Presente

—¡May! —oigo gritar a George, pero solo puedo mirar mi mano. Mis dedos. La sangre—. ¡Joder, Fred, vamos!

—¿Dónde está April? —dice Fred, y por fin dejo de mirarme la mano para mirar a los gemelos. George se arrodilla conmigo, usando su camiseta para contener la hemorragia—. ¿May?

—Es una de ellos —susurro, y las lágrimas que no había soltado en casa empiezan a caer por mis mejillas. George me abraza fuertemente, sabiendo el dolor que me supone—. Tiene la marca en el brazo izquierdo, quiere llevarla con orgullo y verla cada vez que utiliza la varita.

—Dijo que vendría —murmura Fred.

Quiero contestarle, sé perfectamente cómo se siente. April también me ha abandonado a mí. A su gemela. Por los mortífagos. Por unos ideales que ya no comparte gracias a Ginny y a los gemelos.

O que decía no compartir.

—Vamos a casa, no hay tiempo, mamá te verá esas heridas, ha sido una despartición bastante grave —dice George, que sigue sujetando el pañuelo contra las heridas de mis dedos.

Siento el familiar tirón en el estómago de la desaparición conjunta y dejamos atrás el pueblo muggle para desaparecernos supongo que a La Madriguera. Después de tanto haber oído hablar de ella siento que es irreal ir hasta allí.

April no puede haberme traicionado. Habernos traicionado. Después de todo lo que ha hecho porque salga bien esto. Por todo lo que ha luchado a mis espaldas. Por todo lo que se ha arriesgado viviendo con Bellatrix y teniendo su mente expuesta a que supieran en cualquier momento qué estaba pensando.

—April puede venir en cualquier momento —digo de pronto, y George solo niega—. Ahora es una mortífaga, George. Ella ha creado todo este plan, sabe a donde vamos y sabe donde voy a estar.

—No —dice mi novio. O exnovio—. Estás a salvo.

—Lo sabías —murmuro, entendiendo sus palabras. April le contó su plan. Dejándome fuera, como siempre ha hecho—. ¿Qué derecho crees que tienes para decidir por mí?

—Yo no decidí por ti, May, lo hizo April —dice George, y me fijo en como Fred presta atención en estos instantes—. Ella sabía a qué os exponíais las dos si escapabais a la vez. No me contó todos los detalles de su plan, pero si que no teníamos que esperarla. No sabía que pretendía, te lo aseguro, pensaba que solo se quedaría para darte un poco de tiempo a huir y luego vendría. April no parecía tener ganas de unirse a los mortifagos. 

—¿Sabías que no iba a venir y la dejaste? —dice Fred de repente, y es cuando me doy cuenta de que lo que siente por mi hermana es mucho más que un encaprichamiento, como había pensado en un principio—. ¡Está en una casa llena de mortífagos, George!

—Se ha estado entrenando con Bellatrix, estará bien —murmuro sin darme cuenta de lo que significan en realidad mis palabras

—¿¡Qué ha pasado!?

El grito de Ginny Weasley nos saca a los tres de nuestra conversación. Sigo la mirada de Ginny hasta que llega a mi mano, que está envuelta por la de George y empieza a gotear sangre.

—¿Ha sido April? —pregunta Ginny de repente, y puedo ver las ganas de venganza en sus ojos.

—Despartición, me perseguía y me lanzó varias maldiciones asesinas —murmuro, y a mi lado George se pone tenso—. Falló, pero sirvió para desconcentrarme, además tuve que aparecerme dos veces seguidas.

—Ella nunca falla —dice Fred, sin querer creerse lo que digo. Pero los actos de mi hermana no tienen perdón ninguno—. ¿No lo entiendes? Te está protegiendo, May, ella te está protegiendo, no es una de ellos.

—Quiero creerte, pero April está con ellos, lo he visto con mis propios ojos. Gracias por dejarme estar aquí, no tardaré mucho en irme, ella sabe donde estoy y no tardará mucho en contarlo. 

Le doy la espalda y consigo que George me suelte la mano para avanzar hacia La Madriguera. Pero en cuanto doy un par de pasos, me recorre un gran dolor por todo el brazo izquierdo. Donde se supone que no tengo nada, pero April tiene la marca tenebrosa.

Siempre han dicho que los gemelos tenemos una conexión que nos permite saber cuando el otro está en peligro, y nunca me lo había creído hasta que siento el dolor en mi propia piel. No puedo pensar en nada que no sea ese dolor. Creo que grito, creo que se me saltan las lágrimas. Me caigo al suelo en algún momento y no sé si por el dolor o por el golpe, me desmayo. 

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¡¡We're back bitcheeeeeeeeeeeees!! 

Si seguís The 100 sabréis que es una de las frases más populares de la serie (me encanta, tanto la serie como Octavia que es quien la dice). 

Bueno, al lío, ¡qué empieza Primavera! Estoy un poco nerviosa, os lo tengo que confesar. Este fic me hace muchísima ilusión y tengo planeado que sea bastante largo. No os voy a spoilear hasta donde quiero narrar, pero vais a tener fic para bastante tiempo. 

Voy a subir los sábados sobre las 18 pm hora española, pero a lo mejor algún día (el sábado 16 de febrero) no voy a poder porque estaré trabajando seguramente. O bien estaré muerta del madrugón, no lo sé. 

Antes de irme quiero añadir dos cosas sobre el fic, ¡allá voy!

  —  Tanto April como May van a narrar, un capítulo cada una. 

  — Este fic no empieza antes del séptimo libro y nos quedamos sin saber que pasó durante los siete años de Hogwarts, no. Todo lo que pasó desde el primer curso de los gemelos, su relación durante los años en las clases y lo que pasó antes de llegar a la huida de May en el anterior capítulo también será narrado. Vamos, que va a haber dos capítulos narrados en el presente y dos capítulos en el pasado, intercalándose durante toda la historia hasta que lleguemos a los momentos previos del prólogo. 

¡Y eso ha sido todo! ¿Qué os ha parecido? ¿Qué gemela es vuestra favorita? ¿Sabíais que Taylor Switf ha estado inspirando los capítulos del fic? Obviamente esto último no lo sabíais, pero tenía que decirlo. Hay dos canciones en especial de Reputation que definen una a April y otra a May, ¿sabríais identificar cuál es de quien? Son I did something bad y Dress 😉