Capítulo 19

Corrí atrás de Sam, él caminaba rápidamente hacía la salida. Sentía como el corazón me latía rápidamente, porque me ponía de esa manera si yo no había hecho nada malo.

— ¡Sam!, vuelve aquí. —Dije mientras bajaba las escaleras corriendo

Sam no volteo ni una vez, solo siguió caminando

Corrí hasta él y lo tomé del brazo, que pude sentir como se tensaba al momento en que lo tocaba.

—Sam...

Él me miraba con odio, como si hubiera hecho algo terriblemente mal, me hacía sentir como si besar a Jake estuviera mal... ¡No!, no había hecho nada malo.

— ¿Qué es lo que te pasa? —Dije enojada.

Sam se quedó viéndome por un momento.

—Lo que me pasa es que no puedo creer que hayas besado a ese idiota, no creí que fueras esa clase de persona.

— ¿Esa clase de persona? —Lo repetí esperando que se corrigiera a él mismo.

Me quedé mirándolo enojada, no podía creer que me dijera eso.

—Sí, esa clase de persona que va besando a todo el mundo.

—No me besó con todo el mundo y si así fuera, no entiendo en que te afecta. Tú estás con Charlotte y yo estoy soltera, puedo besar o andar con quien yo quiera. Y no tienes ningún derecho a hacerme sentir mal por ello, ¡así que vete al diablo!

Aunque la única persona con la que quería estar era con él, solo con él.

Sam se me quedó viendo y pareció dolido con lo que le había dicho, aunque eso al parecer lo hizo reaccionar. Con esto me di cuenta que lo que me había dicho anteriormente lo dijo por impulso y no porque realmente pensará ello.

—Yo... Lo siento tanto, no pensé es solo que nunca has tenido novio y no quiero que nadie te haga daño, no quiero que te rompan el corazón, porque si tú estás triste o te rompen el corazón no lo soportaría.

Dicho esto, me tomo de la mejilla con mucha delicadeza como si fuera de porcelana y me fuera a romper, me dedicó una enorme sonrisa, esa sonrisa que tanto me gustaba.

—Tú Alexa eres mi debilidad, puedes hacer que mi día sea feliz o sea triste, solo tú tienes ese poder sobre mí.

Él me comenzó a acercar, podía sentir su dulce aliento a menta. Entonces me separé de él, porque si me quedaba un momento más así mi autocontrol se iría al diablo y lo terminaría besando.

—Yo... Escucha, sé que me ves como una hermanita menor y sé que temes que me puedan lastimar... Pero soy más fuerte de lo que parezco, además de un corazón roto, nadie se muere.

Él pareció dudar un momento con lo que le había dicho, así que seguí hablando.

—Yo... Lo mío con Jake es extraño, pero no creo que me guste... No es mi tipo. —Le dije con una sonrisa.

—Bueno... Si al final resulta que te gusta y terminan juntos, sabes que yo siempre estaré para ti...

Yo solo asentí con la cabeza, le tomé su mano que estaba muy caliente, y lo guie hacia dentro, tratando de olvidar todo ello.

Volvimos al cine y vimos la película entre comentarios y risas.

En la noche todos nos fuimos a nuestros respectivos cuartos, yo me quedé hasta tarde leyendo, al día siguiente tendría una lección y si no estudiaba mi maestra me regañaría.

Comencé a subrayar todo lo que me parecía importante y comencé a recitar todo en voz alta para que se me quedará.

—Eugenio fue el sexto presidente después de la tercera guerra mundial, antes de que volviera a la monarquía.

Sonreí orgullosa de mí, me lo había aprendido perfectamente.

Seguí estudiando, hasta que escuché como alguien tocaba a mi ventana. ¿Pero qué rayos?, me puse mis pantuflas y comencé a caminar hasta la ventana, deslicé las cortinas, me sorprendí tanto al ver a Sam afuera.

Abrí la ventana rápido, él entró.

Cerré la ventana, después deslicé las cortinas, la verdad sentía que alguien me observaba desde afuera... Lo sé era un poco paranoica.

—Sam, ¿Qué haces aquí?...

—He venido a verte, no podía dormir así que pensé en venir a verte.

Puse mi mano en su brazo, pero la piel se me puso chinita ya que estaba helado.

—Sí, claro... ¡Estás helado!, ¿quieres un abrigo?

—Si no te molesta me meteré a tu cama.

Antes de que pudiera decir algo, él se quitó los zapatos y se lanzó sobre la cama para después taparse.

Me quedé con la boca abierta al ver que entraba a mi cama con tanta confianza, puse los ojos en blanco antes de hablar.

—Bien, yo seguiré estudiando.

Me senté y seguí leyendo los libros, pero ni siquiera pude leer una línea más porque Sam me hablo.

—No, ven acuéstate conmigo.

Negué con la cabeza. Me apetecía mucho la idea, pero a la misma vez me daba miedo.

—Tengo que estudiar Sam.

—Estudias mañana.

La verdad ya había estudiado mucho, vi la hora y eran las 2:00, en serio había estudiado mucho.

Puse las hojas en el escritorio, después volteé con Sam.

—Me iré a cambiar.

Tomé mi pijama y me metí en el baño, me quité el vestido, el brasier, la verdad yo siempre dormía así.

Me puse una camisa vieja de mis primos, que decía "Bad Boy", después me puse un short, me quité todo el maquillaje y por última vez me lavé los dientes.

Salí del baño y di brinquitos porque el piso estaba frío, apagué los focos y me metí a la cama.

Me quedé mirando el techo, cuando sentí la mano de Sam sobre la mía, la verdad cuando tocaba su mano todo estaba bien.

Volteé a verlo y él ya me estaba observando, tragué saliva mientras sentía como pulso se aceleraba, ¿Por qué tenía ese efecto en mí?

Sentía como mi respiración me comenzaba a fallar, estar cerca de él hacía que perdiera el control y todo se volviera más difícil.

—Sam...

—Alexa... —Dijo viéndome a los ojos.

Quería besarlo, necesitaba besarlo.

— ¿Eres feliz con Charlotte?

—Se podría decir que sí.

—¿No te gusta alguien más?, no lo sé otra chica.

Algo dentro de mí quería que dijera que yo, que yo le gustaba, después darle un beso y vivir nuestros felices para siempre.

Pero no fue así porque todo lo relacionado con el amor es complicado.

—No.

— ¿Y a ti?

—No. —Dije quitando su mano y volteándome. 

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