Capítulo 4: Destino
Corrió en 4 patas tras la eriza, en esa transformación era mucho más rápido corriendo de esa manera.
- ¡Amy! - Gritó nuevamente tratando de hacer reaccionar a la chica.
Escuchó un ligero gritó de temor delante de él. Podía escucharla llorar y respirar pesadamente mientras aceleraba el paso, ella estaba muy asustada, lo notaba también por el sonido de su corazón latiendo a toda velocidad.
La persecución continúo un par de minutos más, hasta que Sonic decidió rendirse, ella no lo escucharía, no quería ni siquiera verlo. Eso era justo lo que temía. Por esa razón nunca se lo contó... Hasta ahora.
Se sentó en una roca cercana y se llevó ambas manos a la cabeza haciendo presión, se sentía frustrado, no quería que ella se alejara de su lado, pero con lo que había visto era más que obvio para él que las cosas ya no serían las mismas. Algunas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, el dolor era demasiado.
No era la primera vez que alguien se asustaba al verlo, en pocas ocasiones se había topado con personas acampando en el bosque y todos reaccionaban de la misma manera, huyendo y gritando despavoridos, incluso cuando Silver lo vió por primera vez en esa forma se asustó bastante... Pero de todas esas veces la peor era ésta, le dolía en el alma que su novia se alejara de él.
De pronto el grito de su amada a la lejanía lo alertó, estaba en problemas, podía sentirlo.
Corrió nuevamente en su búsqueda, guiándose por el olfato y sus oídos agudizados, no tardó mucho en detectar a Amy, pero lo que más lo alarmó fue el saber que se encontraba en grave peligro al ser perseguida por una manada de lobos.
Aceleró el paso lo más que pudo para llegar con ella antes de que fuera tarde. Atravesó gran cantidad de maleza y arbustos espinosos, el pelaje lo protegía de los rasguños pero a la vez entorpecía su paso al quedar atrapado de vez en cuando entre algunas ramas.
En el interior se maldecía por haberla dejado ir sola, el bosque no era tan peligroso para alguien como él, pero eso no significaba que no lo fuera para otras personas.
Los gritos y el llanto de Amy hacían que dejara atrás toda clase de pensamientos, solo se concentraba en llegar a ella, debía salvarla, no podía perderla, no de esa manera.
Finalmente después de lo que para él fue una eternidad logró llegar con la chica, pero ya era tarde, los lobos la habían alcanzado.
Dió un gran aullido de batalla llamando la atención de la manada y saltó de entre los arbustos para quedar al descubierto.
Sus ojos se abrieron enormemente al ver a la eriza herida perdiendo mucha sangre.
Una rabia inmensa surgió dentro de él y se lanzó al ataque, los lobos lo superaban en número pero eso no le importó, habían cometido el grave error de herir a la persona que más amaba.
La lucha fue intensa y duró bastante tiempo, ningún lobo retrocedía aunque varios de sus compañeros ya hubieran muerto a manos del Werehog. Fue hasta que el líder cayó muerto que el resto de la manada emprendió la huida.
En ese momento Sonic corrió para ver el estado de su amada.
- Amy... - Dijo mientras las lágrimas comenzaban a salir de sus ojos.
Aún estaba consciente, pero se encontraba demasiado débil. Estaba cerrando los ojos fuertemente a causa del miedo.
- Soy yo... Sonic - Mencionó mientras trataba de calmarla.
Ella poco a poco fue abriendo los ojos hasta que finalmente miró al Werehog.
- Perdóname... No era mi intención asustarte de esa manera... Sé que debí haberte contado sobre ésto hace mucho pero... Temía que algo así pudiera pasar... Yo... No quería que te alejaras de mi lado... ¡De verdad lo siento!... Es mi culpa que ésto pasara - Dijo mientras se soltaba en llanto, quería ayudar a su amada, pero no podía ni siquiera moverla de ahí sin causarle más daño, además de que no podía acudir con nadie para que lo ayudase en medio del bosque.
Amy no podía ni siquiera responder, se sentía cada vez más débil y un extraño sueño la estaba venciendo. Aún así reuniendo un poco de fuerzas logró levantar una mano y llevarla al rostro de Sonic acariciando una de sus mejillas, dándole a entender que lo perdonaba, el sostuvo su mano con fuerzas y sintió como la vida de ella se iba escapando poco a poco.
