CAPÍTULO XX. Perdida

Isaac no dejaba de forcejear contra aquella bestia, parecía endemoniado ya que por más que lo heríamos con nuestras armas no presentaba señal alguna de debilidad. Estaba comenzando a asustarme porque mi niño no lograba quitarlo o por lo menos apartarlo del cuerpo de Román quien aún no volvía en sí, ¿Qué debía hacer? Necesitaba pensar en algo pronto porque si no Román e Isaac en minutos se encontrarían descansando en el estómago de una bestia terrible.

-Karou, necesito que te subas a un árbol lo más rápido que puedas y por favor no bajes de ahí, hare todo lo posible por salvar a tu hermano y a mi novio, la verdad es que no se si salga con vida pero si no lo hago dile a Isaac que lo amo -dije mientras miraba fijamente a la bestia que estaba enfrente de nosotros porque estaba a punto de hacer una tontería.

Una vez que le di instrucciones a mi aliada ella obedeció sin decir palabra alguna e inmediatamente comencé a provocar al muto blanco que estaba a punto de morder a Isaac. Aquella bestia al oler la sangre que fluía de la herida que me había provocado con uno de mis cuchillos se apartó lentamente de Román, pero al mismo tiempo realizo una acción que provoco que Isaac saliera disparado a un árbol que también lo dejo inconsciente. Al ver tal acto mi adrenalina subió al cien por cien, sin embargo estaba a punto de autosuicidarme ya que la bestia no dejaba de mirarme con un suculento apetito pero eso no me detuvo para continuar mi extraña forma de distracción, volví a realizarme un corte en el brazo para que emanara de mí más sangre fresca que provocaba al lobo blanco; tenia completamente su atención ya que lentamente estaba caminando hacia mi alejándose más de mi amor y mi pequeño aliado. Mientras el caminaba hacia mí con tranquilidad y con su mirada de furia yo me iba alejando cada vez más y más de él dando pasos pequeños en reversa, deseaba ver a mi alrededor para asegurarme de que Karou ya se encontrara a salvo en un árbol pero sencillamente no podía darme el lujo de distraerme ya que un movimiento en falso y este terminaría con mi vida sin darme la oportunidad de defenderme, así que sin pensar mis acciones le di la espalda y comencé a correr lo más rápido que daban mis piernas. Aquella bestia al percatarse de mi acto comenzó a correr hacia mi velozmente ya que deseaba devórame, sin embrago yo no le daría ese lujo.

El aliento me faltaba y no estaba muy segura de que tan lejos estaba, pero de lo que si estaba segura era de que gracias a mi acto había salvado a mis aliados y a mi Isaac, aunque lamentablemente estaría a punto de morir en manos de una bestia creada por el capitolio porque sinceramente ya estaba comenzando a agotarme lo que provocaría que el lobo terminara con mi vida.

***

Karou estaba frente a mí, me dolía la cabeza gracias al golpe que recibí del muto blanco que me dejo inconsciente por algunos minutos, de alguna manera aun no recobraba bien la conciencia, sin embargo algo que dijo Karou provoco que mi adrenalina nuevamente subiera además de que el temor inundo nuevamente mis pensamientos y mis sentidos.

-¡Naftaly está en peligro! Ella se usó de carnada para alejar al muto de nosotros, se fue corriendo hacia esa dirección -Dijo Karou alterada mientras me señalaba la dirección hacia donde había corrido mi pequeña.

Al ver la dirección que me estaba señalando mi pequeña aliada me levante inmediatamente y le dije lo más claro y rápido que pude lo siguiente:

-Despierta a tu hermano y pónganse a salvo, hare lo que sea necesario para que regresemos con vida, pero si no lo logramos les deseo toda la suerte para que ambos sean coronados vencedores -dije para después de ello proceder a correr lo más rápido que podía para tratar de alcanzar a mi niña y a aquella bestia con la esperanza de que aún no haya sido demasiado tarde.

Me encontraba corriendo siguiendo las huellas que habían dejado. Estaba desesperado, simplemente no deseaba perder de esta manera a Nafty además de que estaba completamente aferrado a la idea de que ella tenía que ganar estos juegos del hambre. Aumente la velocidad de mi carrera hasta que de pronto vi lo que me temía, la bestia había logrado alcanzar a Naftaly. Al presenciar como la derrumbaba a la blanca nieve lance un grito desgarrador que llamo la atención de la bestia lobuna, sin embargo no me importo que fijara su mirada en mí porque estaba dispuesto a morir con tal de mantener sana y salva a mi pequeño angel.

-¡¡Naftaly!! -grite desesperado, aterrado y desenfrenado para llamar la atención de aquella bestia que mantenía en el suelo a Naftaly boca abajo. Al verme dicho monstruo se apartó rápidamente del cuerpo de mi niña como si sus órdenes fueran acabar conmigo, el rebelde.

Comenzó a correr hacia mí mientras mostraba su filosa dentadura que amenazaba con desgárrame, sin embargo no me importo que quisiera asesinarme porque estaba seguro que este sería mi fin, simplemente no tenía caso que continuara corriendo porque estaba completamente que en cualquier momento mi valentía abandonaría mi cuerpo y mi conciencia y este terminaría por alcanzarme y asesinarme, así que para que correr, era mejor acabar de una vez por todas con mi vida. La bestia estaba a unos metros de mí y mientras esperaba con los ojos cerrados a que me derrumbara con uno de sus potentes saltos, claramente percibí una presencia que se paró frente a mí para recibir el ataque. Abrí los ojos aterrado y claramente vi como Román había sido atacado con una potente mordida. No podía creer lo que había hecho, me había salvado, estaba paralizado, sencillamente no podía creerlo que estaba presenciando, sin embargo tenía que ayudarlo a como dé lugar ya que gracias a él sigo vivo, así que nuevamente comencé a forcejear con la bestia para lograr que se apartara de mi aliado.

