Capítulo 6

Jotaro regresaba de una larga caminata mañanera, le hacia sentir de mejor ánimo y era una costumbre que simplemente ya no podía dejar. Había salido desde muy temprano y olvidarse de sus problemas era lo que necesitaba, y con decir problemas claramente se refería a su complicada relación con su hija. Quería que ella le mirara con mejores ojos y menos sarcasmo hacia su persona. Aunque si había algo de lo que carecía para lograrlo era eso que él llamaba "inteligencia emocional" desde que había decidido viajar a Florida se dedicó en meditar esa parte que le faltaba, más nunca lo lograba a su parecer.

Iba tranquilo en el camino, sintiendo la brisa de una vieja tormenta llenando sus pulmones con esta. Se había decidido empezar con el pie derecho. Sí, eso haría.

Estaba tranquilo camino a su casa temporal solo percibiendo el viento en sus oídos, hasta que logró escuchar una voz muy conocida por él.

-¡Pss! Señor Jotaro. - Le llamaron por lo bajo, sabía muy bien de quien se trataba, pero no se molestaría en voltear y solo seguiría su camino.

-¡Carajo! - Dijo Anasui viendo que este casi se iba corriendo.

Jotaro siguió y ya veía su casa, hasta un par de risas lo sacaron de su necesidad de irse corriendo. Caminó más aprisa verificando y sí, eran ellos dos juntos, solos y viéndose el uno al otro.

Era una imagen que definitivamente no le agradaba, recordaba esa escena del día anterior de esos dos tomados de la mano. Lo sentía casi como una ofensa.

-Jolyne, Giorno ¿Qué están haciendo aquí? - Con mucho propósito, agravó su voz dirigiéndose más hacia el rubio, que en seco había parado su risa viéndolo a él. No se veía asustado, pero bien sabia lo mal que podría irle. - Vayamos adentro, hace frío y no quiero que ninguno de ustedes de enferme.

Aun sin despegarse la mirada, Jolyne se levantó de donde estaba con Giorno siguiéndole.

-Claro, no queremos que el viejo se enferme. - Respondió su hija con una mirada no muy agradable hacia su padre. Y muy dentro de este no podía mas que pensar en que eso de empezar con el "pie derecho" se había ido a la mierda.

La madre salía de la cocina escuchando la puerta de entrada, en esta llegaban Jolyne y Giorno con un Jotaro más serio de lo normal.

-¿Qué sucede? - Preguntó al hombre que sólo la miró.

-No sucede nada. Es sólo que el anciano nos trata como niños. - Respondió la jovencita viendo que este no le contestaba a su madre. Eran ese tipo de cosas que detestaba Jolyne.

La madre sabia de la actitud frívola y hasta grosa de su exesposo, no le importó, pero si estaba confundida; hace unas horas su hija preguntaba por su padre y ahora veía la poca cordialidad con la que se refería a su padre. Aunque no era nada fuera de lo común en realidad.

-Jolyne, respeta a tu padre...

La joven solo rodó los ojos y no se inmutó.

La madre ya no le tomó importancia ahora que veía a la familia e invitado presentes. Bien, era el momento perfecto.

-Jotaro, ¿Cuándo pensarás decirles a los chicos sobre el picnic? - Soltó la mujer haciendo que todos la miraran, especialmente Jotaro con un gesto que poco se le llegaba a ver.

-¿Pic-nic? - Dijo con el evidente desconcierto.

-¿Picnic? - Se preguntó Jolyne luego de escuchar con un ligero brillo en los ojos.

-¡Sí! No me digas que ya lo olvidaste. - La castaña le guiñó el ojo, este por su parte logró ver sus tramposas intenciones. Sin remedio se resignó con un disimulado suspiro.

-No, cómo podría olvidarlo.

Era algo que no podía evitar ya. Desde que Jolyne era una pequeña niña, había querido una salida en familia hacia algún lindo paraje o un simple jardín. Pero para su desgracia este y su madre ya tenían problemas muy graves de pareja y ese tipo de salidas aun para complacer a su hija no era muy conveniente. Siendo principalmente Jotaro quien evitaba el tema y más al ya no estar tan presente dentro de casa en ese entonces.

