CAPÍTULO V. Entrevista

No puedo creer que estuviera tan desesperado como para aceptar la propuesta de los profesionales, en verdad iba a ser capaz de abandonar a su suerte a Naftaly, según yo por su seguridad; me doy vergüenza, lo bueno es que pude arrepentirme a tiempo y decirles que me dieran tiempo para pensarlo, aunque para ser sincero dudo mucho que les agradara la idea.

Continúe entrenando hasta el final de la semana de entrenamiento, pero esta vez a lado de Naftaly ya que estaba arrepentido por mi carácter hacia ella, quien claramente no tenía la culpa de que nos mandaran aquí. Nuestros resultados al final de todo esto fueron buenos, pero no tan buenos, Naftaly obtuvo un ocho lo cual tal vez no podría ayudarla mucho en la obtención de patrocinadores, sin embargo el mío fue de un 10, calificación igualitaria a la de los profesionales lo cual podría ayudarme o desfavorecerme.

Hoy después de una semana entera de diversos entrenamientos nos entrevistara Caesar Flickerman, es joven, por mucho ha de tener unos veinte años de edad, además de que al parecer apenas lleva dos años de estar ejerciendo su carrera. Estaba nervioso ya que no tenía idea alguna de los que iba a decir, y sobre todo tenía miedo de decir algo indebido ya que tengo tanto fuego en mi interior, sin embargo Ayumi accedió a ayudarme con una especie de entrevista falsa en donde ella hacia una serie de preguntas como si las realizara Caesar mientras que yo las respondía espontáneamente. Era pésimo, en verdad que por más que intentaba calmar el fuego en mi interior no podía; al principio respondía de una manera graciosa o simplemente amable pero después tocaba un cierto punto y ahí es donde explotaba la bomba, empezaba a hablar mal de la gente de mi distrito, de la muerte de mi hermana, de lo horrendo que era el gobierno de Panem, etc. Ayumi quien estaba siendo muy paciente conmigo termino por decirme que ya había hecho todo lo que estaba en sus manos para ayudarme y que lo más probable era que terminaran por castigarme si es que actuaba de la misma manera frente al público, sin embargo a mí no me importa que me castigaran ya que prácticamente odiaba a mi distrito y lo que yo quería se encontraba en casa destrozada y la otra estaba en los juegos del hambre conmigo, no podían hacerme nada ya que muy pronto moriría ya sea por manos de algún tributo o por mi propia mano.

Naftaly sin embargo seguía siendo tan dulce, sencilla y penosa; Ayumi le estaba realizando su ensayo para la entrevista, le preguntaban cosas como que sintió al ser elegida por su distrito, pero ella respondía de la manera más humilde que podía, todo lo contrario a mí, pero era normal ya que ella no podía ser mala aunque lo deseara.

Pasaron varias horas, para entonces apareció nuestro equipos de preparación para prepararnos para la gran noche de las entrevistas, la verdad es que no me importaba como me vistieran ya que eso no haría que mi odio hacia el capitolio y a mi distrito cambiara, sin embargo tendría que hacer un esfuerzo por cambiar para no eliminar las pocas posibilidades que tengo de mantenernos con vida hasta el final, donde mi pequeña será coronada como vencedora del primer vasallaje de los veinticinco.

Mi aspecto era completamente distinto, no era yo o por lo menos no me reconocía, mi aspecto era un tanto elegante pero juvenil, me veía atractivo debía admitirlo pero aún seguía creyendo que este cambio tan drástico no me ayudaría a ganarme algunos patrocinadores.

Vestía con un traje negro con dorado bastante elegante, algo que nadie de mi distrito podría pagar, una gabardina negra igual de elegante y cara, con respecto a mi cabello hicieron algo increíble un look degrafilado que dejaba mostrar a la perfección mis facciones y el tono castaño claro de mi cabello, ¿Con esta transformación tendré esperanza o simplemente las perderé por completo?

