C1: Un chico romántico


𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁𝑜 𝐼

—"¿C-Cómo ser un buen novio? " — Repitió Haruki con un leve sonrojo— Ah...¿Por qué me preguntas eso?—  Su voz se escuchaba nerviosa, intentaba hacer cualquier otra cosa y así evitar la pregunta de Uenoyama.

—¡Por favor, Haruki-san! Eres la única persona a la que puedo preguntarle algo como esto.

—Debes estar muy desesperado como para venir hasta mi trabajo. Qué remedio. — Sonrió. — Veamos... primero que nada, ¿Sucedió algo entre Mafuyu y tú? ¿Discutieron?

—No, estamos bien, es sólo que...—Se mantuvo en silencio, cabizbajo— Quiero que se sienta bien a mi lado, por eso deseo saber como ser una buena pareja para él.

Haruki lo miró enternecido, él sabía que Uenoyama era un buen chico y en verdad quería a Mafuyu, su relación apenas empezaba, era normal sentir esas dudas al principio, querer asegurarte que la persona a la que amas se quede a tu lado por siempre, comprendía muy bien ese sentimiento.

—Lo mejor que puedes hacer es ser tú mismo, no hay una guía para ser un buen novio, ¿Sabes?
Estoy seguro que Mafuyu te quiere tal y como eres, no pienses tanto en ello y mejor concéntrate en descubrirlo junto a él.

El joven ojiazul no respondió, mantenía la cabeza baja, como si estuviera pensando. El mayor no pudo evitar sentirse mal, tal vez esa no era la respuesta que Uenoyama estaba esperando, intentó pensar un poco más de manera personal. Haruki disfrutaba de los detalles, de las palabras dulces, de todo lo romántico más bien, tal vez podría intentar... 

—Bueno, ¿Qué tal si intentas ser más romántico? — Sugirió algo apenado.

—¿Romántico? — Uenoyama repitió algo confundido. —¿A qué te refie-

El golpe de la puerta con la campanilla los hizo sobresaltar, nuevos clientes habían llegado al café, no quería ser una molestia, así que optó por hacer una reverencia hacia Haruki y retirarse del establecimiento para que pudiera trabajar.

El sol estaba escondiéndose, esa tarde no tendría reunión con la banda por lo que llegaría temprano a casa.

Romántico... — Dijo para sí mismo detuviéndose de golpe — ¿Cómo diablos es ser romántico?

Uenoyama salió de una duda para entrar en otra.


—Llegas temprano, te esperaba para cenar. — Dijo su hermana, sin apartar la vista de su celular.

Uenoyama suspiró cansado, quitándose la chaqueta. La observó un poco, tal vez ella debería saber, siempre tuvo suerte con los chicos, aunque sus relaciones no duraban mucho, pero... ¿Estaba bien preguntarle? ¿Le ayudaría? ¿Se burlaría?

—¿Qué tanto me ves? ¿Tengo algo en la cara?— Lo miró con el ceño fruncido.

—Yayoi, ¿Cómo es ser un chico romántico?

La chica lo miró, con una cara de confusión.

—¿Eh? ¿Qué dices? ¡Eso mismo quisiera saber yo! ¡Todos los hombres son unos desgraciados insensibles! ¿Románticos? No me hagas reír, ¿Existen?

Fue un error preguntarle a alguien con tantos fracasos amorosos.
Uenoyama se encerró en su habitación, dejando a su hermana hablando sola, la cual había empezado a llorar mientras gritaba el nombre de sus ex parejas.

Bien, sólo le quedaba una opción para resolver sus dudas. Internet.

Entró al primer resultado, pero su lectura fue interrumpida por el dueño de sus dudas. Mafuyu.

"¿Vendrás a mi casa hoy? Mi mamá trabajará por la noche"

No pudo evitar ponerse un poco rojo, siempre le avergonzaba que Mafuyu lo invitara cuando su mamá no estaba, sabía que le gustaba pasar tiempo a solas con él. Lo pensó un poco, podía intentar lo que sea que la página que estaba a punto de leer le dijera, sin duda era una buena oportunidad para experimentar ser romántico con Mafuyu. 

