Capítulo 3: Tiempo

Su celular sonó muy temprano y ella a regaña dientes se levantó creyendo que se trataba de su alarma que la despertaba para ir a la escuela, al menos eso era lo que creía hasta que recordó que era día sábado, lo cual la desconcertó bastante, ¿Quién le llamaría tan temprano?, al levantar el móvil y examinarlo con más cuidado la rosada se sorprendió al leer el nombre.

"Sonic"

- ¿Hola? - Preguntó extrañada.

- H-hola Amy, buenos días... Lamento llamar tan temprano, pero me preguntaba si aceptarías una invitación para desayunar en un restaurante que conozco no muy lejos de aquí... Claro... Si es que quieres - Respondió al otro lado de la línea aquel erizo cobalto.

- Yo... - Dijo mientras lo pensaba cuidadosamente, en su mente aún recordaba lo que Blaze le había dicho la noche anterior, sobre tener más cuidado en quien confiar y no sabía si realmente ésto sería una buena idea.

- Vamos, prometo que la comida será deliciosa - Comentó el cobalto tratando de convencer a la chica.

- Está bien... ¿Dónde nos vemos? -

- ¿Que te parece en la plaza, en una hora? - Dijo alegremente Sonic al escuchar las palabras de la rosada.

- Claro, entonces te veré allá -

Y con eso ambos se despidieron prometiendo encontrarse nuevamente dentro de una hora.

Amy dió un suspiro, en su interior había un extraño sentimiento que no podía identificar, pero podía ver en aquel chico algo especial, algo que la hacía tenerle confianza.

Blaze probablemente la regañaría si se enterase, pero ella tomaría el riesgo, estaba dispuesta a saber que importancia tendría aquel chico en su vida... En cambio, por la bestia de aquella predicción, debería tener cuidado, aunque... Muy probablemente todo eso no sea más que fantasía.

[...]

- ¡Oye Amy!, ¿Te gustaría ir a ver una película conmigo éste fin de semana? -

[...]

- ¿Que tal Amy?, ¿Cómo estás?... Escuché que habrá una nueva exposición en el museo y me preguntaba si... ¿quisieras ir?, Se que a ti te interesa bastante el arte -

[...]

- Me estaba preguntando si ¿Te tendrías un rato libre para ir por un helado? -

[...]

- ¿Tienes algo que hacer ésta tarde? - Preguntó Sonic desde el otro lado del teléfono.

- No realmente... ¿Por? - Respondió la pelirosa con alegría.

- Me gustaría llevarte al parque de diversiones, ¿que dices?, ¿Aceptas? -

[...]

Había pasado tan solo un mes de haberse conocido, pero ambos erizos ya se habían vuelto inseparables, hablaban a toda hora y Sonic siempre la estaba invitando a toda clase de lugares con la excusa de "Conocer mejor la ciudad", pues Amy le había contado que éste sería su último año en la Universidad y por tanto, su último año en Spagonia y quería que ella lo disfrutara al máximo.

Por otra parte Blaze también se había vuelto una buena amiga de Silver pues él fue bastante insistente para acercarse a la chica, era obvio que él quería algo más que solo amistad con ella, pero aún así se conformaba con poder estar a su lado, aunque no fuera como tenía planeado.

Muy diferente al caso de Sonic y Amy pues en tan solo un mes aquella joven eriza se había enamorado de él por completo y por su parte el cobalto, siempre tuvo esas intenciones desde un principio pues él también veía en Amy algo más que una amiga.

Su relación era casi perfecta, ese casi se debía a dos motivos:

El primero de ellos era qué muy rara vez tenían alguna discusión, pero... ¿Que clase de parejas no tenía problemas de vez en cuando?, Aún así cuando eso pasaba ambos terminaban reconciliándose y todo volvía a la normalidad.

El segundo motivo... Era mucho más difícil de explicar y es que Sonic... No había sido del todo sincero con Amy, había algo que no le había contado, algo muy importante, pero que aún no se atrevía a hacer, pues no tenía el valor suficiente.