Después de un rato nos llevaron a lo que podría ser el detrás de cámaras a esperar nuestro turno para la entrevista con Caesar, para entonces no había visto a Naftaly por lo cual al verla junto a mi tan bella, natural y elegante me hizo tartamudear, su test blanca se mostraba tan fina como la nieve, su cabello recogido de una manera despampanante la hacía lucir bellísima, sin olvidar mencionar que el vestido que llevaba puesto era dorado con escote preciso, era bellísima y sería imposible que luciendo tan provocativa y deseable no consiguiera patrocinadores. ¡Patrocinadores! No recordaba que los patrocinadores podrían tomarla en cuenta por su belleza, acabo de ponerme celoso tan solo con imaginar que todo el mundo vera a mi dulce flor, y que muchas de esas personas la desearan como perros en pleno celo, debo controlarme ya que debo recordarme que los estilistas nos han vestido de esta manera ya que acordaron con Ayumi ayudarnos a en todo lo que pudieran, y esa ayuda seria la obtención de algunos patrocinadores que nos mantengan con vida con sus obsequios dentro de la arena, aunque tenga que soportar ver a Naftaly expuesta a tantos hombres se que es por su bien, ya que si yo logro enfadar a todo Panem ella por lo menos podrá tener una esperanza de sobrevivir en la arena sin mi ayuda.

-¿Te encuentras bien Nafty? -dije mientras miraba fijamente sus manos, que claramente estaban temblando de nervios.

-Sí, solo estoy un poco nerviosa, nunca he sido muy sociable y tengo miedo de que terminen odiándome como todos las personas del distrito 9 -Dijo mientras intentaba calmar sus manos que se movían descontroladamente.

-Las personas del nueve te mandaron a los juegos porque jamás se tomaron el tiempo para conocerte, no porque te odiaran, sin embargo yo si los odio a ellos por ponerte en esta situación cuando debían haber enviado a una de las chicas ratas, por eso hare que lo paguen muy caro -respondí en un inicio muy tranquilamente, pero al mencionar mi odio hacia ellos volvió a nacer en mí, mi incontrolable fuego.

-¿Qué piensas hacer Isaac? Por favor no vayas a hacer nada estúpido -dijo al tomarme de las manos mientras me miraba fijamente a los ojos.

-Tranquila, no me pasara nada ya que de todos modos me están castigando con enviarme a la arena.

Comenzaron las entrevistas y como era costumbre iniciaban con la tributo del distrito uno, una profesional. Su nombre era Mevina, era aterradora y recuerdo que una vez la observe entrenando, era buena con los cuchillos, tanto que era capaz de derribar algo desde una distancia considerable. Me dedique a escuchar su entrevista junto con Nafty, ella actuaba de una manera confiada y agresiva, pero no con Panem ni su distrito sino con la competencia ya que ella deseaba llevar orgullo a su hogar.

Termino su tiempo e inmediatamente subió su compañero tributo quien por nombre llevaba Menfis, éste igual era agresivo, brutal y un asesino de alta categoría, como lo sabía, simplemente era de deducir con observar sus entrenamientos. Al parecer se había presentado voluntario pero no por alguien a quien quisiera a diferencia de mí, sino que él fue voluntario porque estaba segado de poder y orgullo, su arma, las lanzas lo cual me inquietaba.

Su entrevista concluyo e inmediatamente le siguió la tributo del distrito dos quien por nombre llevaba Julia, ella no era tan amenazadora, sin embargo su compañero tributo Damián quien fue el que me ofreció la oportunidad de unirme a los profesionales era alguien de quien temer, era fuerte, ágil y era un cazador furtivo con el uso de la gran mayoría de las armas.

