Capítulo 15
- Si, soy su guardia - Leandro se levanta sin problemas y coloca una mano sobre mi hombro - Y como tal debo llevarla a un lugar seguro -
Me di la vuelta sorprendida y los chicos dieron un paso al frente.
- ¿Qué? - Pregunté - Pero ellos iban a ayudarnos, nos ayudaran a liberar al reino -
- Lo siento princesa, son órdenes de su padre - Dice él inclinando la cabeza - Además... estuvimos reuniendo aliados, la llevaré con ellos y estará mucho más segura... porque... ¿Cómo un pequeño grupo de bestias ayudarían a salvar el reino - Mira directamente a los ojos a Kaelan con superioridad.
- Te sorprendería lo que somos capaces de hacer... - Dice despreocupadamente Kaelan mientras se cruza de brazos.
- Lo dudo, los matarán nada más llegar y harán que la princesa sea capturada - Dice Leandro.
Kaelan intenta no demostrarlo pero se había molestado, lo noté por como tensó su mandíbula y apretó sus manos en sus brazos.
- Leandro basta - Dije en un susurro calmado mirándolo a los ojos - Ellos son más fuertes de lo que crees -
- Hm... aún así debe venir conmigo, princesa - Leandro levanta una mano hacia mi para que la agarre pero otra mano se interpone sujetando la muñeca de Leandro.
- Ella no irá a ninguna parte contigo - Dice Kaelan.
- Es mi deber protegerla - Dijo Leandro.
- Y es el nuestro ayudar a su reino, se lo prometimos - Dice Kaelan.
Ellos se miraban queriendo asesinar al otro con la mirada.
- Chicos ¿Podrían dejar de pelear? - Dice Kitana.
- Si, es decisión de ella - Dice Ivy.
- Tecnicamente no - Habla Leandro al momento de soltarse del agarre de Kaelan - Las órdenes del rey están más allá que las órdenes de la princesa. Así que ella no puede decidir esto -
- ¿Por qué nunca puedo? - Murmuré cruzándome de brazos.
- Lo lamento princesa, pero debe venir... -
- Mi padre no está aquí. Por lo tanto, yo tomaré las decisiones - Dije firme - Y yo decido con quién quedarme -
Leandro baja la cabeza.
- Si princesa -
- ¿Hay alguna posibilidad de que ellos nos acompañen al refugio con los aliados que mencionaste? - Pregunté.
- No, ellos no confiarían en estos... así que no pueden venir -
Me quedé en silencio un momento pero suspiré.
- Leandro, voy a quedarme, ellos ayudarán y tu puedes quedarte con nosotros o ir a avisar a los aliados que me has encontrado y que se preparen que en cualquier momento recuperamos Abjasia - Dije.
- Dejarla sola no es una opción -
- Entonces está decidido -
- Pero ya no hay carpas disponibles - Dice James y noté cierta sonrisa que intentó ocultar.
- Y yo no compartiré mi carpa con él - Responde rápidamente Owen.
- Yo tampoco - Dice Adam.
- Él se quedará conmigo - Dice sorpresivamente Kaelan.
Nos quedamos en silencio un momento.
- Esta bien, acepto - Dice Leandro.
Todos suspiramos.
- Iré a dar una vuelta, no me alejaré - Dije saliendo de la carpa.
- Iré con usted princesa - Leandro camina hacia mi pero yo lo detengo.
- No, tu descansa. Estaré bien -
- Pero... -
- Nada. Vuelve a acostarte -
Salí de la carpa y caminé hacia el bosque pero sin alejarme.
Era tranquilo y escuchar los ruidos de los animales era relajante.
Me detuve en seco y girando levemente la cabeza hacia un lado, conseguí ver por el rabillo del ojo a un cuervo de ojos dorados viéndome fijamente.
- Extraño color de ojos - Murmuré para mi.
Segui caminando pero escuché el aleteo de sus alas. Volví a detenerme y darme la vuelta y ahí estaba nuevamente. Estaba mirándome...
Parecía vijilarme...
Volví mi mirada al frente pero luego llevé mi mano con cuidado hacia el mango de la espada.
- Hey - Me di la vuelta rápidamente sujetando mi espada apunto de sacarla hasta ver a Kaelan.
Mi respiración era irregular pero después de un suspiro de alivio bajé mi mano y me calmé.
- Oh, eras tú... -
- Si... Quería saber si estabas bien - Dice acercándose.
- Si... no te preocupes - Respondí sonriendo un poco, pero la verdad es que estaba asustada y preocupada.
No pude aguantar la sonrisa al pensar en mis padres...
Bajé la mirada pero sentí las manos de Kaelan sobre mis hombros, por lo que volví a verlo.
- Sé que te preocupan tus padres, pero te prometo que lograremos liberarlos al igual que a tu pueblo -
- Prométe también que lo harán... sin importar lo que me suceda a mi - Dije agarrando sus manos que seguían sobre mis hombros.
- Pero... eso ya no... - Lo interrumpí.
- Por favor... promételo. Estaré más tranquila, prefiero saber que mi reino y mi familia seguirán a salvo aunque me suceda algo -
- Thea... -
Se detiene él mismo al encontrarse con mi mirada.
Nos miramos a los ojos por más tiempo hasta que él los cierra y suspira.
- Bien, lo prometo - Sonreí y llevé una mano a su mejilla consiguiendo que él vuelva a mirarme.
- Gracias... por todo... -
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