Mientras los dos seguían en su momento nos ubicamos en la casa de Caulifla, la cuál pasaba un agradable momento con su sobrina Wendy, ambas veían la televisión en la sala, la menor le comenta.

Wendy: Tía tú crees que algo malo les esté pasando a mis papás?

Caulifla: No lo creo, porqué la pregunta?

Wendy: Es que ahora en la mañana mi mamá lloraba, papá no estaba y dijo que se fue de viaje de negocios un momento, acaso me estará engañando?

Caulifla: No lo creo pequeña, tú madre puede ser muchas cosas, pero una mentirosa no es una de ellas, debe ser cierto eso (Ah... Kale al menos si te sientes mal lo deberías disimular) a veces los padres tienen una discusión entre ellos, es parte de la vida para que fortalezcan su relación como familia, pero eso es tema que los adultos deben manejar, tú no tienes que preocuparte por eso, porque no te va a afectar en nada a ti.

Wendy: De verdad? Entonces mi mamá me mintió y si estaba peleando con mi papá?

Caulifla: Podría ser, pero tendría sus razones para hacerlo, créeme, tú mamá te pone por encima de cualquiera, lo digo por experiencia, ella lo único que quiere es que estés bien y seas feliz, después ella es feliz, así que nada de hacerla poner mal y se una buena niña, puedes hacer eso por tú mamá?

La menor asiente y Caulifla nota algo en el brazo de la menor, una bonita pulsera de perlas de plástico rojas, le dice.

Caulifla: Oye Wendy, esa pulsera de donde la sacaste?

Wendy: Me la dio mi mamá de regalo, dice que aunque no sea la más bonita tiene mucho valor para ella, sabes algo de eso?

Caulifla: Sí, cuando eramos más jóvenes nosotras parábamos viéndonos muy seguido, a comer, al centro comercial entre muchas otras cosas, esa pulsera siempre la llevaba y le pregunté de donde la sacó, me dijo que la había ganado en un concurso en la escuela, era la primera vez que tenía algún logro sobresaliente y no se la quitaba porque le daba mucho orgullo, un día dejo de usarla y no se lo pregunté, pero veo que sí la conservó para ti, te gusta?

Wendy: Sí, me gusta mucho, pero tía tú no tienes a nadie que te haga compañía, no has pensado en nadie?

Caulifla: Sí, pero siento que el amor no es para mí, no tengo intención de tener una relación, pero el de tener un bebé es una historia diferente, te cuento un secreto.

Se acerca a su oído y Wendy le pregunta.

Wendy: De verdad? Eso es genial ,crees que podré jugar con él?

Caulifla: Sí, seguro que se llevan bien, pero no le digas nada a nadie, es un secreto por ahora de acuerdo? Se lo contaré más adelante, cuando ya no pueda ocultarlo.

Wendy: Sí, pero como que ocultarlo?

Caulifla ríe y le revuelve el pelo.

Caulifla: Ya lo sabrás, tan inocente que eres, confío en ti, ni una palabra de acuerdo?

Wendy: Lo prometo, hay algo de comer, tengo mucha hambre...

Caulifla: Sí, deja que traiga unas golosinas para ti.

Dos horas después...

Nos ubicamos en la casa de Goku, ambos estaban echados en cama viendo la tele abrazados, Kale dice.

Kale: Deberíamos ir por Wendy, ya pasó mucho tiempo y seguro que se preocupa.

Goku: Sí, sería lo mejor, me cambio y voy por ella, te puedes quedar si deseas.

Kale: Sí, creo que una pequeña siesta me haría bien.

Goku se cambia rápidamente y le besa fugazmente, tras eso va por las llaves de su auto, pero ve una carta que le llega a su domicilio, era de la empresa, decide ignorarla y sale en busca de su hija, recorre un par de cuadras y llama a Kale.

Kale: Te olvidaste de preguntar donde es su casa verdad?

Goku: Sí, se me pasó por alto, donde es?

Kale: Te envío la dirección por gps ahora.

Goku: Sí, gracias por la ayuda, descansa un poco, ya regresamos.

Continuará...