Continuaron las entrevistas y en cada una de ellas conocía cosas nuevas de cada uno de los tributos que entraríamos mañana en la arena del vasallaje de los veinticinco. Yo estaba prestando atención a todas y cada una de las entrevistas ya que deseaba conocer el punto débil y el punto fuerte de cada uno de nuestros enemigos, sin en cambio Naftaly decidió ignorar las entrevistas desde que se presentó la tributo del uno, sin embargo algo logro llamar su atención que fijo su mirada inmediatamente a la pantalla para observar y escuchar cada una de las palabras de la pequeña niña del distrito seis quien llevaba por nombre Aly.

Ella era una niña de piel blanca, dulce como mi Naftaly y más indefensa que ella, ya que en sus resultados obtuvo un cinco, lo cual me impacto y ahora comprendía por qué Naftaly la quería como aliada.

Después de un tiempo considerable al fin era el turno del distrito nueve y como era natural primero entrevistarían a Naftaly, lo cual me puso nervioso.

-¡A continuación recibamos con un gran aplauso a Naftaly, la chica tributo del distrito nueve! - dijo Caesar con un tono de voz simpática y alentadora, una voz digna para un excelente presentador mientras recibía educadamente a mi pequeña, y una vez que ambos se encontraban sentados en unos sillones rojos de terciopelo comenzó con la rutina. - Nos alegra tenerte aquí Naftaly, y en verdad admiramos la fuerza que tuviste para aceptar la decisión de tu distrito.

-Bueno, fue algo que jamás espere ya que se supondría que enviarían a una chica valiente y fuerte a participar, pero creo que se arrepintieron en último momento -respondió con una voz clara y dulce mientras miraba fijamente a su entrevistador.

-Pues yo pienso todo lo contrario pequeña, ya que claramente se puede ver que eres muy valiente, y si tu distrito te mando aquí es porque ven gloria en ti, ¡no es así! -dijo por ultimo para animar al público que se encontraba observando la entrevista, quienes como respuesta dieron gritos de apoyo.

-Gracias Caesar, pero es difícil de creer y asimilar, pero aun así tomare tus palabras -respondió acompañada de una agradable sonrisa.

-Muy bien, cuéntame sobre ese novio tuyo que se presentó voluntario para participar a tu lado.

-jeje, bueno pues para empezar no es mi novio solo es mi mejor amigo, y dudo mucho que se haya presentado voluntario por mí, más bien creo que el vino a los juegos para honrar la memoria de su hermana quien fue participe de juegos anteriores.

-pues en verdad que no solo yo lo dudo, ya que se pudo contemplar su desesperación por tomarte de la mano para darte seguridad, además si aún no te ha pedido que seas su novia ha de ser porque no se sentía digno de una joven tan hermosa como tú - Al concluir Caesar de decir dichas palabras se comenzaron a escucha vítores y chiflidos del público para afirmar que era una chica guapísima.

-Muchas gracias por lo halagos Caesar, y bueno pues solo espero que algún día sea capaz de declarar su amor hacia mi si es que existe, sino pues tendré que llevarme a la tumba un sueño más.

-Sinceramente dudo que mueras ya que eres una joven excepcional, joven, fuerte, valiente y ágil. Además tengo entendido que tienes personas que esperan tu victoria en casa.

-Cierto hay personas que me esperan en casa y por ellas y por mi tratare de no ser la primera en morir, aunque deseo ganar para volver a ver a mi familia, a la vez deseo que me aniquilen porque no soportaría una vida sin Isaac, la única persona que se ha molestado en conocerme -inmediatamente al concluir su respuesta se pudo escuchar un suspiro por parte del público.

-Qué puedo decir Naftaly, simplemente eres una chica encantadora y te deseo toda la suerte del mundo, y creo que hablo por todo Panem, sin olvidar mencionar que esperamos que tu chico tenga el valor para declárate su amor.

-Gracias pero aunque lo hiciera no tendría caso ya que solo uno de veinticuatro volverá a su hogar -respondió tranquilamente mientras embozaba una dulce sonrisa. Después de aquella respuesta sonó el timbre que indicaba que su tiempo había concluido y ahora continuarían conmigo, un chico enamorado, desafiante y rebelde ante los ojos de muchos.

