La semana siguiente fue una de las peores para Prim desde que tenia memoria. Ella trató de ser madura y adulta cuando Edward al día siguiente le dijo que pasaría algún tiempo en Alaska junto con las Denali, el motivo se llamaba Isabella Swan, ella era su cantante y eso lo afectaba de alguna manera al punto que no podía controlarse. Por supuesto, Prim aceptó y sonrió de manera alentadora cuando se fue con el coche hacia la carretera, sin embargo, al minuto siguiente, fue como si parte de su corazón se hubiera roto. Se sintió triste, desanimada y si era sincera consigo misma, se sintió desolada. En toda su vida, no recordaba un solo día en que estuvo lejos de Edward y tenía dieciséis años, fueron largos años en que Edward siempre estuvo allí en sus noches, mañanas y tardes. Era como si ella estuviera sin un brazo, su rutina era desordenada y ella se olvidaba de muchas cosas que debía hacer - y que Edward comunmente le recordaba.

Parecía desalentador dormir sin Edward cerca, o ir a la escuela o simplemente mirar televisión. Prim realmente trató de continuar todas sus actividades y ella lo hizo, fue a la escuela, habló con sus amigos, trató de eludir la curiosidad de Bella sobre la partida de Edward y escuchó con atención la confesión de la morena sobre cómo Edward parecía furioso con ella. Prim incluso intentó consolarla diciendo que Edward sólo estaba con unos problemas, precisamente por eso se había tomado la semana para un viaje de emergencia.

Intentó, sobre todo, respetar el hecho de que Bella era inocente en la historia y por eso no la culpó por la partida de Edward. A diferencia de su madre, por supuesto, que estaba furiosa con la morena que ni siquiera entendía el motivo.

Bella tardó en creer la historia que inventó, pero por fin dejó el asunto de lado. No es que Prim no hubiera notado que sus ojos todos los días se posaban sobre la mesa de su familia, haciendo que su madre cada vez más tuviera un odio contra la chica. Prim realmente no podía culpar a su madre o culpar a Bella, su madre era especialmente complicada y Prim pensaba que los únicos a quienes Rosalie Cullen dedicaba una sonrisa eran sus familiares.

En cuanto a Bella... todos veían que estaba interesada en Edward y Prim trataba de entender cómo era eso. Su última ''relación'' fue a los 14 años y fue muy infantil si lo analizaba.

¡Era tan frustrante!

Además, Edward no había llamado ni una sola vez, ni había respondido a sus llamadas ni a sus mensajes. Prim incluso consideró llamar a Tanya, pero decidió mantener su orgullo intacto y al tercer día, simplemente dejó de insistir en algún contacto con el vampiro - no que eso le hubiera hecho sentirse menos frustrada o molesta. Su familia intentó consolarla diciendo que eso era justo lo que necesitaba, un tiempo. Pero ella no pudo dejar de molestarse, pensó que Edward necesitaba un tiempo de Bella y no un tiempo de su familia o de ella.

Al final, cuando Edward finalmente volvió, lo primero que hizo no fue venir a hablar con ella, Prim estaba dormida y cuando se despertó al amanecer, se dio cuenta de que Alice y Jasper se sorprendieron al enterarse de cómo Edward fue directo a Bella. Por supuesto, Prim sabía a través de su madre que Edward no solo estaba preocupado por la sangre de Bella, sino que al ver esto fue realmente impactante. Como si algo se rompiera dentro de ella.

Edward y Bella

Eso era tan... Prim no tenía palabras para describirlo. Estaba avergonzada por sus propios sentimientos, porque debería estar feliz por él, pero también estaba muy molesta. Y estaba molesta por tantas cosas que ni siquiera sabía por donde comenzar.

Porque Edward no le respondió, porque no la buscó, porque no le dijo que le gustaba Bella y porque eran confidentes, pero de repente, no lo eran más y porque estaba en la habitación de Bella durante la madrugada y finalmente, Tenía que admitirlo, porque había un Edward y Bella en la misma ecuación. Y en un futuro muy cercano, según su tía Alice.

