agradecida para siempre—susurré.

—Créeme que yo también—dijo Neil.

La fiesta siguió con su curso con muchos jóvenes que reían, bailaban y otros se coqueteaban, pero Avery seguía sin aparecer y más porque al parecer la anfitriona de la fiesta, parecía estar desaparecida en vez de estar con sus invitados disfrutado de su supuesto cumpleaños. Yo y Neil permanecimos lejos de los demás, intentaba no comer ni beber ninguna cosa de aquel salón, después de que Avery me enveneno y ahora que ella me odia más que antes, no confió en comer o beber algo que capaz ella pudo haberle puesto a la comida. Ella misma me ha convertido en una persona desconfiada con cualquier comida sin necesidad de ser elaborada por ella, debía de ser cuidadosa porque después de todo, en su diario mencionaba que quiere verme muerta y enterrada a varios metros de la tierra.

La música se detuvo en un momento cuando ella apareció con Xavier quien la llevaba tomada del brazo, la escena parecía tan real que los celos y la incomodidad se mezcló para cambiar el ambiente de mi cuerpo; me tuve que rascar el cuello por los nervios que me provocaba a ver ese par juntos como si solo ellos existieran.

Xavier sonreía como si se hubiera ganado un premio mayor. La preocupación mía consistía en que él no me daba una mirada, simplemente se limitó a ver por todos lados sin querer cruzar una mirada con la mía, me sentía mal pero no podía hacer mucho después de que discutimos.

No niego que me hace faltar ver cómo me Sonrié, me guiña un ojo o se queda un momento atontado al verme, pero no ha sido así, el día de hoy. Solo puedo ver, como él disfruta de la fiesta como si yo no existiera y por medio de eso, trató de que mi rostro no me delate de ver aquella pareja, ya que lo único que me consuela es que Avery no ama a Xavier.

La música de nuevo empezó a sonar solo que esta vez, una más suave y clásica haciendo que Xavier tomará a Avery y ambos empezaran a bailar. Intenté mirar aunque mi garganta empezaba a tener un nudo, sé me estaba haciendo difícil interpretar tales escenas en donde veía como ambos sonreían y bailaban de una manera perfecta, tenía que digerir todas esas extrañas emociones antes de que me afectaran.

Antes de quitar la mirada en ambos, me di cuenta como detrás de una chica se encontraba un chico misterioso, él no miraba a Xavier y a Avery sino que sus ojos están puestos en mí. Pensaba que quizás podía ser un chico curioso del cual solo me estaba evaluando y comparando con Avery pero, al verlo bien me di cuenta de que no sé trataba de un chico normal como invitado de la fiesta; esos ojos los reconocí rápido y su sonrisa llena de maldad hizo que me quedará petrificada y no dejará de verlo.

¿Qué hacía Lucas aquí?

Le di una mirada a Neil pero él se encontraba aún distraído viendo el baile, quizás si me escapaba un momento, nadie notaria mi presencia, después de todo, Lucas está aquí por algo y no exactamente por el cumpleaños de Avery, ya que estaba vestido de otra manera un poco más informal y llevaba una peluca para que también no reconocieran su imagen.

Entre toda la multitud de jóvenes, me fui haciendo hacía atrás hasta ser la última entre todos, camine de una manera sutil y lenta para que nadie se diera cuenta de que me estaba alejando de todos; pude ver como Lucas salía del salón para dirigirse fuera del hotel, por los zapatos de tacón no podía correr y atrapar a Lucas; al fin y al caso. Nos fuimos alejando de la zona hasta empezar a entrar en la oscuridad y adentrarnos en un jardín que parecía laberinto.

—Sé que estás aquí Lucas. —Musite.

Hubo un silencio que fue difícil concentrarme en algún sonido de pisadas o por lo menos de alguna rama crujir, apenas el sonido de un búho y de varios grillos fue lo que hicieron que me empezará a creer que Lucas no estaba en este lugar pero antes de que me marchará alguien me tomó del brazo e hizo que chocara con una pared de arbustos.

— ¿Lucas? ¿Por qué llamas a Lucas?

Mi sorpresa fue grande al ver quien tenía en frente y ese fue Xavier, estaba atónito y con un rostro llenó de rabia y dolor al haber llamado a su enemigo.

—No me mal intérpretes, Xavier... Yo—observé como sus manos se cerraron y formaron unos puños.

— ¿Qué buscas de él? Dime, Kiara ¿para qué lo quieres?—me hice hacía atrás al ver que estaba perdiendo el control.

—Nada, nada... yo solo creí verlo en la fiesta y...—me interrumpió.

