19.5

Aviso antes de iniciar!
Uno- Este capítulo tendrá spoilers del manga, no lo lean si no van al día con el manga
Dos- La relación de Elliet y Merlín no se revelará en este capítulo, hay que esperar un poco más o sino le quita el misterio

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La Raza de las Diosas era una de las más fuertes razas que habitaban este mundo, tenía a fuertes guerreros que como principal objetivo tenían exterminar a la Raza Demoníaca.

Entre ellos estaban los Cuatro Arcángeles, Ludociel, Sariel, Tamriel y Mael, y también otros guerreros como las dos hijas de la Deidad Suprema, quien dirigía aquel clan, Elizabeth, la mayor, una amable Diosa de cabellos albinos y ojos azules, una persona amable y compasiva que no estaba de acuerdo con esta guerra constante entre clanes y se rehusaba a pelear en ella; y Elliet, ella era menor que Elizabeth por varios años, sin embargo era muy fuerte, poseía un hermoso cabello liso color lila y unos ojos de color violeta azulado muy hermosos.

Ambas eran muy unidas, no había día en que no las vieran juntas, sin embargo un día, Elliet fue convocada por su madre, curiosa por saber la razón por la que su madre la llamaba fue con ella, llevándose la sorpresa de que los Arcángeles, incluso Mael, él más joven que aún seguía en su entrenamiento, se encontraban allí; curiosa ante esto, Elliet pregunto a su madre:

Elliet: madre, ¿por qué me has convocado aquí? *Pregunto la joven Diosa a su madre* ¿He hecho algo mal?

- Oh no querida hija -dijo la Deidad, su voz era suave, pero imponente- al contrario, te he llamado aquí porque has probado ser una muy valiosa guerrera para nuestro clan, he quedado gratamente sorprendida -

Sariel: sus progresos han sido impresionantes, Elliet-sama *alago el peliceleste* en un futuro usted tendrá un papel importante en la lucha contra la Raza Demoníaca

- Sariel tiene razón hija -dijo Deidad- por esa razón, te concederé un poder que este a la altura de esa expectativa -informó, lo que sorprendió a la menor-

Elliet: pero eso... ¿Eso significa qué me otorgarás una Gracia, madre? *Pregunto sorprendida la pelilila*

- Así es hija mía -afirmó la Suprema Deidad- es un poder muy especial que sólo puedo concederle a mi hija menor, a ti Elliet -

Elliet: ¡Me siento muy honrada, madre! *Exclamó la menor con alegría*

Entonces en un parpadear, la Deidad Suprema le traspasó a su hija un nuevo poder, un muy especial y también muy difícil de controlar.

- El nombre del poder que te acabo de otorgar es Miracle, es  la habilidad de realizar cualquier tipo de situación sin importar la que sea, siempre y cuando haya una posibilidad por más mínima de que suceda -dijo explicando en lo que consistía su nuevo poder a su hija- obviamente será difícil de controlar, sin embargo para eso recibirás ayuda de Los Cuatro Arcángeles en tu entrenamiento -

Tras esa reunión, Elliet empezó a volverse cada vez más cercana a los Arcángeles, especialmente a Mael, ambos tenían la misma edad y se volvieron buenos amigos.

Sin embargo, la relación de Elliet y Elizabeth se fue haciendo más distante mediante los años pasaban, cosa que a Elliet le parecía extraño, ¿por qué su hermana mayor se había apartado de ella? No lo sabía y quería averiguarlo.

Elliet: ¡Nee-sama! *Llamó a la albina mientras que se acercaba a ella* ¡Nee-sama, adivina! Hoy entrene con Sariel, ¡y de las tres veces que combatimos le gane una y las otras dos fueron empates! *Dijo la pelilila con emoción*

Elizabeth: eso es genial hermanita *felicitó la mayor* te has vuelto muy fuerte

Elliet: nee-sama, ¿irías conmigo a un festival humano? ¡He oído que son muy divertidos! *Propuso la menor, pero la albina la miró con tristeza* ¿Nee-sama?

Elizabeth: lo siento Elliet, pero debo hacer algo hoy... *Le dijo a su hermana, quien la observó con tristeza* ¡Pe-pero si quieres podemos ir otro día!

Elliet: si... Claro...

Elizabeth se fue del lugar dejando sola a Elliet, la pelilila suspiro molesta, está no era la primera vez que su hermana mayor no quería salir con ella o la dejaba esperando, no, desde hacía tiempo era así.

