Capítulo 109

Presente

— ¡Fuera de mi puñetera casa!

No pensaba que fueramos a acabar así cuando April apareció en la chimenea y Fleur apareció detrás de ella. Se había disculpado por echarme de su casa, pero entonces empezó a hablar de los motivos por los que no tenía que ir a Azkaban hasta que decidió que iba a prohibirme ir. Y había pasado de mi durante cinco semanas, cinco semanas que había tenido que ir persiguiendola para que hablase algo. Cinco semanas en las que no había salido de su estúpido piso en los Alpes y habíamos tenido que ir constantemente a verla porque no quería venir a Inglaterra. Que se enfadese con su novio no significaba que tuviera que dejar de venir a verme. Y ahora, solo porque Fleur le había dicho que tenía que venir a disculparse, es cuando había venido. Y todo para una mierda de disculpa e intentar prohibirme ir a Azkaban para hacer el puto artículo. Siempre había intentado controlar mi vida, no iba a volver a hacerlo, no iba a volver a quitarme la posibilidad de elegir mi propio camino.

Si me hubiera dejado me hubiera quedado con ella durante la guerra, no hubiera salido corriendo, no habría estado escondiendome. Y asusta pensar en la idea de haberme vuelto uno de ellos. Pero por ella lo hubiera hecho. Claro que April tenía que decidir todo sobre mi vida y no dejarme elegir nada, no decirme las cosas, tener siempre sus planes ocultos y todo lo que sabía bien guardado bajo llave.

— ¡Y no vuelvas! —le grito según veo como se desaparece en la chimenea. Que se vaya ella y sus mentiras y sus ganas de ocultar todo.

Magavilloso, que os den a todos —suelta Fleur, antes de desaparecerse ella también. Genial.

El día no mejora, ni siquiera cuando George viene con Fred y, como si nada, pregunta por April. Siempre lo hace cuando está Fred delante, como si eso fuera a arreglar algo, así que mando a ambos a la mierda y me subo a mi habitación. George nunca entra porque siempre teme estropear las fotos, así que puedo estar tranquila un rato.

Intento distraerme imprimiendo algunas fotos, pero es imposible hacerlo porque son las del cumpleaños de Teddy y April sale en ellas. Sale con todo el mundo, sonriendo como si nada para que luego, unos días más tarde, todo se fuera a la mierda. Actúa como si nada, como si no estuviera ocultando algo y nos hubiera mentido a todos.

— Vete a la mierda April, joder —murmuro cuando veo la foto que nos hizo George. Estamos abrazadas, sonriendo y parecemos las de antes, cuando teníamos dieciséis. Cuando no se había jodido todo. De hecho, tengo que tener en la habitación la foto que nos hicieron en una de las últimas salidas a Hogsmeade que hicimos en sexto.

Murmuro el hechizo para que la foto se termine de revelar y luego otro para secarla y entonces la cojo. No oigo ni a George ni a Fred, así que supongo que se habrá ido ya a su apartamento y estaremos de nuevo solos. Lo cual está bien porque todo es culpa de April y no tengo que pagarla con él.

— ¿Qué coño haces aquí? —suelto nada más entrar en mi habitación. Se supone que en esta habitación no entra nadie porque, con tanta foto como hay colgada en las paredes, la única que lo aguanta soy yo.

— No había visto tus últimas fotos —suelta Fred, como si fuera algo que hace siempre.

— Las únicas fotos que miras son en las que sale April, así que no me vengas con esas.

— No seas así, cuñada —no puedo evitar poner los ojos en blanco. No me puedo creer que utilice eso.

— ¿Qué es lo que quieres de verdad?

— ¿Has discutido con ella? —va directo al grano, así que yo también lo hago y asiento—. Vale.

— ¿Vale?

— Sí, vale —no sé si espera a que diga algo o no, pero me quedo callada, mirandole—. Me vuelvo al apartamento,

— Perfecto.

— ¿No vas a decirme nada?

— Sé que si te quieres quedar a cenar lo vas a hacer igualmente, así que no veo el punto en invitarte a cenar, tanto tú como April estáis siempre invitados —bueno, April ahora mismo no.

— Cuando estás de mal humor te pareces más a ella —suelta y yo suspiro. Ya sé que viene ahora—. Pareces la May de séptimo.

— No soy la May de séptimo.

— Pues más te vale bajar a disculparte con George porque creo que siente que ha retrocedido en el tiempo.

