Capítulo 10 - Namu
- ¡Lotus! - El eco hacía presencia en el castillo de Jangmi, sus paredes estaban cubiertas de musgo por los años y el descuido de ser abandonado.
La joven Mipung tenía sus cachetes rojos de perseguir a su amada por todo el castillo, gritaba su nombre una y otra vez, lo único que lograba escuchar era la juguetona risa de la reina.
La edificación había sido cerrada por órdenes del rey, el único castillo que debía estar en funcionamiento era el de Him, él temía, si los de la tierra de las flores tenía una monarquía aceptable podría conspirar contra el rey, fue su manera de evitar las revoluciones, la otra, pues era asegurando a la reina Lotus a su lado.
Lo que Ganghan no sabía es que todos los edificios tienen sus secretos, al igual que el castillo de Him, el de Jangmi contaba con pasadizos secretos por si había que salvar la vida de los reyes.
Lotus los conocía, no era necesario abrir la puerta principal, solo tenía que tocar un par de piedras y entradas secretas se mostrarían ante ella.
En ese entonces solo había pasado tres años desde que contrajo matrimonio con el rey, ella no quería abandonar al pueblo, así que periódicamente iba a visitarlo, asegurarse que su gente estuviera bien, que nada faltase y reafirmar su mandato como reina, aunque no lo necesitase, el pueblo la adoraba.
La reina se encontraba detrás de unas de las columnas del salón principal, detuvo su respiración al sentir los pasos de Mipung cerca de ella.
- Vamos Lotus, no es divertido - Se quejaba la mujer al no encontrar a la reina.
Lotus si lo creía divertido, cuando entraron salió corriendo para que la castaña la buscará y le diera un tierno beso.
Mipung suspiro frustrada, estaba en medio del salón, observó con cuidado todo el lugar, pudo detallar una parte del vestido de la reina que sobresalía de la columna, sonrió por saber que había ganado el juego que no deseaba jugar - Bien, parece que no estás aquí, me iré - Dijo en voz alta.
La reina tuvo que cubrir su boca para ahogar una risa, asomo su cabeza para asegurarse que la castaña no estuviera, mordió el labio al no verla.
- ¿Enserio este es tu mejor escondite? - Mipung apareció al otro lado de la columna, causando un susto emocionante a la reina.
Lotus abrió sus ojos sorprendida, la castaña la había engañado con facilidad - Vaya... Al parecer perdí - Logro normalizar su corazón asustado, se acercó a Mipung y tomo su rostro entre sus manos - Tienes un deseo como ganadora - Le dijo susurrando en sus labios.
Mipung le sonrió con ternura - Deseo que se quede a vivir aquí, conmigo - Las manos de la castaña recorrían el antebrazo de la reina.
La sonrisa de Lotus se borró, no es que no le gustará la idea, de hecho, le encantaba, pero no podía hacerla realidad, eso era frustrante - Lo siento, no puedo hacer eso - Mipung no quitaba su sonrisa.
- Lo sé mi reina, es solo un sueño - Le dijo bajando sus manos hasta la cintura - Pero no se preocupe por los deseos, porque el mío se hizo realidad hace tiempo - La reina la miró confundida.
- ¿Cuál era tu deseo? - Pregunto.
Mipung coloco su frente contra el de la reina - Estar siempre contigo - Para Lotus fue inevitable sonreír y unir sus labios en un beso lleno de amor.
- ¡Increíble! - La princesa Sun estaba más que emocionada al llegar al hermoso reino de Jangmi, era lo contrario a Him - Hay muchas flores, todo está lleno de ellas - Camino más para observar el pequeño riachuelo que acompaña el jardín - El castillo está abandonado, ¿Cómo es posible que los jardines se vean así de hermosos? - Pregunto la princesa a Mipung y Lotus.
- Mi madre se encarga de ello, este gran jardín era el orgullo de la familia Namu - Mipung le respondió con amabilidad, la princesa asentía feliz ante la información.
- Que esté cerrado no significa que descuidemos su exterior - Hablo Lotus mirando al frente, sus ojos estaban admirando la gran puerta del castillo cerrado, ella sonrió por inercia.
- ¿Por qué sonríes? - Pregunto Mipung al verla de reojo, la princesa Sun se alejó un poco para admirar algunos lirios que sobresalían en el lugar.
- Solo recordaba - La reina con disimulo busco la mano de su amante para entrelazar sus dedos, volteo su cabeza para mirarla a los ojos - el día que me dijiste que tu deseo se había hecho realidad - Mipung agachó su cabeza avergonzada, ella también había recordado.
- Aún disfruto de mi deseo - Dijo en susurro, la reina sonreía al escucharla, sus labios ansiaban chocar con los de la castaña, es una lástima que estuvieran acompañadas.
Escucharon unos pasos, soltaron sus manos con lentitud, voltearon sus cuerpos para mirar a los recién llegados - Es impresionante - Dijo Hwido.
- Es una alago viniendo de usted - Dijo la reina Lotus, la Taeyang le sonrió.
- No, no esto me supera - Los ojos de la reina Hwido analizaba cada rincón que se mostraba en el reino - Yo creo edificio, estructuras pero lo que hay aquí es más hermoso, es la naturaleza conjunta con la civilización, nada está pensando, solo se acomoda a su conveniencia - Volvió a situar sus ojos en las dos mujeres frente a ellas, sus cachetes se sonrojaron, se había dejado llevar por sus pensamientos.
- Nunca lo había detallado así - Dijo Lotus sonriendo - Están a paso lento - Mencionó, Eirene, Wind, Flower y Star apenas llegaban al lugar, a diferencia de Sun que estaba tan emocionada por ver todo, las chicas no entendían de donde sacaba tanta energía.
Una mujer con arrugas leves en su rostro, cabello castaño combinado con las canas se acerca hacia ellas al lado contrario - Mi reina Lotus, Mipung - Saludo tomando a las nombradas en una abrazo amoroso - Me alegra tanto verlas - Hablo alejándose de ellas.
- ¡Abuela! - Wind alzó su mano para llamar su atención, la mujer observó en medio de las dos mujeres, la menor de las Going-gi no espero mucho, tomo la mano de Flower y empezaron a caminar hacia la mujer.
Ella abrió sus brazos para recibirlas en un cálido abrazo - Tanto tiempo mis pequeñas- Les dijo mientras las apretaba en el abrazo.
Going-gi Hwipalam era la madre de Mipung y la confiable mano derecha de Lotus en su reino, ella se encargaba de todo lo relacionado en el pueblo, además de cuidar de ellos.
Lotus le tenía mucho cariño, pues al morir sus padres ella fue la que la cuido como si fuera su propia hija, como es de esperarse, el amor de la mujer fue tan grande para tratar como nieta a Flower.
- No las esperaba, ya mismo organizaré el hospedaje - Mencionó la mujer dirigiendo su mirada a Lotus.
- No te preocupes, fue un viaje improvisado, queríamos enseñarle el lugar a la familia Taeyang - Señaló a las mujeres que observaban la escena con una sonrisa.
La madre de Mipung al darse cuenta de su presencia hizo una amable reverencia - Mucho gusto, Hwipalam - Dijo ella, las mujeres respondieron igual mencionando sus nombres.
Lotus se acercó para comentar algo más a la mujer, abrió sus ojos sorprendida y su mirada se centró en Sun, la cual se sintió intimidada - Pero si alguien de Him pregunta, dile que estamos negociando algunas bellas flores para Hae - Concluyó la reina, la castaña asintió entendiendo la situación.
- ¿Cuántos días se quedarán? - Pregunto a las mujeres.
- Aún no lo sabemos, dos días, quizás tres - Respondió su hija.
