¿Me recuerdas?
Han pasado un mes desde que Natsu volvió de Édolas pero Lucy aún no recupera sus memorias. Los días han pasado lentamente para el pelirosa; entre reuniones con el rey, reclutar soldados, administrar las tropas y la reconstrucción del reino.
En tanto Lucy parece ajena a ese lugar, no reconoce a nadie pero empieza a llevarse mejor con las personas que la rodean.
Ahora, después de tanto trabajo, Natsu decide pasar un día al lado de su princesa.
Virgo: Jóven Dragneel, en unos diez minutos bajará mi lady.
Natsu: Gracias Virgo, ¿cómo ha estado estos días?
Virgo: Lo mismo, esta confundida y teme casí a todos. El rey esta devastado pero no lo demuestra; me temo que no sabemos que recuerdo es el que hará que las memorias de la princesa regresen.
Natsu: Hemos intentado todo ¿no es así?
Virgo: Creo que sí, lo siento.
Natsu: No es necesario pedir disculpas, nadie tiene la culpa.
Minutos más tarde Natsu y Lucy iban de camino a un manantial cerca del palacio, según Jude en ese lugar Layla y Lucy iban constantemente.
Lucy: Entonces dices que mi mamá y yo veníamos aqui cuando era pequeña.
Natsu: Así es, tu padre me contó que era como su lugar secreto.
Lucy: Me siento triste de no poder recordarla.
Natsu: No te sientas mal... Vén ya casi llegamos.
Camimarón por unos minutos más, encontrandose con un manantial cristalino.
Lucy: ¡Wow! Es hermoso...
Natsu: Sí lo es.
Caminarón hasta quedar a la orilla del agua. Natsu iba preparado con un almuerzo. Platicarón un buen rato, hablando de todo, mientras comían.
De pronto, una inesperada tormenta azotó el lugar.
Lucy: ¿Natsu? Tengo miedo.
Natsu: No te preocupes, nos iremos a refugiar en esa cueva, no temas siempre te voy a proteger.
Ambos se escondierón de la tormenta. El viento soplaba violentamente, la rubia estaba aterrorizada. Sus ojos expresaban el pánico que sentía.
Natsu se quedó extrañado de la reacción de ella, la había visto en peores situaciones y ahora la lluvia la estaba haciendo temblar como una niña.
Natsu: ¿Lucy, a qué le tienes miedo? Es solo una tormenta fuerte, no tienes de que temer estas a salvo conmigo.
Lucy no respondió, estaba en posición fetal, temblando de miedo, sus blancas manos estaban agitadas y su mirada era pérdida. Esto alarmó al pelirosa.
Natsu: ¡Lucy! ¡Mirame, no te pasará nada!
Lucy: Vamos a morir, ¿verdad?
Natsu: ¿Morir? ¿de qué estás hablando?
Lucy: Vamos a morir, vamos a morir, vamos a morir.
Natsu: Lu, no te entiendo.
La estrecho entre sus brazos.
Natsu: Lucy es solo lluvia, no nos pasará nada malo.
Ella se comenzó a llorar.
Lucy: Ya no me escaparé, lo prometo, por favor... alguien que me ayude.
Natsu la observó, el pánico se apoderó de él. ¿porqué Lucy decía esas cosas?
Natsu: Lu, no te pasará nada, no vas a morir, estás conmigo.
Lucy: No lo haré de nuevo, mamá ayudame.
Natsu: ¿Mamá? Lucy, soy Natsu.
La apretó con más fuerza.
Natsu: Vamos cariño, no te pasará nada, todo saldra bien.
Ella solo seguía llorando, el viento era fuerte y estaba oscuro... muy oscuro.
Lucy: Yo solo quería ver al conejito... Tengo miedo, mamá.
Natsu entendió que estaba alusinando o quizás recordando, no pudo evitar alegrarse pero a la vez se sentía mal por que ella tenía miedo.
Natsu: No tiene nada de malo eso, la lluvia ya va a pasar y regresaremos a casa.
Ella levantó su vista.
Lucy: ¿Regresaremos a casa?
Natsu: Lo prometo, vén bonita, trata de dormir.
Se acomodarón mejor, Natsu la abrazaba fuerte, quería que se sintierá protegida.
Natsu: Trata de dormir ¿sí? Prometo que no te pasará nada.
Lucy tenía su cabeza contra el pecho de Natsu, escuchaba los látidos de él claramente, se dejó arrullar por ese sonido, quedandose dormida.
Era un día soleado,
La princesa salió al bosque,
Miró un conejo y quiso jugar,
Pero el animal corrió.
