+ 34 + epílogo.
— ¿Estás seguro de esto? — Mi madre preguntó una vez más, mirándome con sus hermosos ojos dorados llenos de preocupación. Miré el ramo en mis manos y respiré hondo, tirando innecesariamente el aire a mi cuerpo. - Sabes que no tienes que hacerlo. - Ella dijo lentamente, como si me convenciera de lo contrario y yo sacudí la cabeza, con un asentimiento.
Está bien, esto no era exactamente lo mío. Pero quería hacer algo por Edward; algo significativo, aunque no era exactamente válido por ley. Yo era una chica adulta ahora, me había graduado de la facultad de medicina - finalmente después de muchos años- y había tenido el apoyo especial de Edward durante todo ese tiempo, aunque él se había vuelto casi loco con la cantidad de jóvenes hormonales y por todas las horas que yo necesité pasar estudiando— No era tan inteligente como los vampiros normales y no aprendía nada con sólo mirarlo. Fue una experiencia increíble y fue aún más emocionante que Edward me acompañara con tanto cariño, apoyo y comprensión. Ah, mi hermoso novio ha crecido y cambiado tanto en los últimos años! No podía creer que esos viejos y sexistas pensamientos pasaran por mi mente. Me reí un poco, recordando el momento en que llegué al campus y mamá me aconsejó que perdiera la virginidad de una vez.
Por supuesto que no la escuché, pero Edward sí. Él decidió que era mejor hacer el servicio de una vez que dejarme caer en la tentación - no que eso fuera un sacrificio para él, por supuesto. Fue una noche espectacular, mágica y excitante, por supuesto. Desde entonces, no nos hemos detenido ni una sola vez y fue un alivio que Edward hubiera abandonado la idea de esperar hasta matrimonio, teniendo en cuenta que le tomó quince años y dos ciudades diferentes para que sucediera.
— Te ves hermosa, mamá— yo elogié y mi madre sonrió abiertamente. El vestido de ella era blanco, así como de todos los invitados. Mi madre sufrió mucho cuando le dije que necesitaba privacidad, así que me fui de la casa de mis abuelos, por supuesto hizo un drama aterrador sobre perderme y sobre cómo viviría viéndome unas cuantas horas al día.
Al final, las madres siempre son madres.
— No más que tú, princesa— La voz de trueno de mi padre sonó desde la puerta y yo sonreí, como siempre. Me encantó verlo en ese traje tan hermoso y costoso que le compró la tía Alice. Ah, papá fue el que manejó mejor los cambios, por supuesto amenazaba con arrancarle las bolas a Edward cada vez que peleabamos, pero eso nunca le impidió apoyarme para hacer las paces con mi compañero. Casi me ahogo con mi propia saliva al oír a mi padre decir que el sexo de reconciliación es lo mejor.
Definitivamente, esé era mi papá
— Tengo que concordar con Emmett— Edward dijo y como la primera vez, fue como si mariposas se agitaran en mi estómago. Es verdad, yo estaba muerta ahora, no había ninguna mariposa allí, pero eran como si hubieran.
Cada vez que este hombre hermoso y apasionado me sonríe, es como si todo el mundo estuviera girando en la dirección opuesta, a pesar de que todo parece estar bien. Por un momento no había un don terriblemente peligroso fluyendo en mí, no había ninguna realeza vampirica codiciando mi libertad, tampoco hambre o guerra.
Sólo estaba Edward y su hermosa sonrisa resplandeciente.
Además de cómo me amaba, tocaba, sonreía o simplemente me miraba. Por un momento, años atrás, llegué a pensar que jamás tendría una oportunidad con Edward y que toda esa mirada apasionada sería de Bella Swan por el resto de la eternidad.
Y de repente... ¡Bum! Mi amor platónico se hace realidad y Edward es mío.
En unos minutos, mi futuro marido. Yo también odiaba la idea fija y retrograda del matrimonio, pero para Edward eso es tan importante que decidí ceder... Bueno, más o menos.
Nuestra boda estaba teniendo lugar en un pico de montaña de la cordillera de Tauro, en Turkmenistán, a orillas del río Duden estaban presentes en unas quince sillas algunos amigos cercanos y queridos, además de mi familia - que ya es grande en sí mismo. Mi vestido tampoco era blanco, pero un diseño exclusivo de la tía Alice en color turquesa, porque es el color definitivo de mis ojos. El abuelo Carlisle tiene una teoría interesante sobre esto.
¡Prim es tan terca que ni el veneno pudo vencerla!
Pero la verdad es que siempre he tenido un miedo inmenso de ser un vampiro. ¿Quería ser joven y bella para siempre? ¡Sí! Era hija de mi madre, después de todo. ¿Quería vivir con mi familia para siempre? ¡Sí también! ¿Quería estar siempre perfumada y afeitada? Sí, ¿qué chica no quiere?! Pero, no, yo no quería abandonar la comida sabrosa, estar hecha hielo siempre y brillar sin poder disfrutar del calor del sol.
Esa es la teoría del abuelo Carlisle. Manipulé el veneno de vampiro dentro de mi cuerpo. Una breve extensión de lo peligroso que es mi don.