- ¡Qué bien! - Hwipalam sonrió ante la información, está vez se dirigió directo a la reina Hwido - El hospedaje no es digno de reinas o princesas, lamento si eso incomodara - La pelinegra negó con sus manos.
- No deben preocuparse por eso, ya sabíamos de la situación - Informo para tranquilizar a la mujer.
Caminaron a la casa que se encontraba al lado del castillo, tenía un considerable tamaño, era lo suficientemente grande para hospedar personas y era el lugar favorito de descanso de la reina Lotus.
Lo primero que notaron las Taeyang al llegar es que la casa estaba rodeaba por magnolias, sin dudar alguna, le daba un toque hermoso y armónico - Son hermosas - Mencionó la reina Hwido al llegar al lugar, se agachó para acariciar con cuidado una de las flores.
La reina Lotus sonrió - Es un gusto heredado - Mencionó, Hwido la miró con confusión - Es la flor favorita de ellas tres - Señaló a las Going-gi que se encontraban abriendo la puerta de la casa.
- Hay rasgos en la familia que nunca se pierden - Mencionó Hwido, luego miro a Eirene y Sun que acariciaban las flores al igual que ella, negó sonriente con su cabeza.
Todos entraron al lugar, acogedor, con una combinación de madera y flores agradable, la madre de Mipung explicó con detalle la cantidad de habitaciones.
La reina Lotus ocuparía una con Mipung, Flower con Wind, las Taeyang ocuparían otra, mencionaron una cuarta para las Miyu que venían en camino - Supongo que usted se quedará en la habitación de siempre joven Dal - Hwipalam se dirigió a Star, la muchacha asintió e hizo una reverencia.
Dal Star fue la primera en acomodarse, su habitación estaba en la primera planta, era normal que los militares ocuparan está, en caso de emergencia, las Miyu estarían en la habitación que le seguía.
El resto que estarían en la segunda planta - Mi padre debe estar muy aburrido, sin nosotras - Dijo Sun sentándose en el borde de la cama.
- Es inevitable, él tiene que organizar todo antes de volver al reino - Eirene pronunció, comenzó a desempacar algunas ropas, junto sus cejas y miró a su madre - Lo que no entiendo - Su madre le sonreía - ¿Por qué nos acompañaste mamá? - Pregunto.
- ¿Creen que voy a perder la oportunidad de conocer un nuevo reino? - Dijo con tono obvio.
La reina Lotus había logrado convencer a su esposo de hacer este viaje, necesitaban un lugar tranquilo y sin vigilancia para que las tres chicas pudieran explorar la magia, por fortuna las flores no son del interés del rey.
Después de organizarse todas siguieron a la reina de Jangmi, ella presionó una de las piedras del castillo y un pasadizo secreto se abrió ante ellas - ¿¡Por qué apenas me entero de esto!? - Dijo Flower causando una risa en los presentes, que hace poco estaban sorprendidos.
Lotus se acercó con una sonrisa a su hija, extendió su mano para que la tomara, avanzaron con sus manos juntas, Mipung tomó una antorcha que colgaba a la derecha de pasadizo, la prendió para brindar luz.
Las princesas Taeyang apretaban nerviosas los brazos de su madre por la oscuridad del lugar.
Unos minutos más, una luz se asomaba mostraba el fin del camino cuando Lotus apretó otro lugar específico, entrando así al castillo por una de las habitaciones.
La nostalgia se reflejó en los ojos se Lotus y Mipung, esa era los aposentos reales, el lugar donde alguna vez compartieron su amor, la mujeres se miraron en complicidad recordando ese hecho mientras pasaban entre ellas de la salida del pasadizo.
Para el resto de las mujeres era la primera vez en ese castillo, era increíble cómo la naturaleza hizo exactamente lo que Hwido mencionó, acomodarse al lugar y ser uno con este.
Las ramas de los árboles recorrían las paredes, algunos frutos se visualizaban a lo lejos, pequeñas raíces sobresalen, también recorrían la cama real que permanecía igual, con finas sábanas y polvo por la falta de uso.
Las flores eran la decoración perfecta y que daba el toque místico, cualquiera creería que ese castillo era mágico.
Las mujeres guiaron al resto al salón principal, el lugar con espacio para poder practicar sin problemas y evitar cualquier desastre.
Al llegar lo primero que notaron fue el trono - Eso si es nuevo - Mencionó Mipung al ver como la sillas eran rodeadas por rosas.
La reina se quedó mirando los tronos por unos segundos, el tiempo era algo cruel, podía recordar a su padre que la cargaba en su regazo de pequeña, sentado en dicho trono, "¿Se sentirá decepcionado?" Se preguntó, su rostro reflejó la tristeza por ese pensamiento.
- No está decepcionado - Escucho las voz de Mipung, la reina abrió sus ojos asustada "¿Acaso pensé en voz alta?" - No, no hablaste en voz alta, solo puedo saber que estabas pensando - Lotus se sorprendió más, luego comenzó reír.
- A veces me asusta lo mucho que me conoces - Las mujeres conectaron sus miradas olvidando lo que les rodeaba, era la magia de su amor - Bien... Es hora de comenzar - Dijo para cortar el momento antes de querer besarla.
Todas se reunieron en un círculo - Mi madre está informada, si ocurre algo ella sabe qué hacer, al igual si viene alguien nos lo comunicara - Hablo Mipung, miró despacio a Wind, Star y Sun - No sé con exactitud cómo funciona el poder - Comenzó a explicar - En mi caso, el viento es invocado y trato de controlarlo con mi mente mientras canto - Tomo un poco de aire, comenzó a entonar una nota MI, el viento se hizo presente en un suave remolino, paro de cantar - Es su turno - Concluyó.
Sun fue la primera en intentarlo, sin mucho esfuerzo entonó una nota DO, el agua comenzó a bailar en el centro del lugar, hasta pudo asimilar la figura de una persona.
Todos los que no eran de Hae miraron sorprendidos el control de la muchacha ante la magia - Princesa, usted debería enseñarnos - Dijo Mipung bromeando con la Taeyang, ella se sonrojo por el comentario - Muy bien, Wind - Miró a su hija, ella dio un paso hacia adelante.
Apretó sus manos, su corazón latía deprisa, era la primera vez que mostraría su poder de esta forma, entonó un RE, no tenía la misma fluidez que su madre, pero logró formar un remolino pequeño y poco estable - Si imaginas el lugar y que forma quieres lograr es más fácil - Le aconsejo la princesa Sun, la joven asintió y lo intentó de inmediato.
Wind tenía la habilidad de aprender muy rápido, resto alzar más su tono y en pocos segundos el viento comenzó a agrandar y formar un remolino muy parecido al de Mipung - Muy bien - Felicito su madre con una sonrisa, ella la devolvió y paro de cantar - Star - La nombrada trago al escuchar su nombre.
- Yo... No creo que sea necesario que lo aprenda a manejar - Trato de excusarse, la realidad es que ella le temía a su poder, ¿Si se descontrolaba y lastimaba a alguien?
- ¿Es el fuego? - Preguntó la reina Hwido, Star asintió - El fuego es el elemento más peligroso, eres libre de escoger si utilizarlo o no - Su voz trato de sonar suave para tranquilizar los nervios - Pero mi consejo es que lo aprendas a manejar, algo peligroso es mejor tenerlo a tu favor que en tu contra - La peliblanca la miró, luego suspiro.
- Y... ¿Si las lastimo? - Cuestionó Star mirando a todas en el lugar - Yo solo he utilizado mi poder dos veces - Dijo.
- Yo apagaré el fuego si se sale de control - Dijo una confiada Sun, sus ojos se encontraron por unos segundos - Confía en mí - No quitaron su mirada en ningún momento.
