Se oía un gran estruendo en el salón de clases. Hasta que el maestro entró dejándome sola en el pasillo.

Al entrar todos los gritos se apagaron escuchandose solo la firme voz del profesor.

—Buenos días clase—dijo el maestro.

—¡Buenos días Son-sensei!— contestaron todos los alumnos al unísono.

—Como os informé, lo que queda de curso tendremos a un alumno nuevo en clase— me estaban dando la entrada— Bulma Kamigawa puede pasar. Sí y os preguntaréis, ¿cómo llegué hasta ahí? Eso es una larga historia.

~•~•~

Todo comenzó en las vacaciones de verano. Yo estaba tranquilamente en mi casa, yo sola, leyendo "historias educativas"

—Jajaja, pobre Izumi le duele el culo. Shingi se pasó mucho en el capítulo anterior— cuando dige historias educativas me refería a los mangas de «My sweet human». Un manga bl que amo con todo mi corazón— esta vida es la mejor. ¿Porqué el verano tiene que acabar? Aunque bueno shippear a Kazuya Yamada con su amigo Yu Ishigawa también es divertido. Aunque luego Mi-chan me pegué— me dejó caer en la cama— no cambiaría esta vida por nada.

Pero claro, ¿conocéis la ley de Murphy? Por si no sabéis cual es. La ley de Murphy dice que si algo puede salir mal va a salir mal. Pues en esta ocasión se aplica ese caso.

—¡Bulma! ¡Ya está mamá en casa! ¡Baja que tengo una gran noticia!— llegó mi madre a traer la desgracia.

Pero yo, ilusa, bajé las escaleras imaginando que tal vez iríamos a esa tan ansiada comiket de verano donde estaría Nanashima Akane la escritora de «My sweet human» vendiendo el último tomo junto, ¡una tarjeta exclusiva de Izumi Itzuka el mejor uke de todo el bl! Pero todas mis ilusiones se fueron al garete.

—Hija escucha bien,— me dijo mi madre una vez yo ya había bajado las escaleras y me encontraba frente a ella— ¡nos mudamos!— tras esas palabras mi cara era un poema. Tenía descrita todas las muecas de desacuerdo que podríais describir— A parte— a no que todavía había más— ¡hoy cenamos con el señor Kamigawa! Para que conozcas a su hijo. Además tenemos que daros una sorpresa— al escuchar la oración "daros una sorpresa" mi piel se puso de gallina.

Para poneros en contexto. Mi madre se quedó viuda a mi edad de cuatro años. Yo tengo recuerdos vagos de mi padre por eso no lo suelo echar de menos. Pero nunca lo mencionaba pensando que mi madre si lo echaría de menos. ¿Y cuál es mi sorpresa al enterarme de que mi madre ahora es la pareja de un ricachón separado de su mujer? Este se llama Vegeta Kamigawa es un hombre muy simpático, eso no se puede negar, y con un gran capital que, creo, fue lo que llamó la atención de mi madre que es 15 años menor que el hombre.

Bueno siguiendo con la recapitulación. Tras pasar unas horas llegó la hora de la cena. El lugar no podía ser más finolis di gracias que llevaba mi ropa más lujosa. Porque si no el contraste con el lugar sería horrible y eso que ya se notaba que era de la plebe.

Al entrar en el recinto era más elegante que como me lo esperaba era el típico bar súper caro de las películas. Y eso me ponía aún más de los nervios. Cuando me di cuenta mi madre ya se había sentado en una mesa donde se encontraba el señor Kamigawa y su hijo.

— ¡Bulma-kun!— me llamó la atención el señor Kamigawa— No tengas reparos. Siéntate con nosotros.

Y para no parecer tonta me senté junto a ellos, en el único hueco libre que faltaba, al lado del chico.

Era bastante agraciado tenía el pelo con un peinado algo inusual, como su padre, y con ropa que fácilmente costaba los cien mil yenes (unos mil dólares). Parecía estar en desacuerdo de estar allí porque se pasó gran parte de la velada con los brazos cruzados.

—¿Qué tanto miras?— parece que se me quedó la mirada anclada en su dirección.

—Aaah, bue...— me puse un tanto nerviosa— quería por lo menos saber tu nombre si ahora vamos a vivir juntos— supe dar una buena excusa.

—Te lo digo si te callas— soy yo o, ¿dan ganas de pegarle en todos los morros a ese idiota?

—Vale...—cada vez notaba el ambiente más incómodo.

—Me llamo Vegeta Kamigawa— dijo sin siquiera dirigirme la mirada.

Luego de eso el silencio volvió a reinar, por lo menos para mí porque mi madre y su novio no dejaban de darle al palique, hasta que el señor Kamigawa comenzó a darle pequeños golpes a su copa, no sé para qué si ambos estábamos callados y solo el y mi madre no callaban.

—Veo que ya me escucháis todos— todos asentimos, todos los que estábamos en la mesa obvio— quiero daros a conocer, sobretodo a mi hijo Vegeta y a Bulma-kun, que a partir de ahora seréis hermanos— en ese momento casi nos quedamos sin Bulma porque el agua se me fue por el otro lado teniendo que escupirla.

Jsjsjs. Estrenando nueva historia luego de mi color favorito. Y por primera vez, ¡una chica es la protagonista!

❥︎ ¿Os esperabais que Bikini (la madre de Bulma) fuera pareja del rey Vegeta? Yo no lo escribí en el último momento jsjsjs

❥︎ ¿Pensáis que Bulma le debería de haber pegado a Vegeta por ser tan grosero?

❥︎ ¿Pensáis que a Bulma le ha gustado ser la protagonista de una de mis historias?

Yasei:- La respuesta a la última pregunta es no.

Bulma:- Con un montón de papeles.- Es que has pasado de no darme ni un papel principal a ser una coprotagonista en casi todas tus historias.

Yasei:- Es un honor que te dé tanto trabajo.

Bulma:- ¡Pero tengo que memorizar demasiados guiones!

Yasei:- Pues dicelo a Goku y Vegeta que son los protagonistas en la mayoría de historias.

Goku:- Hundiendose en una montaña de papeles.- Me muero, decidle a Geta que le quiero.

Yasei:- Tocará llamar a la grúa.

Bulma:- Doy las gracias de que Yasei no es fan del yuri.

Y hasta aquí la primera parte del prólogo.

¿Qué os parecio la historia? ¿Interesante? A mí me parece que quedó mejor. Porque en un principio el guión no era así.

Antes de acabar el capítulo decidme ¿qué queréis que actualice para mañana?

Con esto dicho... Bye bye. ¡Nos leemos!