—Y pensabas reunirte con él a solas ¿a qué? A hacer cosas indecentes detrás de mi espalda—mi corazón latía rápido.

— ¡¿Qué?! No... Eso no es verdad—empecé a decirle.

—Entonces, ¿por qué lo buscas?—me preocupaba decirle la verdad.

—Xavier, no pienses cosas que no son. —Empezó a balbucear varias maldiciones.

—Si no quieres que haga eso, debes decirme la verdad ¿no lo crees así?—Me quedé callada.

Dejó ir un suspiro para darse la vuelta y comenzar a caminar, pero yo no me quedé en mi lugar, hice lo que pude para llegar hasta él y tomarlo de brazo hasta ponerlo contra la pared de arbustos.

—Xavier, no desconfíes de mí. Sabes que me gustas tú y solo tú. —Le tomé de la cara para que me mirará.

No respondió solo giro su rostro e intento quitar mis manos y cuándo lo acerqué más a mí para besarlo, al final, él de nuevo desvió su rostro hasta ver que había rechazado mi beso.

—No quiero que me beses por hoy. No estoy de humor. —Se apartó de mí.

Esta vez no hice nada para detenerlo; solo vi cómo se dirigía a uno de los caminos del laberinto hasta desaparecer, dejé ir un gemido de dolor y luego el sollozo salió de mi boca, no contuve las lágrimas y solo me agaché para después cubrir mi rostro con mis manos hasta que otros pasos se escucharon donde tuve la esperanza que él haya vuelto.

—Debo de aceptar que Xavier es un dramático. —Aplaudió Lucas. —En mis tiempos, le rompía a muchas chicas sus corazón y creó que no me importaba si lloraban o no. De todas formas, nadie me complace como yo quiero—rió.

—Eres un imbécil—me levanté y me propuse a irme.

—Oye pequeña, ven aquí que no hemos terminado de hablar—me agarró del brazo y me atrajo hasta su cuerpo—. Mi primo es un idiota, si él se diera cuenta de tú jamás le serías infiel, no sentiría rivalidad por mí, pero me alegra saber que él siente que yo puedo quedarme con lo suyo. —Acercó su rostro al mío del cual evite que llegará a rozar sus labios contra los míos.

— ¿Qué haces aquí?—Lo empuje para separarme de él.

—No me perdería el cumpleaños de mi amante ¿no?—me impresionaba que aceptara su relación con Avery.

— ¿Por qué no te niegas?—crucé los brazos.

—No te creas la tonta, Kiara. Tú sabes la verdad de ciertas cosas y por si fuera poco, estás a punto de descubrir quién es realmente Avery Paxton—una sonrisa se adueñó de su boca.

—Veo que estás al pendiente de mi vida—gruñí.

—Te dije que no te metieras en mis asuntos—achino los ojos—porque al parecer crees que yo tengo compasión por ti, por tu familia y por Xavier—Retrocedí al ver que se iba acercando a mí.

—No comprendo por qué defiendes a Avery ¿ella está dentro de tus planes?—dejó ir una carcajada.

—Es un buen estímulo en la cama pero no encaja en mi trabajo—esa respuesta no me la esperaba.

—Eres un sucio. —Pronuncié.

—De nuevo te voy a advertir una cosa—me tomó fuerte de las mejillas—, si te sigues entrometiendo en donde no te llaman, no dudare en hacerle daño a Xavier. —Abrí mis ojos.

— ¿Qué?—mi respiración se entrecorto.

—Sí, solo bastara un buen tiro, una bala y un jalón de un gatillo para terminar la vida del príncipe, sería muy fácil ¿no?—Elevó sus cejas.

—No le hagas dañó a Xavier—mi voz salió temblorosa.

—Es la realidad, Kiara. El que se mete conmigo, no vuelve a salir vivo. —Me guiñó el ojo. —Bueno, esta pequeña conversación termino. Dile a tu rival que la esperaré por la noche. Cuida tu espalda Kiara—camino hasta a mí y se acercó a mi oído—y la de Xavier también—me susurró en el oído.

Con una sonrisa burlona se fue alejando de mí hasta ya no poder verlo, mi corazón latía tan rápido que no podía reaccionar bien en ese momento. Me dejé caer en el suelo y mis lágrimas empezaron a salir hasta que ya no podía detenerlas. Sí Lucas me estaba vigilando ¿cómo lograría descubrirlo a él y a Avery sin que se diera cuenta? Estaba poniéndome en peligro como también ponía en peligro la vida de Xavier y de mi familia.

— ¿Qué voy a hacer ahora?—Deslicé mis manos por todo mi rostro.

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Continuará...

Maratón 1/3

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