"Iré, estaré en tu casa en una hora"

Paso número uno: Haz cumplidos sobre el aspecto físico de tu pareja.

Bien, podía hacerlo. Respiró hondo y tocó la puerta del departamento, a los pocos segundos Mafuyu le abrió, dedicándole una sonrisa y un tímido "Pasa"

El contrario obedeció y entró, como un acto de reflejo respiró el dulce aroma de Mafuyu que se encontraba en cada rincón de esa casa, el pequeño Tama lo recibió con pequeños golpecitos en su pierna.

—Está feliz de verte. — Dijo Mafuyu abrazándolo por la espalda. —Al igual que yo. —Dijo en un tono más bajo, a lo que Uenoyama se ruborizó.

—También me alegro de verte, hoy no hubo práctica, así que no pudimos estar todo el día juntos. —Le correspondió al abrazo volteando a la dirección del más bajo,  lo tomó por las mejillas, mirando con cuidado cada uno de los lindos rasgos que poseía, sus ojos parecían brillar, parpadeaba más de lo normal dejando ver sus bonitas pestañas, y ni hablar de sus labios, parecía estar invitándolo a que le diera un beso, pero su voz lo hizo despertar de sus pensamientos.

—Vamos a mi cuarto, Uenoyama-kun.

El recién nombrado le siguió, recordando lo que había leído hace poco, debía hacerle un cumplido, pero ¿Qué debería decirle? ¿Que su cabello es lindo? ¿Sus ojos? ¿Su olor?

Sintió su cintura siendo rodeada nuevamente por los brazos de Mafuyu, era el momento perfecto para comenzar con su plan de ser un buen novio.

—Tú... —Mafuyu le miró, con una pequeña sonrisa— ¿Bajaste de peso? Tu cintura se siente más delgada.

Mafuyu parpadeó un par de veces, confundido por su comentario.

—No, sigo en mi peso.

—¿A-Ah sí?, te ves más delgado. — Continuó hablando nervioso.

—¿Quieres decir que me veía gordo?

Uenoyama se sobresaltó.

—¿Q-Qué? ¡No, no es así! ¡No me refería a eso! Es decir, te ves muy bien.

Mafuyu lo siguió observando, perplejo.

—Gracias, tú también te ves muy bien. —Finalizó con una sonrisa.

El pelinegro observó como su pareja tomaba asiento en la cama, imitó su acción y antes de decir cualquier otra cosa Mafuyu ya se encontraba acercando su rostro como invitación a un beso, no lo dudó y aceptó.

Sus labios se juntaron en un beso algo lento, sin embargo, la lengua de Uenoyama no le hizo esperar y tomó la iniciativa para recorrer la pequeña boca de su amado, el rubor en las mejillas de Mafuyu se hizo presente, sus manos recorrieron su espalda, arrugado la camisa de Uenoyama hasta llegar a sus cabellos negros, despeinandolos un poco.

Se separaron momentos después para poder tomar aire, Mafuyu se recostó en la cama y comenzó a hablarle de un nuevo CD que Akihiko le había prestado. Uenoyama aprovechó la ocasión para sacar su teléfono y leer el paso siguiente sin dejar de escuchar a su novio.

Paso número dos: Dale besos en lugares inesperados.

¿Dónde podría ser? Obviamente en los labios y mejillas no, ¿En el cuello? No, siempre lo hacía.

Pasó su vista por todo el cuerpo de Mafuyu, mientras este seguía acostado apoyando sus pies en las piernas de Uenoyama aún sentado.

Como una bombilla iluminada una idea llegó.

Tomó uno de sus pies y lo alzó a la altura de su rostro, fue ahí que estampó sus labios con la planta del pie de Mafuyu.

—¿Qué haces? — Preguntó expectante.

—Un beso.

—¿Estás bien, Uenoyama-kun? Tal vez tengas fiebre. — Dirigió su mano a su frente y suspiro aliviado al sentir su temperatura normal.

