Primeros Días
El sol comenzaba a entrar por la ventana de la habitación y uno de los hombres dormidos en la cama comenzó a removerse.
Al abrir los ojos encontró justo frente a el un rostro tranquilo, dulce y casi sonriente a pesar de estar dormido. Gulf no pudo evitar mirar con detenimiento ese bello rostro del hombre que había dormido a su lado y que ahora tenía tan cerca; sus ojos trazaron cada pequeño detalle, desde las delgadas cejas, las pestañas negras, la nariz respingada, la piel pálida perfecta y unos delgados labios qué se veían de un ligero tono rosa, todo eso sumado al cabello castaño medio revuelto por la almohada, dándole una imagen angelical.
-¿Te quedaras mucho tiempo viéndome?.- preguntó Mew sorprendiendo demasiado al menor, quien rápidamente se volteó hacia el otro lado, como si eso fuera a ayudarlo, si ya había sido descubierto. -¿Estas bien?.-
-Si, perfecto.- queriendo huir, el fotógrafo se levantó de la cama y se encerró en el baño. -Me daré una ducha.- gritó desde dentro.
El hombre que aun seguía en la cama no pudo evitar reír por la tierna reacción del más joven, había algo en el que le parecía demasiado lindo y le encantaba darle aun más motivos para ponerlo nervioso.
Una vez ambos se dieron una ducha y se vistieron, se sentaron en el sofá frente a la chimenea, pensando en que podrían hacer, pues a pesar de ser una pareja falsa, no planeaban quedarse toda la semana encerrados en aquel lugar, a pesar de ser muy lindo y acogedor, disfrutarian del hotel todo pagado.
-¿Algo que quieras hacer en especial?.- preguntó Suppasit acomodando su sueter gris bajo su abrigo.
-No tengo idea, nunca había estado en un lugar así.- respondió Kanawut poniendo su abrigo sobre su sueter café.
-¿Que tal si solo vamos a explorar el pueblo caminando y vemos si nos apetece hacer alguna actividad?.- propuso el mayor, pues tampoco tenía una idea en concreto de que hacer ahí.
-Me parece bien.- aceptó el menor y finalmente salieron de la cabaña.
Eran cerca de las 10 de la mañana, pero muchos de los compañeros del fotógrafo ya se encontraban por las calles paseando en trineo, montando muñecos de nieve o simplemente tomando una bebida caliente en su balcón.
Tan pronto estuvieron fuera, el pálido entrelazó su mano con la del otro hombre y le sonrió dulcemente antes de comenzar a caminar. Gulf sabía que todo era parte del plan y que muchos de sus compañeros los estaban viendo, pero el parecía ponerse nervioso con cada pequeño gesto del mayor.
-Este pueblo es precioso.- exclamó el arquitecto asombrado con la belleza de cada estructura y decoración que veía. -Debo agradecerte por traer a la persona más fan de la navidad a este lugar.-
-Soy yo quien debería agradecerte por ayudarme en esto, aunque me alegra que al menos estés disfrutando el lugar.- dijo el pelinegro con su mirada fija en cualquier parte que no fuese el más alto.
-¿A ti no te gusta la navidad?.- cuestionó Mew demasiado curioso, pues asumía que había algo más en ese joven que solo el nerviosismo de la mentira.
-Solía ser mi época favorita hace unos años.- admitió con un aire de nostalgia.
-¿Puedo preguntarte que cambio?.-
-Me quedé solo.- suspiró el fotógrafo. -Mi padre falleció cuando yo era muy pequeño, en un accidente en carretera y hace cuatro años mi madre murió de un ataque al corazón.-
-Oh lo siento tanto, cariño.- sin poder evitarlo el arquitecto tomo entre sus brazos al joven. -Lamento que hayas tenido que pasar por eso, pero sabes que tienes a Mild, a mi familia y a mi, no estas solo.- quiso animarlo.
-Lo se, tu madre me ha invitado a pasar navidad con ustedes, pero no me siento listo para ser feliz sin ella en estas fechas.- confesó con obvia tristeza e incluso una lagrima bajo por su mejilla, pero el mayor la limpio de inmediato.
-Estoy seguro de que tu madre quisiera que fueras feliz, más en estas fechas.- aseguró Mew. -Hay que desayunar y luego haremos algo divertido.- dijo, dandose a la tarea de alegrar al menor a toda costa.
Después de un ligero desayuno, se dirigieron hacia la sección de nieve libre, donde se podía hacer muñecos de nieve, ángeles e incluso peleas con bolas de nieve. El pálido estaba seguro de que eso ayudaría a que el joven fotógrafo distrajera su mente de la triste pérdida de sus padres.