No quiero que vuelva a ese momento, así que agito la varita para que la foto se coloque sola en la pared junto a la que es parecida y bajo hasta la cocina, donde sé qué va a estar George solo por el olor que hay en la casa.

— ¿Estás haciendo un pisto? —le pregunto suavemente y él asiente mientras que sigue triturando el tomate.

— He supuesto que Fred se queda así que hay de sobra para él, si no siempre se lo puede llevar —dice, para luego moverse hasta la olla y echarlo todo dentro y empezar a remover—. También hay para April.

— No pienso decirle que venga —le respondo, frunciendo el ceño y él niega.

— No para que se lo lleves tú, si no para que se lo lleve Fred.

— Es ella quien se tendrá que disculpar con él, no al revés.

— ¿Y no crees que podemos darles un empujón?

— No, que solucionen sus problemas sin involucrarnos a ambos.

— Sé que estás enfadada con ella, pero...

— No hay peros, es tonta, no la quiero volver a ver —George se ríe y deja de remover el pisto para mirarme.

— ¿Qué tienes, May, cinco años? 

No le respondo y en su lugar voy a abrazarle fuerte porque no se merece que pague mi enfado con él, no cuando no ha hecho nada. También tenía que disculparme con Fleur, claro, pero eso sería cosa para otro día.

— Lo siento, no quería mandarte a la mierda —le digo y él solo me mira—. Me pone de los nervios y no es excusa, lo sé.

— Tendría que mandarte yo a la mierda, la verdad.

— Y me lo merecería, sin lugar a dudas.

— Sí, si te lo merecerías, pero creo que ya tenemos bastantes peleas, ¿no crees?

Asiento y me pongo de puntillas para besarle suavemente, pero el beso evoluciona rápidamente y pronto George me levanta hasta sentarme en la encimera de la mesa. La idea no era esta, por supuesto, pero tampoco me voy a negar a ella, no.

— Se os quema la cena.

Y los besos quedan olvidados gracias a la interrumpción.

Aunque al menos tenemos cena.

*************

— No os acerquéis a las celdas, caminad por el centro, no habléis con ninguno de ellos. Tenemos quince minutos exactos, no habrá ni uno solo más. ¿Entendido?

Y con eso el auror empieza a andar y Skeeter saca su pluma, que nos sigue por todo el camino. Parece que va escribiendo ya cosas mientras que andamos y yo voy haciendo fotos poco a poco. ¿Azkaban siempre ha sido así? ¿Qué sintió April cuando estuvo aquí? No he vuelto a hablar con ella desde que la eché de casa la semana pasada y no pensaba hacerlo.

Aunque puede que ahora estuviera cambiando de opinión.

— ¿Siempre ha sido así? —pregunto y el auror se encoge de hombros.

— Los que patrullaban los pasillos antes eran los dementores, hemos tenido que mejorar las puertas ya que ahora sí que intentan escapar.

— ¿Intentan escapar?

Skeeter habla y parece que ha conseguido lo que quería, que se le escapase al auror algo. Suerte si lo consigue publicar en El Profeta porque la idea es asegurar a todo el mundo que nadie va a salir nunca de aquí, no que están intentando huir.

El auror da tanta información que estoy apunto de hechizarle solo para que se calle. Habla sobre los turnos de guardia, sobre dónde aparecen los trasladores y dónde te dejan. Y todo mientras que vamos pasando por las celdas. Todo aquel que está encerrado se asoma según pasamos y sonríe al escuchar. Les está poniendo en bandeja el como salir de aquí.

— Pero bueno, es lo que hay, El Ministerio hace lo que puede con tanto intento de fuga, nunca he visto a nadie como Avery que intente salir tanto.

Me quedo parada en el sitio ante las palabras del auror. No es real, no le he entendido bien, se ha debido de confundir.

— Entre él y Rowle nos vuelven locos a todos —añade y ya siento que me falta el aire—. Siempre están maldiciendo y gritando que van a salir de aquí para ir a por las traidoras de sus hijas y sobrinas. Casi se nos escapan cinco veces en lo que llevamos de año, en cuanto nos descuidamos fuerzan las cerraduras y nos toca perseguirles por toda la cárcel hasta que los conseguimos neutralizar. Menos mal que tenemos los hechizos anti-desaparición en un radio de un kilómetro o ya se hubieran escapado la semana pasada, ¿os podéis creer que se tiraron al mar sin pensarlo dos veces?

— Oh, que cosas, que cosas —dice Skeeter—. ¿Podríamos hacer un cambio de rumbo e ir a verles? Creo que su locura nos vendría muy bien para ilustrar el buen trabajo que están haciendo aquí.

