Capítulo 25
Presente
-Oyentes, ya hemos llegado al final de otro episodio de Pottervigilancia. No sabemos cuando podremos emitir de nuevo, pero os aseguramos de que estaremos de vuelta. Seguid moviendo estos diales, la próxima contraseña será Longbottom. Manteneos a salvo unos a otros. Mantened la fe. Buenas noches.
La voz de Lee apaga la transmisión de esta noche, la segunda que hacemos de Pottervigilancia, siempre desde el antiguo apartamento de los gemelos Prewett, los tíos de los gemelos. Lupin está bastante pálido por la luna llena que ha iluminado el cielo hace a penas unos días y Shacklebolt tiene unas ojeras bastante importantes, seguramente por todo lo que está pasadno en el ministerio.
-¿Habéis conseguido desviar bien la señal? -les pregunto y George asiente. Él es quien está encargado de eso mientras que Fred aparece como colaborador si vemos que todo está tranquilo.
-Vamos a conseguir algo espectacular -dice Lee y todos asienten.
-Podría enviar un mensaje a April -digo sin pensarlo mucho y todas las miradas se ponen sobre mí.
-¿Un mensaje? ¿A April? -pregunta George mientras que se acerca a mi lentamente-. May, no podemos mandarle un mensaje a April.
-Tengo que irme al Ministerio, avisadme para la próxima emisión -dice Kingsley y Remus se despide de él.
-Sé que está de nuestro lado, George, puedo convencerla para que se una a nosotros y los deje -vuelvo a insistir, como siempre que sale mi hermana en la conversación.
-¿Acaso quieres matarnos? -dice mi novio, con lo que me cruzo de brazos y él suspira-. Si mandas un mensaje a April nos expones, te expones a ti misma, May.
-¡April no va a decir nada! -digo y él niega.
-Como que la serpiente tiene alguna clase de consideración por alguien que no sea ella misma, Elfa -Jordan se mete a la conversación y, como siempre, se niega a usar mi nombre y aprovecha el significado de mi apellido
-¿Estoy hablando contigo, Río? -le gruño y él me mira fijamente, sin contestar-. Eso pensaba.
-Sigue siendo mañana idea, May. No sabemos qué pasa por la cabeza de April -insiste George.
-Sí lo sabemos -dice Fred por primera vez-. Torturar, seguir las órdenes de Quien-vosotros-sabéis y lamer el culo a Bellatrix.
-No es verdad -protesto, pero Fred no me escucha.
-Tú no la has visto, no has hablado con ella, no seas idiota, May.
-¿Y tú sí? ¡Has hablado con ella delante de Bellatrix, por las barbas de Merlín, claro que no te iba a decir la verdad! -grito, levantándome de la silla por primera vez en toda la discusión-. Disculpa no creer en que mi hermana gemela se ha pasado al bando incorrecto porque de verdad lo quería.
-Está muy claro en qué bando está, la única que no se lo cree eres tú, Avery -dice Fred, también levantándose de la silla-. Cuando rescatamos a Harry no había ningún mortifago a la vista y ella actuó como una de verdad, si no te lo quieres creer es tú problema.
-¿Acaso tú creerías que George se ha convertido en mortifago de la noche a la mañana?
-George no haría eso porque tiene claras las cosas.
-April también las tiene, está protegiendonos y tú te niegas a verlo.
-Quizá no es tan mala idea que trate de contactar con April -Lupin participa por primera vez en la conversación y todos nos giramos para mirarle-. May es la única que puede hacer que se ponga de nuestro lado. Y nos vendría bien tener un mortifago infiltrado.
-¿Estás sugiriendo que contacte con mi hermana para convencerla de que espíe para la Orden? -consigo decir, sorprendida.
-¿No crees que lo haría?
-¿Vais a meterla en la Orden cuando yo todavía no estoy dentro? -digo y Lupin se sienta bastante recto, como si estuviera tenso-. Creo que he demostrado que estoy con esto y se puede confiar en mí, pero nada, mejor confiamos en la que tanto decís que es una mortifaga.
