veintitrés¡!
Sana abrió la puerta principal de casa e ingresó escuchando risas en la cocina, de inmediato sus pies tomaron el camino que iba a dicha parte de la casa.
Ingresó y encontró a su papá de cabellos castaño sentado en uno de los bancos altos del desayunador mientras que su otro papá de cabellera negra estaba cocinando algo en una sartén.
—Hola— saludó con una sonrisa.
—¡Shiba! ¿Qué tal tu día?— el chico tomó asiento a lado de su padre.
—Todo muy bien, huele delicioso— pronunció la castaña queriendo ver el contenido de la sartén desde donde estaba.
—La cena está lista— Hiro avisó a su pequeña familia, luego de ello sirvió la comida en platos y decidieron comer en el desayunador.
Luego de un rato habían concluído con su cena y charlaron de cosas triviales, al igual que Sana les habló sobre su salida de mañana a lo que ambas estuvieron de acuerdo.
—¿Irá tu novia?— preguntó su madre antes de dar un sorbo a su vaso, su hija negó. —Solo vamos entre amigas, ya sabes, Chaer, Nayeon, Momo y Hyo— aclaró.
—Deberías invitarlas a casa algún día, no sé, aquí les ordeno unas pizzas y ven alguna película— sugirió la pelinegra, la nipona asintió lentamente.
—Tal vez luego— hacía un tiempo, casi un año y medio para ser exactos que Sana no llevaba a algún amigo a casa, la última vez había sido Chaeryeong quien había visitado su casa porque habían sido dupla para un proyecto. Por un momento los dos habían confundido las cosas y terminaron interpretando que Lee era novia de su hija, sin embargo, al final las dos amigas fueron quienes se encargaron de dejar en claro que su relación era amistosa.
Ahora, pensaban que sería lindo que Sana reuniera a sus amigos en casa.
Mientras se dedicaba a lavar los platos de la cena, su madre intentó recordar el rostro de cada una de las amistades de Sana.
Primero vino a su mente la chica más pequeña de su grupito, a quien conoció por último, era muy simpática y se mostró como una persona relajada pero responsable.
Luego estaba Momo. La chica era muy inteligente y aquella vez le corrigió más de 5 veces la tarea de matemáticas a Sana, a pesar de ello también tenía su lado desastroso.
¡Oh! También estaba Nayeon, en una ocasión había visitado su casa para ayudarle a Sana a vestirse para su primera cita con su, ahora, ex novia y de igual forma se había presentado y había sido amable.
Por último, llegó a su mente la mejor amiga de su hija, Jihyo. Hacía tiempo que no la veía, la última vez que la vio había sido a lo lejos fuera de la escuela cuando una vez había recogido a Shiba, de ahí, ya no la vio de nuevo, al menos no en su casa, ojalá pudiera ver a las chicas de nuevo, lucían amigables.
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