***

Me encontraba aun en el suelo cuando claramente vi como mi amigo, mi hermanito Román estaba siendo atacado en lugar de mi Isaac, estaba desesperada, simplemente mi corazón no dejaba de latir a mil por hora. Me levante como pude y comencé a correr con mi espada hacia donde se encontraba el lobo que estaba acabando con la vida de un valiente guerrero. Una vez que ya me encontraba frente al lobo, le grite a Isaac quien se encontraba forcejeando con el muto para tratar de impedir que siguiera atacando a Román.

-¡Isaac! -grite para llamar su atención, y una vez que la capte le lance mi espada para que desde donde se encontraba le atravesara el cráneo.

***

Una vez que recibí la espada de Naftaly subí como pude al lomo del lobo para inmediatamente clavarle con fuerza el arma, sin embargo fue demasiado tarde porque Román ya estaba gravemente herido por lo tanto ya estaba delirando. Aparte el cuerpo sin vida del muto de nosotros para inmediatamente dirigirme hacia donde se encontraba postrado el cuerpo de mi aliado, para entonces Nafty ya se encontraba a lado de él tomándole la mano y acariciándole el cabello, quería llorar podía notarlo en sus ojos pero estaba siendo fuerte para que Román tomara el valor suficiente para partir de este mundo. Me coloque a lado de Román al igual que Naftaly y comencé a decirle algunas palabras a mi camarada.

-Yo me encargare de proteger a tu hermanita, y te prometo que haré todo lo que este en mis manos para que no sufra -dije sinceramente mientras miraba como poco a poco escapaba la vida de su cuerpo.

-Gracias Isaac... y como te había dicho desde que te conocí... en verdad deseo que tú y Nafty logren mantenerse con vida para que ambos se coronen vencedores, ustedes son inteligentes y su amor ha roto fronteras y estoy seguro que esta no será la excepción -dijo débilmente mientras miraba el cielo que comenzaba a tornarse gris ya que al parecer en cualquier momento comenzaría a nevar.

Después de aquellas palabras sus ojos dejaron de mostrar vida y su respiración abandono su cuerpo. Naftaly al ver como nuestro aliado nos había abandonado cerro los ojos de Román con delicadeza e inmediatamente comenzó a llorar mientras gritaba de frustración por aquella perdida. Deseaba consolarla pero me sentía impotente, sinceramente no tenía idea de lo que debía hacer porque sencillamente no podía ser fuerte cuando en realidad también me dolía la perdida de aquel niño. Deje escapar unas lágrimas de mis ojos e inmediatamente tome el cuerpo de Román para llevarlo en mis brazos, iba contra las reglas de los juegos del hambre pero no me importaba. Nafty al ver tal acto entendió perfectamente lo que planeaba hacer, así que se levantó y ambos comenzamos a caminar mientras comenzaba a nevar.

Estaba triste porque no había podido impedir la pérdida de un grandioso niño que de todas las maneras posibles que me hubiera podido mostrar su lealtad, opto por mostrármela ofreciendo su vida.

Pasaron algunos minutos y llegamos a donde suponíamos que Román había dejado a Karou, a orillas del rio de sangre. Una vez ahí Karou bajo rápidamente de un árbol para abrazar a Nafty ya que ella creía que no regresaríamos con vida, sin embargo aún no había notado que su hermano quien se encontraba en mis brazos se encontraba manchando la nieve de rojo gracias a la herida tan profunda que le había provocado el lobo.

-¡Me alegra que estén a salvo! -dijo mientras abrazaba fuertemente a mi niña quien simplemente correspondió el abrazo.

-Karou, lamento decirte esto pero... tu hermano fue asesinado por el muto al tratar de proteger a Isaac, lo lamento mucho -dijo Naftaly mientras miraba fijamente y con lágrimas en los ojos a nuestra pequeña camarada.

-¿¡Qué!? No puede ser, no mi hermano no, dime que es mentira Nafty, ¡por favor dime que es mentira! -dijo mientras de sus ojos escapaban innumerables lágrimas de dolor.

-En verdad lo lamento Karou -dije mientras clocaba el cuerpo de su hermano frente a ella para que pudiera despedirse ya que teníamos que partir para que el aerodeslizador llegara por el para llevárselo en donde nadie esperaba por su cuerpo.

Karou al ver el cuerpo sin vida y en grave estado de su hermano no le importo mancharse de sangre, por lo cual lo abrazo con tanta ternura mientras derramaba su llanto y sufrimiento en él. Deseaba llorar pero no quería hacerlo frente a todas las cámaras, sin embargo el momento impidió que me hiciera el fuerte por lo cual de mis ojos comenzaron a escapar diversas lágrimas.

Pasaron varios minutos y Karou al fin dejo de aferrarse al cuerpo de su hermano, para después levantarse y decirnos lo siguiente:

-Gracias por traerlo para poderme despedir de él, jamás olvidare lo que han hecho por mi -dijo mientras se limpiaba las lágrimas de su rostro, sin embargo ni Naftaly y yo teníamos el valor para responder a su agradecimiento así que solo asentimos con la cabeza para después de aquel acto tomar a la pequeña Karou del hombro y comenzar a caminar. Una vez bastante alejados el aerodeslizador recogió su cuerpo, sin en cambio mientras caminábamos logramos escuchar el cañonazo que al fin dio por concluida su vida.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top