- Está bien - Dijo resignada.
Camino hacia adelante, tomo aire y lo dejo salir con lentitud, se sentía un poco avergonzada, pues creía que su voz no era tan buena como la de ellas, abrió su boca y empezó entonar un SOL.
Al principio, solo fue una pequeña chispa lo que se mostró en el centro, Star se probaba, comenzando por niveles, gradualmente dejo que el fuego siguiera aumentando.
Decidió ir un poco más, el calor en el lugar comenzaba a sentirse, por inercia las presentes retrocedieron un paso, la Dal hizo un gesto de disgusto, había dejado de cantar hace años y estaba fuera de práctica, mantener su voz estable le resultaba difícil.
Decidió centrarse un poco en su voz para que no perdiera su tonalidad, cerrando los ojos por unos segundos.
- ¡Star! - Escucho la voz de la reina, abrió sus ojos y visualizo el fuego que expandiendo en el lugar, su expresión era de miedo, paralizada por no poder controlarlo.
A los momentos sintió una buena cantidad de agua caer sobre ella, quedando totalmente mojada, la bandana que cubría su frente quedó un poco más abajo debido a la presión.
Star quito la bandana que estorbaba en su vista, luego acomodo su cabello hacia atrás para destapar sus ojos, miró a Sun - Lo siento por mojarla - Decía ella acercándose, tomo un parte de su vestido y comenzó a secar el rostro de la Dal - Solo es práctica, lo harás bien - La princesa intentaba animarla, sabía que ahora estaría más asustada de utilizar su poder, seco los párpados de la peliblanca con sumo cuidado, le sonrió al terminar de hacerlo.
- Si aprendes a utilizar el fuego, seguro te secaras más rápido - Le grito Flower atrás de una columna, Star miro a la menor y luego al resto, todas estaban escondidas atrás de la estructura.
- ¿Qué tan grande fue el fuego? - Preguntó asustada a Sun.
La princesa junto sus labios en una línea - Lo suficiente para escondernos - Se limitó a decir, la Dal agachó su cabeza y apretó sus manos en puños, se sentía frustrada - Oye - Los dedos de Sun se dirigieron al mentón de Star, subió su cabeza con lentitud - Sé que puedes hacerlo, yo te ayudaré - La miraba con ternura, era la primera vez que la soldado mostraba inseguridad, no quería verse débil ante ella.
La princesa no lo veía como un acto débil, al contrario, su corazón se sentía cálido, ella le enseñaría todo lo que fuera necesario - ¿Cómo puede ayudarme? - Star le pregunto.
- Ehh... - Es verdad, a veces la princesa no comprendía su propio poder, ¿Cómo podía enseñarle a alguien más? - ¡Ya se! - Exclamó orgullosa, era una fortuna que observará todo con atención, se acercó al oído de Star para susurrar - ¿Recuerda cuando salvo a Wong? - Star asintió ante la pregunta y la miró juntando sus cejas - Había fuego en la pirámide de cuerpos, lo hizo desaparecer ¿Recuerda? - La peliblanca ladeó su cabeza recordando el suceso.
- Sí lo recuerdo, estaba desesperada porque el fuego nos iba a consumir - Explicó a la contraria.
- El único pensamiento era hacerlo desaparecer - Dijo Sun con una sonrisa de victoria, como quien encuentra la respuesta a ecuación difícil - ¡Es eso! Los pensamientos controlan el poder - Star pestañeo varias veces y repitió las palabras de la princesa como si fuera un conjuro, uno que le ayudaría en su magia.
- ¿Vas a intentarlo de nuevo? - Pregunto Lotus atrás de una columna.
- Sí, mi reina - Respondió a lo segundos - Es mejor que vayas con ellas - Sugirió a la contraria, ella negó ante la petición.
- Me quedaré a su lado - Dijo caminando a su lado derecho, la miraba de reojo - Por cierto - Star había abierto la boca para cantar, se detuvo al escucharla, ella miraba al suelo y un leve sonrojo se mostraba en su rostro - Su voz es muy bonita - La peliblanca cerró su boca al escuchar a la princesa, sonrojándose también.
Lamió sus labios para humedecerlos - La suya también lo es - Las dos se sonrojaron más, ¿Qué más podían hacer? Eran un par de idiotas haciéndose cumplidos, mientras las otras mujeres las miraban esperando a que el fuego apareciera.
De nuevo Star tomo aire, estaba nerviosa y preocupada, Sun podía notarlo en sus ojos, la peliblanca dudaba, como un acto de apoyo busco la mano de la contraria para entrelazar sus dedos.
La mano de Star estaba fría por el agua que aún recorría su atuendo.
Comenzó a cantar, sus dedos apretaban los de Sun, de nuevo fue un fuego pequeño, luego empezó a expandirse término rodeándolas formando un círculo que las encerraba.
Una sonrisa se formó en el rostro de Star al ver que lograba su cometido, Sun la miró y de inmediato sonrió, estaba orgullosa de que lo lograra.
Paro de cantar, se posicionó emocionada frente a Sun muy cerca de ella - ¡Lo hice! - Su voz se escuchaba alegre, la princesa se reía de lo infantil que veía.
- Lo hizo, ¿En qué pensó? - La sonrisa de Star se borró, abrió y cerró su boca varias veces.
Rasco su cabeza, miró al lado izquierdo para no enfrentar los ojos de Sun - En protegerla - Star observó cómo la princesa se quedó quieta por su comentario - Me refiero a todos, en general, soy un soldado eso es lo que hago - Pensó que a la pelinegra le había incomodado.
Sun forzó una sonrisa falsa, por un momento se sintió especial - Ya veo, lo hiciste muy bien - "Seré idiota" se dijo, paso por el lado de Star para ir con su madre.
Flower y Wind se acercaron para abrazar a la peliblanca, la felicitaron por su hazaña.
Sun las miraba desde lejos como interactuaban, sentía un poco envidia de su relación con las otras dos jóvenes, las abrazaba y jugaba con ellas, a la vez se cuestionaba.
¿Por qué quería que esa chica actuará así con ella?
El día siguió su curso, las chicas decidieron pulir sus habilidades, cada quien, descubriendo sus límites, todo se trataba de la resistencia.
El tiempo que lograban cantar, era tiempo que la magia estaba activa, si su canto se interrumpía, la magia también lo haría, pero estaba bien, no pensaban pelear con esa magia, solo era una causa efecto de su cantó.
- Bien, aquí está - Lotus llevaba unos papeles en sus manos, las más jóvenes se encontraban en el suelo descansando por un momento.
La reina se arrodilló, coloco los papeles en el piso - ¿Qué son? - Pregunto Flower, tomo los papeles de en su manos - ¿Canciones? - Pregunto ojeando los párrafos.
- Sí, escritos por la familia Namu - Explicó ella, los ojos de Flower brillaron al escuchar eso.
- ¿En serio? - Pregunto emocionada.
- Si, por tus abuelos, bisabuelos y... - Hablo Mipung, coloco sus manos en los hombros de Lotus que seguía arrodillada - Tu madre - Todos miraron sorprendidos a la reina.
- ¿Desde cuándo? Apenas me entero - Flower abría los ojos incrédula.
- Solo son frases de joven, no es tan bueno - Decía la reina con vergüenza - No tenías que decir eso - Miro a Mipung con desaprobación, ella solo se reía al ver su expresión.
- La verdad, es que tu madre es toda una poeta - Mipung tenía toda la intención de avergonzar a la reina, pocas veces contaba con la oportunidad.