Uenoyama se abofeteó mentalmente.

Paso número tres: Dale apodos lindos a tu pareja.

¡Aquí algunas opciones!

-Muñeco
-Bebé
-Mi amor
- Mi rey
-Conejito
-Osito
-Mi sol
-Cariño
-Corazón

Okay, seguramente vomitaría al intentar decir algo como eso, pero debía hacerlo, Mafuyu lo valía.

—¿Quieres cenar ya, Uenoyama-kun?

Era el momento, era todo o nada.

—¿Qué quieres cenar, corazón? — Tragó en seco, esperando una respuesta.

—No quiero cenar corazón, Uenoyama-kun, no me gusta comer el corazón de ningún animal, ¿A ti sí?

—Quiero decir que tú eres mi corazón...—Dijo Uenoyama, rascándose la cabeza.

—No creo que eso sea posible...

El silencio reinó la habitación. Quería morir.

—Cenaremos pizza, solo la calentaré. —Dijo Mafuyu dirigiéndose a la cocina. —Te avisaré cuando esté listo. —Le sonrió.

Uenoyama se dio su segunda bofetada mental.

Paso número cuatro: Hazlo reír.


—Mierda, no soy bueno con las bromas. — Dijo dándole una palmada a su frente.

Uenoyama era generalmente un chico serio, no era el más divertido del mundo así que aquello costaría.

Cosquillas.

Eso, podría funcionar, le haría un par de cosquillas en la cintura.
Decidido y completamente determinado, salió de la habitación para seguirlo hasta la cocina, lo miró, estaba de espaldas preparando un poco de café, le sorprendería, además escuchar su risa era algo que no le molestaba.

Caminó hacía él en silencio, se posicionó a sus espaldas y dirigió sus dedos en su cintura para comenzar a hacerle algunas cosquillas, el tacto hizo sobresaltar a Mafuyu y sin pensarlo dos veces, giró su cuerpo para estampar su puño en la mejilla del mayor.

Acto seguido Mafuyu se hallaba  disculpándose mientras buscaba algo de hielo.

—Me sorprendiste, ¿te duele mucho, Uenoyama-kun?—Preguntó apenado, ambos se encontraban en el suelo de la cocina.

—Estoy bien, lo siento, no debí asustarte. — Uenoyama agradeció que Mafuyu no sea tan fuerte, si no fuera así seguramente le dejaría una marca.

—¿Estás bien? Desde que llegaste te encuentro un poco raro, ¿Me ocultas algo? —Ladeó su cabeza con preocupación.

—No, sólo soy un tonto. —Dijo cubriendo su rostro con su mano.

—No eres ningún tonto. —Negó, sujetando su mano. –Dime, ¿No confías en mí?

Uenoyama suspiró.

—Le pedí ayuda a Haruki-san para saber como ser un buen novio para ti. 

—Uenoyama-kun...

—Lo siento si es estúpido.

—No es nada estúpido. —Le acarició la mejilla con suavidad — Gracias pero ya eres un buen novio, eres lindo y muy paciente conmigo, me haces bien. —Dijo con una sonrisa y  un par de lágrimas amenazando con salir.

Paso número 5: Dile que lo amas.

—Tú también me haces bien, Mafuyu.— Tomó su mano para darle un pequeño beso. — Te quiero.

—También te quiero.

Uenoyama se puso de pie, ayudando a Mafuyu, ambos se miraron y se sonrieron con un poco de timidez,el ojiazul lo ayudó a servir la cena y así comenzar a comer los dos juntos, hablando de cualquier trivialidad o simplemente en un silencio cómodo.

Un sentimiento de calidez inundó el corazón de ambos jóvenes, y tal vez aquel escenario cotidiano que estaban viviendo lo querían repetir una y otra vez.

Hola! Al fin pude escribir el primer capítulo y me siento muy feliz por eso. Los que me conocen y han leído lo que escribo saben que me gusta jugar con las situaciones de los personajes, por lo que no será sorpresa el intento de hacerlo divertido. Espero no decepcionarlos porque en verdad amo esta pareja. ❤️

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