El día había transcurrido con suma "normalidad".

Sonic se la pasó contándole a Amy acerca de su transformación y a lo que tendría que acostumbrarse de ahora en adelante.

Por su parte la pelirosa prestaba atención a todo lo que su novio le contaba, aunque muy en el fondo aún sentía como si todo eso no fuera más que fantasía... un sueño tal vez.

Pero ahora, a escasos minutos del anochecer se encontraba completamente aterrada por lo que fuera a ocurrir. Su corazón latía muy fuerte y sus manos temblaban. En su mente muchas preguntas surgían. ¿Realmente iba a transformarse?, ¿Sería doloroso?, ¿Todo ésto realmente está pasando?

Ambos erizos se encontraban afuera de la cabaña observando como el sol se iba ocultando lentamente.

- ¿Estás lista? - Preguntó Sonic mientras le dedicaba una mirada preocupada a la pelirosa.

Ella negó con la cabeza, en sus ojos podía verse que estaba muy nerviosa.

Al notar esto la abrazó con la esperanza de calmarla un poco - Tranquila... Todo va a estar bien - Sintió como ella correspondía al rodearlo con sus brazos - Solo recuerda, no muestres oposición al cambio o será doloroso - Se separó lentamente mientras le dedicaba una leve sonrisa, en el fondo aún se sentía muy culpable por haber involucrado a Amy en esa situación. Pero si no fuera por eso, ahora ella estaría muerta.

Finalmente el sol se ocultó por completo, dando paso a la noche.

La pelirosa sintió como su corazón se aceleraba y una fuerte punzada de dolor la hizo caer de rodillas. Todo su cuerpo comenzó a temblar mientras sentía como nuevamente su sangre hervía.

Al ver aquella escena Sonic no dudó a socorrer a su amada.

- ¡Amy, mírame! - Dijo mientras se agachaba junto a ella para tomarla del mentón y hacer que lo viera a los ojos, su mirada había cambiado, sus iris habían adquirido un brillo espectral y aunque mostraba una sonrisa en sus labios, por su semblante se podía notar el dolor que estaba sufriendo por detener la transformación un poco más de tiempo - Todo va a estar bien, ¿Okay?... Estamos juntos en ésto -

Aquella mirada la tranquilizaba, en sus ojos reflejaba la sinceridad de sus palabras y todo el amor que él le tenía.

Su cuerpo aún temblaba, pero notó como el dolor disminuía mientras dejaba de luchar contra el cambio. Cerró los ojos y abrazó fuertemente a Sonic.

Aunque ella no podía verlo, sintió como él también había correspondido a su abrazo y percibió como su forma iba cambiando, el tamaño de su cuerpo aumentaba, sus púas se volvían más largas y blandas, como si de pelaje se tratara.

El tiempo parecía haberse detenido, quizá solo fueron unos segundos pero habían parecido una eternidad.

- ¿Ames? - Escuchó preguntar a Sonic, su voz se había vuelto más grave, pero aún así era reconocible que se trataba de él.

Ella abrió los ojos lentamente y levantó su rostro para encontrarse con la mirada de su novio, ya no era el mismo, al menos no en forma, pero sabía que en su interior seguía siendo aquel chico del que estaba enamorada.

- ¿Ya todo terminó? - Preguntó dudosa, no había sido tan malo como ella esperaba.

- Míralo por ti misma - Él sacó un espejo de mano y se lo entregó a la chica.

Al ver su reflejo quedó impactada, ella también había cambiado, ya no era una eriza, ahora era mucho más alta, aunque no tanto como Sonic, sus púas habían crecido y habían adquirido un tono de rosa mucho más oscuro con algunos toques de rosa pastel en la punta de sus púas y el pelaje de sus muñecas. De su hocico salían grandes colmillos, sus ojos a pesar de seguir siendo de un verde jade también habían adquirido ese mismo brillo espectral que poseían los orbes de su novio y al mirar sus manos pudo observar afiladas garras en lugar de uñas.

Después de observar su nueva apariencia con más detalle miró a Sonic quien permanecía de pie a su lado, mirándola con la boca semi-abierta. Parecía sorprendido, lo cual alarmó a Amy.

- ¿Qué?... ¿Qué pasa? - Preguntó nerviosa. ¿Acaso algo andaba mal con ella?

- T-te ves... Te ves... -

- ¡¿Me veo qué?!... ¡¿Horrible?! - Exclamó mientras ocultaba su rostro con sus manos. Aún no se acostumbra a su nueva forma, por lo que ella no comprendía si se veía bien o mal.

De pronto, sintió como era tomada de las muñecas, obligando a sus brazos moverse hacía abajo y descubrir su rostro, antes de que pudiera si quiera reaccionar los labios de Sonic se estamparon suavemente contra los suyos. Sus besos siempre la tranquilizaban, poco a poco fue correspondiendo a la muestra de afecto.

- Te ves hermosa - Dijo el Werehog mientras se separaba de ella por la falta de aire - Más que eso, no puedo encontrar las palabras para describir tu belleza... Cómo eriza o Werehog, Amy Rose siempre serás la mujer más bella para mí -

- Awwww, Sonic - Amy se abalanzó sobre él para abrazarlo, solo que al no medir su fuerza terminó derribándolo, haciendo que ambos cayeran sobre un montón de hojas - Lo siento... Creo que tendré que medir mi fuerza de ahora en adelante - Dijo apenada - Por cierto... No me había dado cuenta de lo atractivo que eres en ésta forma - Puso una mirada seductora mientras acercaba su rostro al de Sonic para poder besarlo nuevamente.