Todo era un desastre. Y Prim no quería mirar a su familia, o a Jake o Jessica, bueno, a nadie.

— Tienes que salir de esta habitación! — La voz molesta de Lauren llenó sus oídos y Prim se sentó en la cama sorprendida mirando a la rubia golpear los talones al pie de su cama. — Sí, ¿adivina a quién llamó tu madre después de intentar mil veces hacerte salir de esta habitación?

— Estoy enferma— Prim se quejó metiendo su cara de nuevo en la almohada. — ¡Vete!— gestionó con la cabeza sin siquiera mirar.

— No! — Prim oyó el ruido de las cortinas y luego sintió la cubierta siendo sacada de su cuerpo. — ¿Qué te pasa? ¡Hay como diez tipos diferentes ahí fuera que al tronar los dedos vendran a besar tus pies aunque no te hayas duchado!

— Me baño, Lau! No seas ridícula—Prim discutió levantándose y apoyándose ecodos.

Lauren bufó, poniendo los ojos en blanco. —Tu madre me llamó desesperada porque tú no sales de este maldito cuarto y ella no te ha visto tomar un baño, Primrose! te has vuelto loca? ¿Quién está siendo ridícula aquí? — Lauren chasqueo la lengua. — ¡Hola, amiga! Es un chico. Sexy, sí, inalcanzable, sí, pero sólo un chico!

— Dije que estoy enferma!

Lauren miró hacia arriba y bufó. — No estás enferma, idiota. Tienes el corazón roto y ¿sabes cómo curar un corazón roto? Besando otras bocas y sintiéndose hermosa y deseada. Eso es lo que vamos a hacer!

— Lauren, no voy a ir. y deja de decir eso, mis padres van a escuchar.

— Cariño, ¿crees que tienen ojeras de los Weasley? ¡Por supuesto que no van a escuchar! Y además, eres joven, seguro que tus padres saben que vas a tener sexo algún día. ¡Y podría ser hoy si cooperas conmigo! Vamos, ¿qué hay de tu amigo indio buenorro? Te buscó como tres veces en la escuela.

— Epa! — Prim hizo una mueca sólo con la idea de tener sexo con Jake.

—¿Qué? ¡Es tan caliente! — Lauren se sacudió con una sonrisa.

— No— Prim empujó un cojín hacia la rubia. — Para ti todos los chicos son calientes, Lau.

— Tus hermanos lo son— Lauren la miró sonriente y Prim se rió. —Por cierto, tu hermana tiene cara de psicópata, ¿sabes? La pequeña no, pero la otra, sinceramente...

— Exactamente por eso no voy. Ella me dejará castigada hasta el fin de los tiempos!

— Irás! Y ya hablé con la señora Cullen—ella tiró de las mantas. — Son las seis de la tarde y tu hermano está allí babeando sobre la Sonsa Swan, no voy a dejarte aquí con un dolor de corazón.

— Esto no tiene nada que ver con Edward y Bella.

Lauren abrió su armario ignorándola completamente.

—Y yo ya dije que no voy, vete de mi casa!

—¿A quién quieres engañar nena? — Lau la miró por encima de los hombros. — como tu mejor amiga, vi tus ojos verdes llenos de celos por Edward y Bella.

Prim bufó. — No sé por qué crees que estoy enamorada de él.

— No sé por qué no lo asumes por ti misma. Es un tabú, sí, pero entonces, ni siquiera tienen la misma sangre— Lauren estaba tan desconstruida que Prim realmente se sentía libre a su lado, pero ni siquiera estaba lista para admitir que había creado sentimientos diferentes por Edward. — Ahora toma un baño, ponte ese vestido sexy y pon tu bonito trasero en esa silla.

— Ya te dije que...

— Sin más, Primrose— Lauren señalo negativamente con los dedos. — No he venido aquí bajo la mirada asesina de tus hermanas para que me lo niegues. Vas a salir sintiéndote como una mujer o no me llamo Lauren Mallory. Despídete de la niña Prim, tienes que aprender tu poder, nena.

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