- ¡No!, ¡Amy!... ¡Por favor no te vayas! - Exclamó desesperado - No quiero perderte... Eres lo más importante en mi vida - Más lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.
Le quedaba poco tiempo, él lo sabía. No podía permitirse perderla, así que tomó una decisión bastante difícil, algo que no quería hacer, al menos no sin el consentimiento de ella, pero la situación era crítica y Amy no estaba en el mejor estado para aceptar o negarse.
- Espero que me perdones por esto Ames... Pero no puedo dejarte ir - Una vez dicho eso sujetó el brazo de su amada con fuerza y reuniendo toda su voluntad lo mordió con sumo "cuidado", no era su intención ocasionar un daño grave en algún baso sanguíneo, solo debía hacer la suficiente presión como para incrustar sus dientes a través de la piel y soltar su "veneno".
La mordida de un Werehog convierte a cualquier mortal en uno de ellos. Los Werehog son criaturas legendarias famosas por su fuerza y habilidades especiales como la regeneración. Sonic esperaba que al convertir a su amada en alguien como él lograría salvarle la vida.
Amy estaba casi inconsciente cuando recibió esa mordida, rápidamente comenzó a sentir como su sangre hervía, su cabeza le daba vueltas y grandes punzadas de dolor se hacían presentes en todo el cuerpo. Era una sensación horrible, pero de cierta forma había recuperado parte de sus fuerzas. Comenzó a retorcerse en el piso ante todas esas extrañas sensaciones y apretó su rostro mientras un par de lágrimas comenzaron a salir de sus ojos por el dolor, Sonic todo ese tiempo estuvo sujetando la mano de su amada.
- Ames... Mírame... Todo va a estar bien - Dijo mientras trataba de calmarla.
Había funcionado, pudo notar como varias de sus heridas estaban cerrando, así como también la mordida provocada por él.
La rosada a pesar del dolor hizo caso a su novio, de cierta forma le tranquilizaba su presencia ahora que sabía la verdad. Ella resistió el dolor lo más que pudo hasta que finalmente cayó desmayada con la última imagen del rostro de su amado transformado en bestia y las palabras de aquella extraña mujer resonando en su mente.
"Cuando te topes con la criatura... será el final de tu vida como la conoces."
[...]
Despertó de golpe y se sentó apresurada, miró con más detalle y se dio cuenta de que se encontraba recostada en una cama.
- ¿Acaso todo eso había sido un sueño? -
Observó sus brazos, no tenía ni un solo rasguño y tampoco sentía dolor, de hecho... Se sentía bien y con mucha energía para empezar el día.
De pronto una voz familiar la hizo reaccionar.
- Buenos días Ames... - Habló Sonic desde el marco de la puerta. Él muy contrario a ella se veía exhausto, tenía unas grandes ojeras y sus ojos se veían rojos, como si hubiera estado llorando.
- Sonic... ¿Qué fué lo que pasó? - Preguntó mientras se levantaba de la cama y fue entonces que notó que no estaba ni en su departamento y mucho menos en casa de Sonic, éste era un lugar completamente desconocido para ella - ¿Dónde estamos?... -
El cobalto se acercó a la cama y se sentó a un lado de la pelirosa. - Estamos en mi cabaña... en medio del bosque... -
¿Qué? - preguntó ella bastante extrañada, él nunca le contó sobre ese lugar - ¿Cómo llegamos aquí?... ¿Qué fué lo que pasó ayer? -
Sonic se abalanzó sobre Amy y le dió un fuerte abrazo.
- Perdóname... De verdad lo siento, todo lo que pasó ayer fue mi culpa... Yo... Debí haberte contado sobre lo que soy en realidad - Dijo mientras comenzaba a llorar - Nunca quise que nada malo te pasara y por mi culpa... ¡Casi terminas muerta! -
- E-entonces... T-tú... lo de ayer... ¿Fue real? - Preguntó asustada.
- Absolutamente todo fue real - Contestó mientras la miraba con tristeza.
Amy se sobresaltó al recordar lo ocurrido la noche anterior, ver a Sonic transformarse en una bestia, ser perseguida por los lobos, ser rescatada por su novio y luego... La mordida.
- T-tú me mordiste - Mencionó la pelirosa con temor mientras retrocedía en la cama hasta llegar al borde y levantarse.
- Perdóname, por favor... Pero no tenía otra opción... ¡No podía dejarte morir! -
- ¿Q-qué fue lo que me hiciste? - Preguntó aún más asustada.