[...]

- Vamos amigo, ¡Tienes que hacerlo! - Dijo un erizo albino a su compañero, ambos se encontraban sentados en una banca del parque charlando "tranquilamente".

- ¡Lo sé!, ¿Crees que no lo sé?... Solo que... Me da miedo como reaccionará - Respondió un erizo azul mientras colocaba ambas manos en su cara tratando de ocultar su frustración. - ¿Que tal si ella se aleja de mi?, ¡No soportaría eso! -

- Créeme, no lo hará, esa chica te ama demasiado - Mencionó mientras colocaba una mano en su hombro tratando de animar a su compañero.

- No creo estar listo para ésto - Respondió Sonic más calmado mientras miraba al suelo.

Por su parte Silver dió un gran suspiro, él conocía aquel secreto de Sonic y tampoco lo tomó muy a bien al principio - Quizá puedas esperar un poco más... Pero recuerda... El tiempo se está acabando -

- Eso es lo que más me aterra - Dijo el cobalto. Ya habían pasado 7 meses desde que conoció a Amy y en todo ese tiempo no había podido reunir el valor para decirle aquello que lo atormentaba. Para calmar un poco más las cosas decidió cambiar de tema - ¿Y que tal te va a ti con esa chica Blaze?, Es amiga de Amy pero no he tenido oportunidad de convivir más con ella -

- ¡De maravilla!, ¡¿Puedes creer que finalmente aceptó ser mi novia?!, ¡Soy el erizo más feliz del mundo! - Respondió Silver con gran emoción.

- Felicidades hermano, te lo mereces después de tanta insistencia - Comentó Sonic con una gran sonrisa

Silver se ruborizó un poco al recordar todo aquello por lo que tuvo que pasar para ganarse el corazón de aquella chica, pero en el fondo sabía que había valido la pena.

Ambos siguieron platicando tranquilamente el resto de la tarde hasta que el ocaso apareció y tuvieron que despedirse.

[...]

- Amy... ¿Estarás ocupada ésta tarde? - Preguntó algo nervioso el cobalto

- Me temo que sí, mañana tengo un examen importante y debo estudiar bastante - Respondió un poco desanimada la rosada.

- Oh, entiendo... Entonces será en otra ocasión -

- Tranquilo - Dijo ella mientras le daba un tierno beso en la frente - Te lo compensaré otro día... ¿Que te parece si después de la escuela vamos al parque por un helado? -

- Eso me encantaría - Respondió mientras la tomaba por la cintura para apegarla más a él y poder besarla - Te amo -

- Yo también amo - Dijo Amy mientras le daba un gran abrazo.

[...]

- Ames... ¿Crees que podríamos vernos mañana? - Preguntó por teléfono el erizo azul.

- Lo siento Sonic, pero no podré, estoy trabajando en mi tesis y estaré muy ocupada - Respondió triste la joven rosa.

- No te preocupes, te comprendo - Dijo Sonic tratando de ocultar su tristeza.

- Podemos salir pasado mañana temprano, si tienes tiempo - Comentó ella para tratar de animar a su novio

- No creo poder, tengo que trabajar, discúlpame -

- No hay problema, ya podremos salir en otra ocasión - Trató de animarlo la rosada.

- Claro, entonces nos veremos después - Dijo Sonic ya un poco más animado, sabía que no era culpa de ninguno de los dos que no pudieran verse, ambos estaban demasiado ocupados.

- De verdad tengo al novio más comprensivo del mundo, ¡te amo mucho!, ¿Lo sabías? - Mencionó Amy bastante alegre.

- Y yo tengo a la novia más hermosa y estudiosa de todas, me llena de orgullo que ya vayas a terminar tu carrera -

- Owwww, ¡basta!, ¡harás que me sonroje! - Gritó ella del otro lado del teléfono.