La princesa tenía 6 años,
Debía estar con su madre,
Pero ella quería jugar.
Se alejó,
No se dió cuenta que se perdió,
Llegó al manantial,
Cuando se dió cuenta estaba sola,
Estaba rodeada solo de árboles,
Se escuchaban las aves cantar,
Pero de pronto...
Se encontraba asustada,
Asustada en una cueva,
Llorando,
Sola,
Con miedo.
"No lo vuelvo hacer"
"Tengo miedo, mamá"
"Quiero ir a casa"
La lluvia no dejaba ver nada,
Estaba oscuro, muy oscuro,
Hasta que sintió unos brazos,
Estos brazos la roedaban,
Escucho los látidos,
Son los látidos de mamá.
"La lluvia va a pasar y regresaremos a casa"
"¿Regresaremos a casa?
"Lo prometo, amor, vén trata de dormir"
Los látidos del corazón de mamá, arrullarón a la princesa,
Hasta quedarse dormida.
Natsu la observaba mientrás dormía, preguntandose: ¿cómo pudo dudar de su naturaleza dulce? ¿cómo pudo "odiarla" todo esos años? ¿cómo pudo maltratarla cuándo se reencontrarón?
Besó su frente, ella estaba soñando, se movía mucho y se miraba intranquila.
Intentaba dormir pero tenía miedo de no poder vigilar a Lucy; tenía miedo que les pasará algo, prometió cuidarla de pequeño y él piensa cumplir su promesa pero ahora lo hace por que esta enamorado de ella.
La lluvia iba cesando poco a poco, era una lluvizna, quizas había pasado unas dos horas, el sueño lo estaba venciendo y aún debían regresar. De seguro el rey lo mandaría a colgar por tardarse tanto.
Lucy comenzó a despertarse, la lluvia ahora erán delicadas gotas de agua y el viento ya no soplaba.
Natsu la arrulló, ella se abrazaba más a él. De repente, ella abrió los ojos como platos, separandose de Natsu de golpe.
Lucy: ¿¡Dónde estoy!?
Natsu: Princesa, tranquila, una tormenta nos sorprendió y...
Lucy: ¿Natsu, dónde está Acnologia?
Natsu: ¿Acnologia?
Lucy: Natsu, ¿qué hacemos aquí?
Natsu: Lucy... Calmate, te debo explicar muchas cosas.
Lucy: Natsu no es momento de hablar de lo que paso en mí cuarto, este momento debemos salvar al reino.
Ella salió de la cueva, Natsu la persiguió y la hizo entrar de nuevo.
Natsu: Lucy, necesito que me escuches, es sobre la guerra.
Lucy: ¡Natsu, hay que detener a Acnologia! Luego hablamos de por qué te aliaste a Mard Geer... Lo entiendó ¿si? creíste que era mala y querías destruírme, lo entiendo pero ahora el reino esta en peligro.
Natsu: ¡Lucy ya no hay guerra! Todo... todo terminó hace mucho tiempo...
Lucy: ¿Qué dices?
Natsu: Lucy han pasado meses desde que eso sucedio.
Hubo un silencio, se escuchaba la lluvia suave caer. Entonces Natsu abrazó a Lucy con fuerza.
Natsu: ¿Me recuerdas? ¿recuerdas todo lo que pasamos?
Le dijó con hilo de voz y lágrimas en sus ojos.
Lucy: ¿De qué hablas, Natsu? Por supuesto que te recuerdo y tambien lo que hemos pasado pero el reino...
Natsu: El reino esta bien, esta prosperando, todo se acabo Lucy.
Lucy: ¿Entonces, porqué no lo recuerdo?
Natsu: Te lo contaré pero primero...
Natsu no soportó más, se acercó a sus labios y la besó. Era un beso suave, un beso con dolor y felicidad mezclada. Ella correspondió, ellos se querían, a pesar de todo.
Natsu se separó de ella, Lucy no quería que terminara pero él la tomó de la mano, besandosela.
Natsu: Vamos a casa ¿si? Te contaré todo en el camino.
Lucy: Espera... Quedémonos un momento más.
Natsu: No es que no quiera quedarme pero...
Lucy lo besó, rodeando su cuello. El pelirosa aceptó gustoso el beso pero sino salía inmediatamente de ahí, no podría resistirlo más.
Natsu: Lucy... Por favor... Yo...
Lucy: No me importa el por qué te aliaste a Mard Geer... Yo te quiero muchisimo... Te deseo... Natsu.