Él dió un suspiro antes de responder - Será mejor que te sientes... Ésto me llevará un tiempo... -
Amy aún algo asustada obedeció y miró atentamente a Sonic para escuchar su explicación
- Yo... No soy como el resto de las personas... yo... tengo una extraña condición... más bien... una maldición - Comentó mientras se llevaba ambas manos a los costados de su cabeza - Yo... Soy un Werehog -
- ¿Werehog? - Preguntó confundida la de púas rosas.
- Un erizo lobo... Durante el día soy como cualquier otro erizo, al menos en forma, porque los Werehog tenemos todos nuestros sentidos mucho más desarrollados... Pero al caer la noche... Es cuando surge la transformación y me convierto... En un monstruo - Respondió mientras bajaba la cabeza, detestaba lo que era puesto que su condición limitaba el contacto con otras personas y lo obligaba a vagar solo todas las noches.
Amy odiaba verlo en ese estado y a pesar de todo lo ocurrido no podía negar que lo seguía amando. Se acercó hasta quedar sentada a su lado y recargó su cabeza en el hombro de Sonic llamando su atención - Yo no creo que seas un monstruo... Tú me salvaste -
- Al contrario... Te he condenado - Comentó mientras desviaba la mirada.
- ¿Qué? -
- La mordida... Cuando un Werehog muerde a alguien... Lo convierte en uno de ellos - Sonic tomó a la pelirosa de ambos brazos y la miró fijamente - Amy te he convertido en un Werehog -
Ella abrió los ojos enormemente por la sorpresa, no podía creer todo lo que estaba pasando, nunca creyó en la magia, las criaturas fantásticas o las predicciones... Y ahora todo lo que creía conocer se estaba cayendo a pedazos.
- E-era la única forma de salvarte... Estabas perdiendo mucha sangre y yo... Simplemente no podía dejarte ir - Mencionó mientras se aferraba fuertemente a ella.
- ¿La única forma? -
- Cuando te rescaté de los lobos... Ya estabas muy débil, morirías en poco tiempo si no hacía algo... Los Werehog tenemos la habilidad de regenerarnos... Y la única forma de salvarte era convirtiéndote en alguien como yo... -
- Esto no puede estar pasando - la pelirosa tomó su cabeza con ambas manos mientras trataba de asimilar las cosas.
- Por favor perdóname Ames - Dijo Sonic mientras trataba de abrazarla - Pero no pude permitir que murieras así por mi culpa... Sé que dicen que... Cuando amas a alguien debes dejarlo ir... Y sé que soy un egoísta por querer mantenerte a mi lado sin importar el costo... Pero... Desde que te conocí te volviste lo más importante en mi vida... Ya nada tendría sentido si no estás a mi lado -
La pelirosa se enterneció ante las palabras de su novio, lo amaba demasiado, pero en ese momento sintió como si aquel sentimiento se multiplicara aún más de lo posible. A su lado todas las dificultades que tendría que enfrentar ya no parecían importarle, siempre y cuando él estuviera con ella, sentía que podría superar cualquier adversidad.
Ella lo abrazó fuertemente para después terminar besándolo.
Sonic, algo sorprendido y a la vez alegre correspondió a la muestra de afecto.
- ¿No estás molesta? - Preguntó con duda.
- No... Aunque debo admitir que si me sentí asustada en un principio... Digo, ¡Jamás imaginé que ésto fuera posible! -
- Será mejor que te acostumbres a lo extraño... Por qué tú vida ya no será la misma a partir de ahora -Comentó algo apenado.
Esas palabras... Le recordaron a la extraña predicción de la gitana.
"Cuando te topes con la criatura... será el final de tu vida como la conoces"
Comenzó a reír ante la situación... Finalmente lo había entendido todo, su vida normal terminaría, pero eso no significaba que ella fuera a morir. Todo ese tiempo estuvo temiendo a la bestia siendo que éste fue su salvador, su intensión jamás fue hacerle daño, solo estaba tratando de protegerla.
Sonic la miró confundido - ¿Qué es tan gracioso? -
- Vas a creer que estoy loca si te lo digo - Mencionó ella mientras dejaba de reír.
- Amy... soy un Werehog, ¿Crees que algo puede sorprenderme a éstas alturas? - Comentó sarcástico.
La pelirosa solo lo miró con ternura y procedió a contarle sobre lo que realmente pasó el día que se conocieron, sobre la adivina de la feria y como ella había mal interpretado sus palabras.