La madre con una sonrisa le insinuaba a la familia, por supuesto incluyendo al rubio. Desde que Jotaro había tomado la decisión de visitar a su hija esta planeó aquella salida sin que ninguno se enterara, puesto que sabía que si su exesposo se enteraba este se negaría rotundamente, pensaba que era mejor hacerlo por sorpresa.

A Jolyne le encantaba la idea, pero no lo expresaba como lo hubiera hecho hacia años atrás. Más no sabía si eso era buena idea si su padre estaba de por medio, pero cuando su madre se proponía en hacer algo nadie era capaz de detenerla.

-¿Qué dices, Giorno? - Preguntó con emoción la madre.

-Me encantarí...

-¿Cómo que Giorno irá? - Casi inconsciente, preguntó Jotaro notablemente ofendiéndolo y a las damas presentes.

El rubio en ese momento no podría darle más razón a ese pensamiento de que probablemente su jefe ya lo odiara.

-Claro, Jotaro. Como a ti, a Jolyne y a mí nos gustaría mucho que el joven nos acompañara. Ya que tú le ofreciste venir desde Italia. - Se lo aclaró notablemente con molestia. ¿No podría ser más descarado?

Giorno desde su posición junto a la joven, se le veía tranquilo, pero por dentro ya empezaba a citar a Mista en su cabeza "Jotaro es un dolor de bolas".

...

Italia, Nápoles

Mista y Trish se encontraba los dos en una salida nocturna en un lujoso bar de Nápoles. Ambos en carcajadas con un ligero subidón de copas, pero lo suficientemente cuerdos para hablar como personas "civilizadas".

- ¡Jaja! ¡Sabía que Fugo era un malhumorado de mierda! Pero ¿Romper su laptop por quitarle el maldito separador de su maldito libro? Ese viejo si que se pone mal cuando le sangra la vagina. - Dijo vulgarmente entre risas acompañado de Trish.

-Y no sólo eso, Narancia estaba tan molesto que vendió toda su ropa interior por internet. - Trish se echó a reír con todo lo que le había contado su mejor amigo Narancia. - ¿Y qué tal Giorno? ¿Hablaste con él esta tarde?

Mista fue parando sus risas y se tranquilizó para contarle emocionado.

-Sí ¡Y déjame decirte que se lo dije! No acepté ese viaje porque sabía que no era buena idea. Apenas llegaron a Florida y Jotaro le hace el viaje insoportable. - Mista hizo una pausa dando un trago a su bebida. Trish le miraba desorientada.

-¿Tu jefe? ¡Imposible! Ese sujeto aprecia a Giorno.

-¡Ah! Espera, cariño. Todo tiene una razón. - El joven la invitó a acercarse como si de un chisme se tratara. - Resulta que el gorila de Jotaro tiene una hija, y por cómo me lo contó al parecer es una sabrosura de mujer. - Dijo lo último imaginando a la mencionada.

-Mista...

-Perdón, prosigo. - La chica solo rodó los ojos con el comportamiento nada disimulado de este. - No sé muy bien cómo sucedió, pero al parecer Giorno hizo algo que le molestó al jefe. Besarla o tomándola de la mano... ¿Cuál era su nombre? ¡Oh sí! Jolyne.

-¿Besarla así sin más? Me parece impropio de él. Puede que solo hayan tenido algún tipo de acercamiento.

-Bueno, tal vez y exageré, pero algo hubo. Conociendo a Jotaro no me lo quiero imaginar como papá celoso. - Le dio un sorbo más a su licor al igual que Trish.

-Quizá lo sea, pero fue hace mucho la última vez que estuvimos en Florida, pudo haber valido la pena. De haber sido tú habría aceptado.

-Lo sé, Trish, lo sé. Fue un viaje interesante, eran épocas difíciles para Giorno cuando supo que su padre lo había abandonado. - Aunque ahora que lo pienso, no sé, llámame loco pero... Es solo que... Ah... - Paró pensando en que tal vez sería un idiotez.

-Es solo que ¿qué?

