Era de noche y no podía dormir, había dado vuelta por toda la cama tratando de dormir, pero todo era inútil. Solo podía pensar en el idiota de Sam.

Así que me paré, abrí la puerta para ir a la pequeña terraza, pero el aire helado hizo que me regresará por una cobija. Me senté en una silla con la cobija mientras veía todo lo que estaba enfrente de mí.

No sé cuánto tiempo había pasado, pero me estaba quedando dormida, hasta que escuché la voz de alguien e hizo que me levantará rápido y asustada.

—Yo no me comí la nutella. —Dije mientras me caía de la silla.

Me paré y vi a Sam en el otro balcón.

— ¿Sam? —Dije.

—Sí.

—Me has dado un susto del demonio, casi me provocas un infarto. —Le dije colérica.

—Lo siento, solo que no te veías nada cómoda en esa silla.

Mi cuello me comenzó a doler, creo que estaba muy torcida.

— ¿Tampoco puedes dormir?

Él negó con la cabeza.

—Si quieres ven.

Él asintió con la cabeza, saltó la reja de su balcón.

— ¿Qué haces?, ¿Estás loco?

No escuchó lo que dije porque saltó sin más hasta mi balcón. Mi corazón se detuvo por un momento, si le llegaba a pasar algo sería como si yo muriera.

No me di cuenta, pero Sam ya estaba a un lado mío. Haciendo que mi pobre corazón volviera a latir.

—Me has provocado dos infartos en una noche, ¿Cómo te atreves a saltar así?, ¡Estás demente!

—Tranquila, estoy bien. —Lo dijo con una mueca divertida.

Le di un abrazo muy fuerte, él me rodó con sus brazos, podía escuchar los latidos de su corazón. Me separé de él, apenada.

Sam se sentó en la silla, mientras yo me senté en frente de él.

— ¿Por qué no puedes dormir? —Pregunté.

—Creo que me sentía mal por lo de hace rato... Lo lamento fui un idiota.

—Eres un idiota, pero aun así te quiero.

Él solo rio divertido. Me dio un horrible escalofrió, trate de taparme más con la cobija, pero era tan delgada que no servía de mucho.

— ¿Qué fue eso? —Me preguntó Sam.

—Me dio escalofríos.

—Eso no parecía escalofríos, parecía que estabas teniendo un ataque de epilepsia.

—Eres malvado de verdad. —Dije entrecerrando los ojos.

—Ven aquí.

Negué con la cabeza.

—Vamos, tienes frío y necesitas un poco de calor.

Caminé hasta donde estaba él, me senté sobre él, con mis brazos rodeé su cuello y mi cabeza cayó en su pecho, Sam me sujetó de las piernas, escuché como sonaba mi canción favorita.

— ¿Qué haces? —Pregunté.

—Es una canción para que duermas.

—No me quedaré dormida.

Lo voltee a ver y durante un momento nuestras miradas se conectaron, con una sola mirada podía hacer que todo dentro de mí se alterara, sentía esas famosas mariposas.

Esa noche podríamos darnos otro beso, pero no fue así, él despegó su vista y se quedó viendo en frente, me recosté en su pecho y podía escuchar el relajante sonido de su corazón latiendo.

Cerré mis ojos y pensé en un mundo donde él me amaba como yo lo hacía, donde Charlotte no era su novia, donde los dos éramos novios, donde podía besarlo cada vez que quisiera.

Con esos pensamientos me quedé profundamente dormida.

💙. 💙. 💙. 💙. 💙. 💙. 💙

—Alexa.

—Sam.

—Alexa.

—Sam.

—Alexa.

—Sam.

Escuchaba como repetían esas dos palabras una y otra vez, porque no tiene compasión y me dejan dormir.

Abrí mis ojos y me di cuenta de que aún estaba afuera, que mi amiga y mis primos se me quedaban viendo con picardía.

— ¿Qué? —Dije.

Fabiola miraba atrás de mí. Volteé y vi a Sam profundamente dormido. Me paré sigilosamente y él seguía dormido. Entré al cuarto mientras todos me seguían.

— ¿Qué paso?

—Nada. —Dije. —No podíamos dormir, nos quedamos platicando y nos quedamos dormidos, eso es todo.

— ¿En sus piernas?

—Tenía frío y fue su idea... Por favor no hagamos esto más grande.

Ellos se miraron sospechosamente.

Me metí a bañar, me puse una falda, una blusa de tirantes y unos tenis.Salí y busque a mis amigos pero no estaban, en su lugar solo había una nota.

Hola Alexa:

Somos Fabiola, Kile e Kyle. Solo te queremos decir que necesitas pasar tiempos a solas con Sam, así que nos iremos y volveremos muy tarde... Diviértete e.e

<<Traidores>>, pensé.

Sam entró.

— ¿Dónde están todos?

—Se fueron... Nos han dejados solos, así que podemos hacer lo que queramos.

Él me sonrió, esa sonrisa solo significaba que tenía una idea, digamos que cundo Sam tiene una idea nunca es buena.

—Vamos ya sé a dónde iremos. Pero deberías ponerte un pantalón.

Me cambié mi hermosa falda por un pescador.

Salimos del hotel, rentó una moto y condujo entre la ciudad hasta llegar a un lugar donde hacían paracaidismo.... ¿PARACAIDISMO?

No, no, no.

Trate de saltar de la moto, pero Sam me sujetó.

—No vas a huir.

—Si lo haré, lo haré.

Entramos y estaciono la moto, cuando se detuvo corrí como loca, pero digamos que eso no es lo mío ya que Sam me alcanzó, después me cargo entre sus hombros.

— ¡SAMUEL, BAJAME AHORA MISMO!

Llegamos a la recepción, Sam pagó, llegamos a una sala donde te explicaban todo sobre la caída, mientras yo seguía pateando la espalda de Sam y gritando.

Él me bajo.

—Gracias. —Dije.

—Es tu decisión, puedes venir conmigo y saltar o verme desde abajo y arrepentirte toda tu vida. Recuerda vivir el presente, porque no sabremos si tenemos un mañana.

Él caminó hasta el señor, mientras yo me quedé pensando... No puede ser tan malo, ¿Verdad?

Es muy malo, es demasiado alto. Comencé a respirar con mucha dificultad y todo dentro de mí me decía que no lo hiciera.

Vi como Sam saltaba. No sé ni en qué momento había decidido hacerlo, esto era demasiado.

Era mi turno.

La vida está hecha de decisiones, muchas veces tienes que saltar o no saltar, decidí saltar.

Él señor que iba conmigo se lanzó, sentía todo el viento en mi cara, en todo el viaje me quedé callada mientras observaba lo que había debajo de nosotros, estaba lleno de vegetación y podía ver el mar, era lo más hermoso que había visto en mi vida.

Cuando toqué el suelo sentí como me temblaban las piernas.

Me quedé acostada en el suelo mientras reía.

— ¿Cómo te fue? —Me dijo Sam.

—Increíble.

N/A

Mi amiga y yo hablando xd 

Vamo a no dejarlos juntos y matar a todos xd