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Entró primero el azebache a ver al azulado.
Se le cristalizaron sus orbes carmín al ver lo que había provocado en alguien que ama, se sentó a un lado del cobalto y acarició sus púas con delicadeza. Descubrió sus brazos de la sábana blanca dejando ver las vendas color crema.
- Perdóname,sun.
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