CAPITULO 22

Tenía mi cuaderno de dibujo entre mis manos, listo para capturar mis pensamientos artísticos. De repente, en mi mente aparecieron dos ojos cafés, tan familiares y poderosos. Sin dudarlo, dejé que mis manos se movieran sobre el papel, trazando cada línea con cuidado y precisión. Conocía esos ojos tan bien que no había lugar para errores. Sabía perfectamente a quién pertenecían.

De repente, escuché la voz de Ivy interrumpiendo mi concentración. Volteé para verla a los ojos, y le respondí: "He estado trabajando mucho en mis pinturas". Ella sonrió con una entonación cantarina y añadió: "Con mucho apoyo de Dean, ¿desde cuándo son tan amigos?". Rápidamente, aclaré: "No somos amigos, somos colegas artistas de una especie extraña".

Ivy no se dejó engañar y replicó: "Claro, como si no te conociera desde los 4 años. Se nota que hay química cuando ustedes dos están juntos". No pude evitar soltar una risa burlona.

"En serio, no me interesaría Dean ni aunque mi vida dependiera de ello", dije con seguridad. "¿Has visto a todas las chicas con las que ha salido en esta escuela? Definitivamente no es mi tipo. Por eso sé que el sueño no significó nada y...".

Mis palabras se quedaron suspendidas en el aire cuando me di cuenta de que había hablado de más. Ivy sonrió ampliamente, comprendiendo mi confesión inadvertida. Sin previo aviso, ella soltó un grito emocionado: "¿Tuviste un sueño con Dean?". Sorprendida, abrí los ojos de par en par.

Justo en ese momento, la voz profunda de Dean resonó detrás de mí: "¿Tuviste un sueño conmigo, Emilia?". Intentando mantener la calma, respondí en tono bromista: "Sí, soñé que te asesinaba y lo disfrutaba".

Dean giró la cabeza hacia Ivy mientras continuaba hablando: "Más tarde, tal vez me cuentes más sobre ese sueño. Vine a invitarlas a verme tocar hoy y...". Sin embargo, su voz se desvaneció cuando notó el dibujo que aún mantenía entre mis manos.

"Y supongo que estás dibujando mis ojos porque...", comenzó a decir, pero de repente un intenso dolor de cabeza nubló mi mente. Fue un dolor insoportable que me hizo tambalear y, al siguiente momento, perdí la conciencia.

Desperté somnolienta en la cama del hospital y, al abrir los ojos, me encontré con la mirada preocupada de mi tía.

_¿Qué pasó?. pregunté confundida.

_Te desmayaste. El médico dice que fue una combinación de estrés y cansancio. ¿No has estado durmiendo bien?.respondió ella, buscando respuestas a mi repentino desvanecimiento.

Me sentí avergonzada al admitir la verdad. Efectivamente, tenía dificultades para conciliar el sueño, pero el motivo detrás de ello era mucho más profundo. Tenía un miedo creciente de cerrar los ojos, ya que sentía la presencia de mi madre en la habitación y me venía la sensación de estar atrapada nuevamente, confinada en aquel oscuro recuerdo de mi infancia.

Mi tía me miró con comprensión y dijo. _Sé que todo esto está relacionado con tu madre. En mi opinión, debes tomar una decisión sobre eso y no seguir atormentándote.

_ tu fuiste a verla. le dije

en su mirada había culpa, culpa por habermelo ocultado. en nuestra relación no había secretos, mi tía tenía un estilo de crianza muy diferente al de cualquier padre y la confianza mutua era la más importante, nos decíamos todo no había secretos.

_Lo siento, no quise decírtelo para no confundirte más. se disculpó mi tía mientras intentaba explicar su razón para no haberme contado sobre su visita a mi madre.

_Mila sigue siendo mi hermana. Cuando éramos jóvenes, éramos como tú e Ivy. Es normal que aún me preocupe por ella.

Intrigada, le pregunté cómo estaba mi madre, pero rápidamente decidí no escuchar la respuesta. No quería que eso influyera en mi decisión. La idea de enfrentar la realidad de mi madre era abrumadora en sí misma.

_No es tan difícil como crees.continuó mi tía._la respuesta ya la sabes. Solo es cuestión de prestar atención y visualizarte en unos años. Piensa si la decisión que tomes te seguirá agradando y evitará que tengas remordimientos.

Frustrada, le respondí._¿Qué sabes tú de remordimientos, tía? Tú has hecho todo lo que has querido y has vivido según tus propias reglas.

En su mirada vi el reflejo de los años, y algo más profundo: una tristeza que no podía comprender del todo.

_En realidad, sí tengo algunos remordimientos que me persiguen todos los días.admitió con voz entrecortada.

En ese momento, algo resurgió en mi memoria.

_¿Por qué nunca tuviste hijos?.le pregunté de repente. _¿Fue para cuidarme a mí?.

La pregunta tomó a mi tía por sorpresa, y su expresión parecía distante mientras consideraba cómo responder.

_No, Mila. Nada de eso. dijo finalmente. _Simplemente, en mi destino no estaba escrito.