-May, no es nada de eso -me dice Lupin y se pone de pie él también-. Si te involucras en la Orden estarás aún más en peligro, estás muerta para todos ellos. Hay que cumplir misiones y...
-¡Puedo estar en la radio! -digo y veo como Jordan levanta una de sus cejas-. Yo tampoco quiero trabajar contigo, pero quiero ser útil en esta guerra.
-Financianos, con eso sería bastante -dice y ahora la que levanta una ceja soy yo-. ¿Qué? Eres rica, apestas a dinero, Avery, saca un poco de tu bóveda y ayúdanos.
-Financiar esto es una completa gilipollez porque lo haces de forma desinteresada, imbécil -le contesto y él gruñe-. Quiero unirme a la Orden.
-Esa es mi novia -dice George y por un segundo veo hasta un brillo diferente en sus ojos-. Venga, Remus, estuvo en la boda y sabía lo de Harry, nadie se enteró de que estaba allí.
-Se puede confiar en ella -añade Fred y Remus suspira.
-¿Cuál va a ser tu nombre en la radio? -me pregunta y yo sonrío.
-Elfa.
-¡Oye! -se queja Jordan y yo le saco la lengua.
-Tengo que irme ya, Tonks se va a empezar a preocupar si no llego pronto y no es bueno para el bebé -dice Lupin y yo abro la boca de par en par.
-¿Está embarazada? -digo y él asiente, con una sonrisa que resulta hasta triste.
-¿No te lo han dicho los gemelos?
-Obviamente no -le contesto-. Felicidades de todos modos.
-Se te nota la efusividad, Avery -dice Jordan, pero le ignoro.
-Gracias, May -dice Lupin y puedo notar como no está del todo contento.
-¿Pero qué te pasa? -le suelto y de reojo puedo ver como George se da una palmada en la cara-. Vas a ser padre, idiota, se supone que tienes que estar contento.
-Y lo estoy, pero...
-¿No será por Black? -digo y George empieza a hacerme gestos para que me calle mientras que Fred empieza a reírse a carcajadas. Lupin me mira fijamente y luego empieza a negar con una pequeña sonrisa.
-No es por Sirius, May, tuvimos lo nuestro cuando estuvimos en Hogwarts, se enfrió cuando estuvimos en Azkaban y...
-Se avivó en Grimmauld Place -termina Fred y suelta una carcajada que le pega a George.
-¿Entonces por qué es? ¿Por lo del hombre lobo? -digo y él asiente-. ¿Pero sabes las posibilidades que hay de que ese bebé sea un hombre lobo? Tiene más posibilidades de ser metamorfomago, y mira que son raros.
-Sí, pero...
-Todo se saca de la madre, tanto lo bueno como lo malo. Menos en el caso de Harry que tiene la vista de su padre y pobrecito -digo y esta vez incluso Jordan ríe-. Se feliz, disfruta, si te sale hombre lobo yo misma me convertiré en animaga para acompañaros en las noches de luna llena y crearé una poción mejor que la matalobos, te lo juro por April.
-Vaya, May, gracias -murmura Lupin-. Has sido más agradable que Harry, él solo me gritó y...
-Deberías disculparte con él cuando lo veas -le interrumpo, a lo que él asiente-. Y no tienes que agradecerme nada, profesor Lupin.
-Sabes qué no soy tu profesor...
-Siempre serás el mejor que tuvimos en Defensa contra las artes oscuras, aunque no lo admitiera cuando le tuvimos -digo mientras que me encojo de hombros.
-Mucho amor, pero nos tenemos que ir todos, ¿no? -suelta Jordan, rompiendo totalmente el ambiente y causando que todos nos pongamos de pie y a ordenar.
-Bienvenida a la Orden -dice Remus antes de salir definitivamente de la casa.
***
-¿Por qué llegáis tan tarde? -la señora Weasley nos espera en la puerta de La Madriguera, con las agujas de tejer en una mano y la otra en la cadera-. Veníais a cenar, no a desayunar.
-Mamá no es tan tarde -le dice Fred, y se gana un pinchazo con las agujas de tejer-. ¡Ay!