Llamarón mi nombre e inmediatamente me presente carismático, elegante, serio y fuerte. Una vez que ya me encontraba frete a Caesar lo salude para después tomar asiento y comenzar con mi rápida sentencia.

-Bien Isaac, debo decir que nos da mucha alegría tenerte aquí esta noche, un joven apuesto, fuerte y valiente como tú no hay muy a menudo, pero lo que realmente inquieta a Panem es el motivo de tu repentina elección de participar en este primer vasallaje, ¿podrías contarnos un poco? -Pregunto Caesar de manera alegre, y misteriosa al final, algo que animo al público de inmediato ya que era cierto que deseaban saber mi razón.

-Bueno, es cierto que mi hermana participo en juegos anteriores pero jamás me presente voluntario por ella, ya que ella una vez me dijo que jamás quería que llegara a una arena. La verdad es que me presente voluntario para proteger a Naftaly, siempre la he amado en secreto pero como tu dijiste Caesar, siempre me he sentido poca cosa a lado de ella, es que simplemente ella es preciosa, inteligente, encantadora y dulce -Al concluir mi respuesta comencé a escuchar gritos de apoyo, algunos sollozos y algunos aplausos de admiración, sin embargo los ignore.

-Es un gesto digno de un cuento Isaac, pero cuéntame ¿Qué sentiste cuando Ayumi menciono su nombre por el micrófono?

No podía creerlo, hizo la pregunta que no quería que me hiciera, y lo peor es que estaba tan furioso que no me importaba sentenciarme de una vez por todas, adiós patrocinadores.

-Bueno, lo primero que pensé es que odiaba a cada una de las personas que habían votado por Naftaly quien jamás ha hecho nada malo, y para ser sincero los sigo odiando y jamás los perdonare, por culpa de ellos ella y yo jamás podremos casarnos, tener una familia, ser felices juntos; ¡por culpa de ellos uno de nosotros regresara a casa con el triste recuerdo del otro! Sin embargo quiero dirigirle a mi distrito una sencilla pregunta, ¡¿Por qué no mandaron a la mundana chica rata del distrito, por qué?! -respondí de una manera agresiva y furiosa mientras me levantaba de mis silla para hacer un reclamo a la gente de mi distrito. Por supuesto jamás tendría respuesta pero sabía que con estas palabras los dejaría en evidencia e inmediatamente después de aquel acto volví a tomar asiento.

-Vaya que estas molesto Isaac, pero dime ahora que piensas hacer en los juegos, hasta donde se tienes tres opciones, la primera opción es que ganes los juegos arriesgándote a dejar morir a tu chica, la segunda es que la protejas y te dejes morir hasta que sea el momento y la tercera opción es que ambos mueran.

-Es sencilla mi respuesta, protegeré a Naftaly hasta lograr que ella sea coronada vencedora y en verdad que no me importaría morir si es por ella.


-Es un gesto de amor muy valeroso Isaac, ¿algo que quieras agregar?

-Sí, quiero decir que no solo odio a la gente de mi distrito sino que también odio a toda esta gente que se mufa del sufrimiento de niños inocentes, sin olvidar mencionar que sobre todo odio el apestoso gobierno de Panem y sus estúpidas leyes - dije con furia y firmeza en mi voz. Cuando el público escucho mis palabras comenzó a alborotarse, a reclamar y estaba seguro que el presidente y las demás personas que conformaban el gobierno estaban furiosos conmigo y me lo harían pagar dentro de la arena, sin embargo no me importaba ya que no podían hacerme más daño del que me habían hecho con asesinar a mi hermana y traernos a Nafty y a mí a la cruel matanza. Termino mi tiempo y dos hombres me sacaron del escenario para escoltarme a mi edificio en donde por alguna razón Naftaly y Ayumi se encontraban esperándome preocupadas por mí.

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