7

—¡Soo! Ah~

Sus caderas se movían al ritmo de la música fuera, rítmico, profundo y sensual, haciendo que la experiencia se volviera demasiado envolvente, sus ojos se desenfocaban sintiendo como chocaba contra su próstata con fuerza y ritmo, sus manos se tomaban de los hombros del pelinegro mientras gemía sin control, su cuerpo cada vez más sensible y ansioso por contacto, sus besos húmedos le enloquecían y sus manos apretando los lugares correctos volvían su mente un desastre en medio del calor y sudor.

Subía y bajaba a un ritmo constante perdiéndose entre las luces y los cuerpos danzantes en la pista, estaban en una esquina pero a Yeonjun les fascinaba eso, ser vistos, la forma en que Soobin olvidaba el mundo a su alrededor y poco le importaba que los ebrios notaran que estaban follando en la discoteca, después de todo era lo suficientemente tarde para que todos estuvieran drogados o ebrios.

Su lengua luchó contra la de Soobin en un húmedo compás mientras su entrada era profanada con dureza y sus caderas se movían hasta encontrarse con las ajenas, su cuello llevaba algunas marcas, suplicaba luego se borrasen, sin embargo podría decir que fue cualquiera, simplemente guardaba para si el hecho de ser tratado de esa manera por el pelinegro.

—Ah... Soo...ngh ah-ah~

Tan caliente, tan húmedo, su frente con una capa de sudor mientras Soobin apretaba sus caderas y observaba como se hacía pedazos en sus brazos, sus caderas moviéndose, su pene entrado y saliendo húmedamente siendo envuelto tan cálidamente por Yeonjun que gozaba tanto como él de ese momento de libertad.

Ni siquiera recordaba bien como empezó, simplemente bailaban, el castaño se pegó de más y meneó sus caderas, sus manos fueron por ellas, comenzó un vaivén lento que lo tentó demasiado y luego todo empezó, besos húmedos, el calor de su necesidad, sus cuerpos necesitados por el otro, un Yeonjun jadeante que le suplicó lo follara allí mismo, conocía aquello como una pequeña fantasía del castaño así que no tuvo mejor idea que hacerlo, simplemente que en una esquina, no tenía el valor para follarselo en medio de la pista, aún.

Así que lo subió a una de las mesas y siguió profanando su cuerpo mientras Yeonjun se deshacía en gemidos disfrutando del momento de éxtasis, sus piernas estaban débiles, sus manos rodeaban el cuello de Soobin mientras el pelinegro dejaba besos en su cuello y mordía sus labios suavemente cada vez más cerca del orgasmo.

~ngh Soobin-ah~

Yeonjun se arqueó al alcanzar su orgasmo mientras se corría entre ambos ensuciando la camisa de Soobin y la suya, sus paredes se apretaron y se llevó consigo a Soobin que alcanzó el clímax corriéndose en su interior, se mordió el labio al sentir el líquido caliente llenar su interior y besó a Soobin una última vez, se separó sintiéndose vacío, el pelinegro le colocó de nuevo los pantalones y le ayudó a sentarse repartiendo besos en su rostro.

— ¿Quieres seguir bailando?

— Vamos a beber —dijo Yeonjun tomando su mano y corriendo al bar.

Un trago, otro, el castaño bebía y pagaba cada trago, Soobin no bebió mucho sabiendo que después debía cuidarlo, al menos su pie ya estaba bien, comenzó a bailar de nuevo con Yeonjun restregándose indecorosamente contra su cuerpo, sus besitos suaves y torpes por el alcohol luego de mas tragos, se volvió una masita que solo le daba besos y le repetía lo mucho que lo amaba, Soobin sonreía y le gritaba lo mucho que lo amaba sin saber como el alcohol había invadido su sistema también.

Salieron de la discoteca y caminaron a casa gritándose lo mucho que se amaban, una vez llegaron al edificio del pelinegro Yeonjun caminaba mareado tomando su mano, sonreía y soltaba risitas divertidas mientras caminaban "escondidos" y "tratando de no ser vistos".