Al día siguiente, el siguiente a ese y al que le siguió también fue la misma rutina, Elizabeth dejo a Elliet esperando, pese a que ya tenían planes.

Elliet: nee-sama es una tonta... Otra vez me dejó sola, habíamos estado planeando este día por mucho tiempo, no es justo *dijo la Diosa quejándose mientras que volaba*

- Elizabeth-sama debe estar muy ocupada, seguro quiere pasar tiempo contigo -dijo una voz detrás de ella-

Elliet: ¡Mael! *Exclamó con una sonrisa la menor y voló quedando frente a él* ¿Qué haces aquí? Pensaba que hoy irías a hacer reconocimiento con Lord Ludociel, no me digas que te escapaste *cuestionó la pelilila*

Mael: claro que no *se apresuró a contestar* esta zona estaba en mi ruta, pensé en pasar a saludarte

Elliet: eso es muy dulce, solecito *dijo llamando al mayor por ese apodo infantil por el que solía decirle la Diosa*

Mael: bueno hace tiempo que no hablamos princesa *empezó el peliplateado* la verdad es que es extraño estar tanto tiempo sin oír tu voz

Elliet: aww, ¿me extrañaste solecito? *Pregunto la menor con burla*

Mael: *acercó su mano al delicado rostro de la menor y puso con delicadeza su mano en la mejilla de la más baja* no hay un día que no piense en ti...

Elliet: Mael...

Mael: Elliet, yo... Hay algo que quiero decirte *dijo con nervios el Arcángel* yo---

Sin embargo Mael fue interrumpido por la voz de su hermano quien lo llamaba a lo lejos, al oírlo él peliplata se separó de la pelilila y ambos voltearon a ver a Ludociel, quien se acercaba a ellos.

Ludociel: ¡Mael! ¿Por qué te desviaste de nuestra ruta? *Cuestionó el mayor, y luego miró a la pelilila* oh, es un placer verla nuevamente Lady Elliet

Elliet: lo mismo digo Lord Ludociel *respondió al saludo del pelinegro y miró a Mael con burla* así que... ¿Estaba en tu ruta, no?

Mael: quizás me haya desviado, sólo un poco *admitió, lo que hizo reír a la menor*

Elliet: debo irme ya, nos veremos después Mael, adiós a ambos *dijo para retirarse dejando solos a los dos Arcángeles*

Mael: ¿Sabes, hermano? Creo que estoy enamorado de Elliet *dijo el peliplata a su hermano*

Ludociel: eso es magnífico Mael *dijo el pelinegro* estoy seguro que podrás estar con ella

Mael: no lo sé... Dudo que ella sienta lo mismo que yo...

Ludociel: yo te ayudaré para que logres estar con ella hermano *dijo con firmeza el mayor* te lo prometo

Mael: muchas gracias hermano

Algunos días después, Elliet se decidió a seguir a Elizabeth para averiguar cuál era la razón por la que la había dejado sola tantas veces.

La siguió por toda la extensión del Clan de las Diosas, después por un par de pueblos humanos, hasta la tierra de los Gigantes y finalmente el Bosque del Rey Hada, allí Elizabeth se detuvo en un claro, estaba esperando algo que Elliet no sabía.

De pronto una presencia demoníaca se posó detrás de ella, era demasiado fuerte y la abrumo, la pelilila empezó a patalear al sentir como era cargada por aquel demonio.

Elliet: ¡Bájame! *Exigió la Diosa*

Elizabeth: ¡Elliet! *Llamó alarmada al ver a su hermana menor ser cargada por su pareja* ¡Meliodas baja a mi hermanita!

Meliodas: ¿Tu hermana? *Pregunto confundido y bajo a la menor*

Elizabeth: Elliet, ¿qué haces aquí? Pensé que tú... Que estabas ocupada hoy *pregunto la Diosa albina a su hermana quien le miraba enojada* ¿Elliet?

Elliet: ¿Por qué no me dijiste que estabas saliendo con un demonio? *Pregunto directamente la pelilila* pensé que confiabas en mi Elizabeth...

Elizabeth: ¡Y lo hago! *Se apresuró a contestar* yo solo creí que... Que le dirías a nuestra madre...

Elliet: ¡Nunca lo haría! Elizabeth, a mi no me interesa si él es un demonio, si te hace feliz, yo estoy dispuesta a aceptarlo y a ayudarte como pueda *dijo la menor con decisión mirando a su hermana*

Elizabeth: Elliet...

Elliet: y tu *miró a Meliodas*  como dañes a mi hermana yo te dañare a ti

Meliodas río, no podía tomarse en serio a Elliet siendo ella tan adorable, pero igualmente asintió ante eso.