A pesar de eso, nunca conseguimos ninguna certeza, después de todo, todo es novedad para nosotros, a pesar de ser vampiros. Soy fuerte y hermosa como un vampiro, yo tampoco he envejecido desde que me desperté. Mi cuerpo, sin embargo, continúa produciendo lo que el abuelo Carlisle explicó que es un proceso humano de curación, pero acelerado.
Para resumir simplemente, yo era una especie de vampiro con imperfecciones. No mitad humana o mitad vampira, tal vez diez por ciento todavía humana. No dormía, envejecía ni desarrollaba fluidos corporales. Pero todavía podía controlar mi sed, relativamente, me gustaba la comida humana, tenía el color de los ojos como los de un humano (o casi) y tenía la piel suavemente caliente - a pesar de tan dura como la de un vampiro común.
¡Ah! Yo tampoco menstruaba más. Lo que era genial y me hacía muy feliz haber eliminado esa parte tan incómoda de mi vida.
Claro que mamá se sentía culpable por eso hasta hoy, ella lamentaba haber tomado de mí algo que sintió que quitaron de ella hace años: la maternidad. No tenía sentido decir incansablemente que me alejaba de mi deseo de ser madre. Rosalie Hale tenía la idea fija de que todas las mujeres del mundo querían o debían ser madres algún día.
Por supuesto que era una discusión abierta, pero no me importaba. El futuro era inmenso frente a mí. Yo tendría, previsiblemente, largos años por delante para ser una médica increíble, una esposa amada y si yo quisiera o no, ser una adolescente, joven, estudiante, o finalmente madre. El mundo se había vuelto pequeño cerca de todas las posibilidades que yo tenía, nada limitadas por la vida, muerte o vejez.
— ¿Estás lista? — Edward preguntó con una sonrisa brillante y hermosa. Yo también sonreí, aceptando la mano que él extendía para mí. Nuestros dedos se entrelazaron y caminamos fuera de la casa hacia el camino formado por la alfombra extendida en la arena blanca, las antorchas y las luces daban un aire romántico al lugar. Una iluminación baja con perfume de flores y maresia.
El viento cálido que venía del mar mecía mi cabello y me traía el perfume de Edward como mariposas danzantes. Caminamos hacia el pequeño altar montado por mi familia, en las sillas alrededor de la alfombra estaban Bella y Raghe, tomados de la mano. Bella se había convertido en una vampira espectacular, poderosa y gentil, Bells tenía un escudo mental contra dones como el mío y el de Edward, según mi futuro marido fue divertido ver a Raghe tratando de seducirla, teniendo en cuenta que su don también es una participación mental. Y también fue muy útil en mis primeros años cuando el simple hecho de pedir un vaso de agua convertía a las personas en robots vivos. Bells me ayudó demasiado y me pareció injusto que yo hubiera sentido tanto celos de ella cuando era una adolescente.
En ese momento de nuestra vida, Bells era mi mejor amiga. Esperaba que no intentáramos suicidarnos en el futuro, nunca se sabe con vampiros, después de todo.
Sobre todo porque Edward seguía celoso cada vez que Raghe estaba en la habitación. Pero no podía resistirme, su don realmente hacía algo con las mujeres.
Les sonreí y seguí mis ojos hacia adelante, hacia Jacob y su esposa, ambos ya no eran adolescentes - a pesar de que Jake todavía parecía estar en la treintena. Una miniatura de Jacob estaba en su regazo, el pequeño Joshua de ocho años, era un niño inteligente, fuerte y educado. Definitivamente me moría de amor por él, de la misma manera que me gustaba su esposa - desde que ella superó los celos descabellados que tenía de mi madre.
¡Oh sí! ¿Quién en el mundo imaginaría a Jacob Black y a mi madre?!
En el otro lado Zafrina asintió y Tania imitó su gesto. Pisé hacia ella y Tania sonrió, encantada. Moví la cabeza, recordando cuando era pequeña y estaba celosa de sus largas piernas de modelo. Sinceramente, me podría conceder el beneficio de tener celos de Tania, la mujer era prácticamente una belleza.
Me acordé de todas ellas en mi graduación de medicina, aplaudiendo de pie y recibiendo miradas encantadas por donde pasaban. ¡Eran tan increíblemente especiales que apenas podía soportar el amor!
Finalmente llegamos al altar y le sonreí a mi amigo más querido. No nos hemos visto en los últimos quince años, pero de repente, ahí estaba todo andrajoso y con el corazón roto. Fue casi una obligación ayudar a Garrett a superar la pérdida irremediable de la humana que conquistó su corazón.
— ¿Estás segura de esto? — Garrett me cuestionó sonriéndome maliciosamente. Los cabellos negros caían frente a su cara y él sonreía de esa forma que siempre me irritaba, pero que en el fondo, era la mayor parte de su encanto. —Sabes que mi propuesta sigue en pie.
— Garrett— Edward gruñó y yo me reí, negando con la cabeza. — Deja de coquetear con mi mujer.