- Jejeje, sabes que me encantaría ver eso -

- ¡Sonic! - Exclamó con finjido enojo - Bueno ya tengo que irme, hasta pronto amor, ¡te amo! -

- Yo también te amo, ames -

[...]

Un mes más había pasado y en todo ese tiempo Sonic no había tenido la oportunidad de hablar con Amy como él quería, cada vez que intentaba encontrar la ocasión perfecta ella estaba ocupada con sus estudios universitarios, por su parte él también debía trabajar, tan solo era un año mayor que su novia y por tanto él había terminado sus estudios antes, para su buena fortuna había conseguido un trabajo estable en poco tiempo después de haber salido de la universidad, pero eso le restaba tiempo para estar con Amy.

En ese último mes, ambos no habían podido verse en muchas ocasiones, la mayor parte de sus pláticas era por mensajes o llamadas, ya casi no se veían en persona, no era su culpa, ambos lo comprendían bastante bien.

El tiempo se fue volando y aquel día añorado por la eriza y en cierto modo, temido por Sonic había llegado.

Amy estaba en su ceremonia de graduación, vistiendo una toga negra con una banda roja y un birrete adornando su cabeza, sentada al lado de su mejor amiga Blaze y el resto de sus compañeros de clase.

Por su parte Sonic estaba sentado en unas gradas junto con el resto de invitados y claro, su mejor amigo Silver quién también había ido a ver a su novia Blaze, Sonic no prestaba mucha atención a las palabras de los profesores y el director quienes daban un discurso motivacional para los recién graduados, él solo le prestaba atención a su novia, observando cada expresión de alegría que ella reflejaba, no podía negarlo, la amaba muchísimo y le emocionaba verla cumplir sus sueños y metas, aunque en el fondo no podía evitar la nostalgia al saber que el tiempo se le había acabado, debía hablar con ella, ahora.

Pero no arruinaría ese día, no, simplemente no podía.

Al terminar la ceremonia él corrió hacia su amada, la abrazó de la cintura y le dió un tierno beso en los labios, por su parte ella correspondió a aquel beso abrazando al cobalto por el cuello.

- No puedo si quiera expresar lo orgulloso que me siento de ti, ¿Lo sabes? - Dijo al separarse por la falta de aire

- No lo habría logrado sin ti... Tu me motivaste cada vez que me sentía perdida, además de que fuiste muy comprensivo y paciente conmigo. Eres el novio perfecto - Respondió ella mientras abrazaba con fuerza a su amado.

- Te amo, Amy - Mencionó él mientras correspondía al abrazo para después separarse de la eriza y tomar un ramo de rosas que llevaba oculto y había dejado en una silla hace unos minutos.

Ella sonrió sorprendida por el detalle y se abalanzó sobre su novio para abrazarlo fuertemente.

Después de eso ellos se reunieron con Silver y Blaze y los cuatro fueron a un restaurante para celebrar la graduación de las chicas.

Disfrutaron de buena comida y una tarde agradable, pues hacía mucho que los cuatro no convivían juntos. Recordaron la primera vez que se encontraron en la feria y lo mucho que había cambiado su relación hasta ahora.

Blaze incluso se ruborizó bastante al recordar que hace tan solo 8 meses ni siquiera pensaba en temas amorosos y ahora tenía como novio a un erizo plateado, tal como la gitana lo había visto, aunque bueno, la predicción aún no se había cumplido del todo.

Amy por su parte había dejado de darle importancia a ese tema, aún recordaba las palabras de la adivina, pero dejó de creer que eso fuera posible. Aunque nunca se lo contó a Sonic, no quería que él se burlara de ella, además de que ahora era algo sin importancia. Prefería dejar las cosas así.

Para cuándo los cuatro se dieron cuenta de la hora ya había llegado el ocaso.

- ¡Oh no!, ¡Ya es tarde! - Mencionó Sonic bastante alarmado - Van a tener que disculparme pero tengo que irme. -

- ¿Sucede algo? - Preguntó Amy

- No es nada, es solo que olvidé un pendiente, te lo explicaré después, pero ahora debo irme - Respondió mientras le daba un beso en la frente a su novia.