- Ya cállate - Volvió a mirar a su frente, todos aguantaban la risa por lo ocurrido - En fin, la idea de esto es que lo canten juntas, tengo curiosidad de ver su poder conjunto - Dijo la reina.
Se miraron entre ellas, buscando aprobación en sus ojos, todas asintieron con una sonrisa.
Les llevó unos minutos mirar la letra de la canción, algunas tenían un guía musical, lo que les ayudaría a crear un ritmo aún sin instrumental.
- Princesa - Hablo Wind, Sun la miró - ¿Puede unirse Flower? - La Taeyang miró sorprendida, no sabía que la princesa Namu también cantará - Sé que no tiene magia, pero nos ayudará a armonizar - Sun le sonrió y asintió.
Wind no lo pensó dos veces y fue corriendo hacia ella - ¿Qué sucede? - Pregunto Flower, la contraria estiro sus brazos para que se sujetará de ellos y se parara del suelo.
- Canta con nosotras - Le dijo con una sonrisa, la princesa se señaló alzando sus cejas.
- ¿Yo? ¿Por qué? No invocó magia - Dijo sorprendida.
- No importa - Wind agarro las manos de Flower al ver que no tomaría las de ella - Quiero escuchar tu voz, además esas canciones son de tu familia - Trataba de formular un argumento para que accediera, logro levantarla.
Flower la miró - Lo haré, por qué me lo pides - Dijo, caminaron tomadas de la mano hacia las otras dos jóvenes.
Después de un rato de mirar toda la canción decidieron colocarse en posiciones, Star quedó en una esquina, seguida de Sun, Wind y Flower.
Flower fue la primera en empezar, siendo la base para las otras chicas, Sun con una voz fuerte respaldo, el agua comenzó a hacer el recorrido en círculos, se levantó para crear un tipo de jaula de pájaros, Wind es la siguiente, rodeando cada reja de agua con su viento formando un color azul cristalino digno de admirar, luego el fuego hizo presencia en forma de pájaro, era lo suficientemente grande para abarcar toda la jaula.
El ave estiro sus alas y atravesó la jaula, el agua y viento en vez de caer se levantó y cubrió al pájaro con una especie de armadura, se veía como un animal imponente.
Todas sin dejar de cantar lo miraban con los ojos muy abiertos, sin entender cómo era posible haber creado algo así, pero no necesitaron comunicarlo, solo con sus expresiones y acciones entendieron que hacer, ellas empalizaban a la perfección.
Terminado el acto, escucharon aplausos, las espectadoras estaba aún más impresionadas que ellas, no esperaban tal suceso - ¡Eso fue fantástico! - Hablaron las reinas al mismo tiempo, para luego reír por la casualidad.
- ¿Nosotras hicimos eso? - Decía Wind, parecía aturdida por lo que acaban de hacer.
Las respiración de las chicas era muy rápida, no podía negar que lo que acaban de presenciar las emocionaba, sus corazones latían como locos - Al... Parecer... - Decía Sun con una voz entrecortada.
- Fue otro nivel - Está vez fue Flower, que aún mirada el lugar como si el pájaro siguiera allí.
Las tres chicas miraron a Star, ella no estaba con la respiración entrecortada, su boca estaba abierta, al igual que sus ojos, fue inevitable para ellas reír de su expresión, la peliblanca salió del trance al escucharlas para acompañarlas y sonreír.
- Bien, creo que por hoy es suficiente - Hablo Mipung mientras se acercaba a ellas - Estuvo muy bien - Les brindó una sonrisa a cada una, la cual correspondieron.
La castaña estiro sus manos, Wind y Flower las agarraron para caminar con ella hacia la habitación que daría la salida, seguida de las otras dos chicas.
- Vamos mamá - Le dijo Eirene a Hwido, la cual observaba el trono con curiosidad, acto que no pasó desapercibido por Lotus.
- ¿Sucede algo reina? - Hwido miró a la reina y señaló el trono.
Lotus siguió la dirección con sus ojos y los abrió al ver que trono era cubierto por pequeñas ramas que adornaban las rosas - ¿Estaba así? - Pregunto Hwido.
La reina Lotus se quedó helada por un momento, había una pequeña posibilidad que nunca se había cuestionado - Flower... - Pronunció para sí misma, pero siendo escuchada por las Taeyang.
- ¿Cree que ella tiene magia? - Pronunció la Hwido.
- Solo es una posibilidad - Lotus respondió con voz baja - Realmente no sabemos cómo obtuvieron la magia, cualquiera la puede tener - Trago nerviosa, no pensaba en la magia como algo malo, lo veía peligroso, si cualquiera de ellas era descubierta el rey no tendría clemencia, el que su hija tuviera tal poder sería la excusa perfecta para deshacerse de ella - O puede ser la imaginación jugando con nosotras - Sonrió, las Taeyang se miraron entre sí y asintieron antes las palabras de la reina.
- Puede ser... - Dijo sin ánimo Hwido, Lotus hizo una seña con su mano para invitarlas a avanzar, ellas comenzaron a caminar haciendo una reverencia.
Antes de avanzar, Lotus miró por última vez el trono analizando cada parte de él con cuidado, debatiendo si decirle o no su hija, tal vez la inocencia del poder la mantendría a salvó.
A la vez, le parecía injusto, ya ellas habían aceptado su poder, seguro ayudarían a Flower, pero las situaciones eran totalmente diferente.
Sun había tenido un total aceptación con su familia, Mipung había protegido a su hija y tenía el apoyo para soportar tal poder, Star era un soldado, por ende, se le enseñaba a manejar cualquier situación, incluso con miedo logro controlar el poder.
Si se trataba de Flower... Era diferente, sabía que por muy fuerte que su hija se mostrase, ella había sufrido la mirada acusadora por ser piel canela, por su aspecto, por su personalidad, añadir otro factor harían que su lado sensible se activada, cuando lo que buscaba era la aprobación de su padre.
De ese maldito hombre con el que compartía lazo sanguíneo.
- ¿Estas bien? - Pregunto su amante al verla perdida en su pensamiento.
- Perfectamente - Le dijo con una sonrisa fingida, a lo que Mipung la miró serio si creer sus palabras.
Iba a hablar pero una seña de su madre llamó su atención, indicando que la cena estaba servida.
- Mi niña Lotus - Decía Hwipalam cubriendo su boca por la risa - Eras una niña terrible, recuerdo una vez que unos duques vinieron de visita, en un abrir y cerrar los ojos no estaba en su habitación, había salido corriendo por el castillo desnuda, el rey ese día me dio un regaño que nunca olvidaré cuando la vio en medio de la sala así - Todos no aguantaron la risa ante las anécdotas que contaba la mujer.
- ¿Qué es esto? ¿El día para avergonzar a su reina? - Decía Lotus con una copa de vino en su mano, mientras miraba a las dos Going-gi.
- No puedes negar que eras una niña muy traviesa - Decía Mipung mientras llevaba un trozo de comida a su boca.
- Ya veo de dónde lo herede - Se unió Flower con voz burlona, la reina Lotus miró con las cejas levantadas, su hija le envío un beso a lo que ella negó con su cabeza sonriendo.
Star entro al lugar con leña que necesitarían para el juego - Star, toma asiento para comer - La nombrada miró a la reina, negó con su cabeza.
- No sé preocupe, esperaré cómo es debido - Pronunció la soldado.
- No estamos en el castillo, no tienes que seguir la etiqueta - Star resignada por las palabras de su reina tomó asiento al lado de Sun, era el único disponible.
- Y bien ¿Cómo les fue hoy? - Pregunto la madre de Mipung.
- Mejor de lo que pensábamos - Dijo su hija con rapidez - Son buenas en esto - Concluyó.