Soobin lo llevó a su habitación, como siempre la ropa comenzó a molestar, se besaban entre mordidas, besos húmedos, chupadas, lamidas, mordidas en el cuello, en la boca, Yeonjun lamiendo el glande de Soobin su lengua alrededor de la base, Soobin jadeando ante lo que hacía, sus caderas moviéndose hacia arriba, el castañito recibiendo su semen con un sabor un poco extraño debido al alcohol.

Sin embargo eran un desastre y aquello no pararía allí, Soobin lo sentó sobre su regazo y el castaño entendió alineándolo a su entrada comenzando a montarlo, sus gemidos placenteros a pesar del mareo, la relajación hacía que sus cuerpos se sintieran al máximo, besos húmedos, lamidas en la piel, chupetones en sus pezones, sus caderas subiendo y bajando en un compás rápido y continuo gimiendo sin control.

A la mierda el mundo si eran uno solo, sus movimientos mas rápidos, una tercera ronda sobre el escritorio mientras Yeonjun era un desastre por la sobre estimulación de su cuerpo, Soobin disfrutaba verlo hacerse pedazos sintiéndose en la gloria ante cada embestida, ante cada caricia, sus ojos desenfocados, la frente sudada, sus mejillas coloradas, sus labios rojos e hinchados de tantas mordidas y lamidas, el sonido húmedo de su entrada siento maltratada por tercera vez en la noche hasta sentir como de nuevo era llenado, sus muslos mojados por los líquidos y una sonrisa de satisfacción mientras ocultaba su rostro contra el hombro de Soobin.

—Mierda...eso fue...agotador~ murmuró Soobin aun un poco perdido en el éxtasis de su orgasmo.

Yeonjun se había quedado dormido en sus brazos, salió de su interior y lo cargó metiéndose en la cama con él, besó su frente mientras el castaño se acurrucaba contra su cuerpo logrando por fin dormir a pesar del desastre que eran ambos.

Al día siguiente Soobin no estaba, Yeonjun estaba cansado, le dolía la espalda baja y la cabeza le iba a explotar, se sentó en la cama con algo de dolor viéndose desnudo cosa que no le sorprendió al estar en la cama de Soobin, pestañeó un par de veces adaptándose al brillo del día, maldito Soobin, era como si poner unas cortinas oscuras para él fuera un pecado, ¿es que no podía pensar en despertar un poco más tarde?

Se puso de pie y se cubrió con las sabanas buscando cerrar la cortina de nuevo para poder dormir aunque sea con el horrible brillo de las cortinas, escuchó que tocaban a la puerta y sus sentidos se alertaron, no sabía que hacer así que simplemente se quedó callado y quieto esperando no ser notado, los toques a la puerta seguían así que rodó los ojos, seguramente era uno de los idiotas que le pedían a Soobin que hiciera sus tareas.

— Yeonjun ya sé que estás allí —dijo Kai del otro lado de la puerta.

Sonrió y abrió la puerta asomándose, sonrió al ver a Kai.

— ¿Cómo lo supiste?

— Si no estas en tu cuarto, yo que te conozco obviamente sabré que estás aquí, además anoche fue complicado evitar que alguien los viera comiéndose la boca en las escaleras y gritando que se amaban.

— Oh, bueno... gracias por eso ¿me necesitas?

— Si, recuerda que tenemos entrenamiento hoy y doble porque la temporada se acerca —dijo Kai cruzándose de brazos y hasta entonces Yeonjun notó que llevaba el uniforme deportivo — espero que no tengas algún dolor extra porque puede afectar los entrenamientos.

— maldito infeliz cierra la boca —dijo Yeonjun con una sonrisa — salgo en un momento espérame.

Yeonjun corrió como pudo a ponerse algo de ropa de Soobin porque el pelinegro no le dejó su ropa ordenada y no la encontraba, salió con lo que pudo quedarle y una vez estuvieron en su habitación se duchó y se colocó el uniforme de practicas notando un enorme chupete en su cuello y muchas marcas mas en su piel, maldijo internamente y salió.

— ¿Te dio varicela? — murmuró Kai viendo las marcas.

— Si eso diré.

—Soobin? —preguntó Kai a lo que asintió —bueno no diré nada aunque una vez recuerdo que una chica me dejó así y dos simios sin cerebro se rieron de mí.

—No te enojes, lo siento– dijo Yeonjun.