-Nada, es un presentimiento. Es algo tonto.

-No es raro escucharte decir tonterías.

-¡Trish!

-¡Ok, ok! Solo dilo.

Mista lo pensó, tal vez y solo sea una paranoia.

- Fue lo mejor que Giorno haya ido solo, puede y este viaje sea beneficioso para él. No lo sé, algo me lo dice.

-¿A qué te refieres?

-Tú sabes... - El joven se rascó la cabeza teniendo dificultades en dar su idea. - Giorno ha estado muy sólo.

Trish abrió los ojos entendiendo a lo que se refería, y era cierto, su amigo había estado muy "sólo" en ese aspecto, pero ¿Y ese viaje qué tenía qué ver?

- Mista, Giorno puede conseguir a quien él quisiera estando aquí, allá o donde sea. Si quiere seguir soltero es su decisión. ¿O qué pretendes?

- ¿Ves? ¡Te dije que era una estupidez! Olvídalo, solo era una corazonada para nada racional.

Mista evadió el tema tomando hasta terminarse lo que había dentro del vaso. Trish solo le siguió de igual terminando su bebida, pensando en lo que había dicho el otro. Y para sincerarse ella también deseaba ver a su amigo feliz con alguien, y nadie lo decía pero habían veces en que veían al rubio melancólico e ido. Pensando en que en verdad este se sentía sumido en soledad, necesitado de un cariño más íntimo.

Trish observó a Mista mientras este pedía por más de lo que había en su vaso. Esperaba y su supuesta corazonada fuera real.

...

Estados Unidos, Florida

Jotaro maldecía por lo bajo a su exesposa y a Giorno, sintiendo como si la culpa de ellos que Jolyne lo detestara. Apenas y se dispondría en ayudar a la madre de su hija a preparar y sacar lo que necesitaran para el picnic, aunque ahora sintiéndose acorralado ya solo lo hacía por Jolyne.

Estaba sumido en ese pensamiento que apenas y notó como algo caía o chocaba algo contra él. Tomó el objeto y supo que era algo parecido a una bellota.

-Estúpida ardilla. - Dijo no molestándose en buscar a la susodicha, pero de nuevo otro objeto fue a dar con su cabeza. De igual manera lo tomó y vio que eran un manojo de ramas.

-¡Psss! ¡Señor Jotaro!

Como Jolyne solía hacerle, Jotaro cerró los ojos deseando que no fuera quien él creía que era.

-¡Señor Jotaro! - Llamó Anasui en voz baja queriendo llamar su atención realmente creyendo que esta aun no lo había notado.

Pareciera que a Jotaro le llovían solo ramas, hojas, flores y hasta nueces. Trataba, de verdad trataba de ser paciente e ignorarlo.

Anasui lanzaba mil cosas de las que se llegaba a encontrar en su posición, hasta un nido de pájaro que se había encontrado en el pasto, esta que se había desecho al chocar contra su nuca. ¿De verdad aun creía que este aun no reparaba en que le llamaba? ¡Era obvio que quería ignorarle! Pero...

-Señor...

-¿¡Qué quieres pedazo de mierda!? - Exclamó enfurecido ya no aguantando más.

-¡Señor Jotaro! - Celebró ahora viendo su casual mirada de odio hacia él. - No sabe lo feliz que estoy de verlo aquí de vuelta.

-¡Lárgate de aquí, Anasui! ¿No te son suficientes los motivos para querer verte lejos de mi casa?

-¡Oh vamos, señor! No puede disimular lo feliz que esta de verme que ya extrañaba golpearme. - Dijo queriendo apaciguarlo, pero este lo tomó como burla.

-¡Anasui...! - Quería golpearlo y mandarlo lejos.

-¡Escuche!

-¡No te vas a casar con Jolyne, imbécil!

-¡No, no! ... Bueno sí, pero no es a lo que quiero proponerle. Primero escúcheme y ya después podrá hacerme todas las cosas horribles que desee. ¿Sí?

Jotaro se calmó un poco con esa hermosa imagen de un Anasui siendo pateado por él. Luego viendo con las manos juntas pidiendo a que lo escuchara lo consintió.