- Si me permiten - Hablo Hwido - ¿Puedo preguntar algo? - Las Going-gi la miraron y asintieron - ¿Alguien más de su familia, de este reino o conocido ha tenido magia? - Lotus miró de reojo a la reina, sabía que buscaba más información por lo visto en el trono, en el fondo lo agradecía, ella también deseaba saberlo.
- Nunca en Jangmi había habitado alguien con magia, todavía me pregunto porque mi hija y mi nieta la posee - Hablo la mayor de las Going-gi tomando la mano de las nombradas, en señal de apoyo - Pero si recuerdo algo - Mencionó, sintió los ojos curiosos - Nuestro pueblo siempre había sido reservado, los padres de Lotus fueron los primeros en brindar pie para hacer alianzas con otros reinos y en una de esas visitas pude escuchar de una familia real que poseía magia, es lo único que sé - Termino de explicar.
- ¿Sabe cuál reino era? - Pregunto de inmediato Hwido, la mujer negó con la cabeza apenada por no tener más información, la reina de Hae suspiro con frustración - Ya sabía sobre eso, solo una vez lo leí y cuando intenté buscar de nuevo, todo lo relacionado desapareció - Explicó con una mueca en su rostro.
- ¿Cree que esa familia esté relacionada con nosotras? - Pregunto Star, asomando su cabeza para mirar a Hwido.
- Es la única conexión - La reina observaba como Star comía sin mirar su plato - ¿Y los Dal? - Le pregunto.
- Soy la primera con magia, solo hemos sido soldados - Respondió a la reina.
- Pero tu cabello es raro - Mencionó Flower - ¿Será mágico? - Star junto sus cejas.
- Es genética - Flower la miro entre cerrando sus ojos.
- ¿La familia Namu? - Retomo de nuevo el tema Hwido, mirando a las presentes - Ustedes son una familia real, existe la posibilidad - Lotus le sonrió, en fondo le hacía gracia sus palabras.
Mipung miro con curiosidad a la de reina de Jangmi - De hecho... Hay historias que solo los de este pueblo saben - Hablo Lotus - La familia Namu no es noble, ni sangre pura, sólo fuimos coronados por nuestro pueblo utilizando la democracia - Todos abrieron los ojos ante el comentario, la reina Lotus aguanto su risa por la expresiones.
- ¿Democracia? ¿Su pueblo voto? - Lotus asintió ante las palabras de Hwido - ¿Cómo es posible? - Esa idea para la reina de Hae es absurda, pues los reyes siempre venían de familias reales, si algo se escogía solo los nobles podían participar, la idea de que todo el pueblo lo hiciera la parecía imposible, pero fascinante.
- Pues... Ya ha pasado dos siglos desde que eso pasó, la gente se estableció aquí para sobrevivir, según la historia necesitaban alguien que lo guiará, la votación se hizo en la entrada del castillo con dos familias postulantes - Explicó Lotus con lentitud, luego miro a Mipung que sonreía con complicidad.
- Era la familia Namu y la Familia Going-gi - Todos miraron sorprendidos a Mipung quien continuaba la explicación - Se llegó al acuerdo que se respetaría al elegido y la otra familia serviría sin protesta - Concluyó.
- Mi abuelo contaba que todos sabían que los Namu ganarían, hasta los mismo Going-gi votaron por ellos, reconocían el potencial de liderazgo y ese sentimiento de confianza que daban a la gente, en cuanto a mi familia, sabían que eran perfectos para apoyar, no para liderar - Termino de explicar la madre de Mipung.
- Eso explica el lazo que tienen las dos familias - Hablo Sun asombrada.
- Si princesa - Hwipalam le sonrió - es curioso, con los años se descubrió que miembros de las familias se atraían, era una clase de mito - Cuatro mujeres se quedaron quietas y nerviosas por el comentario - Era creyente de eso, muy en el fondo pensé que el príncipe Agust se enamoraría de Wind - Comenzó a reír mirando a su nieta, que bebía agua para disimular su sonrojo - Pero nunca ocurrió y ahora está comprometido con usted - Dijo fijando su mirada en Sun.
La princesa Sun le sonrió con incomodidad, aún no creía que estaba comprometida.
Por otro lado, las dos Namu y las dos Going-gi se sentían algo extrañas ante la mención del mito, de alguna manera querían reír por lo irónico de la situación, pues era real la atracción que se tenían.
Mipung fue la primera en correr la silla, se inclinó en señal de permiso para retirarse, Lotus la observaba con cuidado, tenía prisa por llegar a la habitación.
La Going-gi cerró la puerta al entrar, buscaba algo en su equipaje sin dejar de mirar la puerta, saco un pequeño recipiente con una bebida, cerró los ojos respiro profundo y tomo el líquido sin olerlo, su sabor era asqueroso, hizo una mueca de disgusto, guardo el recipiente donde lo encontró.
Quien pensaría que la cura para veneno tiene tan mal sabor.
Era algo soportable para curarse, Byul la ayudo aquel día del baile, hizo expulsar de una manera no muy agradable el veneno que había ingerido, luego le dio el antídoto para eliminarlo por completo de su cuerpo, no solo eso, si lo tomaba se podía hacer inmune a él, era una fortuna que la familia de la madre de Star fuesen los creadores de esos venenos.
Pero aún había preguntas, ¿Quién la envenenaba? ¿Para quién era un peligro?
Por ahora estaba a salvo, no sentía la necesidad de comunicarlo a alguien más, solo traería preocupación y paranoia, ella podía enfrentar esto sin problema y seguir viendo el rostro sonriente de su amada.
- ¿Sucede algo? - Entro Lotus en la habitación con tranquilos pasos, Mipung le sonrió.
- Claro que no, ¿Por qué? - Trato de sonar normal, aún sentía el mal sabor en su boca.
- Es la primera vez que te levantas de la mesa sin recoger un plato - Dijo la reina, Mipung iba a decir algo, pero cerro su boca al no encontrar cómo refutar, una pequeña risa salió de ellas - Escapemos - La castaña miro confundida.
- Que locura estás diciendo - Se acercó a la reina para tocar su rostro con cuidado, asegurándose que no tuviera fiebre.
Lotus tomo las manos de la contraria, las entrelazó con cariño - Aprovechemos que todos fueron a sus habitaciones, hay un lugar donde quiero ir - Mipung sonría negando con su cabeza ante esas palabras.
La pelinegra no la dejo pensar, miro a todos lados asegurándose que nadie rondará, está vez solo agarro una de las manos de Mipung para tirar de ella y salir de la casa, intento no hacer ruido.
Un plan perfecto, el problema radicaba que en el primer piso se encontraba Dal Star, se levantó rápido de su cama al escuchar los ruidos, tomo su espada en señal de emergencia, se quedó quieta para asegurarse donde llevarían los pasos, por la ventada observó cómo las dos mujeres se alejaban hacia uno de los bosques.
La reina sonreía como una niña pequeña, corría dando pequeños saltos evitando alguna que otra raíz, con dificultad Mipung seguía sus movimientos con una sonrisa al ver su comportamiento, en cuestión de minutos llegaron a una gran cascada que caía en la mitad del bosque.
Mipung miro con asombro, hace años no lo visitaban, los árboles estaban más grandes, lo rodeaban, hacían sombra sobre el agua cristalina, los árboles en esa posición permitían que el agua cayera como en lluvia, por ese simple gesto la reina Lotus había nombrado aquel lugar "Rainy Season".
Allí nunca dejaría de llover.
- Esta más hermoso - Hablo la reina, Mipung asintió ante sus palabras.
Lotus separó sus manos, camino hacia adelante, miro por encima del hombro a su amante y empezó a quitar su vestido - ¿Qué haces? Alguien puede verte - Le dijo deteniendo sus actos, la pelinegra hizo un leve puchero.
