CAPÍTULO XXXI. Katniss Everdeen
Han pasado muchos años desde mi triunfo en el primer vasallaje de los veinticinco. Mi vida en el transcurso ha sido bastante desagradable y tortuosa ya que llegue a perder mi identidad gracias a que la fama cegó por completo mi espíritu de batalla, sin olvidar mencionar que en un cierto momento llegue a perder la esperanza de que algún día al fin Panem fuera libre de los sádicos juegos del hambre.
Sinceramente durante mi vida he presenciado una infinidad de muertes debido a que por muchos años fui mentor de los tributos del distrito nueve, en donde solo pude salvar a dos jóvenes que deseaban ganar con demasiado fervor, además de que su condición física y entrenamiento se los permitió, sin olvidar mencionar que como era una persona con demasiada fama, riqueza y prestigio pude patrocinarlos como alguna vez Ayumi hizo por Naftaly y por mí, además de que también pude ocupar un poco de mis influencias para que personas adineradas patrocinaran a muchos de mis tributos, aunque muchos terminaran muertos.
Tengo sesentaicinco años de edad y aun las pesadillas siguen atormentando mi mente ya que nunca podré superar la muerte de mis amigos y de la niña que se robó mi corazón. Para la edad que tengo aún me veo joven, ya que la fama como cantante ha requerido de mi cuidado físico, así que gracias a la gran variedad de la tecnología del capitolio aún me veo atractivo, ya no como cuando tenía veinte años, pero aún sigo viéndome deseable.
Estamos a principios de la primavera, por lo cual los séptimos cuatros juegos del hambre darán lugar a un sin fin de muertes, pero esta vez con la diferencia de que no seré mentor ya que el presidente me requiere en el capitolio, sin embargo estoy obligado a ver las transmisiones como todo Panem. Sinceramente deseo darme por vencido, dejar de luchar y simplemente morir para así reunirme de una vez por todas con las personas que alguna vez ame, sin en cambio no puedo hacer eso porque si culminara con mi vida solo porque estoy harto de ella sería un acto de cobardía.
Han pasado algunos días y al fin la cosecha se llevó acabo en cada uno de los distritos. Al inicio que comencé viendo la transmisión pensé que serían unos juegos del hambre normales y patéticos como todos los anteriores; tributos profesionales ofreciéndose voluntarios solo para adquirir fama y gloria, sin embargo cuando comenzaron a transmitir la cosecha desde el distrito doce algo llamo por completo mi atención. Una niña de doce años de piel blanca y dos trenzas rubias fue nombrada para participar. Al verla tan frágil y temerosa recordé a mi pequeña Naftaly, quien desde antes de la cosecha ya presentía que sería elegida y yo como todo un idiota no pude hacer nada para salvarla. Comencé a llorar de rabia porque me parecía completamente injusto que personas puras e inocentes como Naftaly, Karou, Román, una tributo del once llamada Rue y esta niña quien lleva por nombre Primrose Everdeen sean mandadas sin causa alguna al matadero, sin embargo cuando esta pequeña estaba a punto de subir al pódium su hermana, Katniss Everdeen comenzó a gritar eufórica para ofrecerse voluntaria.
Escuchar las palabras de desesperación y tristeza de la chica de cabello negro me hizo recordar el momento en el que me ofrecí voluntario para mantener a salvo a Naftaly, aunque entre Katniss y yo existe una gran diferencia, ella no actuó con rebeldía y enfado al ofrecerse voluntaria, acto que de alguna forma ha causado un impacto gigantesco en mí, y apostaría que también lo ha hecho en varios habitantes de Panem.
Después de que ella subió al pódium nombraron al chico de su distrito, Peeta Mellark, al principio lo considere un chico insignificante y temeroso ya que claramente se notaba que vivía en la zona alta de su distrito, pero cuando le dio el saludo formal a Katniss pude notar que en su mirada existía amor, mientras que en la mirada de Katniss claramente se podía notar una expresión de preocupación que gritaba "¡por qué él!".