-Esta bien, pero tienes un minuto. - Se cruzó de brazos, por una parte tenia cierta intriga de lo que este tuviera que decirle. No solía ser así directamente con él. Excepto por la vez que pidió la mano de su hija.

El joven también se relajó y meditó un segundo lo que iba a decir.

-Señor Jotaro, usted y yo tenemos algo en común - El mayor solo levantó la ceja. - Y eso es en la felicidad y bien estar de nuestra querida y amada Jolyne. - Jotaro no replicó nada para sorpresa del joven. Aunque por parte del padre por dentro pensaba en las estupideces que iba a decir. - Bien, lo que quiero decir, es que ¡No puedo creer la clase de tipo que es ese francesucho de cuarta con el que se toma de la mano Jolyne! - Se empezaba a enfurecer con recordarlo.

Jotaro estaba un tanto confundido. ¿Francesucho de cuarta?

-¿Te refieres a Giorno?

-¿Giorno? ¡Ah sí, que nombre tan más estúpido! Ese mocoso se atrevió a decirme "¿Y qué si nos tomamos de la mano? ¿Ustedes son algo?" - Imitó con voz aniñada y burlesca.

-¿E-eso dijo?

Para cualquier otro se vería realmente ridículo Anasui quejándose con el padre de Jolyne como si este acusara a Giorno con él. Pero escuchando y recordando esa misma mañana; Jotaro rememoraba en su mente a esos dos riéndose y viéndose tan animadamente que le revolvía el estomago y ahora sabiendo que este se había enfrentado a Anasui a pesar de la diferencia de tamaños. Una ola de celos le inundaba. ¿Giorno y Jolyne? ¿Lo invitaba cordialmente a su casa y así se lo pagaba? ¿Robándole a su familia? ¿¡A su hija!?

-¡Anasui! - Llamó fuertemente haciendo que el mencionado se pusiera firme cual soldado. - Primero, Giorno no es francés pedazo de ignorante, su acento es italiano. Y segunda, ¿Vienes y me lanzaste cualquier porquería para quejarte e invitarme a alguna especie de alianza ridícula para evitar que Giorno y Jolyne se gusten? - El joven lo procesó y asintió frenéticamente. Jotaro había dado en el clavo. Pero viendo la expresión incrédula del hombre que suele ser inexpresiva le asustó de sobremanera pensando en que lo mandaría despacito a la mierda. - Diría que es la idea más tonta e inverosímil que me han propuesto, aunque... - Lo pensó no creyendo lo que iba a decir. - ¿Qué es lo que tienes en mente?

Anasui estaba apunto de cubrirse pensando en que el mayor lo atacaría o algo por el estilo, más viendo la increíble aceptación que este había tenido en su propuesta. Ensanchó una sonrisa llena de malicia.

Ya se imaginaba a un Giorno humillado y siendo menos frente a él con una cautivada Jolyne en sus brazos. Aunque para Jotaro era un deseo completamente diferente, teniendo el amor de su hija ya no teniendo que enfrentarlo por defender al rubio.

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Pinches, se pasan jaja :^

Bueno, aquí el capi xd Espero les haya gustado o si no me suicido jaja :0 bueno, no.

Les quiero comentar que ya pronto regresaré a la pinche puta pendeja maldita cabrona escuela xc jaja en una semana para se exactos y como ya no me puedo permitir dejándolos esperar por un cap nuevo un cuatrimestre entero, haré el monumental esfuerzo de actualizar, aunque no se si les moleste que los caps lleguen a ser un poquito más cortitos. De verdad me gustaría que me dijeran para ver si me organizo o cómo jaja. Ya hasta me preparé un calendario.

Antes de que entre a la jodida escuela subire un capi más. ¿Va? Me pondré en chinga loca.

Weno :3 los quiero, son pro!

Ah! y ya saben, error de dedulces o incoherencias en la narrativa una disculpa, lo revisaré una vez más, pero luego de verdad no me llego a dar cuenta. (que hasta me llego a equivocar en la nota final.)

Besos~💙💚💛❤💜

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