Él se quedo sin palabras, la contempló unos instantes y la besó de nuevo.
Natsu: Yo estoy loco por tí... perdón por como me comporte cuando nos encontra...
Ella lo calló colócando un dedo en su boca.
Lucy: ¿En serio todo termino?
Natsu: Sí... Todo acabo.
Él le contó como su padre la rescató, lo que paso con Acnologia y sobre Anna. Además, de los avances del reino y el rescate de Édolas.
Y de pronto se sintió agobiado, el prometido de Lucy no había sido presentado pero ahora que ella recuperó la memoria, se tendrán que casar.
Lucy: Me alegro tanto, no puedo esperar para ver a mi papá.
Natsu: Tu padre estará muy feliz de verte de nuevo.
Lucy: Pero antes...
Se acercó de nuevo a él, se colocó lo más cerca posible a su boca pero sin rozarle los labios y en un susurro le pidió algo.
Lucy: ¿Natsu, quieres ser mi rey?
Él se apartó rápidamente.
Natsu: ¿Rey? Pero si no tengo sangre noble, tú no te puedes casarte conmigo. No te merezco, por más que te ame, no soy de tu nivel.
Lucy: Papá tampoco lo era, y yo estoy enamorada de tí. Además, yo seré reina, puedo decidir cambiar la ley ridícula esa.
Natsu: No podría...
Lucy lo besó demandante, sus pequeñas manos comenzarón un recorrido por la espalda de Natsu haciendo que él aceptara el beso. Se separarón por la falta de aire.
Lucy: No te quiero comprometer pero te deso mucho...
Comenzó un recorrido de besos por su cuello, Natsu luchaba entre lo correcto y lo que realmente quería hacer.
Natsu: Lu... yo tampoco... quiero comprometerte...
Pero lo cierto que cuando menos sintió la tenía estrechada en sus brazos, comiendosela a besos. Poco a poco ella fue quitandole el uniforme, en tanto él se quitaba el vestido.
Besaba su hombro, dejando pequeños mordíscos. Cuando la parte superior de Lucy quedo libre, continuó besandola hasta llegar a sus pechos, apresó uno de ellos en su boca y un gemido ronco salió de su garganta, se sentía demasiado bien.
Lucy: Natsu... Más...
Natsu la colocó con cuidado en el suelo de la cueva, terminó de quitar el tortuoso vestido y se desvistió él; Lucy contemplaba el cuerpo desnudo de su ahora amante, acarició desde su barbilla hasta su centro, tomando la viralidad de Natsu entre su mano.
Natsu: ¿Te gusta torturarme?
Lucy: Me encanta torturarte.
Natsu la besó, con una mano acaricaba uno de sus pechos y la otra se acercaba a su entrada completamente mojada, introdujó un dedo. Lucy se retorció del placer.
Lucy: Se siente genial... Más...
Natsu introdujó otro dedo, haciendo que su entrada se hiciera más resbalosa.
Lucy mordía sus labios para no soltar un grito, sin dejar de atender al pelirosa, abrió más las piernas en señal que estaba lista.
Natsu: Puedo parar...
Lucy: No quiero que pares... quiero tenerte dentro de mí...
Ella soltó su pene, permitiendole ubicarse en su entrada, la penetró suavemente, sintiendo como su vagina lo recibía con calidez.
Natsu: Mi dulce princesa te amo.
Lucy: Y yo a tí, mi noble caballero.
Terminando de penetrarla, Lucy soltó un pequeño grito, unas lágrimas salierón de sus ojos, las cuales Natsu besó.
Natsu: No me voy a mover hasta que te pase el dolor.
En tanto él la besaba suavemente, sin moverse. Ella acariciaba su cabello rosa con ternura, poco a poco movió sus caderas en señal que estaba lista para continuar.
La penetraba suavemente, los gemidos se hicierón más sonoros por ambas partes. La bombeaba cada vez más fuerte y profundamente. Se sentían en el cielo, estaban en su limite y súbitamente Lucy gritó, Natsu sintió como ella se contraía y su respiración era más rápida.
Lucy permaneció con sus ojos apretados, ella estaba en el cielo y Natsu estaba a nada de acompañarla.
Un par de embestidas más y él hundió su cabeza en el cuello de la rubia. No salió de ella hasta que su erección terminó.
Natsu: Lucy...
Lucy: Dime.
Natsu: Tu padre me va a matar...
Lucy: No permitiré que te haga daño.
Se besarón, colocándose sus ropas, salierón de vuelta al reino.
Lucy: Te amo Natsu.
Natsu: Y yo a tí, Lucy.
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