Kai lo acompañó hasta que llegaron a las canchas, los comentarios sobre las marcas en Yeonjun no se hicieron esperar admirando como aquella "chica" lo había dejado, luego comenzaron a entrenar como siempre aunque a Yeonjun le costaba más pues su espalda baja dolía como el infierno, corría como podía en intentaba caminar con normalidad aunque eso era mas costoso y doloroso, los saltos no ayudaban y cuatro horas de entrenamiento se volvieron el infierno para su pobre cuerpo.

El entrenador les dio un descanso, Yeonjun se tiró al piso apenas pudo, Beomgyu se sentó a su lado viendo a un grupo de chicas que habían llegado a verlos y otros nuevos que los admiraban, sonrió coqueteando con una de las chicas que respondía a sus coqueteos, luego se acercó con una de sus amigas a lo que Beomgyu tocó la pierna de Yeonjun para que abriera los ojos, sin embargo el castaño estaba demasiado cansado.

—Hola chicas ¿les gustó vernos entrenar?

—Dice mi amiga que si tu amigo tiene novia— dijo la chica viendo a Yeonjun que solo estaba acostado en el suelo.

—No tiene, hace poco terminó con su novia —dijo Beomgyu.

— Si tengo y se enoja si me hablan —dijo Yeonjun secamente— además no estoy interesado, si les gusta Beomgyu pídanle el numero y ya.

Yeonjun se fue dejando de lado a los tres y fue por algo de agua cuando notó a Soobin acercándose, el pelinegro se lo llevó un poco apartado y apenas estuvieron lejos de los demás Soobin tomó su cintura pero Yeonjun le dio un golpe en el pecho.

—¿Qué?

—Maldito me dejaste lleno de marcas y con un dolor horrible —se quejó Yeonjun aunque no quitó las manos de los hombros de Soobin.

—Tu dijiste que follaramos en la disco además tomamos demasiado y nunca antes había tomado tanto.

Yeonjun rodó los ojos pero Soobin le dio un beso en la mejilla y metió su rostro en el cuello de Yeonjun, no podía contra eso, Soobin siempre sabía como hacer que cediera y terminara feliz, besó sus labios suavemente a lo que Soobin correspondió hasta que Yeonjun recordó que su descanso estaba por terminar así que se separó.

— Me duele el trasero por tu culpa y tengo que entrenar dos horas más —dijo Yeonjun— me las pagarás Choi Soobin.

— Si ajá ya vete mejor.

— Te odio —dijo Yeonjun dándole un golpe en el pecho.

— Yo tambien —dijo Soobin besando su frente antes de irse.

Yeonjun volvió a sus entrenamientos, Beomgyu al parecer ahora estaba molesto pero simplemente ignoró eso como si nada, Kai le seguía el ritmo al igual que los demás jugadores, entre sí comentaban diferentes cosas y reían mientras entrenaban para hacer mas amenas las horas extenuantes de entrenamientos sumado al cansancio que los perseguía a cada segundo haciendo que al terminar todos se quedaran tirados en el piso tratando de recuperarse del cansancio, sobre todo Yeonjun que apenas se acomodó se quedó dormido en el piso sin siquiera darse cuenta.

Los demás se fueron retirando y Beomgyu lo despertó cuando notó que solo quedaban ellos y Kai, el castaño pestañeo y se sentó quejándose un poco por el dolor en su cuerpo, músculos tensos a pesar de que calentó, su corazón latiendo ya con normalidad, el dolor presente, su cansancio era demasiado sin embargo aparentó todo el tiempo estar perfectamente bien.

— Vas a ir a la fiesta de Seok? —preguntó Beomgyu secamente.

— Si, mi papá dijo que tengo que ir obligatoriamente.

— ¿Vamos juntos?

— Claro–dijo sin problema– ¿van a clases ahora?

— Tengo que ir a las de relaciones exteriores —dijo Beomgyu poniendose de pie— ¿y tu?

— Me toca hasta mas tarde, iré a dormir.

Beomgyu asintió y luego vieron a Kai hablando con una chica que sonreía mucho sin embargo ambos supieron que era su hermanita menor que recién entraba a la universidad pues el parecido era innegable, se acercaron y mantuvieron una corta conversación con la chica, un rato después Yeonjun volvió a su habitación en donde se quedó dormido toda la tarde sin darse cuenta de que se saltó las clases.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top