3-Peligro

Los tres llegaron al gremio y vieron un gran alboroto, pero sobretodo, a las magas preparando sus bikinis y hablando entre ellas. Acordaron repartirse el premio si alguna de ellas se lo llevaba ya que no sería el único gremio que iba a competir.

—¿Qué es todo este alboroto?—preguntó extrañada la pelirroja.

—Esto—señaló Mirajane.

—Ya veo...supongo que es hora de dejar a Fairy Tail en buen lugar—se cambió de ropa usando su magia dejando a la vista un bikini dorado—el bikini de la victoria—dijo con el pulgar.

—Uohhh—todos pusieron ojos de corazones.

—Ara ara, yo tampoco me voy a quedar atrás—dijo Mira con un bikini azul.

Lucy se acercó hasta Natsu.

—Mira Natsu, ¿qué te parece el mio?—llevaba uno amarillo con franjas rojas.

—Yo no veo la diferencia de como vas vestida habitualmente—dijo provocando unas risas.

—¡Idiota!—le dio un golpe en la cabeza.

Juvia paseaba haciendo posturas cerca de Gray.

—Gray-sama, mire que lleva puesto Juvia.

—Te queda bien—dijo este.

—Oh, Gray-sama ha felicitado a Juvia, Juvia es tan feliz—se puso a abrazarle generando una oleada de risas ante las caras que ponía este.

Kagura miraba a todas, realmente eran muy guapas.

—¿Vas a participar Kagura?—preguntó ella.

—Yo...no creo hermana—dijo—me siento cómoda con mi ropa habitual.

—Bobadas, ven conmigo—le agarró de la camisa y la arrastró hasta los vestuarios mientras pedía ayuda a los demás.

Makarov iba de un lado a otro examinando que todo estuviera bien.

—Me alegra ver que la juventud toma esta clase de iniciativas jo,jo,jo—dijo con una sonrisa pervertida.

Wendy estaba algo roja al verse con ello.

—Oye Wendy—dijo el gato azul.

—¿Qué ocurre?—preguntó.

—Se te ha caído esto—le respondió dando a esta algo blando.

—¿Esto qué es?.

—El relleno—se llevó las manos a la boca aguantando la risa ante los lloros de la pequeña.

—¡Idiota!—Charles le persiguió por todo el gremio.

Kagura salió a los pocos minutos vestida con un bikini púrpura bastante llamativo siendo observada por todos los presentes.

—Oye, pues te queda bien—dijo Natsu.

—Lo he escogido yo, tengo buen gusto eh—Erza sacaba pecho orgullosa.

—No me miren tanto—dijo frotando sus manos avergonzada mostrando una faceta tan inocente que enamoraría a cualquiera.

Todos entraron en jubilo, avergonzando más a esta.

—La competición es pasado mañana, nada de misiones, todas a practicar y dejar el nombre de Fairy Tail en primer lugar—todas alzaron los puños.

Lejos de allí, Gajeel investigaba un terreno junto a su compañero gato. Examinaron el terreno, estaba como...podrido, como si algo maligno hubiera envenenado esas tierras.

—¿Qué crees que pueda haber ocurrido aquí?—preguntó.

—No tengo idea Gajeel...pero se trata de una magia poderosa para haber hecho esto—contestó arrancando un par de hojas que se deshicieron al instante volviéndose ceniza.

Caminaron un rato siguiendo el negruzco del terreno hasta dar con un bosque enorme que tenía espinas a los alrededores y encima, presentaba un aspecto enfermo.

—Aquí hay algo...maligno...debemos investigar—dijo firme.

—Gajeel...¿seremos suficiente fuertes para hacer frente a esto?, ¿no deberíamos pedir ayuda a los demás?.

Realmente estaba dudando, aquello que había ahí, lo que fuese...no era para tomarlo a la ligera.

—Solo investigaremos, si vemos que hay peligro, pedimos ayuda—contestó.

Unos cuervos volaron cerca de los árboles, las hojas caían constantemente mientras algunos animales muertos estaban putrefactos a mitad del sendero. La vegetación era frondosa, dificultando el avance e igual de negro, pero al tocarla, no se deshacía.

—Vamos, por aquí—dijo captando un olor.

—Con cuidado Gajeel.

Volviendo con Natsu, este miraba a Erza y Kagura preparar una selección de bikinis porque no terminaban de decidirse, aunque solo la pelirroja se mostraba entusiasmada por ello mientras que Kagura solo miraba indecisa y avergonzada al ser observada por Natsu.

—Natsu, no mires tanto—dijo ella.

—¿Por?.

—¿Ocurre algo Kagura?.

—No me gusta ser vista por chicos—dijo algo molesta.

—Natsu es como de la familia, ya lo sabes.

—Si, incluso nos hemos bañado.

—Claro.

—¿No tenéis vergüenza?.

—¿Te gustaría bañarte con nosotros?, eres de la familia también—al decir aquello se puso roja.

—No...no...yo—balbuceaba.

—Somos hermanas, no hay que tener timidez—dijo—Natsu, prepara la bañera.

—Aye—dijo firme.

—Es-Espera.

Pero este ya se fue al cuarto de baño a preparar todo. Habían ido a casa de Erza para tener un poco más de tranquilidad e intimidad.

—Kyaaaa—escuchó Natsu desde afuera del baño.

A los pocos segundos, aparecieron ellas desnudas, mientras que Kagura se tapaba, Erza no, no le prestaba importancia a esos detalles.

—Ale, a bañarse que hoy hace calor—dijo metiendo a esta en el agua.

—Espera que yo también entro—se quitó la ropa el mago dejando todo a la vista de la maga que abrió los ojos y la boca.

—¡Dragón!—exclamó asustada.

—¿Dragón?, ¿donde?—Natsu miró a todos lados.

—Se refiere a ti—dijo Erza con una sonrisa.

—Ah, ¿esto?—preguntó señalando su entrepierna.

—Kyaaaa no te acerques con eso.

—Natsu, deja de mover el dragón y métete ya al agua—ordenó ella.

—Aye.

Aunque era muy grande la bañera, estar los tres juntos era algo que a Kagura le superaba. Se fijo que Erza tenía grandes pechos, mucho mayor que los suyos y no pudo evitar compararlos. También se colocó detrás de ella para que Natsu no le viera.

Y así, pasaron un buen rato antes de cenar juntos. Sin quererlo, habían formado un gran equipo. Por su parte, lejos de allí, Gajeel enfrentaba un gran mal que pronto asolaría Magnolia, una sombra que arrebataba la vida.

Continuara...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top