Al principio creí que la historia de Naftaly y mía estaba repitiéndose nuevamente, ya que sus acciones me hicieron pensar que eran novios o tal vez amigos y que por ello las miradas de ambos, sin en cambio después me entere de que ellos jamás se habían dirigido la palabra, lo cual me decepciono, sin embargo me intrigo algo de ambos, tal vez una pequeña chispa había vuelto a nacer para los habitantes de los distritos.
Continuaron los días, para entonces yo me mantenía bastante comunicado con Haymitch, el mentor del distrito doce y Tania la mentora del distrito nueve. En muchas de nuestras conversaciones me entere que Peeta Mellark desde que tiene uso razón esta perdidamente de Katniss, sin embargo ella no es consciente de ese sentimiento por lo tanto podría actuar con agresión, ya que de alguna forma su carácter es muy explosivo.
Durante su entrevista ella actuó nerviosa, coqueta e inocente porque tenía miedo de decir alguna palabra que le arrebatara la poca oportunidad que tenia de ganar, cosa que a diferencia de ella no hice, ya que en cuestión de segundos había culminado con todos mis patrocinadores. Una vez que concluyo acudió al escenario Peeta Mellark, quien declaro su amor hacia Katniss públicamente, en donde ella no reacciono de la mejor manera posible, como lo sé, bueno me encontraba atrás de ella cuando agredió físicamente a su compañero. Con dicho acto comprendí que entre ellos solo existía un espectáculo, una mentira romántica, muy distinta a la mía que era real.
Paso el tiempo y sus juegos del hambre se llevaron a cabo en un bosque, algo muy distinto a mis tortuosos juegos del hambre, en ellos se pudo contemplar alianzas, traiciones, mentiras, secretos y como siempre muertes sanguinarias. Al principio Katniss Everdeen actuaba como toda una superviviente ya que tenía un objetivo, vivir para cumplir la promesa que realizo con su hermana pequeña, pero también deseaba proteger a su aliada Rue quien tenía la misma edad de Karou cuando murió en manos de un profesional. Al pasar los días Rue y Katniss se hicieron amigas, tal y como sucedió con Nafty y Karou, pero lamentablemente sucedió exactamente lo mismo que en nuestros juegos, Rue fue asesinada en manos de Marvel.
Cuando Rue estaba delirando, aquella pequeña de piel morena oscura le pidió a Katniss que le cantara una canción, acto que me recordó a los últimos momentos de vida de Karou en donde Naftaly le conto un cuento a nuestra aliada. Katniss estaba destrozada al igual que yo y mi Nafty cuando murieron nuestros aliados Román y Karou, pero a diferencia de nosotros quienes lanzamos palabras de desaprobación a Panem, ella solo realizo una señal con su mano que indicaba el apoyo y las condolencias de su corazón. Sin embargo ese símbolo fue la chispa que necesitaba una revolución, ya que en el distrito once comenzaron a levantarse en contra de los agentes de la paz, ya que al fin habían tomado el valor de mostrar su desaprobación en contra del capitolio y los juegos del hambre.
Este acto era lo que estaba esperando desde hace años y al fin alguien pudo encender por completo la chispa, ahora los distritos se han vuelto más fuertes y consientes que en verdad han decidido dejar atrás el miedo, y por ello estoy dispuesto a unirme a la causa rebelde, sin embargo tengo que hacerlo con precaución ya que mi roll será conseguir información directa del mismo presidente Coreleanus Snow.
Los juegos del hambre de Peeta y Katniss concluyeron con la victoria de ambos, ya que Katniss supo manejar a la perfección la situación, cosa que yo no pude realizar. Admito que siento un poco de frustración porque ella pudo salvar a un chico que ni siquiera ama, y yo quien amaba perdidamente a Naftaly no pude ni siquiera protegerla. Soy patético y jamás podre perdonarme la muerte de mi pequeña, sin en cambio aunque estoy frustrado y molesto con ella por su mentira de los trágicos amantes del distrito doce, estoy dispuesto a apoyar la causa rebelde que gracias a sus actos se ha mantenido al margen y difícil de controlar.
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