— Claro, por supuesto.

Definitivamente es imbécil, ese auror es imbécil y ha llegado a este puesto por obra del destino. O porque es tan gilipollas que, en cualquier otro lado, podría causar un desastre aún mayor.

Tanto él como Skeeter se ponen en marcha y empiezan a andar, así que cojo todo el aire que puedo y les sigo. Ya no hago fotos, solo quiero salir de aquí, ya tengo suficientes con las que hay en la cámara.

Pero por supuesto no valen y necesita su exclusiva, necesita la atención.

Necesita que le haga fotos a mi padre y a mi tío.

— Querida, ¿por qué no haces unas cuantas fotos aquí? Creo que la... luz es ideal —su tono falso me da ganas de vomitar, pero no puedo hacer nada porque Cuffe me lo ha dejado claro, tengo que hacer todas las fotos que quiera Skeeter o me echará del periódico. Y no quiero perder el trabajo.

Me tiemblan las manos cuando levanto la cámara y apunto hacia las celdas. Oigo a padre riéndose a carcajadas mientras que enfoco a tío Thorffin, que sonríe de oreja a oreja.

— Vaya, sobrina, cuanto tiempo sin verte.

Lanzo el flash y eso le hace gritar, así que sonrió de oreja a oreja mientras que el auror ahoga un grito.

— ¡Tenemos que sacarte de aquí! —grita, pero Skeeter se pone en medio y, por mucho que intenta pasarla, la pluma de la periodista de pacotilla no se le deja de meter en la cara—. ¡Señora, ya basta!

— Solo necesito una foto más, después podrás sacar a la señorita Weasley de aquí.

— ¿Weasley? ¿Has mancillado el apellido Avery con un Weasley? —las puertas de la celda de padre empiezan a temblar y Skeeter se acerca hasta mi y me levanta la cámara.

— ¿A qué esperas?

Si antes me temblaban las manos no tiene ni punto de comparación con lo que me tiemblan ahora. Sé que la foto va a salir mal, pero la hago igualmente mientras que sigo oyendo los gritos de padre, las amenazas, los insultos. Como habla de April, como habla de que estuvo en la celda de al lado y de cómo casi consigue que se quede ahí dentro para siempre.

— ¡Saldré de aquí, May, e iré a por vosotras! —grita mientras que el auror nos empuja para que salgamos de esa sección de Azkaban—. ¡Os mataré a las dos! ¡A las dos y a esos traidores a la sangre! ¡Saldré de aquí, saldré de aquí!

Sus gritos se siguen oyendo durante cinco minutos más, acompañados de la risa maniática de tío Thorffin. Los dementores podrán no estar en Azkaban, pero ese sitio sigue siendo igual de malo.

— Lamento lo ocurrido en el interior, ¿quiere un té? —dice el auror cuando salimos por fin al exterior, donde nos espera nuestro traslador. 

Niego y me acerco hasta la botella rota y la tocó a pesar de que sigue quedando tiempo. Cierro los ojos con fuerza, intentamos olvidar lo que acaba de pasar, pero no puedo. No puedo cuando acaba de amenazar se que se va a escapar. No puedo cuando ya lo ha intentado más veces, cuando casi lo ha conseguido en varias ocasiones.

Probablemente en la siguiente lo consigan.

_____________________________

¡Feliz San Valentín! Temática de San Valentín 0 porque esto no está planeado así que un poco de drama extra que nunca viene mal.

Noticia importante, las actualizaciones de esta historia ya no van a ser los todos los domingos. Llevo ya varias semanas dándole vueltas y la semana pasada decidí  (con la ayuda de dos personas (HiddenFear y moonysblack id a leer sus historias, es una orden se merecen todo y más) que quiero mucho y gracias por todo chicas) que no tenía sentido seguir formándome de esta forma porque siento que la historia no fluye. Así que ahora las actualizaciones serán un poco cuando quiera/pueda y demás. Así que eso, si hay capítulo esa semana será el domingo, pero quizá no todas las semanas hay capítulo. Espero que lo entendáis, llevo con esta historia mucho tiempo (desde 2019) y ahora mismo es muy distinta a lo que tenía planeado, así que tengo que sentarme y pensar bien las siguientes cosas.

Mil gracias por seguir estos dos años aquí, por seguir leyendo y votando y comentando de verdad, mil gracias ❤️❤️❤️❤️❤️

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top