Capítulo 31 || FINAL ||
Narra Ivy
Estaba sobre la rama de un árbol mirando a los niños del reino jugar, cuando escuché un llanto, rápidamente volé hacia allí y vi a una niña siendo apedreada por unos niños.
Me molesté y más cuando noté que esos niños eran de mi clan, fui hasta ellos y cubrí a la niña con mis alas.
- ¿Estás bien? - Le pregunté. Ella me miró un segundo pero asintió - Tranquila, yo me encargo ¿Si? -
Ella vuelve a asentir y yo quité mis alas y miré fijamente a los niños.
- ¿Qué se supone que hacen? - Dije con fuerza.
- Ivy, dile a esa mocosa que nosotros si somos diferentes y mejores que los humanos - Dijo un niño.
Yo me molesté más y extendí mis alas de forma amenazante haciendo que ellos retrocedan y se cubran levemente con sus alas.
- ¿Qué les hace pensar eso? Los humanos y los cambia formas no son diferentes. ¿Y... en serio se creen mejor? Yo lo que veo es a un grupo de niños inmaduros que me avergüenza que sean de mi clan - Dije.
Ellos me miran agachando la cabeza.
- ¿Creen que por tener alas son mejores que los que no tienen? Eso es patético. Si piensan así, tal vez no merecen tener alas. Humanos o cambia formas, eso no importa. Ambos estamos vivos, ambos tenemos sentimientos y ambos tenemos el mismo color de sangre, la carcaza no significa nada - Dije.
Ellos se van volando y yo me agaché hasta estar a la altura de la niña.
- Lo siento... - Le dije - ¿Cómo te llamas? -
- A..Akira - Dijo tímidamente y sollozando pero se limpia las lágrimas.
- Bueno Akira, déjame curar esas heridas y llevarte a casa -
Le sonreí con amabilidad y ella asintió sin mirarme a los ojos.
Yo la levanté y volé hacia el castillo. Ella parecía estar fascinada al estar volando y eso me hizo sonreír con ternura.
Entramos a mi nueva habitación por la ventana y la llevé hasta la cama y la senté allí.
- Ahora vuelvo - Dije.
Salí un momento y encontré a Marisa, una mucama.
- Marisa, hola, oye te quisiera pedir algo -
- Hola señorita Ivy. Claro, dígame ¿Qué se le ofrece? -
- Pues verás, encontré a una niña siendo apedreada, desgraciadamente por niños de mi clan, y te quisiera pedir si podrías curar sus heridas, por favor -
- Pobre niña, claro, enseguida voy - Dice y rápidamente fue a buscar sus cosas.
Yo volví a la habitación donde vi a Akira mirando todo, hasta la cama colgando del techo.
- Enseguida vienen a curarte - Dije sentándome a su lado.
Ella mira mis alas con adoración.
- ¿Quieres tocarlas? - Pregunté colocando una de mis alas frente a Akira.
Ella asiente y toca mi ala, al instante comienza a reír.
- Es muy suave - Dice causándome ternura.
La puerta se abre y entra Marisa con cosas para curar a Akira.
- Akira, ella es Marisa, ella curará tus heridas ¿Si? -
Akira vuelve a ser tímida y asiente.
Marisa le sonríe con ternura y cura sus heridas mientras le hago platica para distraerla.
- ¿Y con quién vives Akira? -
- Con mi hermano Josh - Dice ella aguantando con valentía el dolor de los remedios sobre sus heridas.
Que niña más fuerte.
- ¿Y tus padres? - Pregunté.
- Aquí - Dijo apuntando su corazoncito.
- Oh... -
Nos miramos con Marisa y luego la miramos con una sonrisa.
- Listo pequeña - Marisa se levanta recogiendo todo.
- Gracias - Dice Akira sonriendo.
- Por nada -
- Bueno peque, te llevaré a tu casa, tu hermano debe estar preocupado por ti - Dije cargándola y yendo hacia la ventana.
Salté y abrí mis alas comenzando a planear. Akira me guiaba y apuntaba hacia donde estaba su casa.
Al bajar vimos a su hermano salir de la casa.
- ¡Akira! - La solté en el suelo y él la abrazó.
- Hermano - Dice Akira.
- ¿Qué te sucedió? ¿Quiénes te hicieron eso? - Pregunta preocupado.
- Me disculpo, fueron unos niños maleducados de mi clan - Dije apoyando una mano en mi pecho y haciendo una inclinación de cabeza.
- ¿Pero... por qué? - Pregunta él.
- Tal parece que sus padres les enseñaron que somos mejores que los humanos por el simple hecho de tener alas - Dije sin mirarlo aún.
- Oh... -
- Hermano, ella me ayudó - Dice Akira apuntándome.
- ¿En serio? -
- Chi -
Su hermano se levanta y fue ahí que me decidí por mirarlo a los ojos...
- Gracias - Dijo sincero. Yo reaccioné después de un momento.
- P..Por nada -
Mi corazón aceleró su ritmo y yo me puse nerviosa.
- T..Tengo que irme - Dije y me di la vuelta extendiendo mis alas.
- ¡Espera! - Akira se coloca frente a mi - ¿Vendras otra vez, cierto? - Pregunta esperanzada.
¡¿Cómo negarme a esa carita?!
- Claro que sí, peque -
Le revolví el cabello haciendo que riese y luego eché una mirada sobre mi hombro y vi a su hermano de brazos cruzados sonriendo hacia su hermanita.
Vi como se le marcaban los músculos y mi corazón volvió a acelerarse.
- A..Adiós - Dije al fin y me fui rápidamente.
Entré con rapidez a mi habitación y me apoyé contra una pared con la respiración agitada y aún con el corazón a mil.
¿Qué estoy sintiendo en el pecho?
Es... extraño...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top