Epilogo...


"...Siempre lo supe...desde que te vi por primera vez...cuando tus ojos se encontraron con los míos..., cuando nuestras vidas se cruzaron..., me di cuenta que estoy presa del destino, mi destino tu..."


Años después

Un par de pequeños corrían por los jardines del palacio, era medio día y por ende solo querían correr y divertirse, los soldados siempre vigilantes hacia el horizonte, aunque también le prestaban en extremo atención al par de niños que iban y veían por todos lados dando alegría a cada rincón del castillo

Los escurridizos niños se adentraron hacia los jardines mas escondidos del palacio, caminando mas sigilosamente por aquel sendero ya que les gustaba espiar a la pareja que se posaba sobre un tronco sobresaliente de uno de los arboles del frondoso bosque, a lo lejos podían verlos, cuando se escondieron detrás de uno de los troncos para poder verlos mas de cerca

Podían contemplar una imponente sombra sumada a una mas pequeña y delgada, aquella impulsándose con sus pies alcanzando los labios de la sombra mayor, entregándole un beso profundo y sincero, ambos pequeños se sonrojaron, ya que era la primera vez en mucho tiempo que podían espiar de esa forma a esas personas

-¿Qué hacen aquí chamacos?-les grito el pequeño enano verde detrás de ellos haciéndolos sobresaltar dejándolos con el alboroto frente a quienes los estaban espiando

-¿Raider? ¿Shun? ¿señor Jaken? ¿Qué hacen aquí? –pregunto Rin ya un poco mas adulta acercándose a ellos, a pesar de los años aun conservaba su rostro dulce y aquella inocencia tan característica de ella

-nada...-respondieron avergonzados y traviesos mientras que aquella sombra imponente también se acercaba

-¿Qué sucede?-pregunto autoritario

-señor Sesshomaru!!!-grito Jaken con emoción –lo que pasa es que...

-Jaken espiaba-dijeron los dos pequeños niños señalando acusadoramente al enano verdoso

-es mentira!-les grito

-es verdad tía Rin, Señor Sesshomaru, Jaken estaba espiando

-eso no es...

-no mientas Jaken-amenazo el peli plateado con el ceño fruncido al pequeño ser

-bueno yo...si, esta bien yo estaba espiando

-si!!!!!le ganamos al señor Jaken!!!!

-oigan mocosos ¿Qué les pa...

-si nos dice eso una vez mas, lo acusaremos con nuestro padre-esta vez para su sorpresa era Raider quien lo amenazaba, tan sarcástico como su padre, con aquellos mismo ojos azulados intensos, aquel cabello negro y sedoso, era sin duda una viva imagen de él

-hermano deja al pobre sapo-dijo Shun, de ojos chocolates como Kagome, aunque tomo la melena oscura de ambos, pero en su personalidad era mas a su madre, de mas comunicación y comprensión, ambos eran gemelos, aunque sus ojos eran diferentes, eran iguales, nacieron al poco tiempo de terminar la ultima batalla con el medio hermano de Sesshomaru, quedando así el destino de Bankotsu a salvo completamente, Kagome le había confesado aquel día de que eran dos pequeños, haciendo que se desmayara Jakotsu de la impresión y Bankotsu teniendo una celebración en el palacio mas de dos semanas, cayendo en una borrachera que lo obligo a ausentarse como un mes

A pesar de eso, era un buen rey, a pesar de su carácter difícil, Kagome lo comprendía y lo apoyaba, mientras que Rin poco a poco sanaba sus heridas y "comenzó" de cero su relación con Sesshomaru a pasos cortos

Hoy era un día especial, Koga y Ayame al fin animaron de casarse, así que todos los preparativos de la ceremonia estaban siendo preparados cuidadosamente, la novia se encontraba nerviosa arreglándose con nana Kaede en su habitación, claro que todos se preguntaban por sus majestades que los habían visto salir, pero nadie sabía a dónde se dirigían

-niños ¿y mi hermana?-pregunto Rin mirando hacia todos lados mientras que el pequeño sapo verdoso era "torturado" por Raider

-salieron temprano-contesto Shun- mamá llevaba en sus manos algunas flores en sus manos y se fueron con los caballos hacia el norte

-vaya...

-¿Qué sucede?-pregunto el Dai youkai detrás de ella

-hoy cumplen años

-¿Quién?