-¿Que planeas que hagamos?.- cuestionó el pelinegro confundido, cuando de pronto recibió un golpe con nieve. -Esto no se va a quedar así.- exclamó antes de tomar nieve entre sus manos y lanzarsela al más alto, comenzando así una guerra de nieve.
-Tendrás que atraparme primero.- gritó el castaño antes de salir corriendo lejos.
Parecían niños pequeños lanzándose nieve y corriendo por todo el lugar, quien pasaba podría jugar que esos dos hombres eran las más puras almas gemelas jugando entre ellos con tanta diversión.
-Tiempo, estoy cansado.- exclamó el menor tirándose de espaldas a la nieve, siendo seguido por el mayor.
-Estoy demasiado mayor para esto, pero eso fue divertido.- dijo Mew riendo aun cuando le faltaba un poco el aire después de tanto correr.
-Lo dices como si fueras un anciano, tan solo tienes 32 años.- se río Gulf.
-En estos momentos me siento de 50.- confesó el mayor sin dejar de reír, siendo acompañado del otro hombre.
-Deberíamos ir por un chocolate caliente, comienzo a morir de frío.- Kanawut quiso ponerse de pie, pero la mano ajena se lo impidió. -¿Que sucede?.-
-¿Podemos hacer ángeles de nieve?.- pregunto de una forma dulce el mayor, cosa que aceleró el corazón del menor, quien solo asintió.
Ambos tomaron su espacio y dieron forma a sus ángeles, moviéndo los brazos y piernas, para después ponerse de pie.
-Perfectos.- exclamó el arquitecto antes de sacar su celular y tomar una foto a sus obras de arte. -Lo publicaré luego.- guardó su celular y entrelazó de nuevo su mano con la del menor para caminar rumbo a alguna cafetería cercano, pues incluso el comenzaba a sentir todo su cuerpo helado a causa de la nieve.
-Pide un chocolate caliente para mi, iré al baño un momento.- dijo Gulf antes de correr al baño dentro de la cálida cafetería.
-Dos chocolates calientes, por favor.- pidió Mew en la caja y le entregaron un stand con un número para poner en la mesa de su elección y algún mesero le llevaría su bebida hacia ese lugar.
Al ser todo pagado, solo tenían que mostrar unos gafetes qué les entregaron en la cena y así no debían gastar ni un solo centavo.
El arquitecto se quedo sentado en un sofá junto a la ventana para poder ver la nieve qué comenzaba a caer y la gente pasear por ahí.
-Enserio moría de frío.- la voz del fotógrafo llamó la atención del mayor, quien al voltear se encontró el rostro del menor pintado de un rosado muy tierno a causa del frío.
-Te ves tan tierno.- suspiró con un encanto que dejo pasmado el hombre que apenas iba a sentarse junto a su "novio".
-Gracias.- tartamudeó Gulf sintiendo su rostro quemar ante el sonrojo qué lo pinto casi por completo de un tono rojizo.
-Eres tan lindo.- Mew no pudo evitar reírse ante la tierna imagen de un hombre de 26 años sonrojado.
-Mew.- se quejo el más joven tapando su rostro con sus manos.
De pronto sus bebidas fueron puestas frente a ellos, dando por terminada la racha de cumplidos y quejas, dando paso a una amena platica.
La conversación fluía muy bien entre ellos a pesar de apenas conocerse, aunque poco a poco iban conociendo cosas interesantes el uno del otro y gustos que tenían en común, como el gusto por el chocolate con menta.
En medio de la platica Kanawut sintió una mano sobre la suya y tan solo levantó la vista, encontrándose con un rostro sonriéndole de forma dulce.
-Siempre te ves tan lindo, cariño.- Suppasit sonaba tan honesto que por un momento confundió al otro hombre, pero el uso de aquel apodo le hizo saber que alguno de sus compañeros andaba por ahí y el pálido lo había notado.
-Gracias, amor.- se obligó a decir el fotógrafo de la forma más linda que podía.
-Si que derrochan miel.- exclamó Chan, uno de los compañeros del menor, quien venia junto a su esposa.
-Deja de molestarlos, se ve que ellos están felices en su mundo perfecto.- lo regaño la mujer a su lado. -No le hagan caso a Chan, pero enserió son una linda pareja, los vimos antes jugando en ma nieve y se nota que son almas gemelas.- dijo antes de arrastrar a su esposo lejos de ellos.
-Almas gemelas, ¿eh?.- cuestionó el castaño sin dejar de acariciar la mano bajo la suya.