-Lo siento, señora Weasley, vivir en el Callejón Diagon no es fácil con tanto mortifago yendo de un lado a otro -le digo, ganándome una mala mira por su parte. Definitivamente no hemos avanzado nada en la relación suegra-nuera.
-Estuvimos asegurándonos de que la tienda estaba bien cerrada antes de salir -añade George.
-Espero que no estuvierais otra vez con la estupidez de la radio -dice la señora Weasley una vez cierra la puerta.
-¡No es una estupidez! -dicen los gemelos a la vez.
-Estamos llevando esperanza a la gente -digo y ella frunce el ceño.
-¿También te has metido tú?
-Soy parte de la Orden, por si tiene alguna queja más -le digo, y me siento como April. Contestona. Mamá estaría horrorizada con esto.
-Remus estaba de acuerdo en ello, mamá -dice Fred, tratando de evitar el desastre, aunque ya está hecho.
-¿Tengo que recordaos quien es? ¿¡Acaso soy la única que se acuerda!? -grita, agitando las agujas por el aire, demasiado cerca de nuestras caras-. ¡Su familia está con Quien-vosotros-sabéis, por las barbas de Merlín!
-¡Y ella ha dejado a su familia por nosotros! -le contesta George levantándose de la silla, pero le agarro del brazo para que se vuelva a sentar.
-Dejalo, no va a confiar en mí nunca, ¿verdad, señora Weasley? -le digo, y cojo aire para decir todo lo que tengo dentro-. George merecerá a alguien muchísimo mejor según usted, pero está conmigo y no puede meterse en la vida de sus hijos como lo intentó con Bill cuando empezó a salir con Fleur.
-May... -empieza a decir George, pero le corto con un gesto.
-No, May, no. Cuando te hirieron lo primero que hizo tu madre fue pensar que te iba a dejar porque te falta una oreja -le digo y él levanta una de sus cejas-. ¡Piensa que estoy contigo por dinero!
-Pero si tú eres asquerosamente rica, ¿para qué vas a querer mi dinero? -dice y Fred empieza a reírse.
-Mamá, May iba a heredar la mitad de la fortuna de su familia, ¿de verdad crees que si quisiera el dinero estaría con George? Yo soy el gemelo guapo, no él -dice, ganándose un golpe por parte de mi novio-. Le quiere, ¿quieres aceptarla de una vez?
-Mamá, me da igual que te guste o no, soy yo quien va a estar con ella -dice, abrazándome-. La quiero, y por eso estoy con ella.
-Creame, señora Weasley, si no le quisiera no viviría con él -digo y Fred vuelve a reírse-. Tampoco hubiera aguantado su trato, igual que ha hecho Fleur.
La señora Weasley no dice nada, aprieta los labios y se va hacia la cocina. Fred decide asomarse escaleras arriba mientras que George me acaricia la mano. Pero algo está mal en todo esto.
-¿Charlie? -grita Fred por el hueco de la escalera-. ¿Estás en casa?
-¡No! -oigo decir de fondo y luego la carcajada de George.
-¡Cuándo vengas baja!
-¡Vale!
-Ahora vengo -murmuro y me dirijo a la cocina.
La señora Weasley está sentada en la mesa, mirando a la olla que está puesta en el fuego. No me atrevo a decir nada, por lo que me siento con ella en la mesa a mirar la olla. Puedo oler perfectamente el guiso de verduras que se está haciendo lentamente.
-Arthur debe estar a punto de venir -dice levantándose de la mesa-. ¡Charlie, Fred, George, a poner la mesa! Si puedes coger el mantel del salón te lo agradecería, May.
Hago caso a la señora Weasley y voy al salón a coger el mantel que me ha pedido con una sonrisa.
-Hey, ¿a qué viene esa sonrisa? -me dice mi novio cogiéndome de la cintura.
-Creo que ya le caigo mejor a tu madre -le digo, dándole un beso en los labios y volviendo a la cocina.
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Paso rápido a avisar de que la semana que viene no va a haber capítulo porque estaré en Berlín, por fin han llegado mis vacaciones wiiiiiiiiiiiiiiiii. Cuando vuelva pues subiré capítulo, obviamente, así que ¡nos vemos en dos semanas!
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