- Voy a meterme al agua, sería peor si lo hago vestida - Dijo con tono de obviedad, siguió quitando sus vestimentas sin importarle el reproche de la contraria.
- Ya no somos unas niñas pequeñas Lotus - Dijo Mipung con la leve esperanza de hacer entrar en razón a la reina, un fallido intento.
La castaña no pudo mover sus ojos a otro lugar que no fuera el majestuoso cuerpo de su reina.
¿Cómo podía existir mujer tan perfecta? Es injusto para un humano como la Going-gi.
Ella entendía a la perfección porque el rey Ganghan se había enamorado, era el pecado de cualquier ser humano.
Lotus tocó el agua con la punta de su pie, comprobando su temperatura, luego decidió entrar todo para comenzar a sumergirse en el agua, hundió su cabeza para dejar que su cuerpo se acostumbra, la saco acomodando su cabello negro hacia atrás - ¡La edad es mental! - Le gritó con una sonrisa a su amada, pues ya se encontraba algo apartada de la orilla - ¡Ven! - La invitaba.
Mipung pensaba que su reina estaba loca, como es costumbre, la estaba atrayendo a una de sus locuras, miro hacia todos los lados para asegurarse que nadie estuviera, con timidez comenzó a quitar su vestido, la reina sonrió con picardía al ver su acto, fue nadando hasta la orilla.
Cuando llegó Mipung estaba desnuda por completo, salió del agua para extender sus manos, la castaña las tomo y dejó que la guiará.
Ya adentro Lotus la abrazo por la cintura, la pego contra su cuerpo e hizo una señal con su boca para que aguantará el aire, su impulso hizo que se sumergieran.
Mipung tenía sus ojos cerrados, los abrió para ver el rostro de su amada, quien se acercó para darle un beso, salieron del agua aún con sus labios unidos, disfrutando del tacto suave de estos.
Se alejaron unos centímetros para luego juntar sus frentes, el agua que caía de los árboles pasaba por sus rostros, cabellos y hombros, Mipung rodeo el cuello de la reina, ella no perdió tiempo y dejó que las piernas de la contraria la rodearán - Este era tu cometido desde un principio ¿No? - Dijo la castaña al sentir como las manos de Lotus recorrían sus piernas, ella le sonrió muy cerca de sus labios, mirando sus ojos que brillaban.
¿Qué más podía hacer? La reina era un amante de su amor y le encantaba encontrar nuevos lugares donde expresarlo.
Star tenía una mano apoyada contra uno de los árboles, parpadeo varias veces sin creer lo que veía, ya era suficiente con ver sus cuerpos desnudos, pero ver esa escena.
La Dal sabía que debía irse de allí, no quería hurgar en su privacidad, pero la sorpresa no dejaba moverse.
Había pensado que solo ella tenía esos gustos, pero ver cómo esas dos mujeres se amaban la dejaba impactada.
Los gemidos la hicieron reaccionar, un leve sonrojo se mostró en la peliblanca al escucharlo, trago saliva al ver como Mipung se movía hacia arriba y abajo, ya no era una niña inocente, sabía perfectamente lo que su reina le hacía a la Going-gi.
Cerró sus ojos apenada, con su mayor fuerza de voluntad movió sus pies para regresar a la casa, el problema ahora era como mirar a esas dos mujeres a la cara.
Se dirigió a su habitación, se quedó mirando el techo acostada en la cama con las manos apoyadas en la parte de atrás de su cabeza, su respiración era lenta.
Su mente estaba divagando, su reina estaba haciendo algo malo, ¿Lo era? ¿No? Pero ese hecho no quitaba el que siempre veía por ellos, por la forma en se tocaban pudo deducir que no era la primera vez que hacían tales actos.
¿Qué haría? Cómo soldado debía informar estos actos a su rey, sin embargo, con el pasar el tiempo la lealtad de Star había sido ganada por Lotus, ella guardaría silencio.
Un pensamiento pasó por su cabeza, esas dos mujeres están casadas y parecía no ser impedimento para amarse.
Entonces... ¿Existía la misma posibilidad con la princesa Sun? Dal Star ya no podía negar la atracción que sentía por la Taeyang, pero quizás ella no estaría de acuerdo.
La peliblanca escuchó los pasos de Lotus y Mipung aproximándose a la entrada, se levantó para abrir su puerta y asegurarse que tratase de ellas.
La abrió solo un poco, era suficiente para observar a las dos mujeres que tenían la ropa pegada a sus cuerpos por estar mojadas, Lotus tomo de la cintura a Mipung haciéndole leve cosquilla, pudo escuchar como la castaña regañaba a la reina en voz baja pronunciando su nombre con una sonrisa.
Unieron sus labios en un tierno beso para luego decir un "Te amo" sincronizado, riendo por la coincidencia, Star avergonzada por otra vez presenciar otro acto íntimo, cerró la puerta sin hacer ruido, se sentó en su cama y una sonrisa se formó en su rostro.
La última conclusión de esa noche es que estaba feliz por no ser la única con esos gustos.
Eran las seis de la mañana cuando Star despertó, había ruido afuera de su habitación anunciando la llegada de las Miyu, Hwipalam se encargó de instalarlas para su comodidad.
Se apresuró, pronto debían seguir con su entrenamiento, ella estaba acostumbrado a la puntualidad, una pena que el resto no considerará importante llegar unos minutos tarde de lo acordado.
Ayudo a la madre de Mipung a acomodar el desayuno, la mujer le agradecía con una sonrisa, está vez eran más platos para organizar, todos bajaron un poco somnolientos, necesitaban descansar más.
Al llegar todos a la mesa no pudo evitar sonrojarse a mirar a Lotus - Buenos días, majestad - La saludo, la reina la miro extrañada, su voz sonó extraña y lenta.
- ¿Qué pasa? ¿Por qué tan tensa? - Se burló de ella tocando uno de sus hombros, Star respiro profundo intentando olvidar la imagen de las dos mujeres en la cascada, negó con su cabeza.
Se retiró con torpeza del lado de reina para sentarse en el mismo lugar de ayer, chocando con Sun por descuido, la tomo por la cintura para no dejarla caer - Lo siento - Ella hizo una seña con sus manos en señal que todo estaba bien.
El resto de día todo transcurría con normalidad, volvieron al castillo para seguir practicando, hoy sería el último día para regresar rápido a Him, Bada necesitaba a su esposa para terminar los acuerdos acortando el viaje de Jangmi.
Partirían en la noche, pero estabas satisfechas de haber logrado pulir sus habilidades, Lotus estaba segura que si alguna se veía en aprietos podían disimular su poder sin problema.
En cuanto a su hija, decidió mantener el silencio, sin embargo, al verla cantar notaba las pequeñas flores que brotaban en el lugar, no había duda alguna Flower también podía invocar la magia, aunque fuera una muy leve.
Hwipalam se despidió con un cariñoso abrazo de sus niñas, la veía desde lejos subir a los carruajes para regresar al frío y gris castillo de Him, extrañando de inmediato todo lo que daba Jangmi para ellas.
Sun apoyo sus codos en la ventana del carruaje para mirar aquel bonito pueblo, guardando el recuerdo, sus ojos se desviaron a la joven que estaba en el caballo con su espalda recta, le sonrió por inercia, a lo que la peliblanca le correspondió.
A la pelinegra le encantaba la sonrisa de la Dal.
Pasó el tiempo, durante tres meses los reyes de Hae estuvieron habitando el castillo de Him terminando todos los preparativos, Hwido aprovecho el tiempo para explorar toda la biblioteca de Him, llenando su sed de conocimiento y entablando una bonita amistad con Lotus que también la frecuentaba.