-Parece que somos buenos mentirosos.- mencionó el pelinegro con un sentimiento extraño en el, que sabía que era, pero lo frenaba porque sabía que no podía sentir nada por ese guapo hombre frente a el.
🎄🎆❤️
La mañana siguiente se sentía helada, a pesar de tener unos calentadores a cada lado de la cama, los hombres en aquel colchón aun así podían sentir el frío calar en sus cuerpos.
De forma inconsciente, entre sus sueños, terminaron abrazándose en busca de la calidez del cuerpo ajeno, cosa que funcionó, pues pudieron dormir el resto de horas necesarias para sentirse descansados.
Una vez más el primero en abrir los ojos fue el moreno, quien se sorprendió demasiado al ver el rostro ajeno tan cerca del suyo, con sus narices incluso rosandose, pero los brazos que rodeaban su cuerpo le impedían alejarse.
-Mew.- comenzó a hablarle en voz baja, esperando poder despertarlo para que finalmente pudiera levantarse de la cama y calmar el ritmo de su corazón que poco a poco se aceleraba. -Despierta.- lo movió un poco, pero ni eso pareció funcionar, haciéndolo suspirar.
-Déjame dormir, cariño.- murmuró el mayor apretando más el cuerpo entre sus brazos, juntando incluso más sus rostros.
-Mew.- exclamó el menor totalmente sorprendido ante aquella acción y las palabras de su novio prestado.
-Ya entendí, ya estoy despierto.- finalmente el pálido abrió los ojos, viendo la cara sonrojada de su acompañante en la cama. -Buenos días.- dijo y se inclino a darle un beso sobre la nariz de forma tierna.
-Buenos días.- parecía que Gulf se mantenía en un constante shock junto a ese hombre, pero es que cada cosa que este hacia lo dejaba sorprendido, aunque de una buena forma.
-¿Que haremos hoy, cariño?.- preguntó Mew soltando finalmente el cuerpo ajeno para poder estirar su propio cuerpo.
-Podemos ir a patinar.- pudo decir el menor, tratando de mantener sus pensamientos cuerdos y su boca funcionando después de aquella tierna acción.
-Eso me encanta, creo que será muy divertido.- exclamó con demasiada emoción el arquitecto. -Solo que tenemos que abrigarnos muy bien porque seguro estará helando cuando estemos en la pista de hielo.-
-Si.- apenas respondió el fotógrafo, metido totalmente en sus pensamientos que daban vueltas y vueltas. -Hay que cambiarnos para desayunar primero, ¿no?.-
-Me parece una idea perfecta.-
Dicho eso ambos hombres se levantaron de la cama finalmente y por turnos se asearon rápidamente en el baño para después cambiarse de ropa a una más abrigada, pues si al estar nevando por las noches hacia frío, cerca del lago congelado sabían que estaría aún más frío el clima.
Se colocaron un pantalón caliente debajo de sus usuales pantalones de mezclilla, unos suéteres debajo de sus chamarras y dos pares de calcetines por si acaso, además de llevar consigo guantes para las manos.
-Creo que estamos listos.- Suppasit abrió la puerta y se dirigieron, tomados de la mano, hacia un restaurante cercano para tomar un desayuno ligero.
-Viene la pareja más hablada de estas vacaciones.- exclamó Freen al ver entrar a ambos hombres.
-Que molesta eres.- se quejó Gulf, pero de igual forma se dirigieron a esa mesa para desayunar junto a la pareja de chicas.
-Es que Freen aseguraba que toda la historia de tu novio era mentira, porque no tienes fotos con el en tus redes.- explicó Becky tomando un sorbo de su café.
Los dos hombres se quedaron viendo un segundo y se rieron sutilmente.
-Les explicaré porque no tenemos fotos o cosas así públicas.- comenzó a decir el mayor, preocupando al otro hombre, pues le daba miedo que pudieran atraparlos en la mentira si decía algo mal. -Solemos ser muy privados con nuestra relación porque debido a que me fui de intercambio, no queríamos que la gente especulara cosas extrañas, mantenemos todo para nosotros y los que nos conocen, pero eso es todo.-
-¿Como se conocieron?.- Freen aun parecía poco segura, a pesar de haberlos visto besarse la primera noche y de verlos tomado de la mano por todos lados.
-Mi hermano es su mejor amigo, así que digamos que solo nos conocimos un día y me enamoro su linda carita.- el pálido tomó el rostro ajeno y apretó sus mejillas de forma tierna.
