Viaje a Europa I
Había pasado casi dos años desde que Zahira y Hasan se habían conocido y habían iniciado una relación.
Mientras me dirigía hacia la casa de Daria, me di cuenta de que Hasan, desde que comenzamos la relación hacia casi dos años había estado muy pendiente de su familia e incluso llego a pagar en un par de ocasiones los gastos del hospital, tras los continuos ingresos de la anciana.
Cuando llegue me quede en la esquina de su casa, apoyada en la pared.
–Zahira –me llamo llegando a mi lado.
–Daria –salude poniendome bien, acercandome a ella. –¿Qué tal todo? –pregunte.
–Esta todo perfecto y todo gracias a Hasan –respondio abrazandome.
–Me alegro de escuchar eso –conteste.
Daria y yo comenzamos a hablar de cómo habían acontecido las cosas a lo largo de estos seis meses, y de cómo ahora nos dirigíamos a programar un viaje que haríamos todas las chicas, junto a Hasan a Europa.
Daria sonrio, pues hacia unos dias atrás Hasan, le había llamado, comentándole que deseaba, pedirle la mano durante el viaje a Europa, y quería prepararle algo especial y mágico.
Daria accedio ayudarlo y se lo conto a las demás chicas, quienes también estuvieron de acuerdo en hacerlo.
Lo último que Hasan le comento, fue que le gustaría que fuera en Paris, y a ver si ella podía convencerla.
–¿Esta semana no has visto a Hasan? ¿no? –pregunto Daria abriendo la puerta de la cafetería.
–Lo veré mañana –conteste entrando.
Desde que Hasan y yo comenzamos la relación, este venía a Kashan cada vez que tenía una ocasión para poder verme. Durante estos meses me estaba dando cuenta de que era un ser maravilloso, una persona atenta conmigo o con mis amigas, pues sabia lo importantes que eran estas para mí, además de mi familia.
Hasan sabía que mi mayor sueño era viajar junto a mis amigas a Europa. Por lo que decidio pagarnos a todas el viaje.
Cuando Zahira y Daria entraron al local, no vieron a ninguna de sus amigas, pero si escucharon ruidos provenientes de la cocina.
–¡Hola chicas! –Saludo Yaiza asomándose desde la cocina.
Yaiza se había convertido en una más de nuestro pequeño grupo, la adorábamos.
Ambas nos dirigimos a la cocina.
Quería darle un susto a Amira quien estaba concentrada en poner la decoración en la tarta. Sami iba a decirme algo, pero le hice una señal para que se mantuviera en silencio.
–¡Qué haces! –grite saltando encima de ella haciendo que soltase lo que tenía en la mano y gritase.
–¡Qué susto! –Protesto golpeándome el brazo.
Zahira se rio y abrazo a su amiga, quien le correspondió al abrazo.
–Daria, hola –dijo saludando a esta.
Daria murmuro algo y se dirigio hacia la nevera.
Las cuatro nos quedamos viendo como esta comenzaba a sacar cosas de la nevera.
–Daria ya que estas hurgando en la nevera, saca las bebidas –hablo Sami.
Las tres comenzamos a reír.
–¡Qué saco! –Grito volviéndose hacia nosotras y luego nuevamente hacia la nevera.
–¿Por qué gritas? –pregunto Amira gritando también.
Yaiza me miro extrañada, sin saber que pasaba.
-¿Esto es muy normal? -me pregunto en un susurro Yaiza.
–Más de lo que te imaginas –contestaron Sami y Amira a la vez, comenzando a reír mientras que chocaban sus manos.
–Saca las dos jarras de zumo y la de agua –contesto Sami dirigiéndose al horno que se encontraba pintando.
Daria saco lo que le había pedido Sami y lo dejo encima de la mesa de la cocina.
–Sami ¿te ayudo en algo? –pregunte acercandome a ella.
–No hace falta, yo voy a sacar este pastel de carne, y creo que ya está todo –respondio abriendo el horno, apartándose para que el vapor de agua no le diese en la cara.
–Pásame esas manoplas, por favor –pidio señalándome hacia estas.
Tome las manoplas y se las entregue.
Sami se las puso y saco la bandeja del horno, poniéndola sobre el protector que había ya encima de la mesa.
–¿Qué es? –pregunto Daria acercandose cargada con las dos jarras.
–Para que preguntas Daria, si luego te lo comes –hablo Amira cargada con la otra jarra.
–Si, si venga vayamos a la mesa.
Zahira salio detrás de sus amigas y sento junto a Yaiza, quien ya estaba sentada en la mesa.
–¿Te pongo zumo o agua, Zahira? –pregunto Daria.
–Agua –conteste acercando el vaso.
Vimos salir a Sami de la cocina con la bandeja, y comenzamos a hacerle un hueco en la mesa.
–Yo sirvo –hablo Daria levantandose, cogiendo mi plato. –Siéntate Sami.
Sami le hizo caso y se sento junto a Yaiza.
–Toma.
–¿Yaiza?
Yaiza le paso su plato y cogio el de Sami, para que pudiera servirle también.
Daria acabo de servirle a Amira y por último se puso a ella.
–Que rico esta Sami, muchas gracias –dije asomándome para verla.
