Se veía al espejo una y otra vez, miró su peinado un poco apenada, su papá le había comprado un vestido muy bonito, pero ella no se sentía cómoda, iban a ir a la casa de uno de los amigos de su papá, no quería ir y menos cargando un vestido; no es que no le gustarán los vestidos, los amaba pero odiaba que las personas le dijeran cosas de su apariencia, por eso cuando suelen salir ella lleva ropa sencilla y poco vistosa, en cambio cuando suele llevar cosas bonitas las personas las miraban mucho tiempo y no le gusta.

Luzu tocó la puerta de su cuarto, traía una cajita en sus manos, le sonrió se puso a su altura y la abrió, adentro traía un collar muy bonito, con una gema roja, con detalles azules, lo tomó entre sus manos y sonrió.

— te prometo que si te sientes incómoda nos iremos de inmediato — le puso el collar — pero tienes que decirme, no eres una molestia Aurora — le golpeó la frente despacio — eres mi hija — la niña asintió tallándose la frente feliz

— te amo papi — lo abrazó

— y yo a ti princesa — correspondió contentó — vamos a la sala Auron está por llegar

— papi vendrá por nosotros — Luzu asintió

Se fueron a la sala, esperaron unos 5 minutos, Auron llegó y se fueron a la fiesta, era en una mansión ubicada en la punta de una montaña, la niña se quedó callada todo el viaje, su mente empezó a crear diferentes escenarios en su cabeza, pensaba en cómo sería haya, si las personas no le empezarían a hacer preguntas, que pasaría respondía y qué pasaría si no lo hacía, su mente estaba tan atormentada que apretó sus manos intentando calmar esos pensamientos, vio a su papá y este la miro a ella, le sonrió y le lanzó un besito y ella se lo devolvió animada.

Bajaron del carro, era una fiesta algo grande, todos iban con traje y bien vestidos, trago en seco, tomó la mano de Auron asustada, él la apretó y los dos esperaron a que se calmara, empezaron a caminar, la sala quedó en silencio cuando llegaron, Luzu y Auron tenían una cara seria, hasta que un hombre bajito se les acercó alegremente, cargaba una ropa totalmente negra, los mayores lo abrazaron sonriendo, la niña se ocultó detrás de ellos.

— ella debe de ser Aurora, hola — el mayor la saludo con alegría — vengan los demás están por acá — llevaba una copa en la mano, ya muy animado — Auron cargo a la niña y se fueron con ese hombre, era una mesa con 10 sillas, se sentaron en ella habían 9 hombres y una mujer — mira Aroyitt te dije que si iban a llegar — la beso y se sentó a su lado, la mujer los saludo con una sonrisa

— es tu hija Auron — un hombre de pelo blanco habló, estaba sentado tomando la mano de un hombre con ojos morados — es linda, Samu algún día quiero tener a una niña.

— pero si tu hijo te cuida más a tí, que tu a él — un hombre de ojos verdes hablo sonriendo, mirando al otro

— ya tortuguita no queremos alterar a los niños — su pareja le hablo con una sonrisa — porque no nos presentamos, hola pequeña, me puedes decir Fargan, este malhumorado de mi lado es Willy, es mi pareja, los de haya, son Ruben y Samuel, Lolito y mangel aunque creo que ya los conoces, el enano y la Reina son Alex y Aroya — los señalo a todos y cada uno ella sonrío

— Luzu Cris esta por haya si quieren la puedes llevar para que se sienta más cómoda — Mangel hablo sonriendo, Luzu la miró y asintió — ven pequeña — la tomó de la mano y empezaron a caminar

Algunas personas se le acercaban pero Mangel los alejaba con la mirada, los niños estaban en un área bastante grande, Cris estaba a lado de Luke y Ragnar, se acercó con una sonrisa. Luke cargaba un vestido muy bonito, Cris un traje al igual que Ragnar.

— Aurora — Cris dejo caer lo que tenía en la mano y la miró un rato — te ves bonita — le tomó de las manos, sonriendo — Luke mirá

— tu vestido es hermoso — él también se acercó sonriendo

— gracias el tú yo también — le dijo al niño y este se empezó a reír

— mami me lo compró dice que papi lo escogió — se dió una vuelta — Ragnar dice que los zapatos no me quedan

— no lo hacen — dijo enojado — hola Aurora

— hola Ragnar — sonrió y empezó a buscar con la vista — ¿Y Wilfred? — ella se puso un poco triste por no verlo

— se fue al baño — al decir eso vio cómo dos niños se ponían atras de Aurora y la abrazaban

— pulga llegaste — Simón la abrazaba con cariño, recibió un golpe de Leo — oye no me toques — Leo le sacó la lengua y abrazo a la niña

Todos empezaron a discutir y gritar, los demás niños solo se alejaban de ellos, Cris atacó a Simon y Leo intentó intervenir, Ragnar no dejaba que Luke se metiera a la pelea, hasta que ensuciaron su traje y él se metió también, los 5 niños ya estaban peleando en el piso, era un todos contra todos, Aurora se reía, un niño llegó por atrás de ella y le tocó el hombro, al verlo le sonrió.

— "los vas a detener" — le dijo en lenguaje de señas Wilfred

— no sé cómo — le contestó, ya podía entender un poco más del lenguaje de señas, pero no sabía como hacer los movimientos del todo bien

— "mirá" — sonrió y se acercó.

Tomó a Luke del vestido y lo jalo de todos los demás, Luke le sonrió sonrojado y Wilfred, le golpeó la frente, después sacó a Ragnar, y este molesto le enseñó su traje, el otro le sacó la lengua y le dió una palmada en la espalda, Cris ya se había privado con los otros dos, que igual se daban entre los tres.

Wilfred no podía hacer nada, solo alzó los brazos y los dejó ahí, ninguno los tres estaban cansado después de un rato, Aurora le gritaba a Cris que la apoyaba, Luke a Leo y Ragnar a Simón, empezaron a hacer apuestas de dulces, al final ninguno gano, porque Lana, llegó molesta y los separó, se llevó a Leo del brazo y se lo entregó a Mónica.

— ganaste — dijo la mujer

— empate, porque llegó mamá — se cruzó de brazos el niño

— sigue así — le acarició y lo dejó ir — no me mires así es un buen niño, deja que se divierta, me encantaría romperle unas cosas a Alexby — sonrió y las demás se empezaron a reír — chicas no piensan tener un hijo

— estamos en los trámites — dijo Dulce de manera muy suave y linda — Kristina se encarga de los papeles

— Nieves todavía no está lista para tener un niño, pero quién sabe, por ahora estamos bien así, solo nosotras dos — sonrió tomando su bebida y Nieves asintió contenta

— Amidala y yo, ya lo estamos viendo — Alexa sonrió tomando la mano de su esposa y besándola

Siguieron platicando amenamente