- No te preocupes, ve con cuidado - Dijo ella mientras le daba un abrazo de despedida.

- Te amo, Amy... ¡Hasta pronto chicos! -

Y con eso el cobalto salió corriendo perdiéndose entre las calles.

- ¿Siempre será así, verdad? - Comentó Blaze al recordar que en las ocasiones en que Sonic salía a toda prisa siempre era cuando estaba a punto de oscurecer.

- No es su culpa... pero tiene algunas cosas que hacer - Dijo Silver para defender a su amigo.

Los tres pasaron de otro rato agradable, aunque Amy se sentía incómoda al estar en un mal trío con Silver y Blaze coqueteando entre ellos, así que decidió retirarse a su departamento. Después de todo había sido un largo día y necesitaba dormir.

A la mañana siguiente Amy recibió una llamada de Sonic.

- Amy... ¿Tienes algo que hacer hoy por la tarde? - Preguntó nervioso el cobalto al otro lado del teléfono

- No, no tengo nada que hacer, ¿Por? -

- ¿Qué te parece si vamos a un día de campo?... Conozco un bonito lugar en el bosque que me gustaría mostrarte -

- ¿El bosque?... Nunca antes he ido - Preguntó ella con algo de duda, pero también interesada, pues en todo ese tiempo que llevaba en Spagonia nunca se le ocurrió visitar aquel lugar.

- Con mucha más razón deberíamos ir, te prometo que el viaje valdrá la pena, además estarás segura conmigo - Agregó el cobalto

- Jaja - Dijo ella con un toque de sarcasmo -Está bien, vamos -

Ambos se organizaron sobre lo que debían llevar para visitar aquel lugar y se reunieron en la plaza dónde Sonic la estaba esperando en un coche pues el bosque quedaba a las afueras de la ciudad.

Una vez que se reunieron partieron por una carretera poco transitada que los llevaría directamente allá y después de casi una hora y media de viaje por fin llegaron a su destino.

Estacionaron el coche en un pequeño lugar detrás de unos arbustos cerca de la carretera y se adentraron a pie llevando solo las cosas que necesitaban.

A ella le sorprendió lo grande que se veía el bosque, los árboles eran tan altos y espesos que apenas dejaban filtrar un poco de luz a través de las hojas, dándole un aspecto un tanto tétrico, había algo que la inquietaba, tenía un mal presentimiento sobre el lugar, pero Sonic hacía que todo aquello se desvaneciera al detenerse en varias ocasiones solo para abrazar y besar a su novia. Quizá él podía presentir su miedo y por eso estaba tratando de darle confianza a la chica.

Quince minutos después Sonic le pidió a Amy que cerrara los ojos y la tomó de las manos para guiarla por el camino, ella obedeció, siguiendo las instrucciones del chico, dieron un par de pasos más pasando por algunos arbustos, ella no podía verlos, pero sentía las hojas acariciar su piel cuando avanzaba. Finalmente Sonic le indicó que abriera los ojos y la eriza rosada dió un jadeó de sorpresa ante aquella escena. Era un pequeño claro del bosque lleno de hermosas flores de colores y bayas silvestres, en esa zona los árboles se encontraban más separados unos de otros por lo que la luz del sol se colaba fácilmente y sobre todo, por aquel sitio pasaba un pequeño arrollo de agua cristalina dándole una mejor vista y al mismo tiempo generando un ambiente agradable y tranquilo con el sonido del agua así como también el canto de las aves.

- ¡Es hermoso! - Exclamó ella con gran alegría mientras se cubría la boca con ambas manos.

- Sabía que te gustaría - Dijo Sonic mientras se acercaba para abrazarla de la cintura y darle un beso en la mejilla.

Ambos comenzaron a sacar las cosas que llevaban para el día de campo, colocaron una manta en el suelo para sentarse y comenzaron a sacar la comida que habían preparado.