–Si, está muy bueno –hablo Daria sonriendo.
Mientras que comíamos comenzamos a hablar sobre el viaje.
–¿Por qué no hablamos de esto, mientras tomamos el postre? –pregunto Sami levantandose.
–Claro, venga recojamos esto –dije levantándome para ayudar.
Todas comenzaron a recoger la mesa y a llevar los platos sucios a la cocina, donde Daria y Yaiza comenzaron a fregar los platos y a meterlos en el lavavajillas.
Amira saco la tarta que estaba decorando cuando llegamos. Amira le dio los últimos toques de decoración y mientras ella hacia eso me salí a fuera con Sami a ayudarle a preparar los cafes.
Amira salio de la cocina, junto a las demás chicas.
Sami y yo pusimos los cafes en una bandeja y lo llevamos a la mesa. Mientras algunas tomaban una porción de tarta, otras solo no estabamos tomando café y hablando sobre cuál iba a ser nuestro primer destino.
–Zahira, ¿Hasan te ha dicho dónde quiere ir el primero? –pregunto Sami.
–Me comento que primero le gustaría ir a Paris –respondí.
Mientras que se encontraban viendo en el mapa cuál sería su próximo destino, Daria recibió una llamada, era Hasan, quien le llamaba para terminar de organizar los últimos detalles.
Daria tomo su teléfono y se disculpó, levantandose de la mesa y saliendo fuera de la cafetería.
Zahira se quedó viendo a su amiga a través de la ventana.
–Zahira –me llamo Yaiza, ¿cuál debería de ser el siguiente destino? –pregunto señalando en el mapa
–Inglaterra –conteste poniendo una pegatina del color que habíamos elegido cada una.
Mientras tanto Daria.
–¡Ey, hola Hasan! –saludo Daria. –¿Cómo estás? –pregunto mirando hacia el interior de la cafetería, viendo como su amiga ponía su pegatina en el mapa.
–Muy bien, gracias por preguntar –contesto. –¿Tu familia bien? ¿tu abuela? –pregunto.
–Si, está perfectamente, de hecho, ya está en su casa, y todo gracias a ti.
–Me alegro de escuchar eso. –¿Estáis preparando el viaje? –pregunto Hasan aparcando el coche.
–Si de hecho estamos justamente en eso.
–¡Oh, perfecto! Justamente voy a visitar a sus padres para entregarles contarles sobre la idea real del viaje, que ellos no lo saben aún. –Explico Hasan.
–Vale de acuerdo, como quedo yo por decidir el destino, lo que voy hacer ahora cuando vuelva a entrar es decir que quiero Italia, imagino que las demás chicas también han elegido Italia.
–De acuerdo pues convéncela, vamos hablando –se despidio Hasan colgando la llamada.
Hasan había decido ir a visitar a los padres de Zahira para pedirles la mano de su hija.
Ali fue a abrir la puerta.
–Hola Hasan –saludo con un apretón de manos. –Pasa.
Hasan entro a la casa, y se quitó los zapatos.
–Vaya veo que también te los quitas -dijo Ali señalando hacia sus pies.
–Mi madre dice que cuando vaya a una casa, que hiciese lo que viera.
Ali asintio.
–Hola querido –saludo Leila abrazándolo.
–Hola señora Leila, ¿cómo se encuentra?
–Estoy bien, gracias ¿y tus papas como están? –pregunto Leila guiándolo hacia la sala.
–Está bien, me ha dado recuerdos para ustedes –contesto Hasan sentándose donde le estaba señalando Ali.
Cuando los tres estuvieron acomodados, Hasan comenzo a hablarles sobre la pedida de mano.
–¿Pero no sería lo más lógico que Zahira estuviera presente? –pregunto Ali observando a Hasan.
–Si, así debería de ser, pero realmente sus amigas y yo le estamos preparando una sorpresa, ahora que se van en un par de semanas a Europa. Mi idea era de pedirle matrimonio en Paris, pero antes quería que vosotros lo supierais.
Leila comenzo a llorar.
–Amor, no llores –hablo Ali abrazándola.
–Si, hijo tienes nuestra aprobación y te ayudaremos en lo que sea.
Los tres siguieron hablando un poco más hasta que Hasan se marchó.
Antes de entrar de nuevo a la cafetería Daria suspiro y abrio la puerta.
-Ya estoy -dijo acercandose a la mesa. –¿Quedo yo por poner mi pegatina?
–Si –respondí pasándole el color que había elegido.
Daria se sento a mi lado y puso su pegatina en Italia.
-¿Italia? -pregunte mirándola.
-¿Si? ¿Qué tu cual has elegido? -pregunto.
–Inglaterra –conteste señalando mi color. –¿Soy la única que ha elegido Inglaterra? –pregunte mirando a las chicas.
Yaiza y Amira se asomaron al mapa y asintieron con la cabeza.
La mayoría habían elegido Italia, excepto Sami que había elegido Paris, como primera opción.
–Está bien, vayamos primero a Italia –dije suspirando.
–¿Estas segura Zahira? –pregunto Sami.
Asentí con la cabeza.
–¿De verdad no te importa? –me pregunto en un susurro Daria.
–No me importa, lo importante es ir juntas y divertirse –conteste también en un susurro.
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