Días después, Mael fue a buscar a Elliet con el pretexto de ir a revisar los terrenos y hacer reconocimiento, la Diosa accedió a lo que portador de Sunshine le proponía.

Mael estaba nervioso, Ludociel le había asegurado que podría hacerlo y que Elliet le correspondería, pero eso no disminuía sus nervios...

Elliet: ¡Mael! *Llamó la pelilila llegando al lugar donde habían acordado de verse*

Mael: Elliet, hola *saludó con algo de nervios el Arcángel*

Elliet: ¿Sucedió algo? Parecía ser algo muy serio por lo que me pediste que viniera *cuestionó la menor intrigada*

Mael: si... Yo sólo quería... *Empezó con nervios, que sólo aumentaron ante la mirada curiosa de Elliet* Ol-olvidalo... ¿Por qué mejor no vamos a recorrer el---? *El Arcángel fue interrumpido por un beso propinado por la pelilila* ¿Qué...? *Balbuceó confundido*

Elliet: Nerobasta no sabe cómo guardar secretos *dijo la ojivioleta* deberías ser más directo Mael *dijo con calma la menor* ven, vamos a hacer reconocimiento

Mael: eh... Si, claro *dijo aún algo confundido el mayor*

Tras ese día la relación entre ellos dos fue floreciendo hacia una muy bonita relación de noviazgo. Ambos eran muy felices...

Sin embargo la felicidad no dura por siempre... Su felicidad fue interrumpida por el inicio de la Guerra Santa, la traición de Meliodas y Elizabeth había afectado a todos, los Demonios habían perdido su mayor guerrero, parecía que la victoria de esa guerra ancestral estaba decidida...

Fue entonces que Elizabeth y Meliodas habían sido maldecidos por el Rey Demonio y la Deidad Suprema, muriendo ambos en el proceso...

Poco después, sucedió algo impensable, Elliet fue atacada por un demonio, por Estarrosa, el hermano de Meliodas.

Había oído rumores sobre él, pero los consideraba exagerados... Digo, ¿quién creería que realmente alguien pudiera matar a Mael? Era lo que Elliet pensaba. Oh qué equivocada estaba, la realidad era muy distinta a lo que pensaba... Era una muy extraña verdad que Elliet no se imaginaba.

Estarrosa: vaya así que, ¿tu eres la Diosa Elliet? Eres más hermosa de lo que imaginaba *dijo el demonio alagando a la mujer, quien simplemente le miraba con frialdad mientras que se mantenía preparada para atacar* ja... Tranquila princesa, si no te resistes no te dolerá lo que voy a hacerte

Elliet: ¡No me llames princesa, imbécil! *Reclamó la Diosa enojada*

Estarrosa: ja, tienes carácter *dijo esquivando un Ark que la contraria le lanzaba* y mala puntería

Elliet: cierra la boca y déjate matar *dijo con rabia tratando de darle al demonio con sus ataques, pero sólo algunos de ellos le daban al demonio*

La batalla transcurrió muy igualada, ambos fueron bastante heridos, se notaba que su nivel estaba muy parejo...

Claro eso sólo fue por un momento...

Estarrosa: de verdad que ese poder tuyo es impresionante *dijo el hombre con burla* es quizás tan impresionante como el de ese otro Arcángel, ¿cómo era su nombre? Uhmm... Creo que era Mael *dijo y la pelilila abrió los ojos con sorpresa* si... Dió una buena pelea, pero al final murió igual que tu lo harás ahora

Elliet: eso... ¡Eso es imposible! ¡Un miserable demonio no sería capaz de dañar a Mael! *Gritó con furia y confusión la Diosa, ¿cómo era posible? ¿Cómo su solecito había podido perder?* ¡Lo que dices es mentira!

Estarrosa: oh pobre Diosa enamorada, ¿pese a qué me odias aún puedes moverte? De verdad que tú poder es algo aterrador si es capaz de desafiar un Mandamiento *dijo burlándose de la Diosa quien lo miraba con un odio profundo*

Elliet: ¡Me rehusó a creer lo que dices! ¡Mael está vivo, yo lo sé!

La Diosa se había percatado de algo, algo que llamó mucho su atención.

Estarrosa y Mael tenían un inquietante parecido, Estarrosa tenía el cabello corto y sus ojos estaban cubiertos por su marca demoníaca, pero quitando eso, era idéntico a Mael.

Elliet tenía una sospecha de quien estaba involucrado en esto... Gowther de los Diez Mandamientos, él tenía una magia lo suficientemente fuerte como para hacer algo así.