Confundida, le pedí que me explicara a qué se refería.

_Bueno, creo que algún día lo sabrás, así que te lo diré ahora.empezó a contar._Cuando era muy joven, estuve embarazada. Sí, es sorprendente. Fue un accidente, pero lamentablemente el bebé falleció muy pronto, así que nunca lo tuve... y algo más ocurrió. Estuve muy gravemente enferma en el hospital, y cuando desperté, me dieron la noticia de que nunca más podría tener hijos.

Quedé sorprendida ante tal revelación. Nunca había tenido idea de lo que mi tía había pasado.

_Fue algo que me dolió mucho durante un tiempo. continuó ella,con una mirada nostálgica en sus ojos. _No quería tener hijos al menos por el momento, pero la idea de que me arrebataran esa posibilidad de elegir fue demasiado difícil de aceptar. Durante años, seguí el camino que mi madre había trazado para mí. Estudiaba lo que ella quería y, si puedo decirlo, era la mejor en ello. Pero esa no era mi vida, sino la de tu abuela.

Mi tía se detuvo por un instante, y luego prosiguió._Fue en mi último año de carrera cuando conocí a dos niñas. Una tenía el cabello desordenado y era muy traviesa, y la otra tenía mi mirada. Me había alejado tanto de mi familia que no supe de ti hasta que cumpliste seis años. Pero cuando te vi, lo supe. Aún podía tomar decisiones sobre mi propia vida, sobre la vida que me arrebataron,podía elegir ser tu madre en lugar de seguir el camino vacío que llevaba. Así que abandoné la carrera y comencé a hacer lo que amaba. Nada me ha hecho más feliz desde entonces. Tú e Ivy iluminaron una vida que antes se encontraba en la oscuridad. Me preguntaste por qué nunca fui madre, pero el problema es que sí lo soy. Lo soy de ustedes dos. Ivy tiene a sus propios padres, claro está, pero en cierto modo, la crié junto a ti. Ustedes dos son mi mayor logro en esta vida.

Entonces, no pude contenerme más. Las lágrimas brotaron de mis ojos mientras la abrazaba con fuerza. Amaba a esa mujer con todo mi corazón. Siempre había pensado que ella me había salvado a mí, pero ahora entendía que nos habíamos salvado mutuamente.

_Te amo, mamá.susurré, y volvimos a abrazarnos, sintiendo el amor y la conexión que nos unían.

Después de unas horas en el hospital y de haber descansado, me sentía mucho mejor. Nos encontrábamos en la cocina, mi tía había invitado a Dean e Ivy a comer. Fue bastante divertido ver cómo Dean por fin podía conocer a mi tía y actuar como un fanático enloquecido. No podía culparlo, después de todo, ella era una mujer admirable para muchos.

Yo me encontraba sentada en la mesa de la cocina, dibujando, mientras Dean había ido al supermercado a comprar algunas cosas que necesitábamos. Ivy y mi tía estaban ocupadas picando verduras y charlando.

_¿Cómo te ha ido en la escuela, Iveth?, preguntó mi tía.

_Por favor, Brenna, no me llames Iveth, respondió Ivy, fingiendo asco. _No sé realmente cómo me está yendo en la escuela. A veces siento que elegí la carrera equivocada, pero no sé cómo decírselo a mis padres. Han invertido una fortuna en mi educación".

Mi tía miró a Ivy con una expresión cariñosa y dijo _Sabes que siempre puedo ayudarte. Siempre te he ofrecido ayuda para pagar los gastos universitarios.

Ivy le sonrió, pero no dijo nada. Las tres sabíamos que a Ivy le resultaba incómodo aceptar dinero de mi tía. No lo veía justo, aunque mi tía siempre insistía en querer apoyarnos de todas las maneras posibles.

_Y... ¿qué es lo que realmente te gustaría hacer?, indagó mi tía.

_Ivy reflexionó por un momento y luego dijo._Me gustaría... no lo sé. Siempre me ha apasionado la moda, pero sé que soy terrible dibujando. Creo que mis bocetos serían horribles. añadió bromeando, y las tres estallamos en risas.

Ivy y mi tía siempre se habían parecido en sus personalidades, las dos tan llenas de amor por la vida, alegres y enérgicas , no lo niego a veces deseaba parecerme más a Ivy, sin embargo me parecía demasiado a mi madre.

_Yo puedo ayudarte con lo referente al dibujo Ivy. dijo Brenna .

_ ¿De verdad?, eso sería increíble.

entonces Dean llegó, después de un rato la comida estuvo lista y nos sentamos a comer.

_ Debo decirte Brenna que , tienes una sobrina muy talentosa , heredó tu talento. dijo Dean.

_ lo sé, aunque también heredó mi nesedad porque se niega a creer que es talentosa.

_ hola ,¿ podrían dejar de hablar de mi como si no estuviera?. ironíce.

_ tengo curiosidad, ¿Cómo era la pequeña Emilia?.

voltie a verlo con mala cara pero Ivy y Brenna rieron.