—Edward! — el tarareó con diversión. — Yo siempre supe que tú sentias algo por nuestra Prim. pero afrontémoslo, yo la vi primero.
— Mía— Edward dijo arqueando la ceja y tirando de mí un poco más cerca. — No nuestra Prim.
— Nuestra. ¿No es así, cariño? — Se volvió hacia mí, con los ojos centelleantes de diversión cruel.
— Basta, Garrett. Edward— Sonreí, volteando mis ojos mientras torcía los labios en reprensión. — ¿Cuántas veces tengo que decir que soy la dueña de mí misma? — Volteé mis ojos, incrédula con ambos y eché una mirada atrevida hacia Edward. Cariño, tu posesividad es muy sensual en la cama, fuera de ella es casi irritante.
Edward sonrió hallando gracia a mi pensamiento y yo me reí, lanzando una mirada de alerta para el moreno frente a nosotros.
— ¿Podemos seguir, Garrett?
— Ah, mi corazón dolerá por toda la eternidad— él llevó su mano al pecho, pareciendo realmente triste y giré mis ojos, él bufó y rió. — Pero debes saber que si alguna vez quieres un poco de aventura y diversión, siempre estaré aquí.
— ¿Es en serio esto?! — Edward dijo impaciente. — ¿De verdad estás coqueteando con ella el día de nuestra boda?!
— Edward! — Gruñi empujándolo. — Para. Y tú también, Garrett. cásanos, por favor.
Él bufó y se rió. — Está bien, está bien. Vamos, queridos amigos. Estamos aquí esta noche para presenciar el momento emocionante donde mi amigo Edward y el amor de mi vida, Primrose...
—Garrett!
— ¡Muy bien! — levantó las manos en rendición mientras se reía y se puso serio, rápidamente recuperando la compostura. — Esta noche estamos celebrando la alegría de que dos personas se unan. Dos personas que han logrado lo que el resto de nosotros siempre ha deseado. El amor verdadero y eterno. Me alegro de ser parte de este momento, al ser considerado un amigo de personas tan increíbles. Edward, Sé que quieres arrancarme la cabeza la mayor parte del tiempo, pero realmente espero que sean muy felices, amo a mi chica y me alegro de verla encontrar el amor también— él sonrió y yo toqué su mano con cariño. — Entonces vamos al grano. Edward, ¿aceptas a Primrose como tu legítima esposa?
— Sí— sonrió abiertamente. — Primrose, hoy en este momento, te prometo todo mi amor y devoción, mientras viva. Que sepas que mi cuerpo y alma te pertenecen y que deseo por toda la eternidad ser un hombre del que te enorgullezcas. Me has enseñado tantas cosas desde el primer momento en que te vi, tan pequeña y delicada. Ni en mil años podría imaginar que te convertirías en la mujer que eres hoy. Eres la mejor parte de mí, amor. Te amo y te amaré por toda la eternidad.
— Te amo— susurré inclinándome hacia él.
— Vaya! — Garrett puso su brazo frente a mí y yo lo fusilé con los ojos. — ¡Aún no es el momento! Calma!
— Date prisa— Gruñí y él se rió.
— ¿Primrose? Tu turno, querida. ¿Aceptas a Edward como tu legítimo esposo?
— ¡CLARO QUE ACEPTO! — Canturreé pasando mis brazos alrededor de Edward y uniendo mis labios a los de él. Garrett suspiró murmurando que yo arruiné su momento y nuestros invitados aplaudieron silbando varios vivos animados.
Mi corazón se aceleró dentro de mí y suspiré satisfecha sintiendo los brazos de Edward a mi alrededor. Mi lugar siempre ha sido y siempre será al lado de Edward, era como el destino! Y que la eternidad nos ayudara, yo jamás saldría del lado de este hombre increíble, sensual y apasionante.
— Yo te amo— susurré mirando en sus ojos y Edward sonrió abiertamente, él parecía definitivamente brillar y yo me enorgullecía de que fuera de amor por mí. ¿Puedes creerlo? ¡Me casé! ¡Y me casé con Edward! ¡El amor de mi adolescencia, el primero en todo! Oh, definitivamente soy muy afortunada.
— No, amor — Edward acerco a él, depositando un beso en mi cuello. —Soy la persona con suerte aquí, créeme.
— Me haces muy feliz, Edward.
Me sonrió de la misma forma que me dejaba con las piernas blandas y las manos sudorosas cuando tenía catorce años.
— Tú también me haces el hombre más feliz del mundo. Te amo, Primrose.
El final de Primrose por fin llego! Me siento triste por ello, pero tan feliz por todo el apoyo que tuvo está traducción, es una novela completamente hermosa y no es común como algunas historias, es completamente única y es un honor haberla traducido, y un enorme agradecimiento y todo el amor a misswoodsday por dejarme traducirla, es una escritora excelente y se nota con está obra de arte que es Primrose. Espero la hayan disfrutado tanto como yo la disfrute al leerla por primera vez, besos y gracias por todo el apoyo que otorgaron a esta novela, una de las mejores novelas que me han tocado traducir! xoxo
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