La escuela (o al menos la mayoría de los estudiantes), se habían reunido en las canchas para observar el torneo masculino de Fútbol que se llevaría a cabo.

—Suerte irás contra tu chico —le dijo Jimin guiñándole un ojo a Taehyung.

—No es mi chico —le respondió el castaño con las mejillas coloreadas de un leve rosa—, y pásame el agua que ciento que se me seca la boca.

— ¿Por Hyung? — Jimin le sonrió ladinamente haciéndolo sonrojar más.

— ¡No!, Jimin no molestes ahora estoy nervioso de perder —le dijo viendo al grupo contrario al otro lado de la cancha trotando.

Hoseok se veía tan bien en su uniforme rojo. Ese era su color; sin embargo el uniforme lo hacía distraerse, tal vez era los pantaloncillos cortos o sus piernas depiladas.

—Ya es hora, lo harás bien —Jimin le dio una palmada en la espalda—, sólo no te quedes mirando las piernas de Hoseok hyung como un pervertido —su amigo le sonrió, haciendo que sus ojos se perdieran en dos líneas.

—Muy gracioso —dijo antes de empezar a trotar para calentar.

Cuando el partido empezó Taehyung dio todo de si logrando anotar dos goles contra el equipo contrario y dándole la ventaba a su grupo en un 3 a 1. Hasta que alguien del grupo contrario lo tacleo haciendo caer. Se escuchó un silbatazo deteniendo el partido.

—Lo siento amigo —le dijo el tipo que lo había empujado y otros jugadores empezaron a reunirse a su alrededor gritando y discutiendo entre ellos.

— ¿Creo que se facturó? —Observo el entrenador la pierna de Taehyung, negando con la cabeza—, te llevaremos a la enfermería.

Hoseok se hizo espacio entre los demás jugadores para verlo.

—Yo lo llevaré —le dijo al entrenador.

—Pero tú eres jugador.

—Es lo justo, por lo que hizo mi compañero —dijo mirando maliciosamente a quien había empujado al menor.

Su profesor asintió y Hoseok cargo a un Taehyung muy avergonzado al estilo princesa.