_Bueno la verdad es que, era bastante tímida y reservada pero también, era bastante rebelde y traviesa, nada la detenía para llegar a dónde quería , cuando se mudó conmigo la casa de Ivy le quedaba muy lejos y ya no la podía ver tan seguido, entonces ella se escapaba para verla , siempre me llamaban para ir por ella. recordó con nostalgia.

_ Entonces ustedes dos se hicieron amigas desde muy pequeñas. reflexiono Dean viéndonos a Ivy y a mí.

_ La verdad si, desde que nos conocimos, hubo algo , una conexión instantánea entre las dos , como de familiaridad que no puedo explicar. dijo Ivy.

_ Realmente nadie podría hacer creído que pudiéramos ser amigas, ella era la luz del sol y yo la lluvia de media noche, polos completamente distintos. dije.

_ así pasa cuando conoces a las personas, a veces simplemente están destinados a encontrarse. comentó Dean .

el resto de la noche paso entre recuerdos, platicas y bromas , y fue ahí cuando me di cuenta, tenía una familia, tenía amigos , tenía lo indispensable, ya no era la niña asustada en el clóset esconcondida y era hora de que lo demostrara.

Cuando todos se fueron y me quedé en mi habitación, me vi en el espejo, levanté mi blusa y ahí estaba en el costado una marca permanente, mi tatuje cubriendo la más brutal de las cicatrices que aún conservo,mientras me miraba al espejo, una sensación de pánico me invadió y mis pensamientos se desviaron hacia el pasado. Recordé la noche en que sucedió, aunque no quería decirlo en voz alta, mi mente lleno los espacios en blanco de los detalles que no recordaba.

El miedo se apoderó de mí, sentí mi cuerpo temblar y mi corazón latir fuertemente. Evité mirar la cicatriz demasiado tiempo, y cerré los ojos con fuerza, tratando de sacudir esos pensamientos de mi cabeza. Pero el recuerdo persistía, y podía sentir el dolor y la angustia que me habían invadido en aquel momento.

Finalmente, abrí los ojos de nuevo y me enfrenté al espejo. Observé el tatuaje con más detalle, que había sido mi forma de avanzar y superar lo que me había pasado. Esa fue la cicatriz por la que conocí a mi tía,

Fue en un momento en que más lo necesitaba cuando mi tía Brenna, como un ángel que viene en socorro, me adoptó. Brenna no solo me proporcionó un hogar, sino que también me dio fuerza y valor para superar mis dolorosos recuerdos. Sentí su amor y ese amor me inspiró a luchar contra la tristeza y la desesperanza, algo que nunca olvidaré.

Recuerdo que un día, mientras estaba con Brenna, viendo mi cicatriz me hablo del simbolismo de las flores. Para ella, cada flor tenía un significado diferente y un poder especial. Entonces me pidió que cerrara los ojos y que imaginara una enredadera con flores que floreciera en mi cuerpo, flores con significados que me ayudarán a mantener mi fuerza en momentos difíciles.

Brenna tomó pintura y comenzó a dibujar una enredadera de espinas rodeada con diferentes flores de diferentes colores, lo hizo con tal detalle y delicadeza, que al verla no podía dejar de sentir una profunda emoción. Al ver este dibujo en mi costado, en mi piel la sentí convertirse en parte de mí, con su fuerza, con un simbolismo que lleno mi corazón de esperanza y convicción. Pero el tiempo pasó y quería algo que fuera más duradero, un recordatorio permanente de ese momento lleno de amor.

Finalmente, Brenna y yo fuimos a un tatuador y le dije lo que quería. El tatuador hizo un diseño precioso, que reflejaba la enredadera con flores de Brenna, y que ahora se encuentra en mi piel. Este tatuaje, para mí, representa la belleza oculta en el dolor. Es un símbolo de mi lucha por superar el dolor, y de mi capacidad para encontrar la esperanza en situaciones difíciles.

La enredadera y las flores son mi recordatorio constante de que siempre hay luz al final del camino, y me recuerda que, aunque el camino sea difícil, siempre hay belleza en el recorrido. Brenna me proporcionó el amor y la fuerza para seguir adelante, y ese tatuaje en mi piel es un recordatorio de esa fuerza y del poder del amor.

Tomé una profunda inhalación y cerré los ojos de nuevo, dejando que las emociones se destilaran dentro de mí. Tomé otro suspiro, abrí los ojos y me enfrenté al espejo de nuevo. Aunque las cicatrices y los recuerdos permanezcan, me di cuenta que tenía el poder de tomar el control de mi vida. Había superado tanto y había llegado tan lejos. Me sentí más fuerte, más capaz de protegerme y más decidida a vivir.

Con calma marqué el número, contestó a los dos timbrados.

_ Hola, no pensé que llamarías tan pronto.

_Lo sé, yo tampoco, pero estoy lista. respondí.

_ Eso me alegra Emi. sentí un malestar al escucharla decirme así, en los días buenos cuando casi había un ser humano dentro de ella así me llamaba.

_ Dame tu dirección, iré el Domingo.

Me dio su dirección y me despedí, lista para enfrentar a los dragones de mi infancia.

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