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Hace unas horas habían dado de alta al cobalto,restándole algunas pomadas para curar las heridas. Al llegar a casa el cobalto se dirigió a su cuarto a bañarse y cambiarse de ropa (puesto que tuvo que salir con su suéter ensangrentado del hospital).
El azebache tuvo que quedarse, ya que Mephiles seguía ahí,por lo que el verdoso debía de empezar a entablar conversación y disculparse.
¿Incómodo?,mucho.
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