La guerra comenzó


Guerra, primer día:

ーProtejan a la princesa ーordenaba el rey.

ーSí majestad, como mande. ーrespondieron correctamente los guardias.

Me tomaron fuerte del brazo y me llevaron rápidamente hacia la parte más baja del castillo, había seguridad por todos lados.

ー¿Qué está pasando? ーpregunté confundida, no entendía por qué de repente todos estaban nerviosos.

ーMi princesa, debo decirle que allá afuera comenzó una guerra ーhabló el soldado que me estaba tomando del brazo y obligándome a caminar, prácticamente.

ーUna guerra. ーpude sentir como un escalofrío recorría todo mi cuerpo ーTienen que ayudarlos ーhablé desesperada.

ー¿A quiénes? ーpreguntó confundido.

ーA los niños, los ancianos y a las mujeres. Deben darle un lugar seguro donde poder estar ーhablé preocupada.

ーNo tenemos ese tipo de lugar en Wiltorn, ya que nunca imaginamos que un país como este, tan amable y tranquilo, terminaría en guerra.

ーTenemos el castillo, los altillos, los sótanos, los calabozos, los cuartos de más, aquí hay mucho espacio ーdije molesta al ver que ni siquiera pensaba una manera de poder salvar a mi gente de esta atrocidad.

ーHablaré con el Rey y luego haré que le notifique la respuesta, ahora princesa Diana, quédese aquí.

Luego de un rato de estar en el sótano, los sirvientes del castillo comenzaron a ambientarlo y amueblarlo para mi comodidad, cuando terminaron los preparativos la jefa de personal me dio una carta.

"Lo siento mi niña, pero el castillo no será suficiente para tantas personas, las mujeres y niños, ellos solos podrán entrar al castillo".

~Tu padre, El Rey.

Mis ganas de arrugar y revolear aquél papel eran muchas, pero me contuve, ya que eso era visto con mal ojo, una princesa debe mantener la compostura.

ーAnnabeth, prepara todo por favor, tendremos invitados ーintenté sonreír.

ーComo ordene, Princesa Diana.

Annabeth fue a explicarle al resto del personal que es lo que había que hacer y de a poco fueron llegando mujeres y niños, algunos de ellos estaban lastimados o manchados con sangre, después estaban los que habían perdido a su marido ó a su madre.

Al presenciar eso mis ganas de ponerme a llorar eran gigantescas, pero pude contenerme.

Con todos esos ciudadanos que iban llegando de apoco nos acomodamos y hacíamos espacio para los demás.

ーGracias Princesa, muchas gracias ーdijo una señora mientras me tomaba de las manos.

ー¡Detengan a esa mujer! ーgritó un niño.

Un guardia sin dudarlo se abalanzó sobre ella y le quitó un cuchillo que tenía oculto, y al parecer traía veneno, luego de ver ese acto, los guardias comenzaron a inspeccionar a cada persona que estuviese ahí y que llegara, ya que podría haber otro infiltrado de nuestro enemigo.

Ahí adentro no tenía noción de nada, del día, de la hora, de la situación... De nada.

Guerra, segundo día:

Dormimos en el suelo, incluyéndome, nos tapamos con unas mantas e intentamos no pasar frío.

Princesa ¡Buenos Días! habló un infante mientras me acariciaba el cabello.

¡Buenos Días! respondí aún acostada.

Tengo hambre susurró sonrojado.

De acuerdo, no se preocupe, ahora mismo diré que preparen el desayuno volví a sonreír y me incorporé del suelo.

Annabeth me acerqué a ella.

¿Sí, su majestad? respondió con una reverencia.

Aquí nuestros invitados tienen hambre reí Por favor, prepara un gran desayuno pedí amable.

Como ordene sonrió.

Gracias respondió aquel niño mientras tiraba de mi vestido.

No es nada sonreí asimilando su altura.

Annabeth no tardó mucho en traer el desayuno para todos nuestros invitados. Ver a todos intentando sonreír y a los niños comiendo felices me daba una cálida sensación.

<<Fran>>

De golpe recordé y note su ausencia.

Me incorporé de mi sitio y recorrí todo el lugar en busca de él...

¡¿Por que no está?! La desesperación y los nervios comenzaron a hacer presencia.

¡Guardia! Exclamé nerviosa y pálida.

Princesa ¿Qué sucede? respondió preocupado.

Fran... No está aquí ¡Tráiganlo!

Princesa, el señor Fran es de ayuda en la guerra.

¡No! Por favor, lo necesito aquí, sano y salvo.

Lamento decirle que no es posible cumplir con esa petición.

¿Qué puedo hacer?... Fran. Ya, si no me lo traen, lo traeré yo sola.

Por favor, preciso agua, díganle a Annabeth, y de ustedes necesito que vuelvan a revisar el lugar, ahora mismo ordené.

El lugar lo revisamos ayer...

Lo mire molesta por querer contradecir mi orden.

Entiendo, lo volveremos a hacer.

Cuando los guardias estaban ya distraídos, corrí, corrí lo más rápido que mis piernas podían. Necesitaba a Fran vivo.

*Fuera del castillo*.

Horrible, pavoroso, horroroso... Palabras que describen lo que mis ojos ven.

Muerte... Muerte para cada lado que miraba.

<<Fran>>

Volví a correr, fui hasta la casa de Fran y su padre estaba muerto en la entrada, con ambas manos tapé mi boca para no gritar.

Asustada miré hacia todos lados, en busca de algo que no sea muerte o caos, pero sé que es imposible, es una guerra, después de todo.

A lo lejos, pude distinguir a Fran, venía con un rifle sostenido por ambas manos y sangre en su ropa. Sin evitarlo, suspiré de alivio ¡estaba vivo!

Corrí hacia él y me miró sorprendido.

¿Qué haces aquí? dijo enojado.

Tienes que venir al castillo, por favor, no te quedes aquí respondí intentando no llorar.

No puedo, Diana, tengo que ayudar a que cuando vos asumas, tengas un país al cual Gobernar sonrió.

¡Princesa! gritó un guardia. Este venía corriendo.

—¡Cuidado Diana! habló asustado Fran

*Disparo*

¿Fran? No... No es cierto... Es... Es mi culpa...

*Disparo*

El guardia que venía atrás mató al causante del primer disparo.

Vamos, ahora dijo mirando para todos lados.

No puedo irme, lo tenemos que ayudar hablé desesperada.

El guardia al ver mi resistencia lo tomó, lo subió sobre su hombro y escondiéndonos con cuidado, llegamos a salvo al castillo.

Lo dejó en el suelo y rápidamente un charco de sangre se formó a su alrededor.

Es mi culpa hablo mientras toco suavemente su herida y veo sangre en mi mano.

No lo es, el murió por el país.

¡Obvio tu no entiendes! grité mientras lágrimas comenzaban a brotar de mis ojos.

Princesa...

¡Dejadme sola! ordené. Fran, lo siento, esto es mi culpa, si yo no hubiera actuado imprudentemente capaz estarías vivo, te amaba, te amo y te amaré por siempre... Siempre serás el primer dueño de mi corazón Siempre.

Tomé una pulsera que tiene desde que lo conozco y me la guardé para poder recordarlo siempre.

Lo que quedaba de aquel espantoso día, me la pase llorando y preparando un entierro para Fran, esta fue la primera y última vez que voy a llorar frente a alguien.


Nota de la autora:

Estaré subiendo los capítulos editados y corregidos con partes nuevas en ellos, espero les guste las modificaciones y disfruten ♥.

PD: Si hay algún error o horror ortográfico se agradece que me avisen. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top