Comieron y platicaron tranquilamente, riendo de chistes y disfrutando de la compañía uno del otro. Hasta que Sonic decidió tocar cierto tema...

- Oye Ames... ¿Que es lo que harás ahora que ya sabes... Terminaste tú carrera? - Preguntó con notable nerviosismo.

- No lo sé... Conseguir un empleo, eso es seguro - Contestó ella algo insegura, no podía creer lo rápido que se había ido el tiempo, ya era una adulta y tendría muchas responsabilidades de ahora en adelante.

- ¿V-volverás a tu hogar? - Preguntó con la voz quebrada.

- Yo... - Se detuvo a pensarlo un momento, el viaje a Spagonia, así como todos los gastos de su estadía fueron solventados por la escuela gracias a la beca que consiguió, pero... Ahora ya no tenía ese apoyo... y aunque ya no tenía familia o alguien que la esperara en Station Square sabía que no podría quedarse por mucho tiempo en aquel lugar - Supongo que... Si tendré que irme - Mencionó con bastante tristeza.

Sonic sintió como si algo dentro de él se quebrara, amaba tanto a Amy que no podía imaginarse estar lejos de ella, éste último mes había sido muy difícil para él porque no había podido pasar tanto tiempo con su amada y saber que ahora ella se iría lo destrozaba, por lo general las relaciones a distancia no funcionan y Amy no era cualquier chica para él, ella era especial, lo sabía perfectamente.

No pudo soportarlo y se abalanzó sobre ella dándole un gran y fuerte abrazo - No, no quiero perderte Ames, no podría soportarlo - Dijo él mientras las lágrimas comenzaban a salir de sus ojos.

Ella correspondió al abrazo y también comenzó a llorar, tampoco deseaba separarse de su amado, pero la vida no siempre es justa - Lo sé, yo tampoco quiero irme.. Pero sabes que por el momento no tengo recursos para seguir aquí mucho más tiempo y probablemente me tomé bastante poder encontrar un buen empleo -

Él había tomado una decisión, pero no sabía cómo lo tomaría su novia.

- ¿Y si no tuvieras que irte?... -

- ¿Qué? - Preguntó extrañada.

- Ven a vivir conmigo - Propuso él con alegría

Ella se sorprendió bastante con sus palabras, llevaban casi 8 meses como pareja, pero quizá aún era demasiado pronto para tomar esa clase de decisiones.

- No lo sé... - Mencionó ella mientras lo pensaba con más calma, no quería abusar de la hospitalidad de Sonic, pero tampoco quería irse de Spagonia.

- Acepta, prometo que no te hará falta nada, mi casa es lo suficientemente grande para ambos - En eso tenía razón, su casa era bastante amplía, Amy había estado ahí en muchas ocasiones

- ¿Estás seguro de ésto? - Preguntó ella.

- Nunca he estado más seguro de algo en mi vida - Dijo mientras le daba un tierno beso en la frente.

- Está bien - Contestó con algo de nervios, esa era una decisión muy importante.

- Te amo, Ames - Dijo antes de besarla, una parte de él se sentía aliviado por saber que su amada no se iría de Spagonia y ahora estarían más cerca que nunca. Sin embargo ese momento de felicidad se desvaneció al recordar que aún debía decirle algo importante, algo que lo atormentaba y probablemente haría que ella le temiera, pero si iban a vivir juntos ella debía saber su más grande secreto.

Para cuándo se dió cuenta el ocaso ya había llegado, el cielo comenzaba a tornarse oscuro y pronto la noche habría llegado.

Era ahora o nunca.

- A-Amy, h-hay algo... Algo muy importante que debo decirte - Tartamudeó nerviosamente, tenía miedo a como reaccionaría.

Ella solo lo miró preocupada, aunque también se puso un poco nerviosa, no sabía por qué, quizá por la actitud que había tomado su novio, pero comenzaba a sentirse inquieta. Aún así lo observó atentamente y asintió con la cabeza para que él continuara.