La reina Hwido ya también lo notaba, como la reina Lotus miraba con devoción a Mipung, lo bueno de no cerrarse ante el conocimiento es que aprendes de aceptar esas ideas, entre ellas que el amor se da en diferentes circunstancias.
Ella mantuvo el silencio ante la situación, después de todo había comenzado a apreciar a esas dos mujeres y confiaba en ellas para el cuidado de sus hijas.
En cuanto la princesa Sun, prácticamente era obligada a pasar tiempo con su prometido, no le molestaba compartir tiempo con él, pero aún no se sentía cómoda.
En señal de reconocimiento, iban al pueblo juntos escoltados por la guardia real, conocían su pueblo, las problemáticas.
Sun reconoció la diferencia con Hae, en su pueblo eran más tolerables con el sufriendo ajeno, se ayudaban entre sí, mientras en Him miraban por el bien propio, sin duda era algo que quería cambiar y por lo menos Agust estaba de acuerdo con ella sobre ello.
Se dio cuenta que también gobernaría a Jangmi, le alegraba y sabía que la reina Lotus les aconsejaría, el pueblo de las flores y Hae tenía similitudes con el comportamiento de su gente.
También notaba el rechazo que tenía los Him ante aquellos que no fuera de su pueblo, ella misma sentía las miradas de incómodas de "no pertenecer a ese lugar" la gente tenía ojos fríos y malvados según su perspectiva.
Dal Star siempre estuvo pendiente ante esas miradas, su único objetivo era proteger a la princesa, durante este poco tiempo había creado un comportamiento sobreprotector ante ella, manteniendo su distancia, pero lo hacía.
No quería que nada malo le pasará.
Aún con sus sentimientos encontrados, la peliblanca nunca dejó de visitar aquel burdel.
Star colocó una mano en la cintura de Chanmi, sus dedos la penetraban con rapidez mientras sentía como sus paredes se contraían, ya conocía lo suficiente a la prostituta para saber que estaba cerca de llegar.
Chanmi se apoyó de los hombros de Star para apretarlos, la peliblanca la miro, quería ver su expresión de gozo, pero su mente la engañaba, ante la poca luz de la habitación imagino cómo le hacía este acto a la princesa Taeyang, imaginando por un segundo que tratase de ella.
Segundos después sintió como la chica llegaba al orgasmo, rodeo el cuello de la peliblanca y la besó con alegría, luego se alejó al notarla paralizada - ¿Qué sucede? - Le pregunto mirando a los ojos, Star parpadeo asustada por sus pensamientos.
Volvió a la realidad mirando el rostro de Chanmi, confirmando que a quien le hacía el amor era a ella y nos su querida princesa - Nada - Dijo alejándose del abrazo de la mujer.
Se sentó en el borde de la cama en silencio, la prostituta la miraba por la espalda, decidió cubrir sus cuerpos con las sábanas, no creía en las palabras de ella, sabía que algo sucedía.
A decir verdad, no era la primera vez que le pasaba esto, Star ya había imagino a Sun varias veces, se regañaba por ser ambiciosa deseando la mujer de su príncipe, sabía que sus gustos no eran normales, debería agradecer que alguien como Chanmi dejará hacer estos actos con ella.
Pero luego esa chispa de posibilidad aceleraba su corazón al recordar a la reina y Mipung, si ellas podían, ¿Por qué ella no?
Con su mano despeinó un poco su cabello blanco, en señal de frustración - ¿Acaso te disgusta hacer esto? - Le pregunto Chanmi sentando se un lado de ella, buscaba sus ojos.
Star la miro decepcionada, no quería hacer sentir mal a aquella mujer que le ayudado a encontrarse, a aceptar algo de ella que nunca creía poder explorar - No, no es eso - Trato de explicar - Solo estoy un poco confundida - Chanmi junto sus cejas, tomo el mentón de la contraria para que la mirara.
- ¿Te has enamorado? - Le pregunto penetrando con su mirada.
La peliblanca parpadeo varias veces - ¿Qué? - Pregunto en shock.
Nunca lo había cuestionado, ¿Qué era enamorarse? Eso es absurdo, solo llevaba unos meses de conocer a la princesa, no podía aceptar que sus sentimientos pudieran llegar tan lejos - No me mires así, he conocido a muchas personas y se reconocer a alguien enamorado - Star iba a refutar, pero sabía que era una pérdida de tiempo, a pesar de ser su compañera de placer, Chanmi se convirtió en alguien que la conocía, confiaba en ella.
La peliblanca volteo su rostro para escapar de los ojos de Chanmi - Tal vez... No lo sé - Dijo ella ignorando el rostro amargo de la prostituta por sus palabras.
Chanmi había roto una regla fundamental en su trabajo, involucrar sentimientos, era obvio que tenía más clientes, pero ninguno la tocaba con la ternura y delicadeza como lo hacía la Dal, se aseguraba de que ella siempre esté bien en el acto, tan considerada que la confundía - ¿Al menos es bonita? Créeme que no te dejare ir con cualquier mujerzuela - Dijo calmando su sentir, con una fingida voz de reproche hizo sonreír a Star.
- Es hermosa - Dijo sin pensarlo dos veces, Chanmi pudo ver cómo los ojos de la joven brillaban, sabía que había perdido la oportunidad de tener el corazón de la Dal - Pero es imposible, ella está comprometida - La prostituta abrió sus ojos sorprendidas, luego suavizó el gesto al ver el rostro triste de la chica, tocó su muslo con la mano en señal de apoyo.
- No te rindas, igual sabes que siempre estaré para ti - Dijo cerca de su oído, acariciando el cabello blanco de la joven.
- Gracias - Dijo besando sus labios con delicadeza - Debo de irme - Anuncio alejándose de ella, Chanmi la tomó de la mano evitando que se fuera.
- ¿Por qué? Siempre te quedas toda la noche - Star miro el agarre, con cuidado quito su mano.
- Hoy se irán los reyes de Hae, se pidió la presencia de todos para despedirlos - Le explicó, Star comenzó a colocarse las pocas prendas que había quitado junto el equipo que sostenía sus armas.
Chanmi recorría la cama con las sábanas puesta, observando cada detalle de la soldado - Star - La nombrada aseguró una de las correas para luego mirarla - ¿Por qué nunca te quitas la ropa? - Preguntó, había aguantado esa pregunta por mucho tiempo, siempre que intentaba obtener una pequeña vista de su piel, la peliblanca se lo negaba.
Star rasco su cabeza nerviosa - Solo... No me gusta exponer mi cuerpo - Dijo en voz baja, esperando que la mujer creyera sus palabras, se acercó a ella para besar sus labios por última vez y pagarle por los servicios ofrecidos - Te veré pronto - Le dijo para irse de aquella habitación.
Su caballo fue feliz para llegar al castillo, afortunadamente aún faltaba para que los reyes se fueran, al entrar notaba un cierto cotilleo en la servidumbre, al parecer algo ocurría en uno de los pasillos finales del lugar.
Se escuchaba la protesta de Tae Toru con su padre, algunos de la servidumbre pasaban curiosos por aquella habitación - No es ninguna sugerencia, es una orden del rey - El joven apretaba sus dientes por la frustración.
- Wind no tiene la edad para casarse aún - Alegaba a su padre ante la exigencia del monarca.
Hyung suspiro - Sabes que eso no importa, el pueblo está revuelto con todos los intrusos de los reinos, necesitamos distraerlos - Explicaba su padre.
- Entonces inventen un día de festejo, no veo porque mi boda tiene que ser su distracción - Tae pudo observar como su padre se acercaba, una mano agarro su cuello y lo acorraló contra la pared.