- Entonces... es por eso que huiste de mi - Habló el peliazul ya mucho más tranquilo ahora que comprendía todo.
- Si... Disculpa si te hice sentir mal... me dejé llevar por el miedo... Soy una tonta, ¿Cómo pude pensar que me harías daño? -Mencionó mientras se llevaba ambas manos a la cara para ocultar su vergüenza y frustración.
Al mirar aquel gesto de la chica, Sonic se acercó a abrazarla como una forma de indicarle que todo estaba bien.
-Tranquila... te comprendo. Incluso yo hubiera reaccionado de la misma manera... Digo, ¡ver a tu novio convertirse en una bestia salvaje en medio del bosque!, no es algo fácil de asimilar - Dio una pequeña risa -Recuerdo la primera vez que Silver me vió así, debiste ver su cara -Comentó entre risas para tratar de animar a su novia.
- ¿Silver lo sabe? - Preguntó asombrada
-Si... hace un par de años se lo confesé, como es natural no me creyó, pensó que todo se trataba de una broma... hasta que me vio transformarme... -
- Debió haber sido una gran impresión para él... -Mencionó la pelirosa.
- ¡Y que lo digas!, Me costó más de una hora poder calmarlo, no dejaba de gritar - Dijo entre risas el cobalto.
-Pobre Silver -Comentó la pelirosa muy apenada, ella tampoco había reaccionado de la mejor manera, de hecho, su reacción de pánico la metió en muchos problemas.
Sonic inmediatamente notó la reacción de Amy y pensó en algo más para animarla.
-Pero sabes algo... es normal que las personas nos teman... - Comentó con una sonrisa maliciosa mientras se levantaba de la cama y se colocaba enfrente de la pelirosa - Después de todo los Werehog somos feroces bestias con un apetito insaciable... ¡Y yo voy a devorarte a besos! -Exclamó mientras se abalanzaba sobre Amy haciendo que ambos cayeran en la cama, quedando la eriza debajo de él, la sujetó de ambas muñecas y con su boca fingió morder el estómago de la pelirosa haciéndole cosquillas mientras depositaba pequeños besos en su abdomen.
-¡No!, jajaja, ¡Basta!, jajaja - Decía ella entre risas mientras pataleaba y hacía un esfuerzo por liberarse del erizo.
-¡No puedes escapar de mi, ames! -Dijo mientras continuaba haciéndole cosquillas y llenándola de besos. Por su parte ella aún intentaba resistirse en vano. Era algo que Sonic admiraba bastante de ella, su persistencia, ante sus ojos se veía tan tierna riendo y tratando de zafarse de él, no resistió las ganas de besarla, sus manos se dirigieron a su cintura y él pudo notar como ella dejaba de luchar para después rodear su cuello con sus brazos. -Entonces... ¿Te rindes? - Comentó con una sonrisa triunfal.
- ¡No! - Gritó mientras aprovechaba la distracción del cobalto y lo empujó hasta cambiar de lugar, quedando ahora él acorralado debajo de ella.
- ¡Cielos!, ¡si que tienes más fuerza ahora! -Dijo él con una sonrisa burlona.
- Mejor acostúmbrate, cariño - Respondió ella mientras le daba un tierno beso en la frente.
- Ya lo estoy haciendo... y debo admitir que me gusta bastante -Mencionó mientras atrapaba a la rosada en un gran abrazo - Yo creo que serás una excelente y hermosa Werehog - Pudo observar como la rosada se sonrojaba ante su comentario - ¡Pero aún te falta bastante para superarme! - y con eso Sonic empujó nuevamente a Amy hasta quedar sobre ella y besarla. -Te amo -Dijo mientras recuperaba el aliento.
-Yo también te amo -Contestó ella
Ambos permanecieron así por unos minutos hasta que escucharon un ruido familiar y bastante común por la hora del día, el estómago de Sonic estaba resintiendo la falta de alimentos.
- Creo que deberíamos ir desayunar - Comentó Amy entre risas.
Ambos se levantaron de la cama y fueron a la cocina para preparar algo de comida e iniciar un nuevo día y una nueva vida. Enfrentarían muchas dificultades, puesto que Amy debería aprender a controlar su transformación así como sus habilidades. Pero no estaría sola en eso, tenía a la persona que más amaba a su lado, junto a él todo parecía posible.
Continuará...
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