- E-es algo... Sobre mí... Algo que no conoces... yo... - Estaba luchando por decir el resto, pero no podía, simplemente las palabras se negaban a salir de su boca - No quiero que te alejes de mi... No quiero que me temas... Pero es muy importante que sepas ésto... Yo... Soy... -

- Sonic... No entiendo, ¿A qué te refieres? - Preguntó ella con gran confusión, no le gustaba el rumbo que estaba tomando la conversación.

Antes de que el cobalto pudiera decir algo más sintió un fuerte dolor que lo hizo tirarse al piso.

- ¡Sonic! - Gritó ella mientras socorría a su amado tratando de ver qué le pasaba

- Amy... Tranquila, estoy bien... - Respondió con dificultad mientras intentaba incorporarse de nuevo, sin embargo el dolor lo hacía volver a caer al piso.

- No, no lo estás, ¿Que sientes?, ¿Que te duele? - Preguntó ella mientras trataba de buscar una forma de ayudarlo.

- Necesito hablar contigo... ahora -

- Sea lo que sea que tengas que decirme puede esperar, ¡necesitas ayuda inmediatamente! - comenzó a buscar entre las cosas su teléfono hasta que recordó haberlo dejado en su bolso de mano dentro del carro - Espera aquí, no tardaré - y con eso ella corrió por el camino en busca de dicho aparato.

- ¡Amy!... ¡E-espera! - Exclamó mientras trataba de llamar su atención, pero ella no lo escucharía, le importaba más su bienestar, aunque no sabía que en realidad ésto solo se debía a su "condición".

La rosada corrió hasta llegar al auto y rápidamente lo abrió, tomó su bolso y regreso con Sonic mientras trataba de marcar al número de emergencias. Para su mala fortuna no había señal, después de todo estaban en medio del bosque.

Corrió más rápido cuando escuchó un grito de dolor proveniente del cobalto, pensando que le había pasado algo en esos escasos minutos que lo dejó solo. La noche ya había caído completamente y le era difícil ver por dónde iba, pero guiada por los sonidos de su amado pudo dar fácilmente con él.

Sin embargo al llegar se quedó congelada al mirar algo digno de una película de horror, Sonic yacía tirado de rodillas en el piso, respiraba pesadamente, pero ya no era el mismo erizo que ella conocía, sus púas se alargaban y cambiaban a un tono más oscuro, su cuerpo aumentaba de tamaño y de sus manos salían afiladas garras así como también de si hocico crecían largos colmillos.

Amy no podía creerlo, simplemente no podía ser cierto, su amado, aquel en quien tanto confiaba... Era una bestia, y una muy particular. Fue entonces que la predicción de la gitana volvió a su mente, golpeándola fuertemente.

"Veo una bestia... De pelaje oscuro... Creo que es Azul noche... Tiene grandes garras y colmillos "

Igual a él...

"Cuando te topes con esa criatura... Será el final de tu vida como la conoces..."

¿Sería capaz de hacerle daño?

Estaba abrumada, no podía moverse, solo contemplar aquella escena con el corazón amenazando salir de su pecho.

Al terminar su transformación, Sonic dió un gran aullido hacía el cielo nocturno haciendo que la chica saliera de ese estado de shock y soltará su bolso de mano alertándolo sobre su presencia.

Él se giró para mirarla, ella temblaba salvajemente y sus ojos reflejaban el miedo en su estado más puro, dió un paso al frente e intentó articular alguna palabra para tranquilizar a la chica, sin embargo no lo dejó continuar pues ella salió corriendo en una dirección al azar, quizá por el miedo que sentía, después de todo ella solo pensaba en alejarse lo antes posible de él.

- ¡Amy! - Gritó desesperado tratando de llamar a su amada, pero ella no lo escucharía, ya iba demasiado lejos. Sintió como algo dentro de él se rompía nuevamente, Amy estaba asustada, ¿Lo aceptaría nuevamente ahora que sabía lo que verdaderamente era?

Continuará...

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