-la familia de Bankotsu...-suspiro mirando al cielo

No muy lejos de las grandes murallas del palacio del Oeste, tras de el sonido de un pequeño rio podían ahogar algunos suspiros que provenían de aquella pequeña cabaña ubicada al lado de las cristalinas aguas

Tras algunos horas, la mujer de melena oscura salía de la cabaña acomodando su cabello de una lado a otro, su paso era lento, sentándose de rodillas al frente de unas pequeñas lapidas ya adornadas con hermosas flores a penas ella puso un pie allí, sonreía agradecida y meditaba la forma de como habían ocurrido las cosas, los sacrificios que tuvieron que pasar, las pruebas duras que enfrentaron e inclusive hasta la misma muerte, sin darse cuenta a su lado se ubicaba aquel moreno que había cautivado su corazón hace tiempo, hace años, el único hombre que ha amado, su rostro aunque reflejaba indiferencia, sabia que aquel lugar era tan importante para él y su hermano que sin duda se quedo en el palacio con el fin de cuidar a sus sobrinos y a su "pequeña amiga" como él la llamaba a la joven princesa

-¿eres feliz?-le pregunto sin mirarla y con su voz tan seria como siempre, tomándola por sorpresa

-si-contesto con una leve sonrisa-claro que soy feliz-se acomodo sobre su hombro, con ojos cerrados, una brisa cruzo en el ambiente cubierto por un silencio ensordecedor, pero no de incomodidad, ya no había mucho que hablar con respecto a temas pasados -¿y tu?

-si-contesto secamente

-lo se...-suspiro sin quitar su sonrisa de su rostro

-¿Qué lo hace que estés feliz?-pregunto el moreno algo mas reflexivo

-¿eh? No se por que lo preguntas Banky-rio un poco- te tengo a ti, a nuestro hijos y Rin esta feliz, ya nada me hace falta

-eres muy simple...-bufo

-¿Cómo que simple?!-le reclamo separándose de él, haciéndolo sonreír, le encantaba hacerla enojar era una manía que simplemente le gustaba, que ella mostrara su carácter frente a él

-yo soy feliz con sola una cosa-dijo posando sus manos en su nuca decayendo su cuerpo hacia atrás serrando sus ojos fingiendo que la ignoraba

-de seguro dirás "soy feliz con mi alabarda"-respondió con burla la azabache, formándole un tic en el ojo al moreno

-¿de verdad crees eso? Que tonta!

-no me digas tonta!- le contesto con un berrinche-que van a pensar nuestros hijos si te oyen hablarme así

-me da igual

-¿¿Qué?? Eres idiota!- ante ese comentario él se puso de pie para caminar hacia donde se encontraba ella mirándola seriamente con el ceño fruncido mientras que ella sintiéndose intimidada retrocedía un par de pasos hacia atrás quedando acorralada en un tronco de un árbol hasta que su rostro quedo frente al de ella sin que pudiera reaccionar

-si claro, eres una tonta-ella le iba a dar un cachetada cuando este se la detuvo –pero, una tonta que me tiene loco-la beso con ímpetu sorprendiéndola correspondiendo a aquel acto apasionado en un solo instante, sabia que solo estaba jugando, siempre hacia ese tipo y bromas y terminaban de la misma forma- y por esta tonta-le decía entre besos-cruzare la muerte- traspasando sus besos hacia su delgado cuello volviendo a sus labios- una y otra vez..., te amo Kagome

-y yo a ti Bankotsu...-tras largas sesiones de besos, terminaron abrazados en un silencio sepulcral, parecían adolecentes que se conocían por primera vez, como la primera vez que se entregaron en aquella precaria cabaña que fue testigo de su amor y que también fue el símbolo de su separación y unión

Ya era tarde, pronto los soldados los buscarían desesperadamente y sus pequeños le dirían su paradero secreto que solo aguardaban para ellos, dos, aunque Shun y Raider conocían la casa de sus abuelos paternos, la pareja se aseguraba de tener ese espacio solo para ellos como pareja, siendo entendido a la perfección por los pequeños

Ambos se dirigieron a los caballos tomados de la mano a paso lento, de vuelta al palacio, Kagome se adelanto un poco subiéndose al semental con agilidad , siendo observaba por él en todo momento haciéndola ruborizar

-¿Qué sucede?

-nada

-ah...-cuando se dio cuenta que él se había subido al mismo caballo que ella abrazándola dese su cintura

-la verdad pensaba en algo-le dijo con un susurro en su oído

-¿Qué cosa?

-como ya no hay maldición y todo eso-dijo despreocupado- deberíamos improvisar

-¿improvisar?

-si, una niña

-¿Qué?-pregunto incrédula

-si Kagome, tengamos una niña-dijo con una sonrisa en su rostro-una niña quien herede mi fuerza y tome mi alabarda-aquello le hizo aparecer una enorme gota en la cabeza a la joven, quien suspiro con algo de nerviosismo y responder

-y si...te dijera...que...

-¿Qué? ¿Qué cosa?

-que tal vez ese deseo se te pueda cumplir muy pronto...

-¿Qué?

Tal vez el destino, los separo más de una vez, les entrego duras pruebas que hasta, la misma muerte tuvieron que enfrentar, el olvido, la resignación, el odio y la frustración, todo aquellos sentimientos lograron un solo camino, la felicidad...-y somos felices...


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Holaaa espero que les haya gustado esta historia, muchas gracias por el apoyo durante todo el fic, y sus bellos comentarios y estrellitas, enormes abrazos son las mejores!!!!

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