Ambos permanecieron así por unos segundos hasta que Amy decidió que era momento de levantarse, rápidamente notó como el cobalto la rodeaba con ambos brazos, evitando que ella pudiera separarse y sin previo aviso la empujó hasta cambiar de lugares quedando ahora él sobre ella, pero sin llegar a aplastarla.

- Te dije que aún te falta mucho para superarme - Dijo en tono burlón.

Después de eso se levantó del piso y justo cuando extendió su mano para ayudar a Amy a levantarse ella la tomó y con fuerza jaló de él haciendo que cayera nuevamente sobre un montón de hojarasca.

Rápidamente se sentó en el piso y escuchó la risa de Amy quién ya se había levantado y ahora solo lo observaba bastante divertida al notar como Sonic tenía varias hojas en la cabeza y hombros.

Se dió una sacudida rápida para quitar todo rastro de basura y luego observó como Amy corría hacia la cabaña - ¿Con qué así quieres jugar, eh? - Comentó él en tono retador.

Antes de que ella se diera cuenta Sonic estiró uno de sus brazos y empujó a Amy sobre un montón de hojas que amortiguaron su caída.

- ¡Oye, eso es trampa! - Exclamó la pelirosa con un fingido tono de enojo mientras se sacudía los restos de hojarasca que se habían quedado en su pelaje.

- Ahora ya no es tan divertido, ¿Cierto? - Comentó entre risas. Sin embargo aquella distracción le costó cara pues cuando menos se lo esperaba Amy corrió hacía él y se abalanzó con toda su fuerza provocando que los dos cayeran nuevamente al suelo y se llenarán todo el pelaje de hojas.

Ambos estallaron en carcajadas hasta no poder más y cuando recuperaron el aliento siguieron con su infantil juego, tumbándose y rodando sobre los montones de hojas.

Estuvieron así un buen rato, los dos la estaban pasando muy bien, quizá era una tontería, pero era una muy divertida para ellos.

- ¿No te parece gracioso? - Preguntó Amy mientras recuperaba el aliento. Por su parte el cobalto solo la miró atentamente con algo de duda por la pregunta que no entendía - Hace un par de horas estaba muerta de miedo y ahora no dejo de reír -

- Es algo normal... Todo esto es completamente nuevo para ti - Respondió Sonic - Aunque también debo admitir... Que yo nunca me había divertido tanto en una noche - Dijo mientras le dedicaba una sonrisa sincera.

- ¿A qué te refieres? - Preguntó con curiosidad.

- Por está condición... - Respondió mientras se señalaba a si mismo - Cada noche debía ocultarme en el bosque... - sus orejas decían levemente hacía atrás mientras las palabras salían de su boca - Todos le temen a lo desconocido y yo... Tampoco quería arriesgarme a herir a nadie... Por eso en las noches me aislo aquí... completamente solo. - Dejó escapar un suspiro mientras recordaba todas esas noches en completa soledad.

Unos brazos lo rodearon sacándolo de esa nube de pensamientos.

- Ya no tienes por qué estar solo - Dijo Amy mientras lo abrazaba - Ahora estamos en esto juntos.

- Lo sé Amy... Pero no puedo evitar sentirme culpable por haberte transformado en... alguien como yo... Un monstruo - Bajó la cabeza completamente afligido, unas suaves manos lo tomaron de ambas mejillas y levantaron nuevamente su rostro.

- Sonic mírame - él observó esos ojos jade que resplandecían en medio de la oscuridad, no podía negarlo, le encantaban - Tú no eres un monstruo... Eres mí héroe, me salvaste, todo fue un mal entendido - Sus palabras eran sinceras y su voz era tranquila, poco a poco el cobalto se fue relajando mientras la escuchaba hablar - Todo esto... Estaba destinado a pasar y creeme que aunque no hubiera sido así yo nunca me arrepentiría de estar contigo... Cómo erizo o como Werehog sigues siendo la persona que amo y es un honor estar así... - hizo una breve pausa para señalar su apariencia - con tal de estar a tu lado.

Sonic se enterneció por las palabras de su novia, sin duda no había otra como ella. No pudo evitar el impulso de besarla y por su parte Amy en ningún momento se negó.

- Te amo - Dijo el Werehog al separarse de la pelirosa.

- Y yo también te amo -

Después de un rato de más conversación y muestras de afecto decidieron ir a cazar algo para comer y claro entrenar a Amy para que aprendiera a usar sus nuevas habilidades.

No todas las cosas serían fáciles, aún había muchos retos que enfrentar, pero ahora Sonic ya no estaba solo, tenía a la compañera perfecta a su lado y si de algo estaban seguros es que podrían superar cualquier cosa juntos.

Al final Amy se dió cuenta de que no todo es lo que parece, existe mucha magia en este mundo, el universo a veces trabaja de formas misteriosas y claro, los presagios si pueden ser reales... pero eso no significa que tengan que ser malos, al contrario... Quizá puedan sorprenderte.

~ FIN ~