-¿Tu amigo y tu no tienen esa regla de no salir con los hermanos del otro?.- pregunto Becky de forma curiosa. -He escuchado que muchos chicos se ponen esas reglas tontas.-
-No, a Mild no le molesta.- dijo el moreno, aunque la realidad era otra. Si bien su amigo le dio la idea de llevar a su hermano como préstamo, otra cosa era tener algo serio con el.
-Pues que bien, porque me parece una tontería eso.- Becky sonrió de forma dulce, como siempre. -¿Que planean hacer hoy?.- preguntó cambiando el tema, para fortuna de los dos hombres.
Estuvieron cerca de dos horas junto a las chicas, platicando de que hacer en el lugar, como se la estaban pasando y cosas en general, afortunadamente Freen parecía más tranquila con su investigación, pues no había preguntado nada más sobre ellos.
-Bueno, nosotros los dejamos, queremos ir a patinar antes de que bajo el sol.- dijo Gulf poniéndose de pie, queriendo despejar su mente después de tanta conversación.
-Nos seguimos viendo por ahí.- Mew se despidió de ambas chicas moviendo su mano y finalmente salieron del lugar.
Sin decir mucho más caminaron hacia la pista de patinaje, pidieron sus patines y con mucho cuidado se adentraron en el hielo.
-¿Ya habías hecho esto antes?.- preguntó el menor al ver como el otro hombre se alejaba un poco de el con demasiada facilidad y el apenas podía mantenerse de pie.
-En Boston hay varias pistas de hielo, mis amigos y yo solíamos ir cada invierno, así que aprendí.- explicó el mayor con una sonrisa, dando un par de vueltas al rededor del moreno. -Pero aprendí después de varias caídas, debo decir.-
-Como si necesitarás algo más para ser aun más perfecto.- bufó molesto el joven fotógrafo, pues el sentía que en cualquier momento se caería.
-¿Crees que soy perfecto?.- cuestionó Suppasit levantando las cejas, aun con una sonrisa pero esta vez algo molesta para el otro hombre.
-Cállate y mejor ayúdame a patinar.- se quejó Kanawut.
-Claro que si, cariño.- aceptó el arquitecto, dejando de molestarlo, pues a pesar de que le gustaba hacerlo sonrojar, no quería llegar al punto de molestarlo enserió, pero ese cumplido indirecto le había gustado bastante.
Mew se colocó frente a Gulf y tomados de las manos comenzaron a avanzar lentamente, aunque el primero iba de reversa para poder ayudar a su lindo "novio". Así estuvieron cerca de media hora, moviéndose con calma, siendo el pálido quien más se divertía al ver al menor con las piernas temblorosas.
-Creo que ya puedes tu solo, cariño.- dijo Suppasit haciendo amago de querer soltarlo.
-Ni se te ocurra.- lo amenazó Kanawut apretando más fuerte sus manos.
-Vamos, cariño, se que puedes.- insistió y entre un pequeño forcejeo, se desequilibraron. -Mierda.- masculló el castaño cuando su cuerpo golpeó contra el frío hielo y sobre el cayó el cuerpo del menor.
-Oh, lo siento, te advertí que no me soltaras.- se defendió Gulf tratando de ponerse de pie.
El mayor no dijo nada, se mantuvo quieto, tan solo admirando el sonrojado rostro del hombre sobre el. Tomando por sorpresa al menor, el arquitecto juntos sus labios en un beso muy diferente al primero que se habían dado, esta vez sus labios se movían más, al menos los de Mew, quien tomó entre sus manos el rostro ajeno para que este no pudiera alejarse.
-¿Alguien nos está viendo?.- preguntó Gulf cuando finalmente el otro hombre lo soltó.
-Eso creo.- respondió Suppasit volviendo a juntar sus labios a los gruesos del moreno en otro dulce beso que fue correspondido de inmediato.
No había pensamientos de por medio, solo una situación graciosa que los había dejado un paso más cerca de eso que estaba pasando, algo que muy en el fondo los dos deseaban, al menos en ese momento.
🎄☃️❤️🎄☃️❤️🎄☃️❤️🎄☃️❤️🎄☃️❤️
Hola hola, primero que nada, feliz año a todos!!!🥳
Espero que este año sea maravilloso para todos, que les pasen solo cosas buenas y que puedan cumplir sus metas.
Ahora si, finalmente les traigo el siguiente capítulo de esta linda historia, aunque sigo sin escribir el siguiente capitulo, pero igual quería subir este ya.
Espero lo hayan disfrutado, ya saben que cualquier error me lo pueden hacer saber y sus comentarios siempre son bienvenidos.
Los amo demasiado y les deseo el mejor año de su vida 💙💙
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