Lo siguiente sucedió muy rápido para la Diosa, ella se acercó a él, no trataba de atacar, pero él no pensaba igual, atravesó su abdomen con una espada, mientras que la Diosa tenía una mano sobre el pecho del demonio.

Elliet escupió algo de sangre al sentir la espada atravesar su abdomen, pero vió algo que la alivio mucho...

Elliet: Mael... *Murmuró al ver como los ojos de Estarrosa adoptaban el símbolo de la Raza de las Diosas* solecito... Que alivio... *Murmuró con dificultad la pelilila*

Mael: ¿Elliet? ¿Qué fue lo que...? *Se detuvo mitad de la oración al ver que sostenía una espada que atravesaba el cuerpo de la Diosa* no... No... Elliet, por favor, no cierres los ojos... *Dijo alarmado*

Elliet: no te preocupes... Lo...lo olvidarás...después *dijo empezando a arrastrar las palabras* M-mi...mi hechizo es sólo temporal... Volverás a...ser Estarrosa en poco tiempo... *Dijo con dificultad* vete... Déjame aquí...

Fue sólo una, pero por un momento dejo caer una lágrima por su mejilla el hombre, pero a los segundos volvió a ser el demonio que había emboscado y herido a Elliet, la Diosa se había desmayado y el hechizo se había desvanecido.

Estarrosa se fue sin chequear que Elliet estuviera muerta, por lo que unas horas o quizás minutos después fue encontrada por una tribu nómada de humanos que pasaba por ese lugar.

La líder de ese lugar decidió curar las heridas de Elliet o por lo menos intentarlo...

Pasaron tres días y Elliet no mejoraba, la mujer que la había ayudado no entendía, ¿por qué a pesar de todo lo que intentaba no podía curarla?

Elliet: Hanyuu-san *llamó a la mujer que se había empeñado en cuidarla* no viviré por mucho más tiempo... La herida es demasiado profunda...

Hanyuu: Pe-pero señorita yo... Yo no lo comprendo... Hice todo por curarla *dijo la mujer confundida* ¿Hice algo mal?

Elliet: no... Tranquila... Tu hiciste todo en tu poder para ayudar, de hecho hubiera muerto hace días si no me hubieras ayudado *dijo la Diosa* como agradecimiento, les brindaré mi protección eterna a ti y a todos tus descendientes...

Eso sorprendió a la humana, pero antes de poder preguntarle a la Diosa de que hablaba, una luz brillante cegó a la mujer por un momento y al poder ver nuevamente, la Diosa Elliet había "fallecido", pero en realidad, su alma estaba en un cristal que le pertenecía a Hanyuu y que llevaba como collar en ese momento...

Elliet tenía también otro objetivo también, quería encontrar un recipiente para su alma y poder ayudar a Elizabeth a romper su maldición...

Su poder, Miracle, tenía la suficiente capacidad para oponerse a la maldición que el Rey Demonio y la Deidad Suprema le habían dado a su hermana y a su cuñado.

Los años pasaron, largos años que pasaron de ser diez a ser cien, de ser cien a ser mil, y así fue hasta que pasaron un total de dos mil setecientos setenta años.

Ese mismo año nació (Tn_), había algo en ella que llamó la atención de Elliet, no sabía que era exactamente...

Pasaron cinco años, (Tn_) era una niña bastante enfermiza, se enfrentaba constantemente, ¿o tenía una enfermedad grave? No recordaba, sin embargo esos cinco años bastaron para convencer a Elliet de que ella era el recipiente ideal.

Era físicamente débil, moriría en cualquier momento por esa enfermedad y entonces le rogamos por ayuda y ella poseeria su cuerpo, pero no podía hacerlo simplemente de un momento a otro.

Tras meses de meditarlo, decidió darle a (Tn_) su poder, este crecería con el tiempo y parte de esa magia llegaría a ella, fusionaria sus almas gradualmente hasta que la unión estuviera completa y al hacerlo ambas almas tendrían que luchar por controlar ese cuerpo, ella ganaría y ese cuerpo sería suyo.

Y así fue, ella le dió su poder a la pequeña niña humana, esperando que todo fuera rápido, pero no fue así, no fue hasta más de doscientos años después que volvió a encontrar a (Tn_), ella había regresado a Hinamizawa, pero no pudo terminar la fusión de almas, ¿tanto así había crecido la magia de (Tn_)? ¿Era así de fuerte?

Eso sería más difícil de lo que creía...

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