- No recuerdo enseñarte esto - Sus ojos estaban hechos furia por el comportamiento de su hijo, con dificultad Tae Toru intentaba zafarse del agarre - Escúchame bien Toru, el rey dicta y tú obedeces - Sus palabras fueron firmes y directas, soltó al chico, de inmediato sobo su cuello, tosía por la presión ejercida.
El consejero se marchó de la habitación mirando a su hijo de reojo, cerró la puerta con brusquedad.
Matthew esperaba a Hyung afuera, tenía una sonrisa, estaba apoyado en la pared con sus brazos cruzados, había escuchado todo - ¿Y bien? ¿Cómo lo ha tomado? - Le preguntaba con sarcasmo, el consejero lo miro con furia notando sus intenciones, decidió ignorar la pregunta para comenzar a caminar, no tenía ánimos para soportar las burlas del moreno - Me encanta lo comunicativo que somos - Decidió añadir para lograr alguna respuesta.
Hyung lo miro a los ojos con sus cejas juntas - ¿Por qué no vas y le cuentas a tu hija? De paso le dices que fue tu idea - Le dijo con furia.
- ¿Mi idea? Solo fue una sugerencia, no esperaba que el rey me tomara en serio - Dijo restándole importancia, moviendo sus hombros hacia arriba.
El otro consejero cerró sus ojos con frustración, marchándose sin decir nada, no perdería tiempo en discusiones, Matthew rasco su cabeza sin saber qué hacer, pues no sabía cómo reaccionaría su dulce hija y esposa ante la noticia.
Caminaba a paso lento, iba a varios lugares de castillo buscando a las dos Going-gi, era difícil encontrarlas en un lugar tan amplio, ellas prácticamente se encargaban de todo el castillo, logro encontrarlas en la mesa donde servirían la última comida para despedir a los reyes de Hae.
- Hola cariño - Dijo acercándose a un costado de Mipung, ella lo miró arqueando una ceja.
- ¿Sucede algo? - De inmediato la intuición apareció, su esposo nunca la buscaba.
Matthew trago saliva al ver lo obvio que estaba siendo - La verdad sí, ¿Podemos hablar en otro lugar? - Mipung lo miro frunciendo el ceño, asintió, hizo una seña para pedir a las demás que se encargarán de la mesa, luego se situó al lado de su esposo - Necesito a Wind también - La castaña se sorprendió, Wind vio la seña que su padre el hacía para ir con ellos.
Las llevo a su habitación, se colocó frente a ellas y les sonrió para tranquilizarlas - Verán... - Rasco su cabeza con nerviosismo - Últimamente se han presentado varios disturbios en el pueblo, como consejero hemos informado esto como una problemática, así que le sugerimos al rey que necesitamos algo para distraer a la gente - Las dos mujeres se miraron extrañadas por sus palabras.
- No entiendo que tiene que ver con nosotras - Dijo Mipung cruzando sus brazos.
Matthew apretó sus labios al ver la actitud de las Going-gi - El pueblo necesita festividades para animar la moral, ver que todo está bien, algún evento podría ayudar a unir a los ciudadanos - "¿Ciudadanos?" Mipung de inmediato se cuestionó.
- ¿Por qué no le informan a la reina? Ella sabrá qué hacer con nuestro pueblo - Le dijo.
- Alguien de Jangmi pronunciándose sería peor, necesitamos controlar a los de Him - Respondió con rapidez su esposo, luego miro a su hija que ponía atención a cada palabra - Wind... - Comenzó a hablar, pero no salían sus palabras han ver el rostro de la nombrada.
- ¿Quieren adelantar nuestra boda? - Dijo Wind al mirar los ojos de su padre, Mipung la miró sorprendida, luego miro a Matthew en reproche, cruzando sus brazos.
- ¿¡Eso es cierto!? - El consejero abrió levemente su boca, se arrepintió de decir palabra alguna, asintió con su cabeza - ¡Por Dios Matthew! Ni siquiera tiene la mayoría de edad - Hablo señalando a su hija.
- Sabes que la edad no importa, la reina Lotus se casó menor que ella - Matthew sintió el miedo recorrer sus venas al ver los ojos firmes de Mipung, era un mal acontecimiento el que acababa de mencionar - Además, es una orden del rey - Dijo tragando saliva.
La castaña hizo un signo de disgusto levantando sus manos, negando con su cabeza - Tienes que estar bromeando - Coloco sus manos en su cintura, tratando procesar la información, Wind coloco sus dedos sobre el hombro de su madre para tranquilizarla.
- Está bien madre, igual tendría que hacerlo tarde o temprano - Dijo la castaña menor, quería tranquilizar a todos.
Wind era ese tipo de persona que no le importaba sacrificar una parte de su felicidad para ayudar a otros, Mipung la miraba con tristeza, sabía que esto no la alegraba en absoluto y aun así lo aceptaba sin protesta, la abrazo con ternura para darle su apoyo.
Quedaron un rato más hablando con mayor tranquilidad, Matthew les explico que la boda se efectuará en semana y media, las Going-gi no podían creer que tan rápido iba a suceder todo, decidieron terminar la conversación para seguir con sus labores, ya pronto tendría la cena de despedida.
- Mi niña, adelántate, yo iré enseguida - Le informo a su hija sosteniendo sus cachetes con las manos y dando un beso en la frente, Wind asintió para irse.
Mipung miró a su esposo que estaba sentado en el borde de la cama - ¿Pasa algo? - Le pregunto al sentir tal atención de su esposa.
Ella se cruzó de brazos, se paró frente a él - ¿Dónde conseguiste la medicina para la tos? - Le pregunto sin rodeos, después de darle vuelta a sus pensamientos, lo único que había tomado de procedencia extraña era ese líquido, no quería pensar mal de su esposo, pero una punzada en su corazón le decía que podía saber algo ¿Si había descubierto que le era infiel? - ¿Algún pueblo extraño? - Pregunto.
Matthew negó ante la última pregunta - Me la dio el rey, me dijo que en esos días hacía mucho frío que quizás las personas de Jangmi como tú no lo soportarían - Mipung abrió sus ojos ante el comentario "¿El rey? ¿Era él?" Sus pensamientos comenzaron de nuevo, la castaña no se creía tan importante como para que el rey se tomará tantas molestias, pero si lo meditaba bien, era peor, eso significaba que el rey podía saber algo - ¿Por qué? - Pregunto su esposo llamando su atención.
Mipung negó con su cabeza - Solo era curiosidad - Observó con cuidado el rostro de Matthew, lo conocía lo suficiente para saber cuándo mentía - Debo de irme - Dijo para caminar rápido antes de que su esposo dijera algo más.
Llego a la mesa real, detuvo sus pasos al ver a Ganghan, sus manos se hicieron puños al encontrarse con su mirada, una sonrisa de medio lado maquiavélica se dibujó en el rey al ver la atención que le prestaba la Going-gi "Él lo sabía" pensó asustada.
-----------
Hola, hola aquí su escritora lenta en actualizar.
Preparen sus corazones humanos para el próximo capítulo.
¿Les gustó el capítulo?
Cuidado con los diálogos, cada vez son más importantes para lo que se viene y el segundo libro.
Going-gi Hwipalam: Madre de Mipung.
Siento mucho si la historia va lento, pero se los advertí, quiero entrar mucho en los personajes espero disfruten mucho la lectura.
Idol revelado:
Dal Soku: Xiumin - Exo.
¡Gracias por leer!
Por cierto, denle mucho amor a Wheein, no pudo ir a LA por salud, espero que se mejore pronto y compongan esos horarios exagerados de Mamamoo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top